Ferro y Dálmine dividieron oportunidades pero no pudieron salir del cero

El Campeonato de Primera Nacional es apasionante. por distintos motivos; porque es parejo, porque tiene cierto equilibrio, porque hay equipos, muchos, que intentan jugar bien, que pretenden un fútbol fluido y vistoso, porque buscan ganar de la manera más efectiva que es la de jugar bien, y porque tiene muchos pretendientes al ascenso. Son aquellos equipos que poseen una larga historia en la Primera División, con campeonatos ganados en varios casos, y porque sienten que es el lugar que les corresponde por historia. Todos buscan ese paso, regresar a la elite de nuestro fútbol. Y Ferro Carril Oeste es, sin dudas, uno de ellos. Con una larga trayectoria en la Liga más importante de la Argentina, con dos Campeonatos ganados, los Nacionales de 1982 y 1984, con dos subcampeonatos dignísimos en 1981, detrás de Boca en el Metropolitano de aquel año, y de River en el Nacional. Una institución llena de gloria y epopeyas futbol´siticas, eterno clásico de Vélez Sársfield y entreverado en enormes disputas con los cinco grandes nuestro fútbol.

Hoy le toca transitar la segunda división, y ahí está, en la lucha. Que es cruel y es mucha, porque para subir hay que ganar la zona, para ir a la final directa o entrar entre los cuatro primeros, para pelear por el segundo ascenso. Y el camino no es fácil, porque todos los rivales son duros, y Villa Dálmine, no fue la excepción. El equipo de Campana se paró con un 4-1-4-1 bien elástico. Porque a la línea de cuatro defensores, ubicó por delante de ellos, siempre, a Moyano. Y delante del volante central, Larrea, Díaz, Ojeda y Bersano, en tanto Gagliardi se mantenbía como referencia en la posición de delantero central. Y cuando lograba tener la pelota, Ojeda jugaba, Larrea se adelantaba y Germán Díaz movía los hilos del equipo, a través de su habilidad.

El equipo de Diego Osella, con la obligación que siempre tiene el conjunto local por alcanzar la victoria, sostuvo un esquema audaz: línea de cuatro con salida por derecha a través de Hernán Grana y por izquierda con el buen manejo y el excelnte criterio para la marca de Lucas Souto, Federico Fattori parado como volante retrasado, un poco más adelante Fernando Miranda y Emiliano Ellacópulos con la tarea de abastecer a los tres delanteros, Germán Rivero, Franco Toloza y David Gallardo.

El primer tiempo fue trabado, hasta que aparecieron las oportunidades. A los 16′ lo tuvo la visita, con un remate potente de Cristian Ojeda que desvió el arquero local, Marcelo Miño. Y después llegaron las chances de Ferro. A los 28′ Rivero entró solo por la derecha, por una gran asistencia de Ellacopulos, quedó mano a mano con el arquero, remató fuerte, el balón pegó en la pierna de Emanuel Bilbao y salió al corner, en la oportunidad más clara de Oeste en la primera parte. Enseguida Rivero tuvo otra chance, metió un buen tiro y la pelota pegó en el poste derecho de Bilbao, a las 29′ de la primera etapa.

Era más Ferro, en general. Y a los 35′ lo volvió a tener Rivero, quien recibió un buen centro de Ellacópulos y su cabezazo se fue arriba del travesaño. Dálmine había perdido la frescura de los primeros minutos y a los 40′ debió realizar el primer cambio en su equipo, con la lesión del lateral derecho Facundo Lando y en su lugar entró Zaid Romero, quien se ubicó como segundo marcador central. Se movieron los zagueros: el derecho, Maximiliano Pollacchi pasó de lateral derecho y el izquierdo, Rodrigo Cáceres se posicionó como primer marcador central.

Villa Dálmine salió con mayor decisión en el complemento. Y tuvo un lapso en el que se adueñó del juego, tuvo el control y gneró situaciones. Conducido por Díaz, con la picardía de Ojeda, a los 48′ Gagliardi tuvo una linda chance con una media vuelta. A los 51′ fue Bersano el que remató afuera desde buena posición. De a poco, el “Viola” rondaba el arco “Verdolaga”.

Ferro necesitaba despertarse y Osella movió el banco; a los 61′ modificó el ataque: Victorio Ramis reemplazó a David Gallardo y Carlos Airala ingresó en lugar de Franco Toloza. Pero estaba mejor la visita y a los 64′ Díaz probó de emboquillada y el balón se fue cerca, tras una gran jugada, primero con la gambeta y luego en una pared con Bersano. A los 74′ llegaron las variantes en la visita;  Sergio Sosa entró en lugar de A. Gagliardi y L. Cajes reemplazó a F. Bersano.

Marcelo Franchini dispuso las últimas dos modificaciones en su equipo cuando iban 80′ de juego: A. Stancato entró por S. Moyano y J. Franzoni ingresó por L. Larrea en el conjunto de Campana.

Ferro puso voluntad para volver a tener el partido bajo su autoridad. Y se recuperó en los últimos diez minutos, en los que volvió a generar situaciones ante el arco visitante. A los 82′ Ellacópulos sacó un gran tiro que pasó muy cerca del ángulo superior derecho de Bilbao. A los 84′ Franco Pulicastro ingresó en lugar de Germán Rivero. Y Oeste, bajo la lluvia persistente de Caballito, lo fue a buscar…

Villa Dálmine no se quedó en el rol de partenaire y a los 87′ su figura, y la del partido, Germán Díaz, metió un tiro libre que Miño sacó con los puños. Y las últimas fueron para el local. A los 90+1′ Airala remató suave cuando estaba muy cerca de la zona de definición. A los 90+3′ le quedó a Ferro la última bola de la tarde. Tiro libre en mitad de cancha, lo ejecutó el arquero Miño con un centro abierto para Gabriel Díaz; el capitán bajo la pelota y la engachó pulicastro, con un rmeta espectacular que se metía junto al travesaño, pero el vuelo de Bilbao la desvió al corner.

Fue el cierre de una tarde gris, fría y lluviosa, en la que Ferro y Villa Dálmine se dividieron las posibilidades, los puntos, y no pudieron salir del cero a cero.

Hernán O’Donnell