En el final, la lluvia le escurrió el triunfo que Atlanta merecía

“Nos falta resolver en la zona de finalización, aunque también destaco la solidez defensiva, algo que es importante. Vamos a jugar el primer partido con un rival que presenta línea de cinco, y habrá que romperla. Para lograrlo, tenemos que usar distintas acciones que hemos entrenado. También puedo llegar a cambiar el esquema del equipo, lo evaluaremos, contra un equipo que quizás nos ceda la pelota y nos intente jugar de contragolpe. Aprendimos del error, de no entrar en la desesperación. El partido anterior tuvimos paciencia para mover la pelota”, señaló el DT de Atlanta, Mario Sciaqua, en la conferencia de prensa del viernes anterior al partido frente a Gimnasia y Tiro de Salta. El Técnico preveía un partido distinto a todos los que había jugado en este Campeonato de Primera Nacional “Carlos Timoteo Griguol” 2024.

“Me ha tocado jugar mucho con línea de cinco; tengo mi experiencia de cómo me atacaban y contrarrestaban, cuando me tocó el año pasado jugar contra línea de cinco traté de contrarrestar. Hay que estar atento, uno puede imaginar que hay que ir por un lado y tal vez el gol se da por otro. El futbol es entendimiento, que es lo que buscamos. Somos locales y le queremos dar la alegría a la gente. Le dije a los dirigentes que venía con una deuda de visitante y ahora hay que encontrar el rumbo de local”, resumió el DT sobre el partido que iba a enfrentar.

Y algo de eso pasó. Porque el “Bohemio” supo jugarle el partido al visitante, llegarle a pesar de la línea de cinco y la postura defensiva, incluso fue dominador durante el tiempo que jugó con un hombre menos. Pero no pudo ampliar la diferencia, y en la agonía del partido, vio como se le escurría la victoria.

El equipo de Mario Sciaqua formó con Bruno Galván; Rosales, Dylan Gissi, Fernando Evangelista y Tomás Silva; Juan Requena; Carlo Lattanzio, Alejo Dramisino, Walter Rueda; Federico Bisanz y Erik Bodencer.

El conjunto de Rubén Forestello comenzó con Federico Abadía; Juan Galetto, Ezequiel Neira, Jeremías Rosales, Daniel Abello y Facundo Heredia; Martín Esparza, Matías Birge y Walter Busse; Fabricio Rojas y Lautaro Gordillo.

Atlanta buscó desde el inicio, mientras que el equipo salteño se aferró a su dibujo táctico, de cinco-tres-dos, y lo esperó en su campo, a la espera de un contragolpe. En tanto, la lluvia, copiosa y constante, también jugaba su partido.

A los 21′ tuvo el local su primera llegada clara, con un tiro de Alejo Dramisino, que pasó muy cerca. A los 29′, un centro del propio Dramisino fue conectado por Federico Bisanz, y el arquero Abadía controló el balón.

Gimnasia y Tiro recién llegó a los 31′, con un remate desviado de Rojas. Era más el local, pero la expulsión de Alejo Dramisino, a los 37′, por una doble amonestación en menos de dos minutos, significó la reorganización del equipo. Pasó a jugar con un cuatro-cuatro-uno, donde mantuvo la línea de fondo, en el medio se ubicaron Bisanz, Rueda, Requena y Lattanzio, mientras Bodencer quedó de delantero de punta.

Hubo una llegada de la visita, a los 42′, con un disparo alto de Esparza, y a los 44′ Fede Bisanz sacó un tiro tremendo que el arquero Abadía sacó al corner.

En el segundo tiempo, Forestello hizo una variante en el equipo de Salta; Exequiel Narese ingresó por Esparza.

Atlanta era más con un hombre menos; sostenía el dominio territorial y controlaba la pelota. A los 60′ Sciaqua hizo la primera modificación en el “Bohemio”. Leonardo Marinucci reemplazó a Carlo lattanzio.

Un disparo de Tomás Silva, a los 62′, volvió a avisar el dominio del equipo de Villa Crespo. Un nuevo cambioo le dio más aire a su conjunto; a los 66′ Lucas Ríos entró por Federico Bisanz. Y dos acciones iban a pesar aún más en el desarrollo.

A los 67′ se fue expulsado el lateral volante de la visita, Facundo Heredia. Un minuto más tarde, lucas Ríos ejecutó un tiro libre que pegó en el parante del travesaño, dentro del arco, y salió, pero ni el árbitro ni el asistente pudieron advertir la conversión, y el juego continuó. Por la desmedida protesta ante el tanto no convalidado, fue expulsado el DT local, Marito Sciaqua.

Forestello buscó darle renovación a su equipo, y a los 73′ hizo tres modificaciones; Rubén Villarreal entró por Fabricio Rojas, Maximiliano Ibáñez reemplazó a Lautaro Gordillo, y Tomás Attis ingresó en lugar de Juan Galetto.

Pero era el local el que no cesaba en la búsqueda, y tuvo su premio a los 77′ con el gol de Walter Rueda, que puso el encuentro 1-0 a favor de Atlanta.

Entonces el “Yagui” Forestello fue a buscarlo. A los 80′ hizo su quinto cambio; sacó al zaguero jeremías Rosales, para poner al delantero Brian Duarte.

Lo pudo liquidar Atlanta a los 82′, con un tiro alto de Bodencer. El equipo trataba de controlar la mitad de la cancha y que no le llegue la visita; incluso, recurrió a dos variantes, a los 89′ de juego: Alan Alegre entró por Rueda, e Ivo Constantino ingresó por Erik Bodencer. Tres zagueros altos para contener el ataque final de la visita.

Sin embargo, la lluvia le escurrió la victoria. En el último corner, Ezequeil Neira peleó una pelota en el área, de taquito envió el centro al medio que aprovechó Maximiliano Ibáñez para meter un remate seco y marcar la igualdad, 1-1, cuando se jugaban 90+1′.

Así se le escapó el partido a Atlanta. Como el agua entre los dedos, cuando había hecho méritos para ganar, en una noche de lluvia copiosa.

Hernán O’Donnell

Liverpool y Manchester City igualaron en otra exhibición de fútbol para recordar

Es el enfrentamiento más grande, importante, trascendente y atractivo que puede presentar el Fútbol en competición de clubes. Es EL PARTIDO. Con mayúsculas. En ésta época, en estos tiempos, no hay partido que lo supere, ni siquiera lo iguale. Es el choque de estilos, de formas y maneras, semejantes y diferentes. Liverpool y Manchester City protagonizan en estos tiempos el Clásico mundial por excelencia. Por encima de otros choques colosales, que en algún momento, en muchos en realidad, son el partido de mayor envergadura, como Real Madrid-Barcelona, por ejemplo. Pero hoy Liverpool y Manchester City superan cualquier oferta que exista en el menú internacional de las Ligas del Mundo. Por nivel de equipos, jerarquía de sus futbolistas, y la enorme capacidad táctica y estratégica de sus entrenadores, Jurgen Kloop en Liverpool, y Pep Guardiola en el City. Un alemán y un español para darle mayor jerarquía a dos planteles internacionales que alumbran la Premier League. Y entre ambos, planificaron un partido electrizante, dinámico, inolvidable. Mereció un poco más el local, que pudo plasmar con mayor certeza su idea táctica, pero la visita no renunció nunca a su filosofía.

Liverpool comenzó con Caoiminhin Kelleher; Conor Bradley, Jarell Quansah, Virgil van Dijk, y Joseph Gomez; Dominik Szoboszlai, Wataru Endo y Alexis Mac Allister; Harvey Elliot, Darwin Núñez y Luis Díaz.

El conjunto de Manchester formó con Ederson; Kyle Walker, Manuel Akanji, Nathan Ake; Rodri, Bernardo Silva, Kevin De Bruyne, John Stones; Julián Álvarz, Erling Haaland y Phil Foden.

Crédito: @premierleague

Al minuto de juego ya habían mostrado sus cartas. El City, con el dominio del balón y el avance colectivo. Liverpool, con la intención de ganar la mitad de la cancha con Endo y Mac Allister, y salir largo para la velocidad de Luis Díaz, Darwin Núñez, o las trepadas de Bradley por derecha.

En ese contexto, llegó primero el equipo de Guardiola. Porque el medio campo, con Rodri, John Stones, Kevin De Bruyne y Bernardo Silva. A los 7′ Julián Álvarez abrió a la izquierda, entró De Bruyne, y su remate se fue elevado. A los 8′ insistió De Bruyne con un tiro al medio, que sacó bien Kelleher.

Liverpool contestó a los 12′, con una aparición fulgurante de Bradley por derecha, que Darwin Núñez no llegó a conectar. y a los 15′ Mac Allister abrió a la izquierda, Luis Díaz lanzó un buen centro, y Núñez cabeceó arriba.

Pero era el momento del City en el partido, y a los 22′ abrió el marcador, con un tiro de esquina bien trabajado, porque Aké cortinó la posición de Mac Allister para abrir el espacio al primer palo, por allí apareció en una zona libre John Stones, quien marcó con un remate fuerte y cercano, para poner el encuentro 0-1 a favor de Manchester City.

El equipo local se adelantó en el campo y empezó a dominar el juego. A pesar de que la visita lo amenazaba con los contragolpes, como el de Haaland, a los 38′, que no pudo acomodarse en su lucha contra van Dijk, y sacó un remate corto que atrapó el irlandés Caoimhín Kelleher.

Pero ya sostenía el ataque el local, y a los 41′ Luis Díaz sacó un buen disparo que salió muy cerca, y a los 45+2′ Szoboszlai ejecutó un tiro libre potente, que el arquero Ederson atajó bien.

En el complemento se profundizó el dominio táctico de Liverpool. Vale decir que City nunca renunció a sus ideas, y que contó con chances porque el hambre y el espíritu competitivo latió en su equipo hasta el final. Pero sí que el control táctico y estratégico fue del local. Y que lo aumentó con dos hechos claves.

Crédito: @premierleague

Primero, la igualdad en el resultado. El pelotazo largo a Darwin Núñez, que le ganó la llegada a la salida presurosa de Ederson, el penal que le cometió el arquero y encima la lesión que luego lo obligó a dejar la portería. El tiro penal lo ejecutó Alexis Mac Allister, y a los 49′ le dio el gol a Liverpool, que puso el 1-1 en el encuentro.

A los 54′ debió salir Ederson, y lo reemplazó Ortega Moreno, de buenas intervenciones posteriores.

El partido no bajaba el ritmo, la dinámica y la emotividad. en medio de esa alta tensión, Foden llegó solo, a los 57′, y Kelleher tapó bien, con sus piernas, el remate del delantero inglés. Y a los 58′, una buena contra de Luis Díaz y Núñez, fue abortada por la salida rápida del arquero Ortega Moreno.

A los 60′ llegó otro hecho de gran incidencia. Fue cuando Jurgen Kloop resolvió hacer dos variantes; Mohammed Salah entró por Szoboszlai, y Andrew Robertson ingresó por Conor Bradley. El delantero egipcio tuvo una participación profunda en el partido, y Robertson le dio mucha salida por izquierda, mientras que Joe Gómez mejoró al pasar a la banda derecha.

Cuando iban 62′ Salah habilitó a Díaz con un pase largo y preciso, luego el colombiano entró libre, pero desvió su remate. A los 65′, un tiro brillante de Mac Allister fue sacado al corner por el arquero visitante, en otra buena intervención.

El local giraba al compás de Mac Allister, la colaboración de Endo, la firmeza de los centrales y el arquero, más la gravitación de Salah. El City se había quedado, y Guardiola resolvió hacer dos modificaciones, cuando iban 68′ de juego. Mateo Kovacic entró por Kevin de Bruyne, y Jeremy Doku reemplazó a Julián Álvarez.

Y vino una chance increíble para el City, porque Foden fue a buscar un balón profundo Kelleher salió más rápido y rechazó, pero el rebote dio en el cuerpo del delantero inglés y pegó en el travesaño, cuando iban 72′.

Kloop metió el tercer cambio del local a los 75′. Cody Gakpo ingresó por Darwin Núñez. Era sostenido el dominio de Liverpool, y a los 79′ se proyectó el zaguero Quansah, para sacar un tiro potente que tapó el arquero Stefan Ortega Moreno. Después, a los 83′, Mac Allister volvió a disparar, y el balón salió apenas alto.

Pero estos equipos son de una dimensión extraordinaria, y aún cuando lucen dominados, o apagados, generan, de la nada, una situación de gol. Y así lo tuvo Mancehster City, que a los 88′ armó una buena maniobra de derecha a izquierda, por allí apareció Jeremy Doku, quien remató fuerte y bajo. La pelota dio en la base del poste izquierdo de Kelleher y volvió a las manos del arquero irlandés.

Hubiera sido injusto el triunfo visitante, como bien pudo haber sido victoria local, pues al final, cuando iban 90+7′ de juego, observamos una falta de Doku sobre Mac Allister, que el árbitro no consideró ni tampoco el VAR, más allá de que fue a la revisión.

Así se cerró el encuentro del fin de semana del “Planeta Fútbol”. El partido que todos esperábamos. Un empate vibrante, emotivo, intenso y muy bien jugado. Estuvo más cerca el Liverpool, pero la victoria se la llevó la gente que lo gozó en el estadio y en todas las pantallas del mundo.

Hernán O’Donnell

Argentinos ganó sin sobresaltos, y se afirma en su ilusión

La Copa de la Liga Profesional de Fútbol transcurre las fechas claves en la búsqueda de la clasificación a los play-off. Es la instancia en que no se puede fallar, porque promedia el torneo, se ingresa en la recta final, y resbalar a ahora puede costar caro en la resolución de las fechas finales, digamos las dos últimas. Entonces, es primordial no desaprovechar oportunidades. Argentinos Juniors tiene ambiciones grandes en este torneo, y arribaba al encuentro ante Gimnasia y Esgrima La Plata, con una caída reciente en Avellaneda ante Independiente, lo cual lo “obligaba” a buscar los tres puntos. El “Lobo”, un poco más alejado de los puestos de clasificación, mira la tabla de promedios, y también se aferra a la cosecha de puntos.

Y se dio el partido que se presumía. Un conjunto, el local, dueño de las acciones y del protagonismo del juego. El “Lobo”, confundido y con poco peso.

Argentinos Juniors comenzó con Diego Rodríguez; Thiago Santamaría, Fernando Meza, Tobías Palacio y Román Vega; Alan Lescano, Franco Moyano y Nicolás Oroz; Gastón Verón, Maximiliano Romero y Luciano Gondou.

Gimnasia y Esgrima formó con: Nelson Insfrán; Guillermo Enrique, Felipe Sánchez, Gustavo Canto y Federico Milo; Benjamín Domínguez, Rodrigo Saravia, Pablo De Blasis y Nicolás Colazo; Eeric Ramírez e Ivo Mammini.

El “Bicho” tomó muy ràpido el mando del partido, y a los 3′ llegó on un buen remate de Nicolás Oroz, que salió apenas alto. A los 6′ Luciano Gondou encabezó un gran contragolpe con una buena jugada individual, cedió a Alan Lescano, y su tiro pasó por encima del travesaño.

Hasta que a los 12′ abrió el marcador. Llegó un centro desde la izquierda, y con un remate bajo y cruzado, Luciano Gondou puso el 1-0 para Argentinos Juniors.

Argentinos pareció tomarse un descanso y bajó la intensidad luego de veinte minutos de dominio sostenido. A los 20′ Fernando Meza no pudo controlar bien un balón, lo pescó De Blasis, y su tiro fue tapado por Palacio.

Cuando iban 27′ Ramírez probó de lejos y controló bien el “Ruso” Rodríguez, en un lapso donde el local soltó el acelerador. Que lo volvió a apretar a los 32′, con un corner de Nicolás Oroz y el cabezazo de Maximiliano Romero, que pasó muy cerquita del arco visitante.

Leonardo Carol Madelón, el DT de Gimnasia, decidió hacer una variante para comenzar el segundo período. David Zalazar entró en lugar de Nicolás Colazo.

Pero el partido concluyó enseguida. Cuando iban 50′ Oroz ejecutó muy bien un tiro libre, el balón pegó en el travesaño, y en el rebote, Alan Lescano marcó el 2-0 para Argentinos juniors, en algo muy parecido a una sentencia, cuando aún restaba muchísimo tiempo por jugarse.

Entonces Madelón decidió hacer dos variantes más en Gimnasia; Franco Troyansky entró por Ivo Mammini, y Matías Ramírez ingresó en lugar de Benjamín Domínguez, cuando iban 57′ de juego.

El ingreso del “Ratu” Zalazar le dio un poco dee aire a la visita. Volcado sobre la derecha del ataque, aportó habilidad y aire para entrar por esa banda. A los 63′ probó con un gran tiro de larga distancia, que Diego Rodríguez sacó al corner.

Pablo Guede hizo la primera variante en el local a los 70′. Ariel gamarra remplazó a Alan Lescano. Y en la visita, a los 76′ Rodrigo Castillo entró por Eric Ramírez.

Hubo una llegada del “Lobo”, a los 77′, con un tiro de esquina y un buen cabezazo de Gustavo canto, que Rodríguez supo controlar.

luego, más modificaciones. A los 80′, Emiliano Viveros ingresó por Gastón Verón. Hubo un buen remate de Gondou, a los 82′, que pasó cerquita, y a los 86′ Guede hizo el tercer y cuarto cambio del equipo local. José María Herrera reemplazó a Maximiliano Romero, y Juan J. Cardozo entró por Nicolás Oroz.

Así se cerró la tarde tranquila de La Paternal. Con un triunfo claro y justo de Argentinos Juniors, que no necesitó de un gran trajín para superar a un Gimnasia abatido.

Hernán O’Donnell

All Boys y Güemes se sacaron chispas e igualaron en partido cerrado

Sobró pierna fuerte, temperamento, disciplina táctica. Hubo ganas, algunos roces y pocas llegadas. All Boys y Güemes hicieron un partido parejo, donde la mayor parte del juego se desarrolló en el centro del campo y las figuras principales resultaron los volantes centrales, Santiago Gallucci en el local, y Emiliano Griffa en el elenco santiagueño. Se sacaron chispas y combatieron más de lo que jugaron.

El local formó con César Monasterio; Hernán Grana, Jonathan Ferrari, Maximiliano Coronel y Tobías Bovone; Alexis Melo, Santiago Galluci; Alejo Antileff, Thiago Calone y, Joaquín Ibáñez; Franco Toloza.

La visita comenzó con Juan Mendonca; Cristian Broggi, Tomás Berra, Matías Escudero y Ramiro Ríos; Emiliano Griffa y Lautaro Belleggia; Franco Torres, Sebastián Carruega y Maximiliano Brambillo; Hernán Brylko.

Empezó con buen ritmo, y a los 2′ All Boys llegó por el sector derecho, con un buen centro que los delanteros no pudieron conectar. Cuando iban 5′ Lautaro Belleggia ejecutó un buen tiro libre, que pasó muy cerca, en un anuncio de una virtud del volante visitante: Su buen remate de media distancia.

Luego el partido se centró en la mitad de la cancha y allí transcurrió la lucha. Recién a los 20′ un disparo de Sebastián Carruega despertó la ofensiva de los santiagueños.

Y sobre el final del primer período, el “Albo” generó un par de llegadas. A los 40′ Toloza cabeceó muy cerca un centro que llegó desde la derecha, y a los 44′ otra buena jugada por derecha, Joaquín Ibáñez cedió a Melo, este abrió para Antileff, cuyo remate salió un poco alto.

En el complemento, el desarrollo fue el mismo. Güemes llegó a los 54′ con un cabezazo de Tomás Berra que salió desviado. Cuando iban 61′ Belleggia ejecutó otro tiro libre, esta vez abajo, que Lisandro Mitre pudo contener en una doble tapada. Fueron de las pocas llegadas.

A los 62′ Santiago Patroni entró por Alexis Melo, en el primer cambio del equipo de César Monasterio. Y entró rápido en el juego dele local. A los 69′ hizo un buen centro, y el cabezazo correcto de Coronel fue contenido por el arquero visitante.

Luego, las variantes iniciales de Güemes; Federico López reemplazó a Maxi Brambillo, y Milton Gerez ingresó en lugar de Franco Torres, a los 70′ de juego. Y cuando iban 75′, se produjeron el segundo y tercer cambio del equipo de Floresta. Tomás Assenato entró por Alejo Antileff, y Diego Guallama reemplazó a Thiago Calone.

Pero todo transcurría en una lucha constante en la mitad de la cancha donde sobresalían Griffa y Gallucci, aunque este debió ser expulsado en el primer tiempo, por una entrada muy dura contra Lautaro Belleggia. Pero ni siquiera fue amonestado, y con el correr del juego, Gallucci se convirtió en figura, por capacidad de quite, pase preciso y un enorme esfuerzo físico.

A los 86′ Walter Marchesi abrió la segunda ventana de variantes para la visita: Gonzalo Papa reemplazó a Lautaro Belleggia, y Gonzalo Alarcó entró por Sebastián Carruega. El partido no ofreció más incidencias que la quinta modificación en el equipo de Santiago del Estero, a los 90+1′: Emanuel Mercado reemplazó a Hernán Brylko, de mucha potencia y enorme sacrificio.

Nada más hubo para señalar. Fue una batalla en la mitad de la cancha, y All Boys y Güemes no se sacaron ventajas.

Hernán O’Donnell

A Platense y Racing les ganó la oscuridad de la noche

Platense venía de perder en La Paternal, de cambiar la conducción técnica y en medio de una campaña irregular. Racing, al contrario, llegaba entonado por la resonante victoria en el clásico frente a Independiente, en condición de visitante, y con buenos antecedentes en el torneo, con grandes actuaciones y resultados alentadores.

Sin embargo, no hubo mayores diferencias entre uno y otro. El “Marrón”, con la llegada reciente de Favio Orsi y Sergio Gómez a la conducción técnica, le hizo un planteo cerrado, duro, con tres centrales, dos laterales abiertos, dos medios centros y dos abastecedores del centrodelantero.

La “Academia” trazó un dibujo parecido, y todo se dirimió en la mitad de la cancha. Hubo pocas llegadas, pocas situaciones de gol, y el empate resultó lógico.

El local formó con Juan Cozzani; Ignacio Vázquez, Leonel Picco, y Gastón Suso; Juan I. Saborido, Carlos Villalba, Iván Gómez, y Sasha Marcich; Agustín Ocampo y Luciano Ferreyra; Ronaldo Martínez.

El conjunto de Avellaneda comenzó con Gabriel Arias; Nazareno Colombo, Santiago Sosa y Agustín García Basso; Facundo Mura, Bruno Zuculini, Agustín Almendra y Gabriel Rojas; Baltasar Rodríguez, Adrián Martínez y Maximiliano Salas.

El encuentro se planteó en una disputa en el centro del campo. No hubo dominadores en el primer tiempo. Racing tenía un poco más la pelota, con un trato más fluido, pero Platense le oponía voluntad y disciplina táctica.

A los 15′ llegó la primera situación, y fue para el local. Un centro desde la izquierda, la bajó Ronaldo Martínez y Agustín Ocampo remató apenas alto. Racing contó con un tiro libre a favor de Agustín Almendra, a los 34′, que pasó cerca, aunque se hizo repetir y ya la segunda ejecución no fue eficiente.

Para comenzar el segundo tiempo, Gustavo Costas hizo dos variantes en la “Academia”: Juan Fernando Quintero entró en lugar de Maxi Salas, y Roger Martínez ingresó por Baltasar Rodríguez.

Y tuvo otra predisposición la visita. Más rápido, más preciso, de la mano de “Juanfer” el equipo comenzó a dominar. Sin embargo, la primera llegada fue del local, a los 54′, con un tiro de Agustín Ocampo que salió alto.

Racing contó con una llegada clarísima, a los 57′, en la que Adrián Martínez se fue sólo por izquierda, y ante la salida de Cozzani, sacó un disparo cruzado que salió al lado del poste izquierdo del arco local.

Cuando iban 59′ llegaron los dos primeros cambios del “Marrón”;  Alan Marinelli entró por Ocampo, y Gonzalo Valdivia reemplazó a Luciano Ferreyra. En la visita, Santiago Solari ingresó por Mura.

Mientras Racing atacaba, Platense buscaba de contra. Un tiro de Ronaldo Martínez, a los 65′, pasó muy cerca.

Cuando iban 72′ Mateo Pellegrino ingresó en lugar del paraguayo Ronaldo Martínez. y a los 77′ hizo el cuarto cambio, en la última ventana disponible, cuando Lisandro Montenegro entró por el lesionado Iván Gómez.

El “Calamar” tuvo otra llegada a los 80′, con un cabezazo de Pellegrino, pero no tuvo compañía para la segunda pelota. l equipo iba, pero también estaba contenido, y en las aproximaciones, no se soltaban futbolistas, para algún rebote, lo que en el fútbol se dice “segunda pelota”.

Gustavo Costas, entrenador de la “Academia” hizo dos variantes más a los 86′. Tobías Rubio entró por Adrián Martínez, y Johan Carbonero reemplazó a Nazareno Colombo.

Se la jugó la Academia, pero ya no tuvo más tiempo. Platense y Racing lucharon por el partido, pero les ganó la oscuridad de la noche.

Hernán O’Donnell

La Selección Argentina de Basketball, en una dura disputa para llegar a la FIBA AmeriCup 2025

La caída en Valdivia, Chile ante la selección local por 79-77, en un resultado que llevaba más de setenta años sin darse, obliga a un análisis profundo del momento de nuestro seleccionado de básquetbol. Acostumbrados como estábamos, periodistas, seguidores y simpatizantes, a un equipo que en los últimos tiempos escribió páginas gloriosas, la realidad indica que hay que arremangarse, trabajar, y saber que los tiempos han cambiado. La selección lo pagó con no poder acceder a los dos torneos más importantes de estos tiempos: La Copa del Mundo de Baloncesto FIBA-Filipinas, Japón e Indonesia 2023, y los Juegos Olímpicos París 2024.

Por eso resulta necesario meterse otra vez en las grandes competencias internacionales, y la FIBA AmeriCup 2025, a jugarse 23 al 31 de agosto del año próximo en Managua, Nicaragua, es un objetivo importante. Pero que no tendrá un camino sencillo en los Qualifiers (“Clasificatorios”), como quedó demostrado en la primera ventana, donde los dos partidos con Chile resultaron complejos.

En el primero, el que se jugó en Mar del Plata, la diferencia la estableció en el primer cuarto, con una ventaja final de 30-15. Esos quince puntos resultaron claves, porque marcaron una distancia que luego se pudo sostener a pesar de los altibajos del equipo. Entre el bajón marcado del segundo cuarto y el crecimiento del rival, el partido, si bien nunca estuvo en peligro, resultó más duro de lo imaginado.

Y esto se sufrió en Valdivia, en donde Chile hizo valer la localía y contó con el aporte de Manuel Suárez, que anotó 29 puntos, con 9 rebotes, 1 asistencia y 1 bloqueo.

El partido fue favorable a la Roja, aún cuando la Argentina logró una recuperación en el tercer cuarto, con el trabajo de “Tortu” Deck y Nicolás Brussino, en el que achicó mucho la diferencia para llegar a un equilibrado 60-59.

Pero el local tuvo un buen comienzo del cuarto final, revirtió la ventaja en 67-60, y desde allí hubo una paridad que se mantuvo hasta el final del partido, en el que Chile tuvo esa luz de ventaja para ganar por 79-77.

La Argentina tiene buen plantel, cuerpo técnico y un corazón grande. Deberá apoyarse en esos pilares, y encontrar las respuestas necesarias para hacer que todo se conjugue y funcione.

Hernán O’Donnell