Con humildad, orden y sacrificio, Platense se presenta en la mesa de los candidatos

En silencio, con el perfil trabajador, serio, humilde y respetuoso de su entrenador, Omar De Felippe, Platense ganó un partido difícil y, en silencio, se sentó en la mesa grande, para discutir quien se lleva el premio mayor.

Fue complicado porque Central Córdoba salió a jugar, a atacar con sus herramientas, sin especular y a la búsqueda del arco contrario. Por eso fue difícil en los primeros minutos, cuando el juego se dirimía en la mitad de la cancha y Platense no podía imponer condiciones. Un esquema clásico presentó el equipo de Vicente López; Marcos Ledesma en la valla. Línea de cuatro con Morgantini, Pignani, Gastón Suso y Ayrton Costa. Carlos Villalba como volante central. Por delante, Ignacio Schor, Federico Gino, Vicente Taborda y Alexis Sabella. Y de centro delantero, Rodrigo Contreras. El conjunto de Santiago del Estero jugó con Cristofer Toselli de arquero. José Gómez, Fabio Pereyra, Franco Sbutoni y Jonathan Bay en el fondo. Jesús Soraire como volante medio; Lucas Besozzi, Iván Ramírez, Deian Verón y Alejandro Martínez por delante de él; y de atacante central, Francisco Metilli.

Se mostraba Central Córdoba en el inicio, y a los 15′ llegó a través de un remate de Fabio Pereyra, que había tomado un rebote tras un tiro de esquina, y su disparo se fue apenas alto. La respuesta “Calamar” ocurrió a los 24′, con un buen centro de Alexis Sabella, que conectó Federico Gino, y su tiro cruzado salió muy cerca del palo izquierdo de Toselli.

Y a los 33′ abrió la cuenta el local. Otro buen centro de Aleis Sabella desde la izquierda esta vez fue tomado por Vicente Taborda, quien entró rápido al área chica y con un disparo fuerte, seco y repentino, puso el 1-0 para Platense.

Era parejo el primer tiempo, más allá del oportunismo del local para golpear en el momento justo. Por eso volvió a llegar la visita, con un buen remate de Iván Ramírez, a los 38′, que Ledesma sacó al corner. Y de ese tiro de esquina, a los 39′, Sbutoni metió un buen cabezazo que controló abajo el arquero Marcos Ledesma.

Fue más ofensivo Platense en el segundo tiempo. Pudo empujar un poco más a su adversario contra su campo. A los 57′ remató Vicente Taborda, y el tiro pasó muy cerca del arco visitante.

Luego, los cambios. A los 60′, Horacio Tijanovich entró por Ignacio Schor, mientras que Juan Cruz Esquivel ingresó en lugar de Alexis Sabella. Dos variantes en la primera ventana dispuso Omar De Felippe. A los 67′ fue la visita quien realizó sus primeros dos trueques; Kaprof entró por Gómez, y Hernán López Muñoz reemplazó a Besozzi. En el “Marrón”, Mauro Zárate ingresó en reemplazo de Vicente Taborda, cuando iban 68′ de juego.

Empezó a arriesgar un poco más la visita. A pesar de que el partido mantenía el tono equilibrado y no podían imponer dominio uno sobre el otro. A los 68′ un tiro libre de Verón fue cabeceado por Pereyra y Martínez remató desviado, en una llegada clara de los santiagueños.

La siguiente oportunidad la tuvo Platense, con una jugada bárbara de Esquivel, quien se fue por izquierda, dejó a dos hombres en el camino y tiró al arco con fuerza y precisión; entre Toselli y el poste derecho evitaron el gol “Calamar”. Respondió la visita, a los 76′, con un disparo fuerte que tapó Marcos Ledesma.

El local realizó dos modificaciones a los 78′; Mauro Bogado ingresó por el lesionado Carlos Villalba, y Sebastián Guerrero reemplazó a Rodrigo Contreras. Insistía Platense, quería ampliar para cerrar el resultado. Y a los 81′ probó Mauro Zárate con un buen tiro que desvió, abajo, Toselli.

En Central, a los 82′ Nahuel Banegas ingresó por Jonathan Bay. El último cambio en la visita sucedió a los 85′, cuando Cristian Torres entró por Francisco Metilli.

Pudo aumentar Platense en una corrida de Esquivel, con mucha velocidad y directo al arco, pero Deian Verón lo cortó con un cruce y el árbitro Loustau determinó la expulsión del hijo de la “Brujita”, a los 90+1′ de juego. Central Córdoba se quedó con un futbolista menos, a pesar del llamado del VAR para revisar la jugada. De ese foul, Mauro Zárate ejecutó un excelente tiro libre que Toselli desvió al corner, cuando ya iban 90+3′.

En el epílogo, llegó la calma. Mauro Bogado se fue por derecha, se perfiló y sacó un remate fuerte que se metió bien abajo, en un balón que Toselli no pudo retener. Platense se puso 2-0, pero en el festejo Mauro Bogado se sacó la camiseta, sin acordarse que estaba amonestado, se ganó la segunda amarilla y se tuvo que ir expulsado.

Pero nada empañó la tarde noche de Platense, que logró una victoria difícil y se sentó en la mesa más importante, para discutir por el premio mayor.

Hernán O’Donnell

Argentinos Juniors lo jugó como una final, y tiene derecho a soñar

Cuando a los 30″ de juego Orsini se fue por la derecha, cruzó el remate y Federico Lanzillotta no pudo impedir que el balón se metiera en su valla, una corriente eléctrica cruzó el barrio de La Paternal. Porque parecía que Boca iba a ser una tromba, que buscaría desde el primer minuto y que se tomaría este partido como el de la recuperación, tal vez el de despegue en la lucha por el campeonato.

Nada de eso sucedió. Boca se apagó con esa jugada y Argentinos Juniors despertó muy rápido, para ponerse a tono con el rival que enfrentaba, y con lo que se jugaba en la fría noche del martes 19 de julio. Enseguida un pelotazo largo de Marcos Rojo a Vázquez fue anticipado con fuerza y precisión por Miguel Torrén. Era la señal de que el equipo de Gabriel Milito estaba enchufado en el juego.

Los dos presentaron un esquema ofensivo, y eso resultó saludable, por lo menos desde la intención. El local con Federico Lanzillotta en la valla. Tres centrales, Pablo Minissale, Miguél Torrén, y Lucas Villalba. Por el extremo derecho, Javier Cabrera, más como atacante que como defensor. Tres medios, Fausto Vera, más contenido Franco Moyano, y Gabriel Carabajal. Por izquierda, Luciano Sánchez. Y adelante, dos centro atacantes, Nicolás Reniero y Gastón Verón, para jugar contra los dos centrales de Boca.

El equipo de Hugo Benjamín Ibarra se alineó con Agustín Rossi en el arco. Línea de cuatro, con Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Marcos Rojo y Frank Fabra. Dos volantes, Campuzano y Guillermo Fernández. Cuatro delanteros: Exequiel Zeballos, Orsini, Luis Vázquez y Sebastián Villa.

Pero no hallaba los caminos el equipo de la Ribera. Sin elaborar juego, sólo la habilidad y velocidad del “Changuito” Zeballos le despertaba alguna ilusión. Argentinos estaba muy metido, y peleaba cada pelota como la última. Y a los 22′ Gabriel Carabajal sacó un disparo de lejos, que se clavó en el ángulo superior derecho de Agustín Rossi y puso el 1-0 a favor de Argentinos Juniors. Un golazo tremendo.

Fue un duro golpe para Boca, que enseguida pasó otro susto, cuando a los 29′ Carabajal remató, esta vez abajo, y Rossi pudo controlar.

Era más el local en el primer tiempo, y a los 36′ avisó Nicolás Reniero, con un tiro que salió arriba del travesaño.

Boca recién se asomó en el partido con un disparo de Zeballos, a los 37′, que salió bastante desviado. Fue su primera llegada, tras ese ataque inicial. A los 39′ Nicolás Orsini exigió a Lanzillotta. Fue, apenas, una ráfaga de la visita. Porque muy pronto iba a recibir otro golpe.

Ocurrió a los 41′, cuando Gabriel Carabajal ejecutó un tiro libre desde la derecha, entre varios saltos fue Gastón Verón el que mejor se elevó y conectó de cabeza para marcar el 2-0 a favor de Argentinos.

El cierre fue para el equipo de La paternal, pues a los 45′ Reniero tuvo un buen cabezazo que salió desviado.

Parecía que Boca iba a proponer algo diferente en el segundo tiempo. Sin cambios de nombres, Ibarra probó una variante posicional. Zeballos se paró de enganche, detrás de Orsini, Vázquez y Villa, como un enlace con los delanteros. A pesar de la enorme voluntad del “Changuito”, Boca no encontró soluciones. Incluso Argentinos preocupaba más con cada ataque, como el de los 51′ cuando Reniero hizo una buena jugada individual, abrió a la derecha y Cabrera tiró un centro que no pudo ser aprovechado por sus compañeros.

Lo mejor de la visita sucedió a los 55′, con un tiro libre de Zeballos que Marcos Rojo cabeceó desviado. Después, llegó la lluvia de cambios. A los 60′ se hicieron las dos primeras variantes en Boca: Sandez entró por Frank Fabra, y Oscar Romero reemplazó a Nicolás Orsini. A los 72′, Ibarra hizo dos modificaciones más: Darío Benedetto ingresó por Luis Vázquez, y Juan Ramírez ocupó la plaza de Sebastián Villa. Zeballos se volvió a correr de lugar, pues Romero se paró de volante y el “Changuito” se ubicó en la banda izquierda. También a los 72′ hubo un cambio, el primero del local. Lautaro Ovando reemplazó a Gastón Verón.

Era un partido en el que Boca no encontraba el camino. Chocaba contra la fuerza de Argentinos, que no le cedía un metro y lo asustaba en cada contragolpe. A los 82′ Federico Redondo ingresó por Gabriel Carabajal, para darle más aire a Fausto Vera, en tanto Herrera entró por Nicolás Reniero.

Hubo otra posibilidad para el equipo de Milito, a los 85′, con un centro cruzado al que no llegó Ovando. Y a los 90′ Luciano Gómez entró por Javier Cabrera.

Todo estaba dicho. Boca fue una sombra que pasó por La Paternal, dominado y sometido por un Argentinos Juniors que no cede en su propuesta y que ya está perfilado como uno de los candidatos.

Hernán O’Donnell