Argentinos Juniors lo jugó como una final, y tiene derecho a soñar

Cuando a los 30″ de juego Orsini se fue por la derecha, cruzó el remate y Federico Lanzillotta no pudo impedir que el balón se metiera en su valla, una corriente eléctrica cruzó el barrio de La Paternal. Porque parecía que Boca iba a ser una tromba, que buscaría desde el primer minuto y que se tomaría este partido como el de la recuperación, tal vez el de despegue en la lucha por el campeonato.

Nada de eso sucedió. Boca se apagó con esa jugada y Argentinos Juniors despertó muy rápido, para ponerse a tono con el rival que enfrentaba, y con lo que se jugaba en la fría noche del martes 19 de julio. Enseguida un pelotazo largo de Marcos Rojo a Vázquez fue anticipado con fuerza y precisión por Miguel Torrén. Era la señal de que el equipo de Gabriel Milito estaba enchufado en el juego.

Los dos presentaron un esquema ofensivo, y eso resultó saludable, por lo menos desde la intención. El local con Federico Lanzillotta en la valla. Tres centrales, Pablo Minissale, Miguél Torrén, y Lucas Villalba. Por el extremo derecho, Javier Cabrera, más como atacante que como defensor. Tres medios, Fausto Vera, más contenido Franco Moyano, y Gabriel Carabajal. Por izquierda, Luciano Sánchez. Y adelante, dos centro atacantes, Nicolás Reniero y Gastón Verón, para jugar contra los dos centrales de Boca.

El equipo de Hugo Benjamín Ibarra se alineó con Agustín Rossi en el arco. Línea de cuatro, con Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Marcos Rojo y Frank Fabra. Dos volantes, Campuzano y Guillermo Fernández. Cuatro delanteros: Exequiel Zeballos, Orsini, Luis Vázquez y Sebastián Villa.

Pero no hallaba los caminos el equipo de la Ribera. Sin elaborar juego, sólo la habilidad y velocidad del “Changuito” Zeballos le despertaba alguna ilusión. Argentinos estaba muy metido, y peleaba cada pelota como la última. Y a los 22′ Gabriel Carabajal sacó un disparo de lejos, que se clavó en el ángulo superior derecho de Agustín Rossi y puso el 1-0 a favor de Argentinos Juniors. Un golazo tremendo.

Fue un duro golpe para Boca, que enseguida pasó otro susto, cuando a los 29′ Carabajal remató, esta vez abajo, y Rossi pudo controlar.

Era más el local en el primer tiempo, y a los 36′ avisó Nicolás Reniero, con un tiro que salió arriba del travesaño.

Boca recién se asomó en el partido con un disparo de Zeballos, a los 37′, que salió bastante desviado. Fue su primera llegada, tras ese ataque inicial. A los 39′ Nicolás Orsini exigió a Lanzillotta. Fue, apenas, una ráfaga de la visita. Porque muy pronto iba a recibir otro golpe.

Ocurrió a los 41′, cuando Gabriel Carabajal ejecutó un tiro libre desde la derecha, entre varios saltos fue Gastón Verón el que mejor se elevó y conectó de cabeza para marcar el 2-0 a favor de Argentinos.

El cierre fue para el equipo de La paternal, pues a los 45′ Reniero tuvo un buen cabezazo que salió desviado.

Parecía que Boca iba a proponer algo diferente en el segundo tiempo. Sin cambios de nombres, Ibarra probó una variante posicional. Zeballos se paró de enganche, detrás de Orsini, Vázquez y Villa, como un enlace con los delanteros. A pesar de la enorme voluntad del “Changuito”, Boca no encontró soluciones. Incluso Argentinos preocupaba más con cada ataque, como el de los 51′ cuando Reniero hizo una buena jugada individual, abrió a la derecha y Cabrera tiró un centro que no pudo ser aprovechado por sus compañeros.

Lo mejor de la visita sucedió a los 55′, con un tiro libre de Zeballos que Marcos Rojo cabeceó desviado. Después, llegó la lluvia de cambios. A los 60′ se hicieron las dos primeras variantes en Boca: Sandez entró por Frank Fabra, y Oscar Romero reemplazó a Nicolás Orsini. A los 72′, Ibarra hizo dos modificaciones más: Darío Benedetto ingresó por Luis Vázquez, y Juan Ramírez ocupó la plaza de Sebastián Villa. Zeballos se volvió a correr de lugar, pues Romero se paró de volante y el “Changuito” se ubicó en la banda izquierda. También a los 72′ hubo un cambio, el primero del local. Lautaro Ovando reemplazó a Gastón Verón.

Era un partido en el que Boca no encontraba el camino. Chocaba contra la fuerza de Argentinos, que no le cedía un metro y lo asustaba en cada contragolpe. A los 82′ Federico Redondo ingresó por Gabriel Carabajal, para darle más aire a Fausto Vera, en tanto Herrera entró por Nicolás Reniero.

Hubo otra posibilidad para el equipo de Milito, a los 85′, con un centro cruzado al que no llegó Ovando. Y a los 90′ Luciano Gómez entró por Javier Cabrera.

Todo estaba dicho. Boca fue una sombra que pasó por La Paternal, dominado y sometido por un Argentinos Juniors que no cede en su propuesta y que ya está perfilado como uno de los candidatos.

Hernán O’Donnell