En el minuto final, Lazio se llevó el punto que merecía

El primer tiempo fue extraño. Porque Lazio nos dejó una mejor imagen, más prolijo, mejor parado en la cancha, con una postura ofensiva y dominante. Los primeros quince minutos fue superior, pero bastó un solo ataque de Juventus para que este abriera el marcador y a partir de allí se plasmara la sensación que, en cada ataque, el local podía lastimar. porque Lazio era agresivo para atacar, pero dejaba huecos en la defensa, no controlaba con seguridad a Ronaldo y la potencia ofensiva de la “Vecchia Signora” anunciara peligro en cada avance.

Iban 14′ cuando el colombiano Cuadrado arrancó por la derecha, gambeteó a dos futbolistas, trabó con el tercero y llegó al fondo, para lanzar el centro que Cristiano Ronaldo conectó dentro del área chica para señalar el 0-1.

Lazio volcó el juego otra vez hacia el arco de Szczesny y tuvo una chance con una jugada colectiva en la que Muriqi no logró conectar, Le costaba profundizar; Fares chocaba y perdía con Cuadrado, Correa recibía poco juego y Luis Alberto no lograba organizar la jugada final; entonces ese dominio era más posicional que profundo.

Encima, a los 42′ Cristiano Ronaldo tuvo otra chance, con un hermoso remate que pegó en el poste izquierdo de Pepe Reina. Y el propio arquero español sacó con un vuelo formidable un tiro libre de Ronaldo a los 45′ que tenía destino de red. Con tres llegadas claras del portugués, Juventus demostraba que podía romper cualquier propuesta. El trabajo de Rabiot en la mitad de la cancha, y del sueco Kulusevski en el ataque, eran dos argumentos de peso para la visita.

En el complemento, el equipo local volvió a posicionarse en zona rival. A tratar de mandar en el dominio del juego; muy pornto, su entrenador, Simone Inzaghi entendió la necesidad de modificar nombres para refrescar a su equipo. A los 53′ W. Hoedt entró por S. Radu, M. Lazzari ingresó por M. Fares y F. Caicedo reemplazó a V. Muriqi. Cambios fundamentales para darle mayor profundidad a su conjunto.

Sin embargo, la JUve demostraba que en cada contragolpe podía hacer daño. A los 57′ Rabiot encabezó uno de ellos, se fue por izquierda, combinó con Moratta, recibió y sacó un zurdazo peligroso.

Lazio apostaba a la conducción de Luis Alberto y a la habilidad de Joaquín Correa, ahora con la ayuda de la potencia de Felipe Caicedo.

Juventus sumó inconvenientes cuando tuvo que salir Ronaldo, con una torcedura de tobillo, a los 75′ y fue reemplazado por el argentino Paulo Dybala. También en esa ventana, W. McKennie ingresó en lugar del sueco Kulusevski, de muy buen partido.

A los 76′, Lazio tuvo otras dos variantes para cerrar los cinco cambios en dos ventanas: J.A. Akpro entró por D. Cataldi y A. Pereira lo hizo en lugar de Luis Alberto. En Juventus, el último cambio fue el de Bernardescchi por Moratta, a los 88′.

Parecía que el partido se terminaba con el resultado, apretado, para la visita. Pero Juventus, tras la salida del portugués Ronaldo, perdió todo el fuego que su ataque podía tener. También con el reemplazo del sueco Kulusevski.

Y en la agonía, cuando ya se juaban 90+4′ Joaquín Correa metió un caño, entró al área, gambeteó a un defensor y cedió para Caicedo, quien giró y convirtió con un remate al poste más lejano de Szczesny, quien no llegó con su estirada. 1 a 1 y Lazio encontró una igualdad, que por cierto merecía. Juventus resignó dos unidades y la defensa del título requerirá de un mayor esfuerzo y concentración.

Hernán O’Donnell

RB Leipzig sigue su línea, y su marcha no se detiene

El equipo tiene una idea de juego definida, clara y completa. La “Aplanadora Alemana”, que se ha ganado ese mote que le hemos puesto en función de su forma de jugar, de sus maneras y también de ese atrevimiento por ir a buscar el resultado en todos lados y desafiar a los gigantes Bayern Münich y Borussia Dortmund. Un equipo que llega con mucha gente, que ataca desde el primer minuto y desde cualquier lado, pero que también sabe defenderse y lo hace bien cuando corresponde hacerlo.

Ante Friburgo dispuso un esquema diferente al usa de modo habitual; una línea de cuatro en lugar de tres zagueros, con Mukiele y Angeliño por los laterales, con sus características y cualidades habituales para las proyecciones por las bandas.

Kampl como volante central; por delante el incansable Sabitzer, Nkunku y Haidara; arriba Poulsen y el habilidoso Forsberg, quien tuvo un tremendo remate en el poste a los 16′ de juego.

Friburgo le opuso una línea de cinco defensores, tres volantes y dos delanteros, para desdoblarse en los laterales y poblar con cinco hombres el centro del campo cuando la situación lo ameritaba.

A los 26′ llegó el gol de Konaté, quien empujó al arco tras un centro pasado, el balón que parecía perderse y recibir de Mukiele. 1 a 0 para el local que traducía en el marcador lo que buscaba.

En el segundo tiempo Mukiele, lesionado, debió cederle su lugar a Henrichs. RB Leipzig intentó intensificar su dominio; fue Friburgo para intentar el empate y el encuentro tuvo un rato de disputa, en tanto las variantes, como siempre, modificaban la estructura de los equipos y la dinámica del juego.

A los  62′ Dani Olmo ingresó en reemplazo de A. Haidara y A. Sorloth entró en lugar del sueco Forsberg, en el conjunto de Julian Nagelsmann. En la visita, a los 63′ J. Schmid reemplazó a L. Kubler y V. Grifo ocupó el lugar de B. Santamaria.

El desnivel para el local se produjo a los 70′, cuando Sabitzer marcó de penal el 2 a 0. Allí se produjo un quiebre, porque RB Leipzig se sintió seguro y ordenado, y controló el partido.

Christian Streich, entrenador de Friburgo, decidió arriesgar un poco más con dos modificaciones nuevas. A los 74′ entró un volante, J. Woo-Yeong por N. Hofler y el delantero N. Petersen por R. Sallai.

El local pudo acomodarse y sostuvo su estilo, ante un rival que se vio afectado ya por el segundo gol. Otros momentos de cambios modificaron algunas posiciones: a los 81′ Tyler Adams entró por K. Kampl en el local. A los  83′ K. Chang-Hoon reemplazó a M. Gulde, lesionado, en Friburgo. Y a los 86′ H. Hee-Chan ingresó en Leipzig por C. Nkunku.

Pero para el final quedaba la frutilla del postre. El golazo de Angeliño, a los 88′, con un magnífico tiro libre que se metió en el ángulo superior izquierdo de Florian Müller, el arquero visitante.

Un golazo para decorar la vicotria de RB Leipzig, un equipo que no se detiene, que se aferró a una fiolosfía de fútbol, a un estilo de juego, que mantiene en todos lados. Atacar y saber defenderse. Un conjunto que hace tiempo se mezcló entre los grandes de la Bundesliga y que mantiene su desafío.

Hernán O’Donnell

Celta fue superior, pero no pudo torcer la defensa de Elche

Habrá que definir con toda claridad que las “manos” cometidas dentro del área, son sancionadas con penal. Habrá que especificarlo bien en el reglamento, habrá que asumir que todas, las casuales, las groseras, las de rebote, las que el “balón busca la mano” y las que “la mano busca el balón”, todas se sancionan por igual. Aunque suene injusto. Pero, por lo menos, de esa forma habrá más claridad en las decisiones arbitrales, más entendimiento para el aficionado, casi le diría que más transparencia. Todas las manos son penal, y se acabó.

Porque si no va a pasar lo que sucedió en el inicio de Elche vs Celta, el partido que abrió la fecha de la Liga de España. A los 3′ se sancionó como penal una mano que pareció más casual que voluntaria, tras un centro de la derecha, el cabezazo de Milla, el rebote en la mano del defensor visitante y el penal que levantó quejas de todo el equipo de Vigo.

Allí nació un partido de ida y vuelta. Con un equipo visitante que se sintió tocado en su amor propio, y fue a buscar el partido, aún a riesgo de dejar espacios a su espalda.

Y tuvo enseguida una chance con Mendez, quien definió solo tras recibir un pase al vacío, pero el arquero local la sacó al corner con el pie izquierdo. Luego tuvo otro remate de lejos de Denis Suarez, que se fue muy cerca. Y Boyé, por el lado local también tuvo su chance con un remate cruzado que pasó cerca del palo izquierdo de Rubén Blanco, cuando iban 34′ del partido. Enseguida llegó el primer cambio del partido, a los 38′, por la lesión de Fidel, que moivó el ingreso del argentino Juan Sánchez Miño, en Elche.

Celta se había mostrado rápido en ataque; Iago Aspas y Nolito, por los costados, desbordaban con velocidad y por el medio era profundo. Así llegó una maniobra combinada, el pase a Santi Mina y el derechazo cruzado a los 41′ de juego para sellar el 1 a 1.

Celta salió decidido en el segundo tiempo y muy pronto se hizo dueño del balón y el control de las acciones. El trabajo de los volantes, la dinámica de Suárez, la proyección de los laterales, lo llevaron a apretar al local contra su arco.

Jorge Almirón, Director Técnico de Elche, tomó nota y resolvió tres modificaciones a los 60′ del encuentro: Josema entró por D. Gonzalez, E. Rigoni ingresó por P. Milla y R. Guti reemplazó a O. Mfulu;en la visita, a los 65′ ingresó Beltrán en lugar de Tapia.

Fue más la visita y mereció desnivelar, pero careció de precisión, en tanto se agrandó la figura del arquero local, Edgar Badía, de buenas intervenciones.

Lo de Emiliano Rigoni fue breve; se lesionó y a los 76′ debió ser reemplazado por Nino, en tanto Celta aprovechó la ventana para que Miguel Rodríguez entrara por Santi Mina. Y el último cambio fue a los 83′, cuando G. Veiga reemplazó a Brias Mendez en el conjunto de Vigo.

El equipo de Almirón tuvo su primera chance en el segundo tiempo a los 83′ cuando Morente tuvo su posibilidad; ahí reaccionó el local y en esos minutos finales produjo lo mejor del segundo tiempo. A los 90+2′ un pelotazo largo para Nino, que no pudo controlar, fue la chance más oportuna para Elche.

Así se fue el partido. Con una actuación global de Celta superior, pero con un inicio y un final del local, que le permite continuar con una campaña positiva, en tanto Celta sigue hundido en la zona baja de la tabla.

Hernán O’Donnell

Yusuf Yazici fue el verdugo que terminó con la racha invicta del Milan

Fue un primer tiempo complicado para el Milan. No tuvo la profundidad habitual ni esa capacidad de hacer daño con facilidad; no jugó mal, tuvo el balón la mayor parte del tiempo, le dio buena circulación desde el fondo, pero en el sector más preponderante, en la zona del área rival, allí fue desprolijo. No tuvo fineza y no resolvió de la mejor manera cada maniobra de ataque.

Se encontró con un Lille combativo. Un equipo que acumuló cinco volantes para dar pelea en la mitad de la cancha, con los portugueses Xeta y Renato Sánches como abanderados de la batalla en el centro del campo. Y el local extrañó la claridad de Calhanoglu, la velocidad de Leao, incluso el trajinar de Bennacer…todos en el banco de los suplentes.

El equipo francés mostró soltura y atrevimiento. Batallaba en la mitad de la cancha, y cuando se hacía del balón iba adelante con la conducción del turco Yusuf Yazici y la potencia de Jonathan David.

A los 20′ llegó el penal, muy discutible, pero que Yazici se encargó de convertir. 0-1 para el Lille y sorpresa en San Siro.

El local se encontraba abajo sin merecerlo, pero a partir de allí le costó encontrarle la mano al partido. Como que el gol de la visita lo desdibujó y si bien tuvo una chance clara a los 24′ con un tiro libre de Ibrahimovic que el arquero Maignan pudo desviar, después no contó con demasiadas situaciones ante el arco rival.

Llegó por izquierda con Theo Hernández, por derecha con Catillejo, algo de Brahim Díaz, poco de Krunic, desabastecido Zlatan…todo terminaba en un tiro que rebotaba en algún defensor. Y Lille amenazaba con cada contra de Jonathan Bamba, igual que sus compañeros, atrevido y sin complejos para jugar.

Para el comienzo del segundo tiempo Stéfano Pioli dispuso dos variantes imprescindibles para cambiar la imagen del equipo: Calhanoglu por un inexpresivo Krunic y Leao ingresó por un deslucido Castillejo.

Sin embargo, Milan estuvo lejos de mejorar y en pocos minutos sufrió dos golpes que actuaron como un terremoto que sacudió su estructura y derrumbó todos los planes de recuperación.

A los 54′ Yazici sacó un remate cruzado desde la izquierda que le picó en las barbas a Donnarumma justo en el momento en que se arrojaba a la pelota, le pasó por encima y se clavó sobre la base de su poste izquierdo para dejar el partido 0-2.

Y a los 58′ un contragolpe rápido y preciso del visitante le permitió a david filtrarse por el centro y tocar a la entrada de Yazici, quien con otro tiro cruzado, esta vez a la derecha de Donnarumma, marcó su tercer gol particular y el tercero del partido. Lille quedaba en ventaja por 0-3 y todo parecía concluído.

Así lo entendió el propio entrenador del Milan, quien determinó la salida de su máxima figura, Zlatan Ibrahimovic, para preservarlo y el ingreso de Rebic a los 60′, en una ventana donde también ingresó Bennacer por Tonali.

En la visita, el DT Christophe Galtier, también entendió que debía hacer modificaciones. A los 64′ B. Andre entró por Xeka, que hizo un buen partido, pero estaba amonestado y correspondía cuidarlo; y también ingresó I. Lihadji por J. Ikone.

No tuvo ideas el local. Como si también hubiera sentido el cansancio físico de una larga cantidad de partidos acumulados. Y no le salía ninguna; ni siquiera el tiro de Leao, ya cerca del final, que era factible de convertir en otro momento, pero en esta tarde complicada se fue afuera.

Quedaron los cambios finales. A los 77′ el noruego J.P. Hauge entró por el español B. Diaz en el local y en la visita a los 79′ B. Yilmaz ingresó por la gran figura de la jornada, Y. Yazici en tanto B. Soumare reemplazó a Renato Sanches, de muy destacada labor; a los 83′ Reinildo entró por otro que brilló, J. Bamba.

Para Milan fue, al cabo, casi como sacarse un peso de encima. Las rachas invictas, cuanto más se prolongan en el tiempo, en un momento empiezan a volverse una carga, una suerte de mochila que hay que mantener como sea y entonces el entorno, el mundo del fútbol empiezan a preguntarse cuando van a perder. Cuando se cortará la serie. Y cuando llegan partidos importantes, definitivos, o clásicos, esa serie invicta se vuelve un peso en contra. De modo inconsciente, perder luego de más de 25 partidos ante un rival de otro país, y que no implica caerse en la tabla de la EURO, es como un alivio. Como sacarse un peso de encima.

Pero para que sea sólo eso, desprenderse de un karma, lo que vale es la pronta recuperación. será el desafío del equipo de Pioli; volver rápido a la racha victoriosa.

Para Lille, el aplauso y la felicitación por un partido destacado, audaz y generoso, cuyo premio fue una victoria para recordar por mucho tiempo.

Hernán O’Donnell

RB Leipzig supo reaccionar y logró un valioso triunfo ante PSG

Upamecano quiso salir con el balón desde el fondo, se lo robó Mosie Kean, cedió para Angelito Di María y este, con el revés de su pie izquierdo convirtió el gol, ante la salida de Gulacsi. Iban solo 5′ de juego y París Saint Germain se adelantaba en el marcador; un poco por el error del zaguero francés del equipo local y otro poco por la astucia de Kean y la fineza de un jugador estupendo, como Di María.

RB Leipzig respondió con un ataque inmediato; desborde por la derecha, remate de Haidara, el balón lo tapó Keylor Navas y el rebote lo tomó Angeliño, pero Navas volvió a intervenir. Iban 7′ y el arquero visitante mantenía el resultado. A los 15′ tuvo otra chance el equipo parisino; penal por mano de Upamecano, y el remate de Di María fue controlado por el húngaro Gulacsi. PSG fue más al principio, tuvo un poco más la pelota y también llegó al arco rival, incluso con dos jugadas, de Di María y Kean, que terminaron en la red, pero fueron bien desactivadas por posición adelantada en ambos casos.

De a poco, RB Leipzig se metió en el partido. Cuando la movilidad de sus volantes, Sabitzer para el origen de las maniobras y Forsberg para la realización, le dio al equipo otro cariz.

A los 31′ llegó Mukiele por derecha, cedió a Forsberg y el remate del sueco fue bien atajado por Navas. Y a los 41′ llegó a la igualdad; un avance de Angeliño, el pase al medio para Nkunku y el disparo de este se metió junto a la base del poste derecho del arquero visitante para sellar el 1 a 1.

Tuvo una oportunidad más el local con el cierre del primer período. Iban 44′, la jugada nació en la zona izquierda de la defensa, combinaron Angeliño y Naidara, el lateral español cedió adelante para Forsberg, este habilitó a Dani Olmo y el tiro del español se fue apenas arriba del travesaño francés.

En el complemento mejoró mucho el equipo de Julian Nagelsmann. Como si hubiera sido empujado por el envión del final del primer tiempo, salió decidido, como en las mejores noches y tardes de la “Aplanadora Alemana”.

A los 52′ Forsberg armó una muy linda jugada individual, y tras sacarse a dos hombres de encima, y amagar cuando entraba por el sector izquierdo, ejecutó un remate que se fue apenas arriba del travesaño; enseguida respondió la visita con un tiro de Kean que se fue apenas alto.

Ya el partido era otro; con más dinámica, movilidad y ritmo. y con el control que había pasado de las manos de PSG al conjunto de Leipzig. y ese dominio del local se tradujo en una diferencia en el marcador. Mano de Kimpembé en el área y el penal para RB Leipzig lo asumió el sueco Forsberg, quien marcó el 2-1 a los 56′ de juego.

Ya con el marcador a favor, Nagelsmann resolvió ordenar el equipo y dispuso dos variantes: a los 62′ B. Henrichs entró por N. Mukiele y Y. Poulsen reemplazó a Dani Olmo.

París Saint Germain empezó a perder la brújula. Una violenta infracción de Gueye a los 69′ lo dejó con un hombre menos. Entonces Thomas Tuchel dispuso dos modificaciones; a los 72′ M. Bakker entró por L. Kurzawa y T. Kehrer ingresó en reemplazo de P. Sarabia.

El Leipzig también hacía dos cambios más: a los 75′ Justin Kluivert entró por E. Forsberg, el más destacado del encuentro y el norteamericano Tyler Adams ingresó en lugar de A. Haidara.

Pero el rumbo del partido ya estaba definido; el conjunto alemán era el dominante, con un trabajo que había dejado marcado Forsberg y continuaron Kluivert y Adams, con un ataque sostenido y otra situación, esta vez en los pies de Nkunku y su tiro se fue afuera. A los 89′ entró Kampl por Sabitzer en el último cambio del equipo local. Y al final PSG terminó con un expulsado más, por una violenta infracción de Kimpembé, quien cortó un contragolpe de Poulsen con una barrida desde atrás que fue sancionada con la segunda amarilla pero bien pudo haber sido roja directa, cuando ya iban 90+4′ de juego.

RB Leipzig consiguió un pequeño desquite de la derrota sufrida en la semifinal de la última edición de la Champions League; pero, en realidad, el mayor valor de esta victoria fue el de no rendirse ni desesperarse ante los primeros contratiempos, saber acomodarse al partido, remontar el marcador y haberse reencontrado con su fútbol.

Hernán O’Donnell

Se impuso Real Madrid, en un partido cambiante y entretenido

Partidazo, de comienzo a fin. Con un vencedor, Real Madrid, que parecía tener todo controlado en media hora, y de pronto se le complicó el partido. Con un derrotado, el Internazionale de Milán, con un dignísimo papel, en el que parecía, también, que iba a sufrir una dura derrota y estuvo cerca de llevarse algo, en el resultado y en el desarrollo.

El local manejó el primer tiempo con la dinámica de siempre, el sentido de juego colectivo y algunos ingredientes que lo llevaron a dominar durante un buen tiempo del primer período. Porque al manejo grupal, la rotación y la búsqueda de su centrodelantero, Benzemá, artífice y pivot en cada maniobra, en ese lapso se distinguió por las subidas de sus laterales. Más previsible Mendy por la banda izquierda, siempre en línea recta, con una habitualidad a recorrerla por afuera, y más sorprendente Lucas Vázquez, por el lateral derecho, porque siempre buscaba meterse en el medio, transitar las zonas más pobladas y mezclarse en la gestación de las maniobras ofensivas.

Por la presión de las bandas, Madrid consiguió abrir el marcador. Apuraron a D’Ambrosio, el pase atrás fue aprovechado por la inteligencia de Benzema, y el francés, tras amagar a Handanovic, arquero visitante, puso el 1 a 0 a los 24′ de juego.

Y muy pronto llegó el segundo. Tiro de esquina desde la izquierda del ataque local, el cabezazo de Sergio Ramos, quien cruzó el balón desde el primer palo al segundo y así decretó el 2-0 a los 32′ del primer tiempo.

Pero lo que parecía una apreciable ventaja y una posible sentencia del resultado, quedó reducida a muy poco en cuanto Inter se soltó en ataque, el balón de Nicoló Barella, de taquito fue a habilitar a Lautaro martínez, y el delantero argentino, con un excelente remate, fuerte y esquinado, marcó el primer gol de la visita a los 34′. 2 a 1 para Madrid, pero el partido comenzaba de nuevo.

En el segundo tiempo, Inter se soltó. Empujó más que en la primera etapa; Hakimi y Young por los costados, Vidal más firme en la media cancha, Perisic con otra dinámica, de a poco la visita empezó a mostrar sus cualidades.

Zidane advirtió el momento y recurrió a dos variantes. Entonces, a los 63′ Vinicius entró por E. Hazard y Rodrygo ingresó en lugar de M. Asensio. Sangre joven y brasileña para reanimar al Madrid.

Sin embargo, tras un quite de Brozovic, el balón hacia adelante y Lautaro Martínez habilitó de cabeza a Ivan Perisic, quien ingresó por izquierda y con un remata fuerte al primer palo decretó el transitorio empate. 2 a 2 a los 67′ del partido.

El partido entró, de esa manera, en otro capítulo. Shockeado el local, entusiasmado el visitante, la imagen que emanaba del campo de juego era que cualquier cosa podía suceder. Lo que en un momento se asemejaba a un triunfo cómodo del Madrid, ahora entraba en un gran interrogante.

Zinedine Zidane recurrió a otra variante. A los 77′ Luka Modric entró por Toni Kroos, en tanto Conte decidió un par de cambios en el Inter. R. Gagliardini ingresó por Nicoló Barella y el chileno Alexis Sanchez reemplazó al croata Ivan Perisic.

La fórmula brasileña le dio resultados al conjunto español, porque a los 79′ llegó el desborde de Vinicius, el centro al medio y la aparición libre de Rodrygo, quien, con un remate fuerte y seco, marcó el 3 a 2 para el local.

Antonio Conte apeló a una última variante: a los 86′ dispuso que R. Nainggolan entrara por Arturo Vidal; pero le costó a la visita llegar. ya se había afirmado el Madrid en el campo e incluso tuvo una posibilidad clara para ampliar el marcador a los 90+1′, cuando Handanovic sacó al corner un remate a quemarropa de Benzema.

Partidazo, de principio a fin. Era de Real Madrid, pudo ser de Inter, al final el triunfo quedó en la capital española. Pero el gran ganador fue el fútbol.

Hernán O’Donnell

Liverpool tuvo su noche de furia en Bérgamo

Por la tercera fecha del grupo D, Liverpool visitó al Atalanta en un partido de alto voltaje ofensivo y en el que se esperaban muchas emociones de ambos equipos. Sin embargo, el campeón inglés fue amo y señor del encuentro, goleó a domicilio y se encaminó rumbo a la fase eliminatoria. Liverpool convirtió ‘a piacere’ y dejó atrás algunos fantasmas recientes.

Tras unas actuaciones previas poco convincentes, los dirigidos por Klopp necesitaban una actuación convincente para despejar dudas y ganar confianza de cara al cruce dominical ante el Manchester City por Premier League.

Jota y una sutil definición para el 1-0

El encuentro comenzó con una tendencia demarcada y que se mantuvo los 90 minutos: Liverpool aguardaba de forma paciente y en los contraataques aprovechaba la velocidad de sus delanteros. Diogo Jota sustituyó a Firmino en el 11 inicial y el portugués tuvo otra gran noche futbolística.

A los 16′ Alexander-Arnold asistió a Jota, quien se quitó de encima la marca y definió pinchando el balón sutilmente y junto al palo derecho de Sportiello. 1-0 para la visita. Liverpool no se conformó e insistió, asedió el arco rival y pasada la media hora del partido, duplicó su ventaja. Fue a los 33′ y tras un pelotazo al área de Joe Gomez, Diogo Jota controló y definió con un violento remate al primer palo.

El primer tiempo tuvo otras llegadas del Liverpool, en las que el arquero rival se lució y salvó su valla. Sin embargo, en el segundo tiempo no tendría la misma fortuna.

Los “Reds” salieron determinados a liquidar el encuentro y en diez minutos de inspiración propia y frustración ajena, lograron su cometido. El egipcio Mohamed Salah encontró la red a los 47′ con un auténtico golazo, en el que exhibió su velocidad y su exquisita capacidad de resolución dentro del área. En los jugadores de Atalanta se evidenciaba el desgaste físico y la impotencia ante un equipo muy competitivo y difícil de enfrentar.

Salah, a colocar y a cobrar.

No hubo piedad en los jugadores del Liverpool y a los 49′, Sadio Mané definió por encima de Sportiello, y de emboquillada, para sancionar el 4-0 parcial. Una definición excelsa del “10”. Liverpool hizo un gol mejor que el otro, y parecía haber una competición interna por ver quien convertía de manera más vistosa. Tal vez eso fue lo que mantuvo vigente el hambre en sus jugadores y esa intensidad característica de los equipos de Klopp.

Para Diogo Jota había una ambición adicional y a los 54′ obtuvo su cometido. Tras una recuperación de Robertson y un excelente pase filtrado de Mané, Jota eludió la salida del guardametas y empujó el balón a un arco despoblado. Selló su “hat-trick” en una noche soñada y confirmó su excelente momento futbolístico. Jota es el jugador más determinante, en la actualidad del equipo, y buscará consolidar su puesto y asegurarse un lugar en el tridente ofensivo. Sin dudas su llegada ha sido un éxito y paga con goles los €40M invertidos en su fichaje.

Mané dijo presente con este golazo.

Liverpool tuvo una noche de ensueño; todos sus jugadores estuvieron a un altísimo nivel. Incluso Alisson Becker fue crucial para mantener su valla invicta, negándole el gol en reiteradas ocasiones a Duván Zapata. La defensa dejó una buena imagen, mientras intenta dejar atrás la lesión de Van Dijk y Fabinho. Su ataque no requiere descripción, los 5 goles hablan por sí solos.

Triunfo de suma importancia, tanto en los puntos como en el ánimo del equipo que ahora torna su foco en la visita al Etihad Stadium. Klopp y Pep se verán las caras, una vez más, en un nuevo encuentro entre los dos equipos más competitivos de la máxima categoría inglesa.

Federico O’Donnell

Kily González debutó como entrenador y su amado Rosario Central le regaló una victoria

Fue un partido lleno de emociones, de principio a fin. Empezó con llegadas y goles y finalizó de la misma manera. Al minuto avisó Godoy Cruz, con un remate cruzado de Ojeda y enseguida llegó la apertura del marcador del local. Corner de Lopez Pisano desde la izquierda y Pedro Ojeda, de media vuelta, marcó el 1 a 0 a los 3′ de juego.

Se empezaban a acomodar en el campo y Central ya obtenía una ventaja tranquilizadora. Ahí se hizo dueño del balón Emiliano Vecchio, quien se mostró como el organizador del equipo, acompañado por Luciano Ferreyra y Lopez Pisano, para alimentar a Lucas Gamba, de permanente movilidad.

A los 12′ un remate de Torrent se fue cerca tras un buen corner de Lopez Pisano.

Muy pronto tuvo otra ocasión con un cabezazo de Jonathan Bottinelli, que había recibido el centro de Lopez Pisano, y el arquero Ibañez pudo contener.

El conjunto mendocino intentaba salir por los costados y buscar a Ramis, pero careció de profundidad en la primera etapa.

Para el complemento, Diego Martínez, DT de Godoy Cruz, decidió dos variantes: E. Bullaude entró por Gianluca Ferrari y Hugo Silva ingresó en lugar de G. Carrasco. Se adaptó mejor el visitante al partido, aunque Central tuvo un buen arranque del segundo tiempo. un disparo en el poste pudo ser el segundo tanto del local, pero de a poco se empezó a quedar y la visita se animó a ir a buscar el partido.

A los 56′ entró el “Morro” Santiago García por Ramis y Godoy Cruz creció en ofensiva; a los 65′ llegó el empate. Un pelotazo cruzado desde la izquierda, Hugo Silva entró por derecha y convirtió ante la slaida del arquero local, Josué Ayala. El encuentro quedaba 1 a 1.

El Kily González decidió reforzar el ataque, entonce entró Luca Martínez por López Pisano a los 74′. A los 79′, Renzo Tesuri entró por Ojeda en el equipo mendocino.

Y el final encontró emociones. Porque Godoy Cruz había tenido una chance con un disparo de Santiago García que se fue cerca tras una desinteligencia entre Novaretti y Ayala en la defensa local y en una jugada que encabezó Vecchio, le quedó el balón a Lucas Gamba y con un remate al ángulo superior izquierdo de Ibáñez marcó el 2 a 1 a los 83′ del partido.

Joaquín Laso entró por Ferreyra a los 85′ para cerrar la mitad de la cancha y asegurar el resultado. Hubo una falta violenta de Ibañez a Gamba que debió ser sancionada con penal, pero el juez no lo advirtió. De ese golpe, Gamba debió salir y fue reemplazado por “Fito” Rinaudo.

Era el final para un triunfo celebrado por Central. Por el debut como entrenador de su gran ídolo, Cristian Alberto “Kily” González; por la forma ofensiva que siempre buscó; porque superó a un adversario duro y versátil, y porque siempre las victorias traen sonrisas y esperanzas.

Hernán O’Donnell

Los Pumas, frente a un mayúsculo desafío

La aplastante victoria de All Blacks ante Wallabies en el inicio del “Tri Nations” dejó muchas cosas para analizar, pero una conclusión indiscutible. Nueva Zelanda está por encima de todos los equipos de rugby del mundo. De todos. Podrá tener algún partido duro, complicado. Perder con Inglaterra alguna vez; tal vez ante Irlanda. Quizás los mismos Wallabies puedan revertir errores del primer partido y cambiar el score el sábado que viene, pero son suposiciones vinculadas a muchas combinaciones de factores que a una lógica secuencia. Los All Blacks tienen un dominio absoluto del juego y superan en todas las facetas a sus adversarios, lo que los convierte en favoritos una y otra vez. Duros en el contacto, al límite del reglamento, muchas veces por encima de él, fuertes en el pack de fowards para dominar el scurm y precisos en los lines, el pase fuerte de sus tres cuartos, el apoyo sistemático al que lleva el balón, la velocidad para encarar por los costados. Difíciles de contener, y mucho más de doblegarlos.

Crédito: UAR

Ante este rival jugarán Los Pumas; también ante un seleccionado de Australia temible, poderoso, que hará pesar su localía. Pero todos esperamos con ansias el choque con los hombres de negro, que en esta oportunidad parece más difícil que nunca.

Como preparación, ante la deserción de Sudáfrica, Los Pumas jugaron un amistoso ante Australia XV, al que vencieron por 19-15.

“Hay cosas para apoyarse y mejorar”, señaló el entrenador, Mario Ledesma. Y agregó “El resultado es bueno. Todos los jugadores tuvieron roles difíciles que cumplir y todos rindieron por arriba de lo esperado”.

Crédito: Prensa UAR

En tanto, el capitán en este partido, Tomás Cubelli, apuntó: “No pudimos concretar al principio. Generamos muchas situaciones y eso no afectó a la totalidad del equipo porque intentamos hasta el final. Me quedó también con la defensa del resultado, que es algo importante”.

Y agregó: “Es bueno empezar a tener las primeras sensaciones, situaciones reales de contacto. Algo más parecido a lo que nos vamos a encontrar en el Tri Nations. Me pone muy contento que jugadores que vienen de seleccionados juveniles, de los clubes y de Argentina XV, lleguen acá y estén cómodos para jugar estos partidos”.

A partir del martes 3 Los Pumas tendrán el plantel completo, pues los jugadores que arribaron a Sydney desde Europa podrán unirse al plantel, y así estarán todos juntos los 45 rugbiers que componen el grupo en este tour.

El equipo estará en la zona de Darling Harbour y las prácticas se desarrollarán martes y jueves en el Leichhardt Oval; el miércoles será día de recuperación, y el sábado 7 de noviembre, desde las 15 horas, jugarán un segundo partido amistoso de preparación, también ante un combinado de la unión local.

Photo: Stuart Walmsley

El inside Jerónimo de la Fuente, también expresó sus sensaciones que reprodujo la oficina de Prensa de la UAR: “Hacía siete meses que no jugábamos, mucho tiempo. Pasamos por cosas difíciles, así que es una felicidad enorme poder entrar a una cancha, que el equipo entero pueda jugar. Estoy feliz por el primer partido y también porque salieron cosas muy buenas”.

Ahí están Los Pumas. Ante un desafío mayúsculo. Con el orgullo, la dignidad y las ganas intactas para afrontar una nueva aventura.

Hernán O’Donnell

El brillo de Ibrahimovic, para la racha triunfal del Milan

Le costó a Milan dominar el primer tiempo; le costó imponer condiciones, porque Udinese le hizo un planteo correcto, ordenado, inteligente. El equipo de Pioli siempre intenta jugar, con las proyecciones de los laterales, Calabria y Hernández, el empuje de los medios Bennacer y Kessie, la velocidad de Saelemaekers y leao por los costados, la conducción de Calhanoglu y el inmenso talento de Ibrahimovic.

Pero Udinese le supo hacer un partido complicado. Replegado para tapar el avance visitante, con inteligencia para obstruir las bandas, con la inteligencia táctica de los argentinos Rodrigo De Paul y Roberto Pereyra, la peligrosidad del también argentino Pussetto, la presencia de Okaka, el encuentro fue complicado para Milan.

Sacó una ventaja a los 18′ por el genio de Zlatan, quien paró un largo pelotazo con el pecho, aguantó el balón, giró y se lo sirvió a Kessie, quien definió con un remate alto y al ángulo superior izquierdo de Juan Musso. 0-1 el marcador para la visita.

Se adelantó Udinese y tuvo un par de llegadas bien conjuradas por Donnarumma, en su regreso al arco rossonero.

Y llegó al empate por medio de De Paul, ya en el inicio del segundo tiempo, con un tiro penal que selló el 1 a 1 parcial a los 47′ de juego.

Sintió el golpe el conjunto de Pioli y le llevó varios minutos volver al partido; a los 56′ el DT decidió mover las piezas para despertar al equipo. Entonces ingresó S. Tonali por I. Bennacer y el español Brahim Diaz reemplazó a Saelemaekers; y recién a los 60′ encontró una llegada con una aparición de Ibrahimovic.

Luca Gotti, entrenador local, también modificó sus jugadores; primero, a los 62′ J. Makengo ingresó por T. Arslan; y a los 71′ T. Ouwejan entró por G. Deulofeu, en tanto K. Lasagna ingresó en lugar de S. Okaka. En esa ventana, Pioli también apeló a dos variantes: D. Dalot por D. Calabria, para darle otro aier al lateral y A. Rebic por R. Leão, para refrescar la zona izquierda del ataque. Era evidente que a Milan le costaba torcer el rumbo del partido.

A los 77′ una trepada importante de Hernández por izquierda, derivó en un pase a Rebic, quien enganchó y remató al arco, pero el balón dio en un defensor, perdió fuerzas y fue directo a las manos de Musso. Udinese respondió con un remate de De Paul que se fue apenas arriba del travesaño.

Sobre el final, dos últimos cambios en el local. Iban 81′ cuando Forestieri reemplazó a Pereyra y Bonifazi entró por Larsen; pero Milan tenía una carta más guardada, porque el jugador del semestre, Zlatan Ibrahimovic tomó de chilena un balón que flotaba en el área local y a los 82′ marcó el 1-2 para la visita.

Milan ganaba sin brillar, casi sin haber demasiado por merecerlo. Pero tiene el gol como su atributo fundamental y un futbolista capaz de convertirlos y generarlos para sus compañeros.

A los 88′ Krunic entró por Calhanoglu para intentar cerrar el partido. Que se terminó con el oficio del Milan, el manejo del balón, la capacidad de enfriar y de abrazarse a una victoria más para una racha interminable conducido por un jugador que brilla y desafía al tiempo.

Hernán O’Donnell