En el final, los argentinos Banega y Ocampos resolvieron el enigma para Sevilla

Sevilla encontró la llave para abrir la muralla que Wolverhapmton le había planteado al final del ecnuentro, cuando iban 87′ y se juntaron los argentinos para resolver el enigma. Centro de Ever Banega y cabezazo de Lucas Ocampos, para alejar la pelota a la estirada de Rui Patricio y marcar el 0-1 para el conjunto español. Todo lo que le había costado y sufrido a los largo de la mayor parte del partido, lo pudo solucionar cuando parecía que la prórroga estaba por jugar su parte.

Antes, hubo un partido muy difícil. Sevilla empezó con una variante táctica más que interesante. La posición retrasada de Ever Banega, bien cerca de su defensa, en cada inicio de jugada. Entre Diego Carlos y Reguilón, se metía en el fondo y salía con pelota al pie, a la búsqueda del pase al medio para Ferenando, a Reguilón bien abierto al lateral, o Lucas Ocampos cuando se volcaba a ese sector. Por derecha, la salida clásica de Jesús Navas, el tándem con Suso, y En-Nesyri como punta de lanza bien arriba.

El conjunto inglés propuso su clásico juego físico, con mucha velocidad, intensidad en la disputa del balón y salidas rápidas de contra por Adama Traoré o Moutinho, para buscar la definición en el mexicano Raúl Jimenez. Un equipo duro, inteligente y práctico. Y así llegó a una chance clara, a los 11′ cuando Adama Traoré fue derribado en el área por Diego Carlos, y el árbitro sancionó el correcto penal y amarilla para el defensor brasileño.

Pero el remate de Raúl Jiménez fue detenido por el arquero Yassine Bounou, conocido como Bono, el despeje de Diego Carlos fue a donde estaba Moutinho pero su cabezazo fue afuera. El encuentro continuó 0 a 0.

Sevilla se sintió más confiado y aumentó su dominio, aunque le costó profundizar. Tenía más la pelota, pero no conseguía quebrar la defensa inglesa. Una escapada de Youssef En-Nesyri a los 25′ fue su primera aproximación. Después tuvo un disparo de Ocampos a los 32′ que pasó cerca. El conjunto andalúz era más en el dominio territorial, pero no lograba herir, y Wolverhampton amenzaba en cada ataque veloz de Adama y Raúl. Así se cerró la primera parte.

En el segundo tiempo el partido decayó. Fue más lento, más trabado, más pausado y con un desarrollo que con el correr de los minutos se hizo aburrido. porque Sevilla tenía el balón, pero no podía descifrar el camino para herir al equipo inglés. Wolverhampton se refugiaba con una suerte de línea de cinco e intentaba alguna contra con Moutinho y Neves, para descargar en Traoré o Raúl Jimenez, pero casi nunca prosperaban.

La llegada más importante de Sevilla fue a los 65′ cuando Suso sacó un buen centro y Koundé cabeceó desviado; después Pedro Neto entró por Moutinho en Wolverhampton a los 70′, en tanto Sevilla sumó una chance más, con un tiro libre magnífico de Banega que Rui patricio desvió al corner con una terrible volada.

A los 78′ el conjunto inglés fue por segunda variante; Diego Jota entró por Adama Traoré y a los 84′ hubo dos variantes en Sevilla: el argentino Franco Vázquez entró por Jordan, y el neerlandés, Luuk de Jong ingresó en lugar de Youssef En-Nesyri.

Y cuando los nervios y las preocupaciones empezaban a aparecer en el banco de Julen Lopetegui, porque Sevilla se ahogaba en el área inglesa, apareció la combinación de los argentinos Banega y Ocampos para abrir el marcador y cerrar la serie.

Un grito de desahogo para el equipo que buscó más y que quiere volver a enamorar a la UEFA Europa League, su eterna compañera.


Hernán O’Donnell