Bayern Münich expuso su jerarquía y es el otro finalista de la UEFA Champions League

Una semifinal muy esperada, con un candidato cantado, el Bayern Münich y una de las sorpresas de la UEFA Champions League: Olympique Lyon.

Y fue el equipo francés el que salió a sorprender, con mucha movilidad y disposición para pelearle el partido a Bayern Münich en tanto se disponía a buscar contragolpes filosos. Lo hizo a los 3′, cuando tuvo una contraataque muy bueno, Memphis Depay se fue solo, y cuando le salió Neuer se abrió mucho, por lo que su disparo se complicó y se fue afuera. Bayern respondió con una llegada clara, donde el remate de Goretzka, por defectuoso, complicó a Lopes que con esfuerzo la mandó al corner. Y enseguida llegaron las emociones.

Iban 16′ y Lyon tuvo otra chance, también en los pies de Memphis quien se metió en el área, su tiro rebotó en Alaba y el segundo disparo lo estrelló en el palo izquierdo de Neuer. Y en la siguiente, Gnabry se metió de derecha al centro y sacó un remate fuerte y preciso que se coló en el arco de Lopes para marcar el 0-1 a los 17′ de juego.

Un escalofrío recorrió por la gente de Lyon, porque si bien estábamos en el nacimiento del partido, un gol de Bayern a esa altura parecía muy dura y difícil de sobrellavar, ya que el equipo frnacés, además, había desaprovechado varias llegadas limpias, dos de ellas muy claras para convertir.

Encima, a los 32′, un centro preciso de Perisic fue conectado por Lewandowski, el arquero pudo sacarla, pero apareció Gnabry para señalar el 0-2 y ponerle más distancia al partido.

Una distancia que no se modificó en la primera parte, más allá del espíritu de Lyon para continuar la pelea, pero la contundencia del conjunto alemán había sido una señal clara del destino del encuentro.

En el complemento, los dos se presntaron con una variante. T. Mendes en lugar de B. Guimarães en Lyon, y Sule en reemplazo del lesionado Boateng en el equipo alemán.

Bayern Münich salió tranquilo, a esperar y no desarmarse. Olympique, a buscar su chance también a partir de la generación de espacios; dejar salir a Bayern, presionarlo entre los tres cuartos y la mitad de campo y cuando conseguía el balón en esa zona, a meter un contragolpe. Así tuvo un par de oportunidades. La primera fue de Marcal a los 55′ con un buen cabezazo tras un corner de la derecha, que atrapó Neuer. Más tarde, a los 56′, ingresó Dembelé por Memphis Depay, y a los 57′ Neuer tapó de modo brillante una entrada libre de Karl Toko Ekambi, tras una buena jugada colectiva del equipo francés. Pero Neuer, siempre respondía.

A los 62′ se fue Perisic, de buen primer tiempo y lo reemplazó Coman. OL tuvo otra llegada a los 65′, pero fue defectuoso su remate final y a los 66′ se jugó con dos cambios más: J. Reine-Adelaide en lugar de K.T. Ekambi y K. Tete entró por L. Dubois.

Bayern Münich jugó un segundo tiempo tranquilo, sin esforzarse ni promover un ritmo mayor al necesario. Reguló el ritmo y metió cambios para enfriar el juego y preservar piernas para la final. A los 74′ entró Philippe Coutinho por Serge Gnabry y más tarde a los 81′ C. Tolisso ingresó en lugar de Thiago Alcantara y B. Pavard volvió al equipo en reemplazo de L. Goretzka.

Con el correr de los minutos perdió fuerza Lyon y sus llegadas ya se hicieron esporádicas, en tanto Bayern se mostraba con el control total del partido.

Y lo liquidó al final, a los 87′ con un centro de Kimmich y un cabezazo de Lewandowski preciso y certero, para marcar el 0-3 y sellar el pasaje a la final.

Bayern Münich llegó a la final, tras otra buena presentación, donde le alcanzó su enorme poder de fuego para lastimar a su rival, y un arquero que dijo una y otra vez presente cada vez que se lo requirió.


Hernán O’Donnell