Sevilla renovó su amor eterno con la UEFA Europa League

¡Otra vez Sevilla Campeón de la UEFA Europa League! Como un romance eterno, como un amor indestructible, el equipo andaluz venció al Inter de Milan por 3 a 2 y se consagró por sexta vez Campeón de la vieja Copa UEFA, esa que ahora se denomina con el pomposo nombre de Europa League. Y lo logró con un enorme valor, con los atributos de un equipo que intenta siempre jugar, que le gusta tener la pelota y sigue al pie de la letra la idea noble de Julen Lopetegui, que tuvo su merecido premio luego de un par de años de destratos.

Los dos llegaban con muy buenos antecedentes, amén de todo lo que encierra ser finalista de una Copa Internacional. Sevilla con ese palmarés envidiable de haberla ganado 5 veces, en 2006, 2007, 2014, 2015 y 2016. Internazionale, además de las 3 copas que ganó en 1991, 1994 y 1998, con un final de campeonato en la Serie “A” en el que encadenó tres victorias consecutivas en las últimas tres jornadas ante Genoa, Nápoli y Atalanta.

Sevilla venció a Manchester United en un partido duro y equilibrado; Inter despellejó a Shakhtar con una actuación convincente en el segundo tiempo. Y así llegaron al debate final.

Dicen que nunca se rinde. Y así fue, porque a los 2′ tuvo una llegada clara, pero el tiro de Fernando rebotó en de Vrij; y de contra llegó el pique de Lukaku, el cierre de Diego Carlos y la infracción del zaguero brasileño sobre el delantero cuando había entrado al área.

Penal y gol de Lukaku a los 4′ con un tiro fuerte, a la derecha de Bono. 0-1 para Inter, y a remar el partido.

Dicen que nunca se rinde y allí fue. Con la pelota bien manejada por Ever Banega, con el trajín de Fernando y la movilidad de Suso y Ocampos por el frente de ataque, en tanto de Jong preocupaba por el medio. Un acierto de Lopetegui que jugara el neerlandés en lugar de En-Nesyri como titular.

Y a los 11′ llegó el empate, con una gran maniobra colectiva, la pelota de adentro hacia afuera, Jesús Navas en el centro y el cabezazo de de Jong para igualar 1 a 1 el partido.

Le costaba a Inter meterse en el partido. Bien en la salida por derecha con D’Ambrosio, que tenía un buen partido tanto en la aspereza de la marca como en sus proyecciones ofensivas. Y correcto Barella para participar en la batalla del centro del campo. Más apagado Gagliardini, poco participativo Lautaro y Lukaku intermitente.

En ese primer tiempo, encendido y vibrante, Sevilla era más, tuvo una buena llegada con Lucas Ocampos a los 21′ y logró el segundo gol a los 32′ con otro cabezazo de de Jong tras un excelente tiro libre de Banega. Sevilla se adelantaba 2 a 1 pero le iba a durar poco.

Salió rápido Inter del atolladero y con una jugada parecida a la de Sevilla, logró el empate transitorio: tiro libr de Barella, cabezazo preciso y fuerte de Diego Godín y el partido quedaba 2 a 2 a los 35′ de juego.

Sevilla era más y llegó con otra chance sobre el cierre del primer tiempo, pero no lo pudo plasmar en una diferencia.

En el segundo tiempo, el partido bajó la intensidad. Incluso hubo menos roces, cruces y entreveros, que habían abundado en la primera etapa. Se calmaron los nervios y el ritmo fue menor.

Inter tuvo una llegada con un remate de Gagliardini que Diego Carlos supo rechazar con un acertado arrojo al piso. Iban 51′ y el partido empezaba a meterse en un embudo; Sevilla con cierto dominio, pero ya sin profundidad y con un Inter atrapado en su campo.

A los 70′ la pierna derecha de Lucas Ocampos dijo basta y debió ser reemplazado por Munir. Y a los 73′ llegó el gol de la victoria; centro desde la derecha, rebote y Diego Carlos que metió una tremenda chilena, en el camino se desvió en el pie derecho de Lukaku y se metió en el arco de Handanovic para marcar el 3 a 2 a favor de Sevilla.

El partido se definía cuando entraba en esa zona final, de los quince o veinte finales y todo empieza a tener un valor importante.

Antonio Conte intentó tres cambios a los 76′ de juego: Eriksen entró por Gagliardini, Alexis Sánchez ingresó en lugar de Lautaro Martínez y Víctor Moses lo hizo por D’Ambrosio. En Sevilla entró Franco Vázquez por Suso.

Pero poco iba a cambiar; tal vez el trámite se hizo más dramático porque Inter trató de volcar el juego hacia Bono. A los 83′ Lopetegui resolvió los últimos cambios; En-Nesyri por de Jong y Gudelj reemplazó a Diego Carlos, también lesionado en la pierna derecha como había estado Ocampos.

El equipo italiano tiró su último carta a los 88′: Candreva, para sumarse al ataque, en reemplazo del defensor uruguayo Diego Godín.

Pero no hubo caso, porque adentro había un equipo dispuesto a dejar jirones de vergüenza deportiva. E Inter ya lucía desinflado.

Dicen que nunca se rinde. Ni aún cuando arranca 0-1 abajo casi desde el inicio. Sevilla se aferró a su credo, controló el balón, lo movió a su gusto, jugó un buen primer tiempo y lo definió en el segundo. Con la batuta de Banega, la potencia de Ocampos, la fuerza de de Jong, el batallar de Fernando, la marca de Diego Carlos, la movilidad de Suso, el manejo de Franco Vazquez, el equipo fue uno solo y volvió a conquistar la UEFA Europa League, en un romance sellado para toda la vida.


Hernán O’Donnell