En un tiempo, Nápoli armó una goleada que relamió sus heridas

La herida producida por el “escritorio” de la Federación Italiana de Calcio que determinó que Napóli perdiera su partido ante la Juventus, al que no pudo concurrir pues las autoridades sanitarias de su ciudad no le permitieron viajar por tener varios futbolistas con COVID-19, le sirvió como combustible para encender los motores y tener un primer tiempo arrollador ante el sorprendente Atalanta.

El equipó de Gennaro Gatusso salió con una tremenda determinación, con un esquema ofensivo sostenido en Fabián Ruiz como eje del juego en el medio campo, con sus hombres de ataque bien organizados y con la proyección de los laterales, Di Lorenzo y Elseid Hysaj. Atalanta giraba alrededor de Alejandro Gómez, su sociedad con Ilicic y la potencia de Zapata, pero excepto algunas llegadas esporádicas, no encontró el partido. A los 21′ tuvo un remate de larga distancia de “Papu” Gómez que se fue muy cerca, en su acción más peligrosa. Pero detrás, vendría la tormenta.

A los 22′ Politano abrió al fondo a la derecha para la llegada de Di Lorenzo, este lanzó el centro rasante y el mexicano Lozano convirtió el 1 a 0 para el local.

A los 26′ otra vez el “Chuky” Lozano volvió a convertir, tras el choque entre los argentinos Cristian Romero y José Luis Palomino, el balón le quedó a él y con un remate cruzado desde larga distancia que puso el partido 2 a 0 para Nápoli.

Le era difícil a la visita acomodarse, porque no trabajaba bien el medio para contener los avances locales y la defensa sufría en inferioridad numérica, amén de errores propios. Y Politano, a los 29′, señaló el 3 a 0.

Era una tarde redonda para los de Gatusso, donde facturaban con facilidad. El eje ofensivo de Politano, Mertens, Osimhen y Lozano funcionaba a la perfección. Y aumentó a los 42′ cuando Osimhen sacó un tiro cruzado desde afuera del área, mientras se caía y el arquero Sportiello fue sorprendido con el paso lateral hacia su izquierda, en tanto la pelota iba a su derecha; cuando quiso volver era tarde, y el primer tiempo se cerró con ese 4 a 0 en favor del Nápoli.

Toda la bronca acumulada, se había relamido con cuatro gritos feroces.

Atalanta comenzó el segundo tiempo con dos variantes: B. Djimsiti ingresó en lugar del deslucido Zapata y J. Mojica en reemplazo del argentino J.L. Palomino.

Más tarde, a los 54′ S. Lammers entró por el “Papu” Gomez, a los 60′ Gatusso dispuso que F. Ghoulam ingresara por M. Politano en el local y a los 62′ R. Malinovskiy entró por J. Ilicic en el cuarto cambio visitante.

A los 68′ Atalanta llegó al descuento, de modo increíble por un contragolpe que agarró mal parada a la defensa local y Sam Lammers, el reemplazante de “Papu”, definió sobre la salida del arquero y marcó el tanto para que el partido quedara 4-1 para Nápoli.

Mejoró la visita, alentada por ese tanto y una disposición más ofensiva, en tanto Nápoli se había quedado con respecto al primer tiempo. Gatusso definió dos cambios para despertar al equipo. Iban 74′ cuando S. Lobotka reemplazó a D. Mertens y K. Malcuit entró por T. Bakayoko.

Se acomodó entonces el local al encuentro y volvió a tener el balón. Así se hizo del manejo del tiempo y las acciones; Atalanta no pudo resolver la propuesta local y el partido se le hizo cuesta arriba. ya no sufrió los duros embates del primer período, pero sí estaba lejos del control y corría detrás de la pelota.

A los 80′ Muriel entró por Gosens en el último cambio visitante y a los 82′ el local dispuso dos modificaciones. A. Petagna entró por V. Osimhen y D. Demme reemplazó a F. Ruiz; con esos cambios se cerró el partido.

Nápoli había salido con enjundia y en un tiempo muy eficaz armó una goleada que relamió sus heridas.

Hernán O’Donnell