Archivo de la categoría: Boxeo

Manny Pacquiao, El rey de los jóvenes 40 años

La noche de Las Vegas tuvo un solo protagonista. Manny Pacquiao. Dueño del combate de punta a punta, con un estilo reconocible en su trayectoria: Ataque voraz, ofensiva constante, velocidad y golpes fuertes. es cierto que el tiempo ha mermado un poco estos dos últimos atributos, pero aún a los 40 años mantiene sus características históricas.

Fue una aplanadora desde el primer round. Sin la potencia de otrora, pero con la misma ambición. Enfrente, un Broner que esto muy lejos de ser un “problema”. No entró nunca en la pelea, retrocedió, siempre se movió en actitud defensiva y cuando Manny atacaba a fondo, lo desbordaba con cierta nitidez.

Los primeros tres rounds fueron un monólogo de Pacquiao. En el cuarto apareció Adrien, pero fue apenas una brisa. La pelea continuó de manera unilateral. Recién en el cierre, Broner levantó su producción, aunque estuvo muy lejos delo que debe ser un contendiente en un combate de semejante envergadura. 

Los últimos asaltos parecieron esbozar una recuperación , pero estaba muy lejos en las puntuaciones. El fallo, unánime, le dio el triunfo al filipino por un buen margen. 117-111, 116-112 y 116-112 para que Pacquiao retenga la corona Welter de la Asociación Mundial de Boxeo.

La victoria le abrió una gran sonrisa. Pacquiao quiere un desquite con Floyd Mayweather, y el “Chino” Maidana desafía su corona;quiere una oportunidad en un regreso conmocionante.

Hoy es el tiempo de Manny, de gozar y disfrutar. de pensar y elegir. Y de vivir la gloria, la misma que tienen sus jóvenes 40 años…



Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Key Biscayne, Florida, USA)

Pacquiao y Broner inician una temporada caliente

El año comenzó con el gran festival de Mar del Plata, la sorpresiva caída de TNT Maidana y un debut promisorio del “Chino” como promotor y organizador de festivales de boxeo. La derrota de su hermano impidió que la fiesta sea completa, pero no empaña el excelente trabajo ni la leal organización, que premió al ganador de modo honrado y dejó satisfechos a los concurrentes.

Pero el boxeo sigue. Y el año promete ser de muy alto nivel; hay combates programados para la primera parte, muchos de ellos de gran expectativa. Este sábado el epicentro estará en Las Vegas, Nevada. Allí se presentará Manny Pacquiao, quien parecía alejarse del pugilismo hasta que la gran victoria ante Lucas Matthysse en julio de 2018 lo volvió a colocar en los primeros planos. Un boxeador de leyenda que arrastra una gran legión de seguidores, quienes siempre valoraron su ímpetu, su valentía y su voracidad ofensiva.

Enfrente, Adrien Broner. 29 años, una trayectoria importante que tuvo un gran tropiezo ante la ferocidad del “Chino” Maidana, pero que siguió adelante tras esa dura derrota. Un hombre que cree que puede dar el golpe ante un oponente que tiene 40 años y expone el título welter de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA).

Broner cree tener la fórmula. Ni más ni menos que la que le dio un gran resultado a Juan Manuel Márquez en aquella memorable noche de diciembre de 2012 cuando derrotó a Manny con un KO fulminante, producto de un uppercut furibundo y certero.

Pero Manny sabe de esto. Sabe que ese golpe tan ensayado por Márquez es la fórmula que tantos quisieron repetir. Y está preparado para revertir esa táctica.

Apelará a su experiencia. Al dominio de la escena y a la su velocidad, que no es la de hace diez años, por cierto, pero aún es respetable y temible.

Será un combate de alta tensión y adrenalina. Una pelea muy esperada que continúa este enero de grandes festivales, de presencias estelares, de choques impactantes y augura un año de muchas expectativas y de eventos promisorios para el boxeo.




Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Key Biscayne, Florida, USA) 

HBO despide a una época

Aquella noche del 22 de Enero 1973, cuando George Foreman y Joe Frazier se medían en Kingston, Jamaica, por el Título mundial de los Pesados, una nueva era comenzaba en las transmisiones televisivas. Pocos podían imaginar el vuelo y la envergadura que iba a tomar Home Boxe Office (HBO), una cadena de televisión por cable que nacía con ese evento y que iba a transformar la televisación del boxeo, en estados Unidos primero y en el resto del mundo después.

Esa noche Foreman aniquiló a Frazier con una tremenda paliza, en la que lo derribó en 6 ocasiones y produjo una conmoción en el boxeo mundial al arrebatarle título mundial de peso Pesado. Era la época de los grandes nombres en esa categoría, la que dominaba el interés del mundo y en la que se encontraban figuras de enorme envergadura que cautivaban al público y en las que se distinguían los nombres de aquellos contendientes más Ken Norton, nuestro Bonavena, el mismísimo Muhammad Alí…

Pero, claro, en aquel entonces nadie podía prever lo que ibaa suceder. No se imaginaba cuanto crecería ni cuantos serían los aficionadosque se volcarían a la señal, y al pay per view (pague para ver), una nuevaforma de entender entonces la televisión: por cable y con eventos exclusivos depago extra.

La señal iba a crecer de la mano del deporte. Es que si HBO encontró un mercado exclusivo y grande de televidentes ávidos de ver buen boxeo y dispuestos a pagar por cada velada, la gran ayuda de la cadena, el gran aliado que tuvo fue el propio boxeo y sus pugilistas, protagonistas verdaderos de una época de oro. No hubiera habido HBO exitosa sin la participación de boxeadores de lujo, atrayentes y cautivantes.

Y se armó una historia inimaginable, que trazó durante más de 50 años, la historia del boxeo. E iluminó los hogares, los bares y cada uno de los sitios donde los fanáticos se reunían para disfrutar de las veladas más esperadas.

La cadena aportaba un gran valor de producción, estética ensus transmisiones y altos valores del deporte, que incluían a las grandesestrellas del momento y ofrecían las peleas más calificadas y deseadas de esa época.

Entonces, la cadena creció al compás de unos años ’80 que se destacaron y quedaron en la historia como unos años de los más destacados y prósperos para el boxeo: los cuatro reyes fueron un símbolo de la época, Sugar Ray Leonard, Roberto “Mano de Piedra” Durán, Tommy Hearns y Marvin “Marvelous” Hagler. Entre ellos protagonizaron peleas inolvidables, llenas de técnica, fiereza y entrega. Fueron duelos memorables que alcanzaron enorme intensidad y cautivaron al público en los estadios, pero a millones y millones de personas a través de las pantallas de televisión.

Algunos lo vieron con malos ojos, pues el boxeo dejó de serun espectáculo de la Tv abierta, donde las mejores peleas podían verse sinintermediarios a través de las pantallas de ABC, CBS y NBC (Las cadenasabiertas de televisión más importantes de Estados Unidos), a partir del pay perview, la gente debía primero suscribirse al canal de cable HBO y luego pagarpara ver cada uno de los combates programados. Esto derivó en una reducciónpara la amplitud que proponían antes las transmisiones de televisión abierta. Yalas peleas no estaban en todos los televisores, sino en aquellos que pagaban la suscripción.

Otro pugilista carismático y taquillero fue Oscar de la Hoya, principal figura de los años ’90. Y estrellas del calibre de Evander Holyfield, Lennox Lewis, Floyd Mayweather, Shane Mosley, Manny Pacquiao, Miguel Cotto, Saul ” Canelo ”Alvarez y tantos otros.

 

Fue inmensa la historia que construyó esta cadena televisiva. En términos estadísticos, HBO emitió un total de 1,111 peleas a lo largo de 45 años e inauguró una serie llamada “Boxing After Dark”, cuya primera emisión fue  el 3 de febrero de 1996, con una pelea inolvidable entre Marco Antonio Barrera y Kennedy McKinney.  Jones y Oscar De La Hoya están igualados con la mayor cantidad de apariciones peleando en HBO con 32, mientras que Mayweather y Shane Mosley están empatados en el segundo lugar con 27. Manny Pacquiao (24), Miguel Cotto (24), Lennox Lewis (23), Bernard Hopkins (23), Wladimir Klitschko (22) y Arturo Gatti (21) completan el top 10.

Pero su gran estrella fue Mike Tyson, protagonista principal de nada menos que de 16 Transmisiones de HBO. Fue una historia en conjunto, que compartió el éxito y la gloria para ambos: el pugilista y la cadena de televisión. El vecino de Brooklyn abrazó la gloria y logró los más grandes éxitos en esos años, mientras HBO se beneficiaba con ganancias extraordinarias en cada venta de pay per view cada vez que Tyson subía a un ring. Su slogan marketinero era: “Las mejores peleas están en HBO”. Y era cierto.

La historia de esta sociedad abarcó 16 peleas, pero no sedetuvo allí. HBO realizó un documental titulado “Mike Tyson, la verdadindiscutible”, donde se retrata su vida, desde su niñez, las dificultades deintegración de un niño de origen afroamericano y pobre, los comienzos en elgimnasio, sus primeros combates, la gloria deportiva y todo lo vinculado a suvida privada, con el morbo que siempre se destapa a partir de los escándalos,las peleas, su vida íntima, sus conflictos, sus relaciones tormentosas convarias mujeres, la cárcel, las drogas…

45 años después, llegó el final: PeterNelson, Vicepresidente Ejecutivo de la corporación HBO Sports anunció que ya  no habrá más peleas. Quedaron las últimaspáginas de gloria: la función en New Yok City, en el Theater del Madison SquareGarden, con la victoria de Daniel Jacobs ante el ucraniano Sergy Derevyanchenko,y el 8  de diciembre la pantalla abrió sucartelera a Cecilia Braekhus frente Aleksandra Magdziak-Lopes, y a  Ramón “Chocolatito” González frentea Pedro Guevara. Pero es un final anunciado. No está previsto que las puertasse reabran el año próximo.

“No es una decisiónsubjetiva. Hemos hecho una investigación de audiencia que nos dice que el boxya no es un factor determinante para suscribirse a HBO”, declaró Nelson.

Tal vez en 2019 estén atentos a lo que pueda llegar a surgir con el boxeo, y tal como lo reza su comunicado, “estaremos abiertos a ver los eventos que se ajusten a nuestra programación. Esto podría incluir el boxeo, pero no en el futuro previsible. Estamos en deuda con los muchos luchadores valientes cuyas carreras tuvimos el privilegio de cubrir; somos una plataforma destinada para contar historias. El futuro verá series, películas documentales de larga duración, programación de realidad, periodismo deportivo, eventos especiales y contenido más exclusivo de HBO Sports”.

La audiencia que vivió el boxeo através de su pantalla, sintió el impacto. Y expresó su tristeza, más por el finde una época que por una realidad que empieza a asomar y a tomar forma: talcomo lo comentáramos en otra edición de Ring Side, el streaming (la transmisiónde eventos on line) es la gran pantalla de esta nueva era. Las nuevastecnologías le ganaron la batalla. Aunque otras cadenas, Showtime, porejemplo,en los últimos años, armaron carteleras importantes en las que se lesvolvió una competencia dura. HBO supo controlar el dominio ante el surgimientode Showtime durante muchos años, hasta que la aparición de Floyd Mayweathercomenzó a igualar a ambas emisoras. Y cuando Showtime se alió con Al Haymon,fundador de Premier Boxing Champions, superó a la legendaria HBO.

También sufrió  las dificultades que las nuevas alianzas también le generaron. La salida de Top Rank fue un problema. El convenio queésta última trazó con ESPN. La compatibilidad que algunas cadenas establecieroncon las nuevas plataformas, como el caso de las uniones con DAZN o Facebookwatch, generaron un sostén para esas cadenas rivales, y profundizaron lasdificultades de HBO, que acentuaron su caída. En el mismo comunicado, la cadena acepta que el deporte ha cambiado, se ha transformado y hoy está disponible enuna gran cantidad de redes y servicios de transmisión, lo que ha generado una enorme cantidad de peleas transmitidas y distribuidas de muchísmas formas  distintas, lo que le produjo una merma profunda en televidentes.

En los últimos tiempos, operaba ya con una marcada reducción en su presupuesto, aunque mantenía la estética. 

 La caída en la audiencia fue, en definitiva, la razón más significativa de su cierre: las transmisiones de boxeo en el año 2018 tuvieron un promedio de 820,000 espectadores para HBO, lo que significa apenas el dos por ciento de la audiencia total.

La cadena que durante décadas fuela cabecera en Estados Unidos y el resto del mundo en transmisiones televisivas,cerró sus puertas. Y una mirada melancólica por un tiempo que se fue irradió en sus últimas imágenes.



Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)

El boxeo se vive a través del Streaming

Una nueva manera de ver y vivir el deporte. Cuando presentábamos a Eddie Hearn, nuevo rey delos promotores del mundo del boxeo, hacíamos mención a un tema que parecía una herramienta más del empresario, que podía sustentar su negocio, pero en verdad estábamos ante un tema que tiene vida y muchas aristas propias: que de sólo comentarlo, se abren miles de ramas como un árbol que propone el desarrollo tecnológico y las nuevas comunicaciones.

Junto a Hearn presentábamos la “nueva” (aunque en rigor de verdad ya tiene varios años) plataforma de televisación deportiva: el streaming, o retransmisión en español, es la forma de transmitir vía internet. Se realiza un enlace con una emisora online, que presenta el contenido en tiempo real, a través de internet. El streaming es una tecnología que permite observar un archivo de video o audio desde una página de internet, o de una aplicación móvil y el usuario observa el video a medida que se descarga.

En el caso de Eddie Hearn y su emprendimiento de 16 festivales anuales de primer nivel de boxeo y el sostenimiento en la nueva forma de transmisión on line, decíamos textualmente: “Su empresa promotora “Matchroom Boxing” se ha unido con la empresa de medios, Performance Group, la productora digital líder en Estados Unidos, para crear un proyecto conjunto, de mil millones de dólares, en lo que fue anunciado como el “Acuerdo más grande en la historia del boxeo.” A este grupo se vincula DAZN, el primer servicio de transmisión de deportes en vivo del mundo, que brinda a los aficionados acceso ilimitado para ver la mayor variedad de deportes en vivo y bajo demanda en cualquier dispositivo conectado a Internet. DAZN promete ser el nuevo Netflix del Deporte, y se rumorea que hasta las grandes cadenas como Showtime, HBO y otros gigantes de las transmisiones de boxeo (o del deporte en general) están preocupadas por su aparición. Por ahora sólo está distribuida en Alemania, Suiza, Austria, Canadá y Japón, pero promete expandirse de manera muy rápida…”

En Estados Unidos, hace su llegada con una presentación estelar: el combate entre Anthony Joshua  y Alexander Povetkin, desde el mítico Estadio Wembley, en los suburbios de Londres, Inglaterra. 90.000 personas en la cancha y millones de americanos que lo palpitan por una nueva plataforma, a la espera del combate con su nueva estrella Deontay Wilder.

A esta plataforma llamada DAZN se la compara con Netflix y se la asocia a los deportes a partir de la enorme cantidad de competiciones online que ofrece en multidispositivos. Y no es exclusiva del boxeo; ofrece partidos de Premier League, Serie A, Ligue 1, Liga Santander, NFL, NBA, ATP World Tour, WTA, Rugby, deportes de motor y hockey sobre hielo.

Esto es lo que se viene. La transmisión de deportes por internet, que garanticen un ingreso de pago y sostengan el espectáculo.

El contenido lo vuelca on line, es decir en directo o en diferido, pero no permanece en la plataforma por tiempo indefinido, pero la clave es que se pueden ver por Smart TV, smartphones, PC, tablets y video consolas. El fenómeno es que se puede ver a toda hora y en cualquier lugar.

Es un fenómeno que asoma desde hace varios años, aunque recién ahora empieza tomar masividad en el conocimiento del público. Primero se conoció Ya Sports, una página con películas, series, documentales, biografías, y demás, dedicadas al deporte, con el boxeo como una de las banderas más destacadas. Pero ese era un material enlatado, en definitiva, todo lo que se veía ya se había producido. Ahora es el tiempo del “vivo”, de la transmisión en línea y en directo del acontecimiento deportivo.

Oscar de la Hoya, a través de su empresa Golden Boy, ofrece el servicio desde hace un tiempo, cuando advirtió que el pay per view tenía limitaciones de acuerdo a los aparatos de televisión que tuvieran los fanáticos, o los equipos de transmisión: no todos podían tener acceso al pay per view. Por eso comenzó a desarrollar el servicio de streaming. Ya en 2016 ofreció la transmisión del combate entre Saúl “Canelo” Alvarez y Liam Smith por el sistema on line, desde Golden Boy Promotions.

Los aficionados podían adquirir un boleto virtual para la pelea por U$64.99. Con esto se compraba el acceso a la transmisión on line del combate a través de un sitio de internet, disponible para todos las computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes.

Oscar además ha ideado un acuerdo con Facebook para lanzar transmisiones de peleas en vivo y también material del deporte de los puños de otras épocas, donde la novedad será la presentación de grandes combates con la narración y la opinión de los pugilistas que fueron los protagonistas de esos encuentros.

La propia Federación Argentina de Box comenzó a difundir sus actividades por esta plataforma, a partir del acuerdo con la señal TyC Sports. Así, empezó a transmitir boxeo amateur desde la plataforma TyC Sports Play, transmisión online, los sábados, de 21:00 a 23:00.

Con este sistema, logran que el boxeo del interior se desarrolle en sus pueblos, ciudades y localidades, mientras se puede observar a través de las distintas plataformas, en vivo y en cualquier lugar del mundo.

Pero no es el único deporte que vive esta verdadera “fiebre” por las transmisiones on line; sin ir más lejos, el fútbol se ha revolucionado con esta nueva manera de vivir sus partidos. El aficionado argentino ya lo conoce desde hace un tiempo, porque los encuentros que pertenecen a las categorías de ascenso, como la Primera B Nacional, el Federal A, la Primera B Metropolitana y ¡hasta la Primera C! se transmiten por esta vía, a través de la plataforma tycsportsplay.com

La Copa Libertadores de América, el torneo más importante de clubes de Sudamérica que organiza la CONMEBOL transmitirá a partir de la próxima edición los principales partidos por la red social “Facebook”, a través de una nueva plataforma que creará, llamada “Facebook watch”, ideada para competir con YouTube.

Facebook busca así posicionarse como líder de emisiones deportivas para el fanático que no quiere estar atado a un horario y a un lugar fijo para observarlas. Se acabó el tiempo de estar en casa o acudir a un bar para verla en pantalla, sino que ahora es el momento de ver la acción en cualquier lugar y a cualquier hora.

Además, existe la posibilidad de ofrecer el servicio en forma gratuita a través de esa plataforma especial de Facebook, y permite la interacción entre los usuarios, en la cual podrán comentar el evento mientras lo observan.

A las empresas televisivas, aún les queda el “hub de producción”, que es donde se termina de cargar el programa, se agregan las gráficas y las narraciones.

 Lo que ocurre es que el mercado se ha revolucionado con la aparición de estos nuevos jugadores: las grandes compañías tecnológicas le pelean los derechos a las viejas cadenas de televisión; están en una gran ofensiva para conseguir los derechos deportivos de cualquier gran competición que se preste. Facebook abrió sus puertas y se lanzó a la conquista de  los derechos de emisión de una gran variedad de deportes.

Pero Facebook no es la única empresa tecnológica que tomó este sendero; Amazon también intenta llegar a millones de suscriptores a través del deporte, por eso ha encarado un camino parecido, el de contratar derechos de distintas disciplinas deportivas.

El boxeo, como la mayoría de los deportes masivos en el planeta, en los últimos tiempos ha visto crecer las audiencias que demandan ver las máximas cantidades de veladas posibles, y para ello han apelado a todo tipo de plataforma, sobre todo las transmisiones on line que distintas páginas ofrecían como alternativas a las transmisiones de TV oficiales; claro que estas emisiones no contaban con derechos y las emisiones se cortaban, tenían dificultades técnicas, eran bloqueadas, suspendidas, y demás.

Ahora nace un nuevo tiempo,porque lo que ayer no estaba habilitado, hoy es el camino del presente y delfuturo: las transmisiones por internet llegaron para quedarse, para marcar elnuevo tiempo, para seducir al aficionado y hacerle vivir el sueño de todofanático: Que el boxeo esté a toda hora y en cualquier lugar, al alcance de sumano



Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)






Para Deontay Wilder y Tyson Fury, el combate ya empezó.

El combate ya llegó, hace rato. Empezaron a pelear mucho antes de que suene la primera campana, prevista para el 1 de diciembre en el mítico Staples Center de Los Angeles, California.

Pero la contienda comenzó casi desde el momento en que se anunció. Los dos son pesados, invictos, y tienen buenas perspectivas por delante. Deontay Wilder es una de las grandes figuras del boxeo que ya viene: fue presentado en el número 218 de “Ring Side” de Abril de este año, tras su magnífica victoria sobre el cubano Luis “King Kong” Ortíz. Estaba perdido, parecía que sucumbía ante la potencia del cubano. En el 10mo asalto sacó una andanada de golpes que demolió a Ortíz y alcanzó su consagración ante el gran público en aquella tremenda noche del 3 de marzo de este año en Brooklyn.

Su vida está contada en las páginas de aquella edición de nuestra revista, pero un detalle nos lleva al hilo de este combate. Tras aquella gran pelea, el futuro se le abría en sus manos; y mientras todos apostaban (apostábamos) por un choque estelar ante Anthony Joshua, decíamos que Wilder podía pensar y elegir. ¿Sumarse a las filas de Golden Boy? ¿Una tercera pelea ante Stiverne? ¿Tal vez Tyson Fury? “Depende de Fury”, decíamos entonces, “si decide meterse una vez más en el ruedo”…

Fury se decidió y va a a enfrentar a “El Bombardero”. El inglés sufrió una suspensión por consumo de cocaína y su carrera estaba muy alejada de los cuadriláteros. Le retiraron los títulos y el propio boxeador admitió que su vida había entrado en un tobogán, dominado por las drogas y el alcohol, con raptos de depresión y desvinculado del boxeo. Se quedó sin los títulos del peso pesado de tres organizaciones WBA, IBF y WBO al vencer al ucraniano Wladimir Klitschko por puntos, en fallo unánime: 116-111, 115-112 y 115-112, en Dusseldorf, Alemania.

Pero esa noche quedó muy atrás y Fury fue consciente que debía dar un paso adelante para poder iniciar la rehabilitación. El mundo lo había descubierto en una noche memorable, y en poco tiempo se hundió en el pantano de las drogas y el olvido. Nadie supo mucho más de él, como tampoco advirtieron la aparición de semejante pugilista.

Pero, ¿Quién es Tyson Fury?

Nació en Irlanda el 12 de agosto de 1988. Epoca dominante del gran Mike Tyson, su nombre se relaciona con el momento de esplendor del fenómeno estadounidense. Su padre, John Fury incursionó en el boxeo durante algunos años. Había sido amateur y en 1987 se hizo profesional, hasta retirarse unos años después, en 1995.

Al hijo lo bautizaron “The Gypsi King”, el “Rey Gitano”, por su origen, ya que su familia mantiene una larga tradición de gitanos. Su infancia la recuerda dura, con múltiples discusiones y problemas domésticos. Su padre tuvo varias mujeres y de cada una de ellas, nacieron hermanos de Tyson. La vida gitana lo hizo adaptarse a lo que definió como “una vida distinta a los de los demás. Puedo vivir en una casa, un omnibús o una tienda. No me influye.

Tuvo vaivenes para meterse en el mundo olímpico  No pudo representar a Irlanda, pero sí a Gran Bretaña por antepasados con orígenes en Belfast, Irlanda del Norte. Llegó a un récord de  31-4 (26 KO’s) en el plano amateur.

Dos hechos importantes iban a marcar su vida a fines de la década pasada: se hizo profesional (en rigor de verdad, su primer combate rentado lo hizo en Diciembre de 2008 en el que noqueó a Bela Gyongyosi)  y al año siguiente, contrajo matrimonio.

Paseó su boxeo por todas las ciudades de Inglaterra: Nottingham, Wigan, Norwich, Birmingham, Londres, Watford, Manchester… y acumuló knock outs en seis presentaciones consecutivas ante Marcel Zeller, Daniil Peretyatko, Lee Swaby, Matthew Ellis, Scott Belshaw, Aleksandrs Selezens

Cruzó a Irlanda para combatir en Dublin y cuando creció dio un salto importante: En diciembre de 2013 venció a Steve Cunningham en el célebre Madison Sqaure Garden de New York, para ganarse, en esa eliminatoria mundialista, el derecho a combatir por el Título Mundial de Peso Pesado de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

El ascenso se hizo irresistible hasta llegar al momento sublime, al pináculo de su carrera: la noche en que destronó a Wladimir Klitschko. La noche que lograría tres cinturones de un valor descomunal: nada menos que los que representan al Campeón Mundial de Peso Pesado de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Invicto y Rey del mundo. Todo parecía estar a sus pies.

Sin embargo, en seguida llegarían los problemas tras la noche de gloria. Primero, las declaraciones: polémicas, provocativas, que le valieron un sinfín de reproches.

Un problema médico, diagnosticado como trastorno maníaco depresivo, le tendería una trampa. Esa situación lo llevó al consumo de alcohol y drogas, que derivarían en una notoria desmejora física (llegó a aumentar más de 40 kilogramos) y un deterioro en su condición que le impedía defender sus títulos o llegar una buena preparación para volver a enfrentar a Klitschko.

Entonces tomó la valiente decisión de renunciar a sus coronas para emprender el camino de la reconstrucción. Sabía “El Rey Gitano” que debía internarse para poder superar sus adicciones, recuperar su forma física y comenzar el proceso de la reconstrucción.

“Pienso que es justo mantener activos los títulos. Por el bien del boxeo y para permitir que otros pugilistas puedan luchar por los cinturones vacantes que gané y pude mantener invicto”, dijo en aquel momento.

Tocó fondo. Admitió el consumo de cocaína, reconoció que pensó en quitarse la vida y hasta afirmó que “alguien lo haga antes que yo lo haga por mí”, en una declaración fuerte, escalofriante, dolorosa.   Y volvió. Contra todos los pronósticos. Se metió en la recuperación a fondo, bajo de peso tras una dieta dura y rigurosa que le planteó el nutricionista Greg Marriott, , lució una nueva figura y  volvió al ruedo tras más de dos años y medios de ausencia: El 9 de junio de este año pudo vencer a Sefer Seferi en el Manchester Arena, luego de que el rincón del albanés arrojara la toalla en el cuarto round, cuando las cosas se habían puesto muy difícles y no se sostenía en ningún argumento para llegar a los 10 asaltos pactados. El mundo del boxeo lo tenía otra vez como uno de sus habitantes.El 18 de agosto derrotó a Francesco Pianetta y ya consiguió el boleto de regreso a las grandes marquesinas: enseguida se habló y concretó su pelea ante el ascendente Deontay Wilder, una de las grandes figuras del presente y del futuro de los pesos completos.

 El combate será el 1 de diciembre en el Staples Center de Los Angeles. Pero podríamos decir que ya empezó. Que el ambiente se ha calentado con los primeros encuentros promocionales. En Londres, por ejemplo, abundaron las amenazas, los insultos, las agresiones, en lo que debió ser una conferencia de presentación y terminó en medio de empujones y bravuconadas.

Alli está “El Rey Gitano”. Recuperado y encendido, cuando el mundo había comenzado a olvidarse de él. Con una nueva oportunidad que le da la vida, un desafío mayúsculo y la sortija que aparece otra vez en su horizonte, reflejo de su nómade, agitada y cambiante vida.

 

Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)

 

 

 

Eddie Hearn representa una nueva era en la promoción del boxeo

En el mundo del boxeo los principales protagonistas, verdad de Perogrullo, son los pugilistas. Ellos (y desde hace un tiempo, ellas también) se roban las miradas, los aplausos, las notas, el centro del escenario, en definitiva. Después, vienen los entrenadores. Cada uno con su librito. Y no parace que la historia a narrar vaya mucho más allá de estas dos variables.

Sin embargo, hay, como en toda actividad, muchos hombres que están a su alrededor y tienen un brillo propio. Por características personales, por inteligencia, carisma, por saber armar una carrera o contar con la habilidad justa para vender una velada. Lo cierto es que los promotores también encuentran un lugar en la pasarela. Así se ganaron su fama hombres como Bob Arum, Don King o el propio Juan Carlos “Tito” Lectoure. Y más cercanos en nuestro tiempo Lou Di Bella o Al Haymon.

Eddie Hearn pertenece a esa raza. La de los promotores que tienen brillo propio, que generan una corriente de simpatía con el público más allá de los boxeadores que maneja y que construye esa imagen a partir de la gran cantidad de pugilistas que logra ubicar en el candelero, el enorme número de boxeadores que consigue que lleguen al título, el posicionamiento de Gran Bretaña como una potencia de esta actividad y una serie de características propias que le dan brillo y relieve a su personalidad.

Nació con el destino marcado. Su padre, Barry Maurice Hearn, fue (es) un destacado promotor de eventos deportivos, creador, fundador y dueño de la empresa Matchroom Sport, que se dedica a la organización de combates de boxeo fundamentalmente, pero no exclusivamente, ya que también ha incursionado en el golf, bowling, ping pong y muchos otros deportes.

Eddie creció con ese camino: Nació el 8 de junio de 1979 en Essex, Inglaterra. Pronto conoció el trabajo de su padre y se sumó para darle un impulso mayor, algo más grande aún. Porque a la notable cartelera de boxeadores que sumó a su escudería, tales los casos de los pugilistas Kell Brook, Anthony Joshua, Tony Bellew  Jamie McDonnell, Daniel Jacobs, Scott Quigg, James DeGale, Luis Ortiz, Khalid Yafai y Lee Selby, entre muchos otros, que están bajo la órbita de su empresa, su manejo y expresión lo han convertido en un imán para la industria.

Sus veladas fueron siempre exitosas y en los últimos años organizó mega eventos, como el que realizó en el mítico estadio de Wembley para que 90.000 espectadores vean a Anthony Joshua vencer a Wladimir Klitschko para unificar los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Internacional de Boxeo (OIB). Muchos pensaban que podía ser una prueba dura para Joshua, que su carrera aún era incipeinte como para medirse ante un hombre de la trayectoria de Klitschko, pero Hearn siempre tuvo en mente el combate: “ Es el enfrentamiento entre un león joven que se mide contra el Maestro”, declaró cuando se estaba por concretar la pelea. Y agregó: ¨¿Es demasiado pronto para Anthony Joshua? Tal vez, pero no es eso lo que hace que el choque sea emocionante?”

Anthony quiere la pelea. Wladimir también quiere la pelea y si todo va bien vamos a superar los obstáculos que vienen con la magnitud de esta velada”

Lo concreto es que el combate se realizó y Eddie lo definió como “La noche más grande de la historia del boxeo británico”.

En cada combate puso su sello. Su voz. Tanto para armarlo, para organizarlo o para justificar resultados, derrotas o victorias. Por eso sus declaraciones siempre estuvieron en el candelero.En cada pelea, una participación. 

Pero no interrumpe su marcha. A pesar de algunas diferencias verbales, sueña con sumar a Deontay Wilder a sus filas. Es cierto que el norteamericano alguna vez aseveró que su combate con Joshua no se hacía por las trabas que ponía el promotor del británico, Hearn, pero esto no parece importarle al empresario, que afirmó: “Si yo fuera Deontay Wilder, ¿cómo no voy a pensar que firmar con nuestra promotora no es un buen negocio?”. Quienes manejan a Wilder insisten en realizar el agaurdado combate ante Joshua en Las Vegas. Han hecho una oferta muy grande (se habla de 50 millones de dólares para el británico) con tal de que la pelea se haga en América. Esa suma, impresionante por cierto, no le mueve un pelo al promotor. Para Hearn, el dinero que le puedan ofrecer no tiene influencia; quiere muchas condiciones para que su representado cruce el Océano Atlántico, una de ellas es mantener el control de la organización de la pelea. Y Joshua cree que “ese combate se lo debo ofrecer a todos mis fanas que me han apoyado en Inglaterra, así que debo hacerlo allí.” El tironeo será largo. La expectativa de la empresa es que el gran enfrentamiento se haga en Septiembre en Londres, unos meses antes de que expire el contrato entre Joshua y Matchroom, que tiene fecha de caducidad en noviembre, aunque ya se habla de una renovación por una cifra importante, algo así como cien millones de libras esterlinas por tres peleas. Anthony sabe que allí hay un gran negocio, y todos descuentan que continuará ligado a la compañía de Hearn.

Mientras, Eddie no se detiene en su proyecto conquistador. Julio César Chávez Jr., el hijo del gran Julio César Chávez, también podría sumarse a sus filas y ya tiene pensado que hará tres combates para la empresa Matchroom Boxing. El acuerdo no se selló, pero el propio pugilista señaló que es muy posible que se haga.

Tiene una participación activa en los medios y en las redes sociales; hace muy poco se encontraba sólo en el aeropuerto de Tokio, tras la pelea de McDonell vs Inoue y a la espera de su vuelo a Los Angeles para el choque entre Kal Yafai vs David Carmona, bien entrada la noche, se le ocurrió tuitear: “Estoy sentado en el aeropuerto de Tokio, No estoy seguro quien pueda estar levantado ni donde,  pero hablemos de boxeo…”, invitó a sus miles de seguidores. En segundos se armó un multitudinario chat entre expertos, fanáticos, amantes y conocedores del pugilismo para hablar, preguntar, argumentar y exponer sobre variados temas del boxeo. Uno de ellos le preguntó: ¿Cuáles serían las tres peleas que quisieras organizar este año? Y su respuesta fue rotunda y sin vueltas: “Anthony Joshua vs Deontay Wilder; Brook vs Khan y Canelo vs Jacobs”.

Claro que en poco tiempo recibió más de 700 preguntas y, tal como sucede en las redes sociales, los comentarios y las inquietudes variaron desde lo más serio y profundo acerca del deporte a frases que pretendían ser ingeniosas acerca de sus múltiples viajes, el jet lag, cuando veía a la familia y también agradecimientos por todo lo que hacía por el boxeo.

En ese diálogo espontáneo y libre con sus seguidores hubo también muchas cosas para destacar. Prometió múltiples anuncios a fines de junio; destacó el talento especial de Inoue en la pelea frente a McDonnell; y, tras el gran KO que consiguió Yafai ante Carmona y su esplendoroso debut en Estados Unidos, enseguida trascendió el posible choque entre el hombre de Birmingham y “Chocolatito” González; y ya no tuvo tiempo de continuar la conversación, porque el paso de las horas y los días lo llevaron a otros temas, aunque siempre mantiene un canal abierto con sus seguidores.

Su último paso por New York fue para hacer un anuncio de los grandes; para entrar en territorio americano a pie firme y con la convicción de que puede conquistar el negocio y la organización en el país más importante de este deporte.

Su proyecto pretende ser de 8 años (mínimo) con una cartelera que programe 16 peleas en cada uno de esos años, y con cifras millonarias en juego para los pugilistas.

Su empresa promotora “Matchroom Boxing” se ha unido con la empresa de medios, Performance Group, la productora digital líder en Estados Unidos, para crear un proyecto conjunto, de mil millones de dólares, en lo que fue anunciado como el “Acuerdo más grande en la historia del boxeo.” A este grupo se vincula DAZN, el primer servicio de transmisión de deportes en vivo del mundo, que brinda a los aficionados acceso ilimitado para ver la mayor variedad de deportes en vivo y bajo demanda en cualquier dispositivo conectado a Internet. DAZN promete ser el nuevo Netflix del Deporte, y se rumorea que hasta las grandes cadenas como Showtime, HBO y otros gigantes de las transmisiones de boxeo (o del deporte en general) están preocupadas por su aparición. Por ahora sólo está distribuida en Alemania, Suiza, Austria, Canadá y Japón, pero promete expandirse de manera muy rápida.

Las 16 veladas de boxeo programadas para cada año tendrán lugar en los escenarios más calificados de Estados Unidos; los combates se transmitirán por Streaming y la gran apuesta es producir una nueva generación de fanáticos del boxeo para revivir los mejores tiempos de esta disciplina.. “Es un proyecto de un billón de dólares; es lo más grande que se hizo hast el momento; también habrá 16 eventos en el reino Unido, con lo cual tendremos muchos trabajo”, señaló Hearn a la prensa en New York. Ese es el punto que aún provoca controversias y discusiones en todos los ámbitos donde se habla de boxeo. Un acuerdo semejante, con 32 veladas anuales divididas entre Inglaterra (o el Reino unido) y Estados Unidos, requiere de la presencia de boxeadores del más alto nivel. ¿Podrá cumplir Eddie y su empresa con semejante proyecto? Esa es la gran duda que revolotea en el ambiente,  si puede cumplir con ese objetivo, es decir, si puede armar 32 espectáculos de alto nivel. Es aún un tema que despierta dudas e incredulidad.

Eddie continúa con su camino. Ha construido un emporio sobre la base de la empresa que supo armar su padre. La mejoró, la elevó. La engrandeció. Y ahora va por un desafío que lo catapulte como uno de los más importantes promotores de la historia: La conquista de los Estados Unidos de América. Entonces, la celebridad se convertirá en leyenda.

 

Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)

Boxeadores y políticos

Cuando retratamos la vida de Alexis Argüello, nos centramos en su gloriosa historia deportiva y su trágico final. En el medio, algunas razones que desembocaron en la tragedia y, de modo tangencial, su vínculo con la política. Es que no es un detalle menor que ocupara el cargo que ostentaba. Más allá de todo lo que se teje sobre su muerte, Alexis Argüello había alcanzado la alcaldía de Managua, Ciudad capital de Nicaragua, un cargo relevante, importante y que abre paso a la reflexión de este número de Ring Side: Los boxeadores y su vínculo con la política. En tiempos electorales, es bueno repasar cuantos hombres pasaron del ring a los escritorios de los diputados, gobernadores, alcaldes, y otros cargos.

“Me gustaría disputar un último combate el año próximo, antes de retirarme del boxeo, para luego dedicarme a la política. Si soy electo senador estaré concentrado sólo en el trabajo y en la familia”. Así de claro y directo se manifestó Manny Pacquiao, el ídolo filipino quien siempre mostró sus inquietudes políticas. En 2007 se postuló para representar al primer distrito de Cotabato del Sur; fue derrotado por Marlene Antonino Custodio. En 2010 se recuperó y logró un lugar como congresista. Fue electo diputado por la provincia de Sarangani.  Entre ese año y 2013, asistió a 98 sesiones sobre un total de 168; presentó varios proyectos de ley que no superaron las comisiones legislativas pertinentes, pero tuvo una participación activa. No tanto a partir de 2013, donde su actividad política disminuyó.

Pero siempre se mantuvo cerca, como una vocación muy fuerte para él. Ahora anunció que se postulará para senador, en las elecciones que se celebrarán el 9 de mayo de 2016. Es un hombre adorado por su gente, un ídolo popular que por esa condición siempre tiene posibilidades de ser electo y hasta hay quienes predicen que ser senador será un primer paso para luego llegar a la presidencia de la República de Filipinas.

Vitali Klitschko se involucró en la política de su país, Ucrania, en 2005. Pudo desarrollar ambas actividades; mientras fue miembro parlamentario alcanzó el título Mundial de Peso Pesado del Consejo Mundial de Boxeo y de la Organización Mundial de Boxeo. Pero lo asombroso del ucraniano es su integración al mundo siempre difícil de la política y el desarrollo que le dio al partido que creó y a su propia carrera. Mientras se debatía en los rings, fundó la Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma (UDAR), y en 2014 logró vencer en las elecciones de Kiev y fue electo Alcalde de la ciudad. Su participación política es cada vez mayor, en un contexto donde las tensiones entre Ucrania y Rusia se mantienen, lo cual lo obliga a estar dedicado en la mayor parte del tiempo a esta actividad. Sin embargo, aún se hace un espacio para acompañar la carrera deportiva de su hermano Wladimir.

El mexicano Juan Manuel Márquez, Campeón Mundial de peso Pluma, Superpluma, Ligero y Superligero, es, y siempre será, muy recordado por el tremendo K.O. que le propinó a Manny Pacquiao el 8 de diciembre de 2012. Era el cuarto combate de la saga, y en el sexto round explotó con un terrible derechazo.

Algunos creen que tras los cuatro combates con Pacquiao sucedió el efecto contagio: Márquez manifestó su agrado por la política. En el tercer enfrentamiento lució el logo del PRI en su pantalón. Y manifestó su apoyo a Peña Nieto.

El propio entrenador, Ignacio “Nacho” Beristáin entiende que la política es su vida: “A Juan Manuel la política lo distrae; le quita tiempo. A mi, la política, cero. No me interesa para nada.” Y cree que ya es hora que se dedique a esta nueva actividad.

En la Argentina hubo varios casos de boxeadores (y boxeadoras!) que eligieron el camino de la política. Marcela Acuña es la pionera del boxeo femenino en nuestro país; la número uno; la que llenó, solita, el Luna Park; la Campeona Mundial de peso pluma y supergallo…En 2009 decidió incursionar en la política y fue electa concejal de Tres de Febrero por el Frente para la Victoria. Fue reelecta en 2013. Como un signo de estos tiempos (de la política, claro)  varió en los espacios de pertenencia: En junio de 2014 se unió al Frente Renovador de Sergio Massa y en octubre  de este año regresó a su partido de origen.

También Martín Coggi fue candidato a concejal de Brandsen por el partido vecinal. “Siempre fui peronista”, admitió el hijo de “Látigo”, quien sabe que el deporte a determinada edad se termina y debe prepararse para el futuro.

También hubo muchos pugilistas argentinos que supieron estar cerca de la política y sus actores. Desde el saludo de Gatica y Perón, hasta estos tiempos en que Víctor Ramírez suele tener el apoyo de Scioli.

Pero nada puede superar a Justin Pierre James Trudeau. El Primer ministro canadiense es un caso muy particular. Hijo de un ex Primer ministro, llegó a los 43 años al cargo, en representación del Partido Liberal.

Su vida agitada, emparentada con las excentricidades de sus padres, Pierre y Margaret, le valió una alta reputación. Pero esa fama está atada también a su pasión por el boxeo, deporte que practica dos ves por semana y hasta ha hecho combates a beneficio de entidades.

Y si de políticos amantes del boxeo se trata, habría que incluir a Juan Domingo Perón, Nelson Mandela, Tabaré Vazquez…Y una larga lista que une, de manera indisoluble al boxeo con la política. Porque las pasiones del hombre no tienen límites ni se circunscriben a una sola actividad.

 

Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)

Nace una estrella: Gervonta Davis

Venía cargado de buenos antecedentes y auspiciosas perspectivas, pero el público argentino amante del boxeo lo “descubrió” la otra noche, la del pasado sábado 21 de abril cuando, en un Barclays Center desbordante de gente y expectativa, en el corazón de Brooklyn, New York. Un estadio relativamente nuevo, pero que ya está instalado en el mundo del boxeo, en una ciudad que respira este deporte en todos sus rincones.

Gervonta Davis liquidó a un bravo y valiente Jesús Cuellar, quien se le plantó de entrada e intentó una pelea de corta distancia, quizás lo que más le gusta a Davis, para poder boxear, mostrar su repertorio y pegar con justeza. Un golpe al hígado derribó al argentino en el segundo round, y en el tercero una andanada de golpes de Davis acabaron con un Cuellar que no pudo resistir: cayó dos veces, en la segunda el árbitro decretó el KOT.

Lo había superado con amplitud y los argentinos asistimos a la confirmación de una nueva estrella en ascenso del boxeo mundial. Un hombre que boxeó y golpeó para arrasar a un gran batallador como es Jesús Cuellar. Lo vimos ese sábado por la noche, pero… ¿Quién es Gervonta Davis?

Nació en Baltimore, Maryland, el 7 de noviembre de 1994. Apenas había pasado los 5 años cuando se metió en el gimnasio “Uptown Boxing Gym”, mientras comenzaba sus estudios en el Harbor Digital School. Había quedado involucrado en una reyerta callejera y, a pesar de su muy corta edad, sus tíos consideraron que lo mejor era que ingresara al gimnasio a practicar deporte. Sus padres estaban muy lejos, ausentes, con problemas de adicciones que lo alejaban de Gervonta y sus hermanos. Esa ausencia paterna derivó en un pequeño Gervonta lejos del calor de un hogar, muy cerca de los problemas de la calle y con un desfile incesante por distintos hogares de crianza que lo cobijaron.

Las calles de Baltimore eran un peligro constante que aún hoy recuerda con mucho dolor: “Las personas que conocí en esos años están muertas o en la cárcel”, aseveró en un reportaje. “En realidad, Balitmore es peor de lo que han visto en la serie The Wire”, confesó alguna vez.

Recibió, enseguida, el apodo de “Tank”, que para algunos es “Tanque” y para otros tiene que ver con el tamaño de su cabeza. Pronto, algunos vieron en él un pugilista del estilo de Mike Tyson, pero de un tamaño más pequeño en lo físico, y zurdo.

En 2012 ganó el Torneo Nacional Amateur Golden Gloves, y al año siguiente hizo su debut profesional. Su carrera amateur fue extensa y exitosa, donde obtuvo 206 victorias y 15 derrotas. Pero había llegado el tiempo de hacerse profesional.

Fue el 22 de febrero de 2013 y venció a Desi Williams por KO1, en una presentación que sería un anticipo de una carrera jalonada por victorias categóricas y rápidas. Los nocauts se sumarían en cadena, en un desfile a lo largo y a lo ancho del país: El “Tanque” se presentaría en Baltimore, Washington, Pittsburgh, Atlantic City, Orlando, Paradise (Nevada), Hollywood (Florida)…Un camino variado y siempre con el knock out como compañero de ruta.

El 14 de enero de 2017 ganaría su primera corona mundial. En el Barclays Center iba a vencer al portorriqueño José Pedraza por KOT7 para sacarle el Título Super Pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Una durísima derecha en el rostro de Pedraza acabó el pelito, un golpe furibundo que entró limpio en la mandíbula del boricua y lo envío a la lona. Una estrella se consagraba bajo los cielos de New York. Con el padrinazgo del célebre Floyd Mayweather, aparecía un nuevo niño mimado, un héroe de mirada limpia y puños de acero. Claro que el estilo de Davis se distancia del que lucía el gran Floyd. Este era un artista del ring, de piernas muy veloces y movimientos laterales que desarmaban a cada adversario. Davis prefiere un boxeo más directo y agresivo, que liquide a los rivales.

Luego fue el momento de mostrarse al mundo; la primera defensa, ante Liam Walsh en Londres, de visitante y poniendo en riesgo la flamante corona: KOT3 fue el resultado de otra victoria contundente.

Después llegaría el tiempo del costarricense Francisco Fonseca, a quien batió por KO8 en el fabuloso estadio T Mobile Arena en Paradise, Nevada, como choque de semi-fpndo en la muy promocionada y difundida velada de “Money” Mayweather y Connor Mc Gregor.

En esa magnificada noche, Davis llegó con la frustración de no haber podido dar el peso (llegó con 132 libras cuando el límite era 130) y dejó el título antes de combatir. “Pido disculpas a mis fanáticos y seguidores”, escribió Davis en Twitter. “Pero voy a  reparar esto”.

De todas formas se iba a imponer en una pelea que  iba a resultar más atractiva que el propio combate de fondo; la contienda Davis-Fonseca, al cabo, iba a estar en el centro de las polémicas por su definición. Davis había sido superior a lo largo de las 7 vueltas, pero un golpe que rodeó la nuca de Fonseca, que muchos vieron fuera de los límites legales, acabaron con el pleito. Davis había hecho una buena pelea, e incluso en el cuarto asalto se puso en varias oportunidades las manos detrás de la espalda, dejando su cuerpo y rostro totalmente descubiertos, en una demostración de seguridad y confianza, que Fonseca tomó como una abierta provocación y le alteró su tranquilidad. Y el trabajo de Davis terminó por acabar con su resistencia.

De esa pelea se han dicho muchas cosas. Tanto de la preparación de Davis como la resolución que tuvo el enfrentamiento. Lo cierto es que entre todo lo que ha trascendido, se dijo que el “Tanque” no llegó a dar el peso por un problema que surgió en la preparación; cuando faltaba un mes para la pelea, en el Uptown Gym Davis se enredó en una pelea con su hermano y cuando los guardaespaldas los fueron a separar, Davis golpeó a Anthony Wheeler, un amigo de su infancia, quien cayó noqueado. The Baltimore Sun relató ese incidente, que concluyó con su amigo en el hospital, con un cuadro de conmoción cerebral, una orden de detención que fue resuelta con una fianza de U$ 100.000 y un dolor de cabeza que influyó en forma profunda en su ritmo de entrenamientos.

Así llegó a su última función. La más vista por el público argentino, la que le dio la puerta de entrada a usted, querido lector de Ring Side, que tal vez haya puesto los ojos en él, pero que si no lo había hecho, en esta última presentación en el Barclays center de Brooklyn, New York, pudo ver a un boxeador ascendente y de gran futuro en toda su dimensión.

La velocidad, el juego de piernas, la justeza de sus golpes, el ataque incesante fueron todas las variantes que mostró en una noche lúcida. Jesus Cuellar fue bravo y valiente para buscar el combate, pero el repertorio ofensivo de Davis lo hicieron muy superior.

Hoy la vida le ríe y canta. Ha ganado el Super Título superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo; está clasificado como el cuarto mejor boxeador activo, libra por libra, empiezan a aparecer grandes ofertas, sueña con ser una de las estrellas del ‘pay per view’, piensa en futuros rivales, y hasta dejó trascender que podría sumarse a las huestes de la UFC (Ultimate Fighting Championship)…

Mientras su manejador, Floyd Mayweather analiza si Jessie Vargas o Vasyl Lomachenko serán las próximas estaciones, el público del boxeo celebra la aparición de una nueva estrella en su firmamento. Una figura creciente, que deslumbra y atrae con un estilo de boxeo agresivo, potente, veloz. Un boxeador que promete grandes veladas y un futuro auspicioso.

“Sólo quiero mejorarme a mí mismo”, escribió hace muy poco en su cuenta de twitter. Así está Gervonta. Disfruta de los días felices, después de haber dejado atrás un pasado de dolor.

 

Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)

La carrera de Sergei Kovalev se llenó de interrogantes

Apenas un año había pasado del 2 de abril que marcaría a fuego la historia de la Argentina. Un tiempo corto, donde la melancolía le daba paso a la reflexión y a abrir una puerta al futuro.

El 2 de abril de 1983, mientras el país recordaba el primer aniversario del desembarco en Malvinas, en la lejana Cheliábinsk, en el corazón de la entonces Unión Soviética y hoy Federación Rusa, nacía Sergey Kovalev, en un hogar humilde. Una ciudad con muchas fábricas y gente fuerte que buscaba sobrevivir en ella. No todo el salario se pagaba con dinero, sino con especias y la familia de Sergei lucha por subsistir. Eran tres hermanos y la madre y su padrastro trabajaban en la misma planta de tractores. Con lo que juntaban entre ambos, sobrevivían.

Nada hacía prever que se iniciaría en el boxeo, pero a los 11 años un amigo del colegio lo invitó a un gimnasio que había muy cerca y allí conoció su futuro: le encantó la actividad y aunque no tenía muy claro de que se trataba, algo vieron en él que lo llevaron a los entrenadores a seguirlo, a cuidarlo, a empezar a guiarlo. Era flaco, pequeño y poco visible. Había chicos en el gimnasio que mostraban más talento que él. Pero quienes eran en verdad más débiles, abandonaron. Y quienes, como Sergei se mostraron más fuertes, continuaron. Y mostró uno de los espíritus más fuertes. El tiempo de las carencias iba a comenzar a quedar atrás.

A los 12 años dejó el boxeo; había fallecido su padrastro y lo envolvió la tristeza. Sin embargo, sus entrenadores no querían que abandonara. Lo valoraban mucho por su calidad humana e insistieron para que retomara los entrenamientos. Mandaban a sus amigos a que lo fueran a buscar a la casa y lo llevaran otra vez al gimnasio. Su madre entendió que debía hacerse fuerte para cuidar a sus hermanos menores. “El debía hacerse el hombre de la familia; para ayudar a sus hermanos e incluso a mí. Maduró muy rápido, aunque aún era un chico. Se vieron cambios drásticos en él. Dos o tres meses después del fallecimiento de su padrastro, Sergei se volvió todo un hombre”.

Tres años más tarde haría su debut amateur en el Campeonato Junior de Boxeo de Rusia. Allí ganaría la medalla de oro en peso mediano y comenzaría una interesante carrera amateur que pronto decidió volcar al mundo profesional. Kavlev sabía que ingresaba en un mundo difícil y competitivo, entonces decidió tomar decisiones fuertes en la búsqueda de su camino. Aun cuando era joven, tuvo que madurar muy rápido. En el año 2009 se mudó a Carolina del Norte, para iniciar su carrera en el gran escenario que siempre significa Estados Unidos.

“Viajé a Norteamérica porque en el boxeo amateur no existen las chances de ser campeón del mundo. De pequeño, mi ilusión era conocer América, ver los edificios altos que veía por televisión…Además, no había demasiado dinero en Rusia. El dinero se gana aquí, en Estados Unidos”, afirmó sobre su traslado.

Allí comenzó su carrera profesional. A los 26 se lanzó a conquistar el mundo. Sin embargo, le costó hacerse un nombre, meterse en las grandes carteleras. En los primeros combates el dinero no abundaba, aunque el éxito lo acompañaba. Ganó sus primeros 9 enfrentamientos, con un alta dosis de k.o. Su imagen crecía aunque aún no daba el gran salto.  Paseaba su fortaleza por California, Illinois, Carolina del Norte, Washington, Lousiana, Nevada, Georgia, Pensilvania…

El 5 de diciembre de 2011 llegaría una pelea que marcaría su vida para siempre. Aquella noche en Ekaterimburgo, en Rusia Central al pie de la Cordillera de los Urales, vivió la noche que jamás debió haber deseado vivir. El combate contra Roman Simakov terminó por ser un mojón desgraciado en su carrera. No se avizoraban contratiempos ni maldiciones, pero el desarrollo deparó un desenlace fatal e inesperado.

Kovalev fue dueño de las acciones desde el inicio, llegaba con facilidad y golpeaba al oponente, pero no parecía una paliza despiadada. Sin embargo, logró derribarlo en el 6to round, y volvió a hacerlo en el 7mo, pero al levantarse ya no podía moverse Simakov. El referi paró el combate de inmediato y le otrogó la victoria a Kovalev. A Simakov lo colocaron sobre una lona roja que oficiaba de camilla y fue directo al hospital. Entró en coma, y a los tres días, falleció. Kovalev oró por él durante por él  los 3 días de agonía, pidió perdón a la familia de Simakov  y les dió el dinero de su bolsa de su siguiente combate.

La cara más triste y dolorosa de esta actividad se había cruzado en su camino. “Mi objetivo era vencer a Simakov, no quería dañarlo. Después del  cuarto round percibí que algo no estaba bien en él. Incluso, el último golpe  no fue tan fuerte como el anterior”, señaló Kovalev a la prensa rusa.

Tras unos días de reflexión,  Kovalev le habló al público. Allí expresó su dolor y dejó sus sensaciones de esa pelea.  Describió el comienzo como “tranquilo”, con un comienzo  mesurado,  que  en el 4to round se lastimó el pulgar izquierdo, el mismo que se había operado cuatro años antes, lo cual lo hizo trabajar con mayor mesura aún, lo que le permitió a Román desarrollar su pelea.  Kovalev creía que tras la caída del 6to round Roman no saldría a combatir al siguiente asalto. “Deseaba que el combate fuera detenido.  En mi pulgar sentía el castigo que había propinado.  En el 7mo round, cuando Román da un paso atrás, lo golpeo en el antebrazo. No creo que ese golpe pudo haber generado la tragedia.  Después fui  a verlo al vestuario, pero ya lo habían llevado al hospital. Fue un peleador; fue todo un hombre. Permitan que su alma descanse en paz.  Le pedí a mi manager poder hablar con su familia, pero no quieren saber nada de nosotros. Y lo comprendo perfectamente. Es horrible perder a una persona  amada. Si vuelvo a subirme a un ring, mi combate será dedicado a él. Toda mi bolsa será para sus deudos. Perdoname, Roman y  descansa en paz, guerrero”

También Natalia Kovaleva, la esposa del campeón, manifestó en un documental llamado “La vida después de la muerte: La pelea más dura de Kovalev” cuanto influyó en ella ese combate: “Fue un shock para todos. Sergei no pudo dormir esos días, estaba muy afligido, veía una y otra vez el match, fuimos a la iglesia mientras Simakov estaba en coma en el hospital, encendimos una vela por él y rezamos por su recuperación. Sergei se retrajo sobre sí mismo, él es el tipo de persona que se guarda todo dentro de sí, rara vez expresa sus emociones, él fue educado así…A partir de ahí, mi mirada sobre el boxeo cambió de forma total. Ya no lo contemplé sólo como un deporte; cada vez que mi marido va a pelear me preocupan más las consecuencias del combate que si obtiene la victoria…”

“Esos días los pasé muy mal”, recordó más tarde Sergey Kovalev. Se recluyó y se tomó dos meses para regresar al gimnasio. “No pude hablar con los familiares de Roman. No sé qué les diría. No lo sé. Perdón…pelearé por mí y por él…” Recién en junio de 2012 regresó a los cuadriláteros para darle el desquite a Darnell Boone. Fue victoria y volver a encaminar la carrera.

El 19 de enero de 2013 derrota con total claridad al ex campeón mundial semipesado de la AMB, el español Gabriel Campillo. Allí tiene un combate de los llamados “consagratorios”: El ruso lo domina de principio a fin, le hace sentir el rigor, y lo derriba tres veces en el tercer round para acabar el pleito.

Ese 2013 vendría con más alegrías; el 17 de agosto de ese año vencería a Nathan Cleverly para ganar el título semipesado de OMB.

Los flashes de la gloria comenzaban a iluminarlo. Y otro paso trascendental sería el éxito ante Bernard Hopkins el 8 de noviembre de 2014 en Atlantic City, New Jersey. Allí alcanzaría los títulos semipesado de la FIB y el de Supercampeón de la AMB, amén de mantener el de la OMB.

Siguió con la cerrada victoria ante el canadiense Jean Pascal, en un combate cambiante, que ganó por KO técnico en el 8vo round, en lo que para muchos fue una decisión apurada del árbitro, tras un buen desempeño de Kovalev en el asalto anterior.

Contra el francés Mohammedi mostró toda su potencia y en el desquite frente a Pascal no dejó ninguna duda: lo apabulló toda la noche, y en el séptimo round Freddie Roach, coach del canadiense, decidió que lo mejor era no continuar el sufrimiento.

El 11 de julio último regresó a la misma arena donde sucedió la desgracia. Otra vez en su país, otra vez ante su gente, otra vez ante los fantasmas y los malos recuerdos. Allí se midió natal ante el africano Isaac Chilemba a quien venció por puntos en fallo unánime.

Luego, vendrían las noches tristes. El 19 de noviembre de 2016 caía en su primer combate ante André Ward, en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada.

Allí perdió los Títulos Mundiales OMB, FIB y Super AMB, en la categoría semi pesado.

Fue por la revancha el 17 de junio de 2017 y volvió a caer, en otra noche apagada, donde acusó un golpe bajo, discutible, tal vez, pero donde no mostró variantes ni rebeldía para sobreponerse a ese fallido e ir por la gloria.

Parecía acabarse su carrera. Sin embargo, logró tener una nueva posibilidad ante el retiro de André Ward y fue por esa oportunidad. En noviembre del año pasado venció al ucraniano Vyacheslav Shabranskyy y conquistó el título Mundial semipesado de la OMB. El 3 de marzo de este año venció al ruso  Igor Mikhalkin y sumó el título mundial de la categoría sempiesado de la IBA.

Todo parecía empezar a retomar la senda victoriosa, hasta esta noche del 4 de agosto, cuando una nueva figura emergió en su camino: El colombiano Eleider Alvarez lo superó, tras una contienda dura, donde tuvo su momento Kovalev, pero al final sucumbió.

El colombiano nunca perdió la calma y lo noqueó en el séptimo, tras derribarlo tres veces.

Sergey Kovalev, el hombre que vino del Este, el aventurero que armó su camino deportivo y su vida en Estados Unidos, volvió a sufrir un tropezón, y su carrera se empieza a llenar de interrogantes.

 

Hernán O’Donnell

 

Deontay Wilder le abre la ventana al futuro

Estaba perdido. O al menos, eso parecía. El cubano Ortíz lo había dominado, incluso en el séptimo round sacó una ventaja de dos puntos (10-8) aún sin derribarlo. La noche de Brooklyn se llenaba de dudas e interrogantes para el campeón mundial pesado, Deontay Wilder. Estaba muy complicado y era difícil pronosticar una recuperación.

La pelea había transcurrido por un clima electrizante. Wilder se vio superado en los primeros rounds y de a poco el desarrollo se transformó en una gran preocupación pues era dominado por su adversario: Luis Ortíz, un enorme mastodonte cubano apodado King Kong, que el público argentino conoció bien de cerca cuando enfrentó a Matías Vidondo y lo derrotó por KOT 3, tras derribarlo en el segundo asalto. En ese entonces se apreciaban las virtudes de un pugilista fuerte y contragolpeador, pero que no pudo alcanzar esa luz de diferencia para controlar la pelea y llevarse la gloria.

Los primeros asaltos fueron para el cubano; pero en el quinto apareció Wilder y con un derechazo derribó a Ortíz. El campeón descontaba dos puntos, tras haber cedido los primeros 4 rounds.

Se recuperó “King Kong” y logró volver a estar en pelea en el sexto asalto y en el séptimo se vio lo mejor de su producción. Se lo llevó por delante al campeón, lo “empujó” contra las cuerdas, y con una buena combinación de golpes le hizo pasar un mal momento. Incluso cerró la vuelta con una derecha que impactó de lleno en el rostro de Wilder y parecía dejar todo listo para la definición.

Pero no lo remató. Le permitió que respirara y Wilder se recuperó en los dos siguientes rounds.

Y llegó el 10º asalto con una definición, impensada, imprevista, sorprendente: Una avalancha de golpes, desordenada y potente, encontró agujeros en la defensa de Ortíz, y Wilder no se detuvo ni mostró contemplaciones. Con mucha fuerza, algunos yerros y mucha agresividad, descargó una catarata de golpes que derrumbaron al cubano y terminaron con el pleito. Ortíz había dejado pasar su momento y su oportunidad;  Wilder, en cambio, cuando olió sangre, arremetió con fiereza.

Deontay Wilder recorrió un largo camino para llegar a la noche de su consagración. Nacido en Tuscaloosa, estado de Alabama el 22 de octubre de 1985, a los 19 años comenzó su carrera amateur: su novia estaba embarazada y debía hacerse un futuro para darle seguridad a su familia. Su beba nació con una enfermedad llamada espina bífida, una malformación congénita en la que existe un cierre incompleto del tubo neural. Por imperiosa necesidad, debía progresar y darle un sustento a sus seres queridos. Se abrazó al boxeo como una salvación. Así, alcanzó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

A los 23 años hizo su debut profesional ante Ethan Cox, al que derribó tres veces en el segundo round y entonces se detuvo la pelea.

Comenzaría una carrera exitosa, con victorias que se encadenarían una tras otra, y luego de 32 peleas ganadas, le llegó la oportunidad  la noche del 17 de enero de 2015 en el MGM Grand Garden Arena, en Paradise, un suburbio de Las Vegas, estado de Nevada, para derrotar al haitiano-canadiense Bermane Stiverne y alcanzar el título Mundial Pesado del Consejo Mundial de Boxeo (WBC).

Tenía potencia y experiencia: había sido sparring de Wladimir Klitschko, con quien asegura haber hecho más de 50 rounds de guanteo; incluso hay quienes afirman que Wilder, apodado “El bombardero de bronce”, fue de los más exigentes que tuvo el ucraniano. Envalentonado, tras ganar en su primera defensa a Eric Molina, a quien envió a la lona en cuatro oportunidades, Wilder proclamó su deseo de enfrentar a su viejo conocido: “estuve tres años en el campamento de Klitschko, he aprendido mucho de él y ahora quiero enfrentarlo”, desafió. Pero el tiempo no le dio la chance.

Por esos años ya quería armar su propia historia: “El boxeo ha tenido grandes campeones de Peso Pesado; es tiempo de recuperar ese lugar que tuvo Estados Unidos hace no mucho tiempo con Mike Tyson, Evander Holyfield o Riddick Bowe, pero a mí aún me confunden con LeBron James”, señaló en referencia a su parecido con el gran jugador de Basquetbol, campeón de la NBA con Miami Heat y Cleveland Cavalliers.

Vendrían más defensas exitosas de su título: ante Johann Duhaupas, a quien sometió a un gran castigo antes de vencerlo por KOT 11 y luego ante el polaco Artur Szpilka, en el Barclays Center de Brooklyn, donde estuvo en aprietos pero logró un fulminante KO 9, que demolió al europeo e incluso debió ser retirado del cuadrilátero en camilla ante la falta de reacción.

A poco más de un mes del fallecimiento del legendario Muhammad Alí, Wilder debió defender su título ante Chris Arreola, por lo que decidió homenajearlo con una chaqueta con su figura y un  pantalón que lucía la célebre frase “Flota como una mariposa, pica como una abeja”. Otro KO y otra defensa exitosa del cinturón.

Luego enfrentó a su compatriota Gerald Washington, a quien venció por KO 5, tras una pelea que fue de menor a mayor y ratificó su buen momento.

Pero siempre parece haber un tropiezo en las carreras de las grandes figuras, y “El Bombardero” no es la excepción; en junio de 2017 fue detenido tras ser acusado de posesión de marihuana, y luego fue puesto en libertad, con la pena de cumplir 60 horas de servicio comunitario en un gimnasio cerca de su hogar. Wilder afirmó que la sustancia no era de su propiedad, que fue hallada en su auto, pero que él solía dejarlos bajo la custodia de muchas personas o que incluso los usen cuando viaja fuera de la ciudad.

A fines de 2017 le llegaría un examen importante, calificado: El desquite ante Bermane Stiverne, su escalón para llegar al campeonato Mundial Pesado. La primera pelea había sido dura y se aguardaba por el nuevo episodio, pero Wilder lo resolvió en el primer round con otra andanada de golpes, que incluso parecían prolongarse en la caída del haitiano-canadiense y al referí le costó separar a Wilder para alejarlo de la zona y decretar el KOT 1.

Así llegó a la noche estelar del 3 de marzo ante el cubano Ortíz. Ahora se habla de Anthony Joshua, de peleas estelares en las carteleras más importantes del mundo, en la chance de convertirse en el Rey libra por libra, en la tentación que le ofrece Oscar de la Hoya para sumarse a sus filas y volverse el más taquillero de los “pay per view”, las puertas que se abren para observar el abanico de oportunidades y deshojar la margarita de las posibilidades más atractivas. ¿Joshua? Habrá que esperar su pelea ante Joseph

Parker y ver cómo sigue su camino; además, Anthony Joshua hoy es una de las grandes estrellas de los escenarios y podría todas las condiciones para un hipotético combate. Incluso la bolsa, el órgano más sensible del ser humano, sería muy desventajosa para Wilder. Y también pesa la opinión del inglés, quien se ha mostrado un poco despreciativo hacia las condiciones boxísticas del americano. ¿Tyson Fury? Depende de Fury mismo. Si decide meterse nuevamente en el ruedo. ¿Otra versión, la tercera, ante Stiverne? Hay quienes arriesgan que es una posibilidad certera.

Es tiempo de pensar, evaluar y elegir.

Todo se volvió realidad una noche. La noche que pareció estar en peligro, que la corona tambaleaba y el reinado se acababa, pero su fuerza, su voluntad y una remontada feroz le permitió cambiarla por la noche de la consagración, y la ventana que se abre a un futuro promisorio.

 

Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)