RB Leipzig logró una importante victoria en un partido electrizante

La “Aplanadora Alemana” mantiene el mismo sistema, la misma forma de jugar y el mismo espíritu lúdico en cualquier estadio donde deba presentarse. Y eso lo lleva a asumir riesgos, a veces no medir el equilibrio y en alguna oportunidad a descuidarse en la retaguardia. Es un equipo interesante el de Julian Nagelsmann, que busca siempre atacar con muchos futbolistas, pero que también sabe replegarse y trabajar en defensa. Lo que le falta, a veces, es encontrar el equilibrio, o los momentos justos del partido, para encarar esas acciones. Por lo demás, es un conjunto muy atractivo para ver, con buenas intenciones y un trabajo muy marcado.

Ante Istanbul Basaksehir hizo un buen primer tiempo; con un sentido permanente de juego colectivo, la dinámica de Sabitzer, las coberturas de Kampl, el trabajo de Haidara y Dani Olmo para unir el ataque y la habilidad del sueco Forsberg para la organización del juego. Todo, con la referencia de Poulsen en ataque. El local se vio complicado por el compromiso de RB Leipzig y no era suficiente el recorrido de Visca y Türuc por las bandas.

Llegó el remate de Sabitzer a los 25′, aunque el desvío en Poulsen no terminó de acreditar quien fue el autor del tanto, que el árbitro concedió al delantero. En definitiva, el partido quedaba 0-1 para RB Leipzig.

Sufría el local, incluso con la primera variante obligada. A los 35′ N. Chadli debió ingresar por el lesionado B. Bolingoli-Mbombo. Y no era lo único, pues a los 43′ Mukiele aumentó el marcador a 0-2.

Sin embargo, en un tiro de esquina el equipo de Estambul iba a lograr el descuento; iban 45+2′ cuando I. Kahveci aprovechó para tomar una pelota que quedaba fuera del área y sacó un remate combado que se metió en el palo derecho de Gulacsi; el primer tiempo terminaba 1-2 para el conjunto alemán.

El local arrancó el segundo tiempo con dos cambios: M. Tekdemir entró por B. Ozcan y A. Epureanu lo hizo en lugar de M. Skrtel, en tanto en la visita Adams reemplazó a Kampl.

Fue más el Leipzig en el inicio del complemento; con el mismo espíritu de ataque, con el aprovechamiento de las bandas a partir de las proyecciones de Mukiele y Angeliño. A los 60′ Forsberg se perdío un gol sólo debajo del arco, pero su remate pasó al lado del palo derecho del arquero local.

Giuliano entró por Visca en Istanbul a los 64′, en tanto en la visita Sorloth reemplazó a Forsberg. Y enseguida llegó el tercer gol del equipo alemán.

Fue una buena jugada de Angeliño, pase a Dani Olmo y este se sacó de encima a su marcador con un notable movimiento, enganchó hacia adentro y marcó con un fuerte remate a los 65′ para dejar el partido 1-3.

Sin embargo, no iba a lograr la tranquilidad que esa diferencia podía transmitirle, porque Istanbul no se rindió y muy pronto volvió a achicar la diferencia en el marcador.

Iban 71′ cuando  Kahveci sacó un tiro lejano, con buena precisión y volvió a derrotar a Gulacsi. El partido quedaba 2-3 y era ya un compendio de emociones y sobresaltos.

Y quedaban muchas más emociones que no imaginábamos. Porque el conjunto local se sintió estimulado y fue por más. A los 83′ realizó su última variante: E. Crivelli entró por F. Gulbrandsen; y llegó al empate con un soberbio tiro libre de Kahveci a los 85′ para poner el encuentro 3 a 3.

Todo estaba abierto y en los minutos finales los dos buscaban quedarse con el premio mayor; habían pasado casi todos los minutos de juego y el partido otra vez quedaba mano a mano. Nagelsmann movió el banco: a los 87′ dispuso que J. Kluivert ingresara por Dani Olmo; era una de sus últimas cartas.

Y como apostó, ganó. Fue Sorloth quien a los 90+1′ disparó desde afuera del área y logró el cuarto tanto de un partido electrizante para poner las cosas 3-4.

Ya casi no había más tiempo. Un cambio más para el equipo alemán: a los 93′ W. Orban reemplazó a Haidara. Era el cierre para un equipo que siempre fue al frente, que buscó la victoria con convicción y que, con muchos sobresaltos, la consiguió en un partido que puede ser muy valioso para la clasificación.

Hernán O’Donnell