Con desniveles, Milan ganó en Génova y sigue su año exitoso

El inicio fue complicado para el Milan. Tuvo unos diez minutos de apremio, porque Sampdoria salió a apretarlo, con la pelota bajo la suela de Candreva y un entusiasmo de todos que lo llevó al local ilusionarse. A los 7′ llegó el tiro de esquina del volante de Sampdoria y tras una serie de rebotes fue Augello quien pudo cabecear, pero el vuelo epsectacular de Donnarumma desvió el balón al corner.

Tras ese ataque inicial, apareció el conjunto de Pioli. En una jugada rápida y electrizante, le mostró sus credenciales. Salió por derecha, Tonalli combinó con Calabria, quien trepó y habilitó a Rebic, para que su remate también fuera sacado por el portero, esta vez el local Emil Audero, para desviar al corner. Iban 11′ y a partir de allí surgió el dominio de la visita.

Milan extrañó a Zlatan Ibrahimovic; pero, más que nada, para la definición, para la puntada final, para ese toque de distinción que el sueco tiene en cada maniobra y le permite tomar de modo correcto la última decisión: el pase habilitante, o la pausa, o la maniobra individual, o el toque exacto y preciso. En esa puntada final lo añoró, pues la visita se apropió de la pelota y tuvo mucho tiempo el control, pero no pudo concretar.

A los 38′ un pelotazo exacto de Theo Hernández para Rebic pudo terminar bien, pues el delantero peleó el balón, sorteó la salida del arquero y cuando definió contra el arco, apareció el pie salvador de Ferrari para sacar la pelota en la línea de meta.

Sin embargo, antes de terminar el primer tiempo al Milan le quedaba una bala. Cabezazo de Hernández, el brazo alto y en forma antinatural del defensor Colley encontró el balón, y el penal, a los 44′ fue aporvechado por Kessie para sellar el 0-1 con un remate elevado y al medio.

En el segundo tiempo los dos se presentaron con modificaciones; en el equipo genovés ingresaron A. Ekdal por A. Silva y M. Damsgaard en lugar de J. Jankto. En la visita, Hauge por Brahim Díaz.

Milan intentó mantener su dominio y a los pocos minutos, a los 47′ para ser precisos, Tonalli pegó un disparo en el palo. Pero eso fue todo, porque el equipo se empezó a quedar, a perder poder de fuego y de a poco la Sampdoria se hizo del partido. Iban  56′ cuando A.La Gumina debió entrar por M. Gabbiadini, lesionado; y muy protno, a los 68′ tuvo una chance clara tras una buena jugada colectiva que finalizó con un cabezazo de Thorsby que se fue apenas alto.

Pioli recurrió al banco y a los 75′ dispuso que Castillejo ingresara por Saelemaekers. Y la apuesta le salió bien, porque un minuto después, una jugada que nació en la izquierda con Hernández, combinó con Rebic y el centro atrás lo aprovechó el español para marcar el 0-2 a los 76′ de juego. Milan sacaba una ventaja importante en un momento complicado del partido.

Sin embargo, el local iba a encontrar una esperanza. A los 81′ llegó el corner desde la izquierda, el toque de Ekdal y el rebote que Donnarumma no pudo rechazar sino cuando el balón ya había ingresado en su valla. El encuentro quedaba 1-2 y más de diez minutos, con el tiempo agregado, por jugar.

Pero no pudo Sampdoria. No tuvo oportunidades salvo la última del final, porque Milan tomó el balón, lo manejó lo hizo circular y trazó las últimas páginas del partido. Sí hubo un centro en el último instante que Quagliarella no llegó a conectar bien, y ahí se acabó el partido.

Milan, con desniveles en su juego, logró un triunfo importante y mantiene su larga racha en un año que ha visto su recuperación.

Hernán O’Donnell