Javier Mascherano, el silencioso adiós de un símbolo de la Selección

Se fue en silencio, un día cualquiera de Noviembre, en medio del desarrollo de la Copa de la Liga Profesional, que con el el fallecimiento de Diego A. Maradona se transformó en la “Copa Maradona”. En medio de la vorágine de partidos, viajes de los equipos, fixtures ampliados, Javier Alejandro Mascherano anunció en una simple conferencia en el auditorio del Estadio “Uno”, del Club Estudiantes de La Plata, su último club en la Argentina, su retiro del fútbol profesional.

“Quiero anunciar que me retiro del fútbol profesional, agradezco a esta insitutción que me dio la posibilidad de terminar mi carrera en la Argentina”, señaló a la hora del adiós.

“Es el momento de finalizar este camino; lo he pensado y ahora lo comunico”, fueron sus breves palabras.

Un futbolista ejemplar en su conducta deportiva, que con el paso del tiempo se volvió símbolo del seleccionado y también, como les pasa a la mayoría, sufrió las críticas más producto del desgaste en la relación con los hinchas a través del paso del tiempo que de cosas puntuales.

Crédito: @Mascherano

Debutó en la Selección antes que en la primera de su club de entonces, River Plate. Un caso curioso y de pocos antecedentes en el mundo. Fue el 16 de Julio de 2003 en el Estadio “Ciudad de La Plata”, donde la Argentina igualó 2 a 2 con Uruguay. El Director Técnico de la selección albiceleste era Marcelo Bielsa y muy rápido encontraron la misma sintonía.

Enseguida llegó el debut en River; fue el 3 de Agosto de ese año 2003, en un encuentro ante Nueva Chicago. La historia empezaba a escribirse. Iba a estar llena de gloria.

Pasó rápido por el club de Núñez. Ganó una Liga y luego tuvo ofertas de varios lugares; enseguida llegó el pase a Corinthians y en menos de un año el salto a Europa. Primero, Inglaterra. El West Ham United fue su primer destino. Al año, estaba en Liverpool. Y tras cinco temporadas en la ciudad de The Beatles, recaló en Barcelona para integrarse a un equipo que hizo historia.

Crédito: @FCBarcelona_es

Fue, durante casi una década, parte de un conjunto que perdurará por siempre en la memoria de los amantes del fútbol. Allí profundizó su vínculo y su relación con Lionel Messi. Cerró esa etapa con un paso por el Hebei China Fortune y la despedida con un puñado de partidos en Estudiantes de La Plata.

Pero lo que siempre lo va a perdurar en la memoria de la gente es su relación con el seleccionado argentino; su vínculo histórico con una camiseta que defendió en innumerables oportunidades y a la que quiso y defendió con entrega, garra y corazón.

Ganó dos medallas doradas olímpicas, para quienes creen que no ha ganado nada. Porque Javier integra y representa como nadie a esa generación de futbolistas brillantes, que en mayores no alcanzaron a coronar la gloria con algún campeonato, pero que llegaron a tres finales consecutivas y la suerte les fue esquiva en una y otra cada vez que les tocó afrontarlas. Pero Mascherano supo colgarse el “Oro” en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 y Beijing 2008. Nada para despreciar.

Y fue uno de los grandes capitanes de nuestra selección. Líder dentro y fuera de la cancha. Educado, respetuoso y comprometido. Las múltiples expresiones de sus ex compañeros de Barcelona, Liverpool, River, el seleccionado y demás equipos es el fiel testimonio de su legado.

Crédito: @Mascherano

El 15 de Noviembre de 2020 jugó su último partido, en el Estadio “José Luis Hirschl”, de Estudiantes, donde su equipo cayó 0-1 ante Argentinos Juniors.

“Hoy fue mi último partido profesional”, afirmó en la conferencia posterior. “Es una decisión que había hablado en el club; es el momento de terminar mi carrera, por muchas sensaciones que he vivido en los últimos meses y creo que lo más correcto es terminar hoy. Di lo máximo en mi profesión, siempre el 100% y ahora noto que me cuesta. No quiero faltarle el respeto ni a Estudiantes, que es el club que confió en mi, ni a mis compañeros. La ilusión de ser futbolista se empezó a apagar, y tras la cuarentena pensé que podía recuperar esa ilusión, pero la verdad es que no pude. Y por respeto a esta profesión y a todos, hoy es el momento de dejar esta carrera”.

“Estoy muy agradecido a todos los clubes, entrenadores y compañeros que tuve en toda mi carrera. A este club, donde jugué menos de lo que pretendía. El final a veces uno no lo elige, si no que viene solo”, agregó.

Al otro día publicó una foto con su imagen debajo de un árbol, la mirada reflexiva y los botines a un costado. Era todo un símbolo. Javier Mascherano dejaba atrás la pasión de su vida.

Hernán O’Donnell