Argentinos reaccionó en el segundo tiempo y logro un triunfo justificado

El fútbol es así de apasionante, cambiante e imprevisto. Otra vez nos toca presenciar un partido donde hay un claro dominador en una etapa y en el complemento se revierte el desarrollo, se ajustan algunas circunstancias, se mueven un par de piezas y el protagonismo pasa de un equipo a otro. Otra vez vimos a un equipo dominar un tiempo, generar situaciones claras, dejar una impresión de superioridad y en segundo tiempo derrumbarse, verse superado y caer derrotado cuando la sensación inicial nos indicaba que se encaminaba a lograr una victoria. Volvió a ocurrir y por eso el fútbol es tan atrapante. Todo puede suceder en un partido. Que cambien los roles y el ritmo del juego. Que se modifiquen los protagonistas. Que derive en un final insospechado.

Banfield jugó mejor el primer tiempo en La Paternal. Tuvo más la pelota, la manejó con mayor dinámica y generó las situaciones más claras de gol. A los 2′ Luciano Pons se fue sólo de contragolpe y por el medio del ataque, ante la soledad de Torrén y un gran espacio que lo invitó a quedar cara a cara con Lucas Cháves, el arquero local, pero su remate cruzado pasó al lado del palo izquierdo. A los 9′ Banfield tuvo una segunda oportunidad, con un centro desde la izquierda y el cabezazo de Luciano Lollo que se fue apenas desviado. A los 10′ Joel Soñora entró solo por izquierda y su disparo fue detenido por Cháves. Y a los 16′ lo volvió a tener el visitante cuando Giuliano Galoppo aprovechó una mala salida del local, se encontró con el balón por el medio y su tiro se fue muy cerca.

Banfield presionaba bien, tenía salida por derecha con las trepadas de Coronel y la habilidad inteligente de Juan Pablo Alvarez, buen control en el medio a partir de la conducción de Ríos y preocupaba con Pons y Enrique. Argentinos Juniors intentaba contrarrestar con el despliegue de Franco Moyano, el traslado de Enzo Kalinski y la movilidad de Gabriel Hauche, pero no podía equilibrar el juego. A pesar de que insistía con las bandas, más dúctil Elías Gómez que Romero, al equipo de Gabriel Milito le costaba emparejar el dominio.

Recién tuvo una llegada con cierta claridad a los 25′, con un disparo bajo de Gabriel Hauche que Altamirano, el portero visitante, pudo detener.

El primer período cerró con una imagen más nítida del conjunto de Javier Sanguinetti, en tanto Argentinos no se había adaptado al encuentro.

Pero todo iba a cambiar en el complemento. El local comenzó con dos modificaciones; Javier Cabrera ingresó por Romero y Florentín por Enzo Kalinski. El equipo se paró con línea de cuatro, Mac Allister, Villalba, Torrén y Elías Gómez, en el medio Cabrera, Moyano y Carabajal, Florentín como nexo de ataque junto a Hauche y Nicolás Reniero. Se adelantó en el campo, presionó mejor y recuperó más rápido el balón. Eso lo llevó a empujar a Banfield contra su área. A los 51′ abrió el marcador; corner desde la derecha de su ataque y Reniero apareció en el medio para meter un cabezazo y poner el 1 a 0 para Argentinos Juniors.

Banfield trató de salir, y con una jugada importante logró llegar al arco rival. Fue a los 56′, con un tiro libre de la derecha que Lollo cabeceó muy cerca del palo derecho del arco local. Enseguida, a los 59′, Sanguinetti metió un cambio: Urzi entró en lugar de Enrique.

Pero fue ese momentito que Banfield pareció que podía equilibrar, porque Argentinos se aferró a su libreto y sostuvo el dominio que había mostrado al comienzo del segundo tiempo. A los 60′ Javier Cabrera sacó un disparo desde lejos que pasó cerca del palo derecho de Altamirano y pronto llegó el segundo tanto local.

Iban 62′ cuando Florentín se metió por derecha, encaró sobre la raya de fondo hacia el arco, apareado por el zaguero visitante Sosa, quien lo tomó de la camiseta, el jugador local se dejó caer y Andrés Merlos sancionó el lógico penal. Lo ejecutó Carabajal, abajo y a la derecha de Altamirano, para marcar el 2-0 a favor de Argentinos Juniors.

Allí se abrió otra ventana de cambios; a los 63′ Carlos Quintana reemplazó a Miguel Torrén en la defensa del local, mientras que Banfield hizo su segunda y tercera modificación: Valentín Barbero entró en lugar de Lautaro Ríos y Juan Cruz ingresó por Joel Soñora.

El partido había cambiado de rumbo. Le costaba mucho a Banfield armar juego y poder pasar al ataque. Era bien presionado por el local, sufría en la mitad de la cancha y en cada momento parecía que de contra lo podían lastimar. para colmo, a los 69′ se fue expulsado el zaguero Sosa y el equipo de Sanguinetti se quedó con diez jugadores.

A los 72′ Banfield realizó sus últimos cambios; Cuero ingresó por Juan Pablo Alvarez y Tanco entró por Luciano Pons, mientras que en el local Jonathan Gómez ingresó en lugar de Carabajal. Muy protno, Milito decidió otra variante en el conjunto de La Paternal; a los 75′ Ovando reemplazó a Gabriel Hauche.

El encuentro parecía definido y Argentinos se confió. Quiso salir con toques desde el área chica, asumió riesgos producto de un exceso de confianza y lo pagó con un susto. A los 76′ Cháves cedió a Quintana en la puerta del área, el zaguero quiso tocar corto, perdió el balón con Cuero, este fue al fondo, cedió atrás para la entrada de Galoppo y su remate pegó en el poste izquierdo de Cháves. Mac Allister la sacó cuando la pelota recorría la línea. Una preocupación innecesaria. Luego, Argentinos volvió a tomar el control y cerró el encuentro con varias llegadas.

A los 84′ Elías Gómez sacó un tiro que pasó muy cerca del ángulo superior izquierdo de Altamirano; a los 87′ Nicolás Reniero armó una linda pared con Cabrera, y el disparo del hombre surgido en San Lorenzo de Almagro fue bien atajado por Altamirano. A los 90+2′ fue Mac Allister quien metió un tremendo cabezazo que el arquero de Banfield sacó con esfuerzo. Tres situaciones claras que se empañaron sobre el cierre, cuando a los 90+4′ fue expulsado Javier Cabrera en el local por agresión a Urzi.

Pero el triunfo estaba sellado. Argentinos Juniors venció a Banfield a partir de varios ajustes hechos en el complemento, el crecimiento del equipo, el compromiso de todos y la concentración para revertir un partido que parecía que se le podía escapar.

Hernán O’Donnell