Goleó Bayer Leverkusen y busca meterse en la discusión

El último cuarto de hora del primer tiempo fue estridente y pleno de emociones; Bayer Leverkusen, que había sido superior en su visita a Bremen hasta llegar a ese primera media hora, pudo abrir el marcador y así se vivieron quince minutos explosivos, cambiantes y de los más relevantes de un partido que siempre tuvo al visitante como principal protagonista.

El centro de Diaby y la llegada limpia de Kai Havertz a los 28′ significó el gol de Leverkusen, el 0-1 en el marcador y un cuarto de hora frenético, porque el local iba a reaccionar muy rápido y en su primera respuesta encontró la igualdad: tiro de esquina desde la izquierda, entrada franca de Gebre Selassie y 1 a 1 a los 30′ de juego.

Pero no quedaría todo cerrado allí: la respuesta de Leverkusen sería también muy rápida; tiro libre desde la derecha al corazón del área, ejecutado por Amiri, y otra vez Havertz conectó de cabeza para sellar el 1-2. Esa ráfaga de goles encendió el primer tiempo. Había sido más el visitante, por dominio, por control del juego. El Werder Bremen ofrecía su voluntad y esfuerzo para mantener parejo el partido; en la Bundesliga el juego fluye y cada equipo intenta ser prolijo, atildado, progresar con el balón controlado desde su campo y llegar con variantes al ataque. Aún los que pueden saberse inferiores no recurren a la fricción ni a las infracciones para cortar avances. Corren y tratan de cortar el circuito del balón, pero si no lo logran retroceden en la búsqueda de achicar espacios. El local no alteró ese libreto y dejó una imagen equilibrada, que en el complemento se le iba a hacer mucho más cuesta arriba.

Bayer Leverkusen había dejado una imagen superior, dominante y Kai Havertz se iba a convertir en la figura del partido; un futbolista muy joven, que se desempeña como extremo derecho o volante ofensivo, se destacaba en la tarde del lunes como centrodelantero.

Y en el complemento la visita iba a acentuar esa superioridad. A los 61′ llegó el tanto que liquidó el juego. Otra vez fue Diaby el que realizó la asistencia y el lateral Weiser señaló el tercer tanto. 1-3 y ya el partido cobraba una definición, aún cuando restaba media hora de juego.

Los cambios, como decimos desde estas páginas, al incrementarse a 5 por equipo, desnaturalizan un poco el juego, pues se asemejan más a los partidos amistosos que a los que conocemos de modo tradicional, ya que el esfuerzo, el timming, la velocidad y el ritmo de juego es muy difícil de ensamblar para cada jugador que ingresa. Son contados los casos de futbolistas “que entran bien en el partido”, tal como se lo suele calificar desde la tribuna. Demirbay marcó el cuarto tanto a los 78′ y con el 1-4 definitivo poco más se pudo aguardar del juego.

Bayer Leverkusen se llevó los tres puntos y achicó la diferencia a una sola unidad respecto al RB Leipzig en el cuarto lugar, el último boleto de ingreso a la Champions League. Está metido en la pelea y puede ir por más. Lo demostró en su visita a Bremen, donde pulverizó al local con cuatro goles y una superioridad manifiesta a lo largo de todo el partido.


Hernán O’Donnell