Con tres goles de Timo Werner, RB Leipzig sumó tres puntos y amenaza en la Bundesliga

El golazo de Timo Werner a los 37′ del primer tiempo destrabó lo que era un partido duro, enredado y complicado para el Leipzig. Se sabía que la visita a Borussia Moencehngladbach no iba a ser sencilla, que no serían cómodos los caminos hacia el triunfo, que se mediría con un rival potente. Y así se encontró en la primera media hora inicial, con el equipo local que intentaba y buscaba a partir del juego de Thuram, Plea y Johnson.

Borussia era más. Marcus Thuram, hijo del célebre lateral francés Lilian Thuram que fuera Campeón del mundo en 1998 con su seleccionado y estrella de la Juventus durante mucho tiempo, era el motor del equipo con un tranco hábil y potente sobre el extremo izquierdo. Red Bull Leipzig se mantenía en el control de los embates, pero era dominado por el local.

Pero Leipzig no se desesperó. Aguantó los embates mientras esperaba por su oportunidad. Mientras, el local acumulaba chances de convertir. En 10′ había tenido tres ocasiones para abrir el marcador, pero le faltaba la puntada final.

Y, lo dicho al principio, Leipzig en cuanto tuvo su chance, la aprovechó: la entrada de Timo Werner por izquierda y su remate preciso pusieron el 0-1 cuando iban 37′. El visitante ganaba y se llevaba la primera parte con una llamativa y admirable eficacia.

El complemento arrancó con el mismo ritmo, la misma intensidad. Y a los 46′, apenas iniciado el segundo tiempo, el visitante volvió a gritar: Kampl robó en la mitad de la cancha, Poulsen habilitó largo y Timo Werner selanzó a una larga corrida y ante la salida del arquero local, Sommer, convirtió con un remate seco. 0-2 para el Leipzig y la enorme eficacia de convertir dos goles en dos llegadas.

A partir de ese momento, la visita se liberó. Aprovechó el adelantamiento de Borussia Monchengladbach, los espacios que ofrecía y empezó a meter contragolpes punzantes, como dagas que perforaban la espalda de su rival. Así tuvo una ocasión clara con el desborde de Werner, la aparición de Poulsen en el área chica y el pie salvador de Sommer.

Mientras el local iba e iba, el visitante metía puñaladas de contraataque. Y el partido ganaba en intensidad y dinámica; los espectadores, agradecidos por el enorme espectáculo que se armó.

A los 57′ Borussia estuvo cerca; centro de la derecha, el desvío en Orban y la pelota que se estrella en el travesaño de Gulácsi. Pudo haber sido el descuento en Monchengladbach.

Pero Leipzig era una amenaza constante y a los 63′ Werner desbordó por derecha, lanzó un fuerte centro y Poulsen no pudo conectar. A los 64′ un formidable remate de Sabitzer fue desviado al corner por Sommer de manera estupenda. Leipzig mostraba que en cada ataque podía convertir.

Borussia contraatacó y Embolo demoró mucho en rematar; iban 66′ y el partido no daba tregua. Cada ataque, una amenaza. En ese contexto, Red Bull Leipzig dejaba una impresión más acabada, más confiable.

Diego Demme ingresó por Kampl, de buen partido, para darle un refresco a la mitad de la cancha. La visita sabía que debía administrar el tiempo y el esfuerzo.

Después, cayó el ritmo. En los 10 minutos finales, por razones lógicas, bajó la intensidad. Y a los 90′ apareció Embolo para aprovechar ese aflojamiento general, ganó el fondo de la defensa de Leipzig y aprovechó de cabeza para marcar para el local y poner el 1-2 que encendió otra vez el juego.

El fuego volvió al Borussia Park y a los 90+2′ Embolo tuvo otra oportunidad, otro cabezazo, casi calcado de su gol, que se fue apenas arriba del travesaño. Y de contraataque, Timo Werner aprovechó un mal despeje de cabeza y se fue sólo al arco para definir con un tiro cruzado y marcar el 1-3 a los 90+3′. Leipzig cerraba la noche con una triple conquista de Werner, la figura de la cancha.

Tres partidos jugados, tres ganados. RB Leipzig se fue de Monchengladbach con la victoria y el dulce sabor de disfrutar el fin de semana con la punta en la tabla y el sueño de pelear por la Bundesliga.


Hernán O’Donnell