Flamengo volvió a dar una muestra de carácter y avanzó en busca del sueño de conquistar América

Igualó 1-1 ante Internacional y, con un global de 3-1, avanzó a semifinales de la CONMEBOL Libertadores, donde será rival de Gremio. Caía 1-0 cuando, cerca del final, logró empatar y asegurarse la clasificación.

Flamengo llegó a Porto Alegre mejor encaminado que su rival. En el partido de ida se había impuesto por 2-0 y así el panorama estaba a su favor de cara al compromiso de vuelta. En el primer tiempo, Internacional, con la presión de remontar el resultado adverso, no mostró una buena versión. Se vió un equipo apagado, sin respuestas. Contraria fue la actitud del Flamengo, que desde el primer minuto tomó las riendas del encuentro en el encantador Estadio Beira-Río, colmado de simpatizantes ávidos de ver un triunfo del local. El Fla se hizo cargo del balón, absorbió los nervios que puede generar una contienda de Copa Libertadores, y amenazó de inmediato, en la primera jugada, al Inter. Los de Río de Janeiro encendieron las alarmas de la defensa del local cuando al minuto de juego Gabriel Barboza desperdició un mano a mano ante Marcelo Lomba, que sumó más intervenciones el resto del primer tiempo para mantener a los de Porto Alegre con esperanza.

Flamengo, sin embargo, no fue contundente. Al no concretar las llegadas que tuvo, el Inter pudo tomar algo de coraje y arrimarse al área rival, aunque sin mucho entusiasmo. El primer tiempo finalizó en igualdad, y con un hecho que prevaleció durante el partido: los tumultos, los empujones, entre los jugadores. Fue un encuentro “caliente”, las entradas fuertes y los cruces entre los rivales tuvieron protagonismo. Jugadores de jerarquía como Filipe Luis y D’Alessandro no fueron la excepción.

Después de varios minutos comenzado el complemento, Internacional consiguió romper el cero y ponerse a tiro de empatar la serie. Luego de unos momentos en que Patricio Loustau, con apoyo del VAR, revisó la situación, confirmó el gol de Rodrigo Lindoso y los locales tenían veinte minutos más para continuar en búsqueda de igualar el marcador global.

Flamengo perdió ese dominio que supo tener en la primera parte, y el entrenador Jorge Jesus decidió mandar a la cancha a Robert Piris Da Motta, el volante que se destacó en San Lorenzo de Almagro y con presencia en la Selección de Paraguay, para resistir la arremetida de los de Porto Alegre, quienes estaban envalentonados por el gol y pujaban por el segundo. El Fla se vio forzado a defender en bloque bajo, incluso los delanteros retrocedían para colaborar.

Pero el fútbol está abierto a las sorpresas, a lo inesperado, y este partido no fue la excepción. En el mejor momento de Inter en el encuentro, cuando tenía a Flamengo contra las cuerdas, Bruno Henrique comandó un contragolpe sin obstáculos, y con templanza le sirvió el balón a Gabriel Barbosa, que había desperdiciado situaciones importantes en el inicio, esta vez empujó la pelota a la red para desatar una fiesta entre los hinchas del Fla y la decepción en los locales.

Flamengo avanzó un paso más en busca de la ansiada Copa CONMEBOL Libertadores, y con justicia, superó a un rival de categoría. Como ocurrió en los octavos de final, cuando perdió en la ida ante Emelec y revirtió la desventaja en la vuelta, empató e impidió que lo dejaran afuera del camino del presente certamen. En semifinales, otra vez tendrá enfrente a un equipo de Porto Alegre: irá en busca de un boleto a la final ante Gremio, protagonista de las últimas ediciones. Un encuentro que promete.


Martín O’Donnell

Gremio hizo valer su jerarquía y es el primer semifinalista de la CONMEBOL Libertadores

Fue un partido intenso, cambiante, con mucho en juego y con dos equipos con potencial, dos equipos que hicieron una gran Copa CONMEBOL LIbertadores y que uno sólo iba a tener la chance de pasar a las semifinales. Gremio hizo valer su jerarquía y se llevó la clasificación en calidad de visitante; el local, Palmeiras, hizo un muy buen torneo, con una derrota en Buenos Aires ante San Lorenzo y una gran cantidad de victorias, incluída la última en Porto Alegre por 0-1, pero que no le alcanzó pues la derrota que sufrió como local 1-2 lo dejó afuera, pues Gremio marcó más goles de visitante.

En el comienzo fue mejor el local. Tuvo en Luan y Gómez firmeza defensiva, Bruno Henrique condujo en la mitad y se hizo potente a través de Dudú y Luiz Adriano. A los 4′ tuvo una llegada clara, Luiz Adriano entró sólo por derecha y remató muy cerca del arco de Gremio, pero Paulo Víctor la supo desviar. A los 12´un desborde de Dudú buscaba la entrada clara de Willian, pero Leo Gomes pudo sacarla al corner; y del tiro de esquina vino la apertura del marcador: centro de Dudú, cabezazo de Gustavo Gómez adentro del área, el arquero que despeja corto y el rebote lo toma Luiz Adriano para abrir el marcador: 1 a 0 a los 13′.

Palmeiras jugaba mejor y lo reflejaba en el marcador. Se ponía en ventaja, y el global era más amplio. Parecía su noche, pero Gremio no se rindió. Y muy pronto llegó a la igualdad: Centro de Alisson, la aparición de Everton por izquierda y el remate que se mete para señalar el 1 a 1 cuando se jugaban 18′. El enorme festejo en el banco de suplentes mostraba el optimismo del conjunto de Porto Alegre; le bastaba un gol más para conseguir el boleto a las semifinales.

Y las emociones no se detendrían allí. Gremio fue a la caza del premio mayor, a la búsqueda de ese gol que le diera la ventaja necesaria.

Llegó una maniobra individual de Everton, sorteó a dos jugadores, entró al área y cuando le salía el arquero Weverton remató muy encima de él. Lógico, el balón rebotó en el pecho del arquero, y entonces apareció Alisson para convertir el 1-2 cuando se jugaban 22′ del primer tiempo.

En 10 minutos se calentó el ambiente. Todo quedó sintetizado en ese lapso: el dominio inicial de Palmeiras, el gol que le daba una ventaja más amplia por lo conseguido en el encuentro de ida, la reacción de Gremio, el espíritu que transmitía Renato Gaúcho desde el banco, la aparición de Everton para tranquilizar al visitante, su maniobra individual que llevó al segundo gol…

La síntesis del partido, en ese lapso. En ese rato. El partido había tomado un vuelco impensado, pero no cesó el ímpetu y la búsqueda de los equipos. Palmeiras salió con decisión, los minutos pasaban y la clasificación se escapaba. A los 42′ tuvo una llegada franca y el remate de Willian se estrelló en el poste derecho de Paulo Víctor.

A los 43′ un centro envenenado de Dudú lo sobró al arquero y Willian no pudo conectar con el arco despejado; su tiro se desvió por muy poquito.

Lo mismo pasó en el segundo tiempo: Palmeiras insistió y estuvo cerca con un tiro de Dudú a los 51′. Pero el equipo de Scolari se empezó a desdibujar y creció la visita. Una llegada clara a los 71′ de Jean Pierre que Weverton mandó al corner, otra de Everton a los 79′.

El partido se consumía y Gremio dejaba una mejor imagen. Pepé tuvo un lindo tiro a los 89′ para cerrar la noche y el disparo se elevó apenitas. Y cuando se jugaban 90+3′, el árbitro Néstor Pitana tuvo que revisar en el VAR una jugada dudosa: parecía mano de un defensor de Gremio en el área, pero no era tal; la pelota se desviaba tras pegar en la espalda del delantero de Palmeiras. Correcto el juez en no sancionar penal.

Gremio hizo pesar la historia y la jerarquía actual. Un equipo que ha levantado tres veces la Copa Libertadores de América, que llegó a dos finales más, que hace tres años es permanente animador de los torneos internacionales, otra vez golpeó duro y se metió en la lucha definitiva por la Copa más amada.


Hernán O’Donnell