Argentina tuvo una actuación sólida, destacada y convincente

Argentina y Venezuela, por un lugar en las semifinales. Un Maracaná vibrante y una tarde a pleno sol. Vamos a ver la selección, acompañenos…

De entrada, Argentina salió a apurar el partido. Un corner, un desvío, la pelota que lo sorprende a Pezzella y se la lleva por delante, para el cuerpo de Fariñez. Argentina se plantaba en el campo adversario. Y buscaba el partido. 10′ y llegó el gol;: Lautaro Martínez abrió el marcador y la tranquilidad empezó a hacerse piel.

Argentina y Venezuela empezaban otro partido. Ya no servían los planes iniciales, habría que cambiar los originales por nuevas estrategias. Venezuela salió un poco más. Se adelantó Rincón, se desprendieron los laterales, Rondón ya no estaba tan solo y aislado. Era otra versión, aunque Argentina controlaba con su despliegue y el manejo de sus figuras. Y el partido se equilibró un poco, aunque la sensación que se irradiaba del campo de juego era la de un combinado, el albiceleste, que pesaba más en el juego.

El problema de la selección estaba en el medio, por la inferioridad numérica. Era mucha tarea para Paredes pelear en el centro, aunque colaboraban los internos. Lo de Acuña era encomiable, porque se desplegaba hacia afuera para desbordar y abrir por el extremo izquierdo y se cerraba hacia adentro para ayudar al “5”. Tremendo primer tiempo del “Huevo”, y De Paul intentaba hacer lo mismo del otro lado. Chancellor tuvo un cabezazo peligroso arriba del travesaño de Armani. Fue la acción más peligrosa de Venezuela.

Argentina sumó un tiro libre de Messi, una aparición de Aguero, y una buena combinación de Acuña, Messi, Acuña, y el centro que no pudo conectar Lautaro Martínez. El primer tiempo se cerró con una mejor imágen de Argentina.

Había que esperar al complemento para vivir nuevas emociones. Una clasificación estaba en juego y ambos sabían que todo se resolvería en los 45′ que restaban por disputarse. A los 47′ Lautaro metió otra corrida y su remate se fue cerca. A los 49′, Messi metió una buena jugada, que no pudo prosperar. Argentina decía que salía decidida en la segunda parte.

Dudamel, el Dt de Venezuela, metió un cambio. Adentro Yeferson Soteldo, afuera Del Pino, para tener más gente en ofensiva. Mientras. Argentina se las arreglaba de contras veloces, comandadas por Leo Messi..

Scaloni respondía con un cambio: Di María por Lautaro a los 63′. Si no estaba lesionado, pareció extraño. El hombre del PSG se paró por el medio, cerca del lugar de Martínez. Y a los 66′ entró Lo Celso por Acuña. Los dos mejores del primer tiempo quedaban afuera.

Y a los 73′, una pelota que recupera De Paul, pase a Aguero, remate del Kun, Fariñez que no logra retener y Gio Lo Celso arremete para marcar el 2 a 0. Argentina aumentaba la ventaja en un partido que tenía controlado.

El último cambio fue a los 84′: Dybala por el Kun Aguero, de gran entrega y sacrificio. Un partido sin estridencias pero con todo su juego puesto al servicio del conjunto.

Por eso Argentina se ordenó y tuvo el control del juego. Porque le agregó sacrificio a su jerarquía. Y tuvo una actuación sólida, destacada y convincente que lo llevó a una merecida semifinal.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)