Teófimo López, una estrella en ascenso

Impacta por sus declaraciones, por su impronta, por sus actitudes y, sobre todo, por el poder de sus puños. Es uno de los prospectos más interesantes del boxeo de hoy. Combina capacidad pugilística con características de showman, puede ser una figura atractiva en esa singular mezcla de boxeo y espectáculo, de pegada y declaraciones, de guapeza y actuaciones

Teófimo Andrés López Rivera nació en Brooklyn, el 30 de julio de 1997, y muy pronto se inició en el boxeo, de la mano de su padre, Teófimo López Sr, quien además es su entrenador. López padre había nacido en San pedro Sula, Honduras, pero muy joven se marchó a Brooklyn y luego se mudó a Davie, Florida, una zona al norte de Miami, entre Fort Lauderdale y Weston.

“Soy boxeador porque Dios así lo quiso”, respondió cuando le consultaron como se inició en esta actividad.

Hizo un largo recorrido amateur, logró la medalla de oro en el Campeonato Nacional de los Guantes de Oro en las 132 libras, y luego se ganó un lugar en las pruebas olímpicas 2015 para los Juegos del año siguiente.

Sin embargo, al final representó al país de sus padres, Honduras, en los Juegos Olímpicos de verano Río 2016. Tenía un lugar en el equipo de Estados Unidos, pero no quedó incluido en la nómina. Entonces decidió representar al país de sus padres. “Honduras no siempre tuvo esperanzas en el deporte, y yo quiero darle una”, manifestó tiempo después. “Quiero darle un título mundial, para Honduras y para los latinos”. Lleva la bandera de Honduras en cada presentación, demuestra el amor por la tierra de sus padres cuando se esfuerza en hablar en español, que no lo hace mal, pero que no tiene la misma solidez que con el inglés. Sin embargo, siempre que puede habla en la lengua de sus padres y trabaja para mejorar el idioma.

Enseguida se hizo profesional bajo la tutela de Top Rank. Tenía sólo 19 años y ya auguraba un porvenir; Bob Arum le había echado el ojo. “Creo que este chico es un verdadero talento”, señaló el promotor, “y los match-makers están haciendo un gran trabajo con él”. “es muy fuerte y creo que cuenta con un gran futuro”, agregó.

Lo presentó el 5 de noviembre de ese año 2016 en la velada en que Manny Pacquiao y Jessie Vargas protagonizaron el combate estelar.

Teófimo ganó por KO 2 a Ishwar Siqueiros.

Y comenzó una carrera fulminante, impresionante. Mezclaba sus presentaciones con sesiones de sparrings de figuras consagradas. Así, ayudó a Shawn Porter en sesiones de guanteo cuando preparaba su combate ante Keith Thurman (Barclays Center, Brooklyn, 26 de junio de 2016), o Guillermo Rigondeaux. No le escapaba ni a la diferencia de peso ni a la mayor experiencia de sus oponentes.

Mientras, empezó a escalonar victorias: tras ese debut de fines de 2016, al año siguiente encadenó 6 triunfos consecutivos, entre ellos uno frente a Daniel bastien en el theater del Madison Square Garden y ante Ronald Rivas en el propio Madison. Había llegado muy pronto al mítico escenario de Nueva York.

Y no defraudó. Logró un terrible Knock Out en el 2do round, producto de un gancho de izquierda fulminante. Impactó a la gente, a la prensa y fue candidato al Knock Out del año. Además, mostró un festejo con movimientos de brazos, piernas y algunos pequeños pasos de baile que comenzaron a hacerse conocidos. También por esto el público se empezó a acercar y a la vez nacieron las críticas, ya que entendían que no era respetuoso con el adversario.

“Los que no me conocen creen que soy arrogante”, dijo a la TV mexicana. “El mundo del boxeo es muy duro, y uno tiene que ser muy fuerte. Pero afuera es muy diferente. Tenemos como dos personalidades, una arriba del ring, dura. Y otra afuera, que es humilde”.

En 2018 logró otras cuatro victorias. El 12 de mayo volvió a ser el centro de atracción en el Madison; allí volvió a ganar por Knock Out, esta vez frente a Vitor Jones Freitas, Pero la sorpresa sería mayor cuando los espectadores vieron al vencedor festejar con el baile de Fortnite, un video juego de tremendo éxito, lanzado en 2017 y que causó sensación entre los fanáticos de la Play Station. Es un juego en el que supervivientes controlados por humanos cooperarán online para mantener sus fortalezas a salvo de los ataques en oleadas de los muertos vivientes, que están intentando conquistar la tierra.

Este juego se hizo muy popular y Teófimo aprovechó para celebrar con un baile que aparece en las consolas de millones de fanáticos.

También adoptó la costumbre de subir a los cuadriláteros con una remera que tenga la inscripción “The Takeover” (El Dominador). Cuenta que una vez su hermana pronunció el latiguillo, casi de casualidad, a él le gustó y quedó para siempre.

El 14 de Julio venció al brasileño Silva, pero sufrió la fractura de su mano derecho, hecho que le costó un parate y un suspenso en su carrera. Un duro golpe a su oponente se llevó la fractura del quinto metacarpiano y la cirugía que demoró los planes de ese año.  

El 8 de diciembre se presentó en al Hulu Theater del Madison Square Garden y venció a Mason Menard  en sólo 44 segundos! Un derechazo acabó con Menard y el teatro vio el baile victorioso característico de López apenas nacía el combate.

Y el 2 de febrero noqueó a Diego Magdaleno en otra categórica pelea. Fue un capítulo más en esta serie de triunfos. Un Knock out espectacular, que llegó con cierta anticipación. En el sexto asalto Teófimo envió a su adversario a la lona. En el séptimo, lo derribó de un izquierdazo espectacular y celebró con sus ya famosas volteretas y bailes.

La fe de él y su equipo aumentó a medida que llegaron las victorias. El padre cree que está listo para enfrentar a los mejores del mundo. “Ya no hay muchos que lo quieran enfrentar”, sostuvo en una entrevista.

Por eso quiere las grandes carteleras, los grandes adversarios. Ha tenido ídolos como Tyson o Floyd Mayweather, pero nadie como su padre. “El ha sido un gran luchador callejero, un hombre muy fuerte. Solía noquear a todos. Y yo tengo el puño de mi padre”, desafió.

A los 20 años se ha metido en la consideración del gran público. Para la revista Sports Illustrated fue uno de los prospectos del boxeo de 2018. Comienza una carrera a puro triunfos. Lo imaginan frente a Lomachenko. “Este año debo ir por el título”, apuntó.

Es terminante, carismático y noqueador. Cuenta con aptitudes y la fuerza que le da la juventud. Aún debe trazar un recorrido, ganar experiencia, mantener la guardia, sumar minutos y peleas. Teófimo dice estar listo para todo lo que viene. Por lo pronto, el próximo sábado 20 de abril en el mítico Madison Square Garden de New York se enfrentará al finlandés Edis Tatli, en el combate de semifondo de la pelea estelar entre Terence Crawford y Amir Khan.

Allí va Teófimo López. Sin prejuicios ni temores. En busca de su destino.



Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)