La caída de dos candidatos que se van con tranquilidad

Se fueron muy rápido dos candidatos importantes, que muchos auguraban en una de las semifinales y que habían realizado una excelente primera ronda.

Se fue Colombia tras haber ganado los tres partidos del grupo, haber hecho muy buenas producciones futbolísticas e incluso sin perder ningún partido, y sin siquiera que le hayan convertido un gol. Pero el equipo no tuvo una gran noche ante Chile y se quedó afuera por penales, aunque tampoco se puede decir que esto fue injusto, pues el equipo trasandino se mostró mejor en el encuentro de cuartos de final.

Queda el consuelo de haber mejorado el rendimiento, de haberle dado un giro al carácter, de haber agregado al tradicional buen toque de pelota una dósis de carácter, de fuerza, de presión intensa en zonas de ataque.

Le queda la conciencia tranquila de haber intentado todo.

Uruguay es el mejor equipo del continente. lo es aún hoy, cuando ha quedado eliminado y no superó los cuartos de final. Es decir, no completa todo el calendario, pero eso no modifica el pensamiento que tenemos sobre ellos: un equipo en el sentido estricto de la palabra, un grupo que se prodiga a sí mismo, voluntades que se unen para dar todo por el objetivo colectivo, humildad y respeto como principales características…Uruguay debió ganarle a Perú, si bien el primer tiempo se le fue en amagues y la lluvia lo complicó mucho, la “Celeste” fue más en todo el partido y hasta contó con 3 conversiones que el VAR no convalidó.

Pero no hubo quejas, ni desbordes ni histeria. Uruguay se fue con la tranquilidad de haber ofrecido todo, de brindarse en cada partido y de aceptar el resultado que favoreció a Perú en los penales.

“Es triste, es doloroso, pero hay que dar vuelta la página porque el fútbol sigue, como sigue la vida misma”, dijo sereno Edison Cavani.

Uruguay aprendió la lección, por eso sabe que existe la alternativa de perder. De perder un partido; pero lo que no se debe perder es la humildad, el don de gente, el objetivo colectivo como principal faro. Si se mantienen esos principios, las derrotas son sólo accidentes en el camino correcto.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)

Uruguay desperdició un tiempo, no pudo concretar y Perú festejó en los penales

Perú dio la primera gran sorpresa de la CONMEBOL Copa América 2019. Porque hasta ahora, los grandes se habían clasificado y si bien Colombia era un candidato, Chile, el rival que lo eliminó con justicia, venía con buenos antecedentes en el juego y en los resultados, además de ser el último bicampeón. Que Chile eliminara a Colombia no era impensado; pero Uruguay era claro favorito ante Perú, y sin embargo se quedó sin nada. El equipo de Gareca, que había sufrido una dura caída ante Brasil, se relamió sus heridas y llegó a las semifinales.

El equipo de Tabárez salió tranquilo, sin apurar el ritmo, sin apretar a Perú contra su arco. Tal vez imaginaba a un equipo inca metido atrás, sin ambiciones, por eso pensó un plan sereno, que el juego fluyera hasta decantar en el gol.

Pero tanta pasividad lo llevó a que los minutos pasen y las oportunidades se demoraran. Recién a los 23′ tuvo una clarita, muy clarita, cuando Suárez desbordó por izquierda, su remate se desvió en el arquero Gallese y el rebote le quedará a Edison Cavani, solo con el arco libre. Pero le entró muy abajo y la pelota se fue arriba del travesaño.

Después tuvo otra oportunidad el propio Cavani, cuando apareció libre e ingresó al área apenas apareado por Abram y el remate encontró la pierna salvadora de Gallese.

Dos oportunidades en un tiempo, que entre la lluvia y la falta de decisión, se le fue muy rápido.

Perú no tuvo muchas ocasiones en ese tiempo. Solo el peligro que irradia Guerrero y el comienzo, cuando Cueva y Carrillo tuvieron la pelota y manejaron, un poco, el ritmo del partido.

En el segundo tiempo, las obligaciones aumentaron. A los 46′, Valverde avisó de tiro libre. A los 57′, desborde por derecha, centro al corazón del área y Godin, solo, eleva el remate. Uruguay acumulaba ocasiones y encima el VAR volvía a invalidarle un tanto a Cavani por offside previo.

Ya era otro equipo y otro partido. Perú tardaba en aparecer. Pero se aferraba a su libreto, que había estudiado y aprendido. Defensa firme, salida prolija con Carrillo, Cueva y el “Oreja” Flores; cuando podían armar juego, asistían a Paolo Guerrero para preocupar a la defensa uruguaya, que en los últimos minutos pasó varias zozobras…

Todo nos condujo a los penales. Luis Suárez erró el primero; mejor dicho, se lo atajó Gallese. y ya no hubo posibilidad de redención. Todos convirtieron hasta terminar en el 5-4 para el equipo de Ricardo Gareca.

Una pena por ese sabio del fútbol que es el Maestro Oscar Tabárez. Ya había anticipado las posibilidades de Argentina cuando muchos la descartaban en la Copa; y también cuando afirmó que “ningún resultado está asegurado en el fútbol antes de jugarse un partido; ninguno. Nada se sabe, todo puede suceder. Lo que existe son presunciones, que a veces se confirman y a veces, no”.

Esta vez, las presunciones no se confirmaron. Quienes preveían una victoria de Uruguay, el fútbol volvió a demostrarles que nada está asegurado desde antes. Perdió el partido, pero el fútbol le volvió a dar la razón al Maestro Tabárez.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Chile siempre fue superior y los penales le dieron la razón

Pocos lo tenían en cuenta, pero allí está Chile. Llegó a las semifinales sin que su participación hiciera mucho ruido en los medios, pero lo cierto es que el equipo se mostró sólido y competitivo desde el primer momento de su primer juego ante Japón. Ya ahí habíamos advertido que el bicampeón defensor del título estaba en un buen nivel, con un equipo competitivo y cuatro jugadores, integrantes de la columna vertebral, de gran nivel.

Ante Colombia, que llegaba invicto y con puntaje ideal, se mostró agresivo desde el inicio. Con sus líneas bien adelantadas, un Gary Medel que se desprendía del fondo, el trabajo incesante de Pulgar, la versatilidad de Arturo Vidal, la habilidad de Alexis Sánchez y la potencia de Vargas, Chile se llevó por delante a Colombia.

Fue un primer tiempo completo, donde dominó e incluso llegó al gol, pero el VAR detectó una posición adelantada milimétrica de Sánchez y el tanto no tuvo validez. Pero era una clara señal de la superioridad de la “Roja” sobre la Selección Colombia.

El equipo de Queiróz no tuvo el juego atildado de siempre, pero tampoco lució en la pelea del partido. Se vio superado en el juego, y sólo la voluntad de Barrios y la dinámica permanente de Cuadrado equilibraban las acciones.

No tuvo casi posibilidades el equipo cafetero; pero Chile siempre se mostró activo y más metido en el partido.

En el segundo tiempo también llegó al gol tras un violento remate cruzado de Arturo Vidal, su mejor figura, pero tampoco fue convalidado por una mano previa también detectada por el VAR.

No se cayó el equipo trasandino a pesar de esos dos goles muy festejados y poco después no convalidados. No se dejó caer por el impacto anímico y continuó con su intención ofensiva hasta que el árbitro Néstor Pitana dijo basta.

En la tanda de Penales, el suspenso y los nervios se apoderaban de todos en tanto los ejecutores no fallaban. Hasta que llegó el quinto tiro y Colombia erró el suyo tras el remate afuera de Tesillo. Toda la definición le quedaba a Alexis Sánchez, igual que tantas otras veces, y no falló.

Chile a semifinales, un equipo serio, comprometido y con varias figuras en alto nivel que le permiten mantener el sueño de la defensa del título muy vigente.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Argentina tuvo una actuación sólida, destacada y convincente

Argentina y Venezuela, por un lugar en las semifinales. Un Maracaná vibrante y una tarde a pleno sol. Vamos a ver la selección, acompañenos…

De entrada, Argentina salió a apurar el partido. Un corner, un desvío, la pelota que lo sorprende a Pezzella y se la lleva por delante, para el cuerpo de Fariñez. Argentina se plantaba en el campo adversario. Y buscaba el partido. 10′ y llegó el gol;: Lautaro Martínez abrió el marcador y la tranquilidad empezó a hacerse piel.

Argentina y Venezuela empezaban otro partido. Ya no servían los planes iniciales, habría que cambiar los originales por nuevas estrategias. Venezuela salió un poco más. Se adelantó Rincón, se desprendieron los laterales, Rondón ya no estaba tan solo y aislado. Era otra versión, aunque Argentina controlaba con su despliegue y el manejo de sus figuras. Y el partido se equilibró un poco, aunque la sensación que se irradiaba del campo de juego era la de un combinado, el albiceleste, que pesaba más en el juego.

El problema de la selección estaba en el medio, por la inferioridad numérica. Era mucha tarea para Paredes pelear en el centro, aunque colaboraban los internos. Lo de Acuña era encomiable, porque se desplegaba hacia afuera para desbordar y abrir por el extremo izquierdo y se cerraba hacia adentro para ayudar al “5”. Tremendo primer tiempo del “Huevo”, y De Paul intentaba hacer lo mismo del otro lado. Chancellor tuvo un cabezazo peligroso arriba del travesaño de Armani. Fue la acción más peligrosa de Venezuela.

Argentina sumó un tiro libre de Messi, una aparición de Aguero, y una buena combinación de Acuña, Messi, Acuña, y el centro que no pudo conectar Lautaro Martínez. El primer tiempo se cerró con una mejor imágen de Argentina.

Había que esperar al complemento para vivir nuevas emociones. Una clasificación estaba en juego y ambos sabían que todo se resolvería en los 45′ que restaban por disputarse. A los 47′ Lautaro metió otra corrida y su remate se fue cerca. A los 49′, Messi metió una buena jugada, que no pudo prosperar. Argentina decía que salía decidida en la segunda parte.

Dudamel, el Dt de Venezuela, metió un cambio. Adentro Yeferson Soteldo, afuera Del Pino, para tener más gente en ofensiva. Mientras. Argentina se las arreglaba de contras veloces, comandadas por Leo Messi..

Scaloni respondía con un cambio: Di María por Lautaro a los 63′. Si no estaba lesionado, pareció extraño. El hombre del PSG se paró por el medio, cerca del lugar de Martínez. Y a los 66′ entró Lo Celso por Acuña. Los dos mejores del primer tiempo quedaban afuera.

Y a los 73′, una pelota que recupera De Paul, pase a Aguero, remate del Kun, Fariñez que no logra retener y Gio Lo Celso arremete para marcar el 2 a 0. Argentina aumentaba la ventaja en un partido que tenía controlado.

El último cambio fue a los 84′: Dybala por el Kun Aguero, de gran entrega y sacrificio. Un partido sin estridencias pero con todo su juego puesto al servicio del conjunto.

Por eso Argentina se ordenó y tuvo el control del juego. Porque le agregó sacrificio a su jerarquía. Y tuvo una actuación sólida, destacada y convincente que lo llevó a una merecida semifinal.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Jaguares va en busca del sueño

Hoy a las 20 hs. enfrentará a Brumbies por las semifinales del Super Rugby en el estadio José Amalfitani. El equipo conducido por Gonzalo Quesada entró en la etapa definitoria tras una campaña impresionante, y el viernes pasado consiguió por primera vez quedar a un paso de la final del torneo.

La buena labor del equipo la temporada pasada, con Mario Ledesma como Head Coach, parecía difícil de repetir. Porque además de la ida del entrenador para dirigir a Los Pumas, también se distanció del equipo Nicolás Sanchez, apertura indispensable para la franquicia. Por ello, para esta edición del Super Rugby no eran tan esperables los resultados que de hecho se lograron. Es una campaña que, más allá de cómo termine el encuentro de hoy, incluso superó la anterior por el hecho de haber alcanzado esta instancia de semifinal, sumado a que se incorporaron más jugadores que se adaptaron a las necesidades del equipo.

Pero la temporada para Jaguares no terminó aún. Ya hizo historia pero todavía puede más. El gran anhelo, que antes parecía imposible, hoy está más cerca. Y el equipo irá en busca de ese sueño que hoy ya no parece una utopía.

Formación de Jaguares: Mayco Vivas, Agustín Creevy, Santiago Medrano; Guido Petti, Tomás Lavanini; Pablo Matera, Tomás Lezana, Javier Ortega Desio; Tomás Cubelli, Joaquín Díaz Bonilla; Jerónimo De la Fuente, Matías Orlando; Matías Moroni, Sebastián Cancelliere; Emiliano Boffelli.


Martín O’Donnell

Brasil encontró en los penales la justicia que no tuvo en el partido

Sufrió mucho Brasil para llegar a las semifinales. Sufrió, y sin merecerlo. Porque el equipo de Tité buscó desde el inicio del partido. Fue protagonista, con orden y la búsqueda de los laterales para poder abrir a un Paraguay que se mostró prolijo en la táctica de apretar las líneas. Bien cerca los cuatro defensores de los cuatro volantes, retroceso ordenado y espacios que se achicaban hacia atrás para impedir que Brasil se acercara al arco del “Gatito” Fernández.

El local no perdió la paciencia, fue siempre en la búsqueda del desborde por el costado, y buscó armar circuitos de juego con Philippe Coutinho, Roberto Firmino, Gabriel Jesús y Everton.

Sin embargo, se le fue el primer tiempo porque Paraguay nunca se desesperó ni perdió la tranquilidad; al contrario, cuando pudo adelantó líneas e intentó presionar en todos los sectores, para que el local no llegara cómodo hasta el área guaraní.

En el complemento aparecieron un poco los apuros, pero también las chances grandes. Porque Brasil aumentó el ritmo, le imprimió más peso a la ofensiva e intentó por todos lados perforar la resistencia paraguaya. De arranque, Alex Sandro ingresó por Filipe Luis para tener un lateral izquierdo con más proyección ofensiva; después Willian para proponer más llegadas por el extremo derecho: el jugador del Chelsea, desbordó siempre y ejecutó centros de las más diversas maneras, hasta convertirse en el hombre más trascendente en los armados ofensivos.

Y sumaron llegadas, casi siempre abortadas por la dura defensa de Paraguay, basada en el juego aéreo de Gustavo Gómez, Junior Alonso y Balbuena.

A propósito, a los 68′ un episodio pudo haber cambiado la historia del partido. Roberto Firmino se iba con pelota dominada al arco de Fernández y cuando ingresaba al área grande, Balbuena lo cruzó y el árbitro Tobar cobró penal sin dudar. Enseguida le llegó el llamado del VAR, y cuando revisó las imágenes cambió la sanción: tiro libre para Brasil (la falta había sido afuera del área) y expulsión (exagerada) para el zaguero paraguayo. Los dos se sintieron perjudicados; Brasil, porque ya no tuvo el penal, aunque la infracción fue centímetros afuera del área, y estaba bien revertirla. Y Paraguay porque perdía a un defensor importante en una jugada que creemos era sólo de amonestación.

Brasil fue, y cada vez que estaba cerca de abrir el marcador, algo pasaba. O se interponía una pierna, o un roce desviaba la pelota al corner, o aparecía el arquero Fernández…

No podía abrir el marcador y las agujas del reloj corrían veloces. Además, Paraguay apostaba a la velocidad de Miguel Almirón para los contraaatques y algún sofocón pasó. Una jugada fue bien controlada por Arthur en un contragolpe peligroso, que el volante de Barcelona pudo manejar a partir de un retroceso veloz y bien posicionado para no perder ni al atacante ni al balón.

Se fue el tiempo y los penales llevaron toda la angustia, la emoción y el suspenso. Alisson Becker atajó el primero de la serie y todo Brasil estalló en un grito. Parecía que muy rápido definiría. Luego, convirtieron Wiilian, y Brasil quedó arriba 1 a 0.

Entonces el suspenso entró en acción. Acertaron sus penales Almirón, Marquinhos, Valdéz, Coutinho, Rojas…erró Firmino y todo quedaba igual. Si convertía González, Paraguay se adelantaba en el marcador y lo dejaba match point, porque luego Brasil estaría obligado a hacer el gol o de lo contrario quedaba eliminado. un escalofrío recorrió a Brasil. Pero el paraguayo desvió su tiro, y volvía a aquedar todo a manos del local.

Gabriel Jesús, que no pudo convertir su penal ante Perú, esta vez no dudo y con un remate seguro le dio el pasaje a semifinales a su selección.

Brasil gritaba victoria tras sufrir en el partido y encontrar la justicia en los tiros desde el punto del penal.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Scaloni y Dudamel jugaron al misterio

El primer tiempo, o la previa del primer tiempo del partido entre La Aragentina y Venezuela lo jugaron los entrenadores; o mejor dicho, no lo jugaron. Se mostraron cautelosos y precavidos. No confirmaron ni equipos, ni esquemas ni estrategias o tácticas. Se fueron en palabras, pero nada definieron, ni una pista para empezar a armar el encuentro.

“No tengo el equipo definido”, dijo Lionel Scaloni, entrenador de la selección blanquiceleste ante la primera requisitoria. “Antes tenía la costumbre de definirlo y darlo por anticipado, pero ahora ya no; prefiero darlo cuando falta una hora y media como permite el reglamento”, agregó el DT.

Imagina un partido ida y vuelta, difícil, pero “estamos preparados y mentalizados para ganar el encuentro. Hemos parcticado penales, pero yo soy de los que creen que no es lo mismo ejecutar un penal en una práctica que en un partido delante de mucha gente”, cuando las presiones son otras, está claro.

“Venimos de una victoria importante, de un triunfo que nos dio un importante envión anímico. Vamos a salir a ganar y cuanto antes hagamos el primer gol, mejor. Siempre lo más conveniente es convertir lo más rápido posible. Es un partido difícil, con un rival importante, que evolucionó como mejoraron tantos equipos en el mundo. Antes Qatar no tenía un bajage futbolístico y hos es el campeón de Asia”, dijo Scaloni.

“No nos conviene un partido de ida y vuelta; tenemos que tener el control del partido e imponer nuestra idea”, finalizó.

También habló Lautaro Martínez, quien estuvo muy cerca de ir a la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018, quien tuvo una explosión muy grande en Racing y parecía que la oportunidad estaba al caer. Bueno, ahora es el tiempo de vivir la emoción de participar en un gran torneo con la selección argentina.

“Trataremos de seguir con la línea de juego que tenemos en los últimos partidos; con presión, tratar de buscar arriba e intentar convertir lo más rápido posible”, dijo el delantero del Inter.

“Para nosotros ahora empieza otra Copa y trataremos de salir a presionar desde el primer minuto, si es posible convertir rápido. Debemos salir muy concentrados desde el primer momento”, agregó Martínez.

“Ellos juegan a buscar la pelota a espaldas de los centrales, los hemos estudiado y vamos a ir a buscar el partido”, finalizó el delantero, quien agregó que es el partido más importante de su vida y que siempre soñó con esto.

Es lo que espera y sueña la Argentina futbolera. El paso adelante necesario para meterse en los primeros de América. Otra vez en la semana decisiva, otra vez con el orgullo bien alto. Serán 90´a todo o nada; por ahora los entrenadores no movieron la pelota. Todo quedó para mañana.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

El calor de Brasil cobija la definición de la CONMEBOL Copa América 2019

Ahí está Copacabana, quizás la playa más famosa del mundo. Con mucha gente, con el calor que domina estos días de junio y la pasión por el fútbol que se ve en algunos picados, aunque hoy es jueves, quinta feira, y no es lo mismo que el fin de semana, cuando estallan los partidos en la arena, con arcos profesionales y con las distintas variantes de este bendito deporte. Brasil se despierta con la definición de la Copa, con los partidos a todo o nada, con la ilusión de cada nación de dar el golpe y avanzar. Porque, ¿Quien le quita a Paraguay la ilusión de dar la sorpresa y poder vencer al loca esta noche en Sao Paulo? ¿Quien se atreve a dar por sentado un resultado antes de jugarse el partido?

Las sabias palabras del Maestro Tabárez resuenan ahora que llegó el momento de la verdad. Ahora que comienza la ronda de cuartos de final y todos van por el sueño, aunque algunos están más calificados que otros.

La CONMEBOL instaló en el Posto 2 de Copacabana un stand atractivo, con canchas de fútbol de arena y césped sintético, más una sala de descanso y paseo con la exposición de las Copas que simbolizan los torneos que ella organiza, con un apartado especial para la Copa América.

Mientras la gente pasea por una Copacabana inmensa, que pareciera poder dominarse con la vista pero que cuando se emprende la caminata de punta a punta es larga, atractiva y exigente.

Su belleza natural cautiva. Sus puestos de comida y tragos, su arena blanca, sus aguas serenas, todo conforma una postal de uno de los lugares emblemáticos que tiene el planeta, a la hora de definir el turismo por excelencia.

En esa larga caminata cons encontramos con Néstor Clivatti, periodista de Rafaela, símbolo del esfuerzo y la dedicación de quien emprende cada cobertura con orgullo y compromiso. Allí iba con sus conexiones radiales, sus aportes en los medios gráficos y en las redes sociales.

Mezclado con los hinchas que pasean con sus camisetas. Por ahora se ven más de clubes que de la selección: Boca, San Lorenzo, Quilmes, Newell´s y otras ya se muestran por estas playas.

Mañana será otro cantar. Mañana juega Argentina, mañana veremos la celeste y blanca brillar en las calles y, esperamos, también en el mítico Maracaná. Pero esa será una historia que ya no dependerá de la gente; pasará por el equipo y su rendimiento. Argentina siempre sale a flote cuando todo parece complicado. Mañana es otra oportunidad para enderezar la nave y salir a flote.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

CONMEBOL Copa América 2019: Ahora viene lo mejor

Ya pasó la primera etapa, la que siempre esconde alguna sorpresa, la que siempre tiene algún resultado inesperado. La etapa del inicio, donde algunos equipos aún no están en su mejor versión, donde se mezcla el comienzo de una ilusión, un objetivo, con el cansancio del final de una temporada en los clubes que siempre es larga y exigente.

Ahora que ha terminado esa etapa que siempre implica algún sobresalto y que insinúa a los favoritos; la fase donde alguna selección sorprende y otra puede decepcionar. Ahora llegó el momento de la verdad.

Ya pasaron los partidos de los grupos y empieza el torneo por eliminación directa. “Una nueva Copa comienza”, dijo Lionel Messi. Y es así. Ahora todos arrancan de cero. Todos tienen las mismas chances y las mismas oportunidades. Tanto el que ganó todos los encuentros, Colombia, como Paraguay, que se clasificó con sólos dos igualdades, sin conocer la victoria. Ambos, como el resto, comienzan con las mismas posibilidades.

Claro que hay favoritos. Equipos que uno sabe, por propuesta, nivel de juego, capacidad individual, ensamble de equipo, y varios etcéteras, que están un poco por encima del resto y se asoman como los principales protagonistas del torneo.

Brasil asoma en primer lugar. Da toda la sensación que tiene todo para dar el zarpazo y quedarse con la corona en su casa. Mostró un alto nivel de juego, dominó a sus adversarios, nunca tuvo inconvenientes y demolió con goles cuando fue necesario. A Bolivia le ganó sin despeinarse; con Venezuela tuvo muchas ocasiones y le faltó justeza y un poco de profundidad para dañar a un equipo que se defendió con inteligencia y cerró filas para aguantar los embates locales. Y ante Perú apareciót todo su poder de fuego, incluso con momentos de alto rendimiento.

Uruguay le ganó un partido caliente a Chile y confirmó su candidatura a partir de la base de un juego colectivo aceitado, una identidad arraigada en el plantel, el histórico espíritu de lucha y la enorme jerarquía de muchos de sus futbolistas. Es un serio candidato el equipo de Tabárez.

Colombia ganó todos los puntos y al buen juego al que nos tiene acostumbrados le agregó un encomiable espíritu de lucha. Ya no es sólo el equipo del buen toque del balón. Ahora también es el conjunto que se agrupa, que presiona bien alto y que mete cuando tiene que meter. El portugués Carlos Queiróz le aportó mucho en ese aspecto.

Chile mantiene una base que ya se conoce y tiene experiencia ganadora: Medel, Aranguiz, Vidal, Vargas, Alexis Sánchez…jugadores que han triunfado en dos ediciones de este torneo continental. Con Gerardo Martino, Juan Antonio Pizzi o Reinaldo Rueda, el equipo mantiene su protagonismo.

La Argentina es una incógnita. Le ha costado acomodarse en los primeros encuentros, y sin embargo cuando aparecen sus individualidades es un equipo de temer. Parece que estuviera en otra frecuencia, que los fantasmas se apoderaran de ella, que los rumores hicieran eco en el rendimiento. Pareciera que el equipo no ha logrado aún un estilo. Y entonces surgen los futbolistas, el peso de su jerarquía, los nombres rutilantes que con hablarse un poco, encenderse en el momento justo y acomodarse en el campo, les bastara para dominar al rival y superarlo. La Argentina no ofrece garantías aún como un equipo en el estricto sentido de la palabra, pero irradia una sensación que en cuánto se encienden sus nombres, los rivales pueden pasar un muy mal momento. Cuidado con el equipo de Scaloni que cuando apela al orgullo y a la historia más el despliegue individual de cada una de sus estrellas, puede hacer tropezar al más pintado.

Allí están los candidatos. ¿Aparecerá otro? Todo puede ser en esta parte del mundo, donde el continente respira fútbol y en su torneo más añejo lo más importante está por llegar.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Uruguay acertó al final y se llevó el premio mayor

Ya es un clásico. Con todos los condimentos: una rivalidad creciente, pierna fuerte, viejos enconos, disputa intensa y vehemencia en cada balón dividido. Uruguay y Chile mantienen un duelo con mucha “pimienta” desde hace varios años y anoche, en la lucha por el primer puesto de la tabla del grupo “C”, no fue la excepción.

Chile se mostró mejor en el primer tiempo. Empujado por el temperamento de Gary Medel y la ubicuidad de Pulgar, buscó con las proyecciones de Paulo Díaz y Pablo Hernández abrir el campo por los laterales. Tuvo más la pelota y el control de juego, y se arrimó con peligro. A ,los 10′ Muslera pudo rechazar un remate fuerte de Hernández, en la situación más clara para “La Roja”.

Uruguay tuvo su llegada a los 22′, tras un corner desde la derecha, el rechazo, el centro de De Arrascaeta y el desvío de Gonzalo Jara cuando Godín entraba libre para cabecear al arco.

Ya en la segunda etapa, Chile volvió a tener su chance con un remate de Alexis Sánchez a los 47′ que se fue apenas alto. El partido manetnía el espíritu del primer tiempo: una mezcla de jerarquía e intensidad que recorrían el campo y reflejaban un partido vibrante.

A los 68′ José María Giménez despejó con un cabezazo sobre la línea el envío que, también de cabeza, había hecho Hernández. Era la situación más clara del partido. Y era para Chile.

Hasta que a los 81′ una jugada bien laborada de Uruguay terminó en la valla de Gabriel Arias. Movimiento de pelota de derecha a izquierda, apertura para Rodríguez, el enganche leve hacia adentro, centro preciso y el cabezazo de Cavani se mete junto al palo derecho del arquero de Chile. Uruguay golpeaba cuando el partido se acababa…

Uruguay acertó al arco y se llevó el premio mayor. Tuvo sangre fría para llevarse un duelo caliente y ahora sueña con conquistar Brasil, como en aquella hazaña de 1950.


Hernán O’Donnell