Bensebaini fue el héroe para que Mönchengladbach siga abrazado a la punta

El menú de cada fin de semana ofrece muy buenos partidos en el fútbol de Alemania. Encuentros llenos de interés, con partidos atractivos, equipos ofensivos, generosos, con ambiciones, y que buscan objetivos superadores. La lucha por la punta de la tabla está encarnizada. Ya no es un equipo que domina de modo unilateral, le saca una amplia ventaja sus competidores y a partir de allí se juega un torneo previsible, aburrido.

Este año, es diferente. Hay muchos equipos que pelean en lo más alto. Y elegimos Borussia Mönchengladbach vs Bayern Münich para ver, un partido que reunía al primero de la tabla y al candidato eterno. Tuvimos que dejar al gran animador RB Leipzig por coincidencias de horarios, pero era el partido que prometía.

El primer tiempo comenzó dividido; el local intentó hacerse de la pelota, manejarla, empujar hacia el arco rival. Con Stindl y Hofmann como organizadores, los primeros minutos tuvieron su control. Después se acomodó la visita, con el peso específico de sus figuras, sobre todo de la mitad de cancha hacia arriba: Thomas Muller, Goretzka, Coman, Lewandowski…Uff! Pesos pesados del fútbol que, entre el valor de sus nombres, la importancia de la camiseta y algunas maniobras bien elaboradas, dejaron una mejor imagen final cuando se acababa la primera etapa.

Esa mejor imagen se afianzó con el inicio de la segunda parte. Nos habíamos quedado con un Mönchengladbach que, de alguna manera, le había pesado el partido. No podía prevalecer, no lograba someter al rival y confirmar al mundo que era el puntero, el líder. No profundizaba en ataque; al contrario, en el primer tiempo sus llegadas se diluían muy rápido.

Y Bayern facturó enseguida cuando se reanudó el partido. Iban 48′ cuando Perisic, que había ingresado por Tolisso, recibió en el área, tras una buena salida colectiva, y de media vuelta sacó un remate que venció las manos del arquero local Sommer y abrió la cuenta. Bayern se ponía 0-1 de visitante.

Herido en el orgullo, Mönchengladbach salió. Fue a buscar; desató las bandas, abrió el campo e insistió en el ataque hasta forzar varios tiros de esquina. Cuando estábamos en los 60′, llegó la igualdad, tras un tiro de esquina desde la derecha y el cabezazo del lateral argelino Rami Bensebaini selló el 1 a 1.

Bayern Münich, que había sido más a lo largo de la hora de juego, se encontraba como estaba al principio. Y debía ir de vuelta por todo, para poder llevarse el premio mayor y buscar posiciones altas en la tabla.

La otra variante de Bayern Münich fue el ingreso de Javi Martínez por Boateng, lesionado. En el local entraron Herrmann, Embolo y Raffael, este brasileño de larga trayectoria en Alemania que iba a influir en el ataque local.

Todo parecía cerrarse en el empate. Bayern chocaba con Sommer y la baja potencia de su ataque. El local, ofrecía contras, pero parecía estar satisfecho con la igualdad. Al cabo, era un punto que lo mantenía en las expectativas.

Así estaban las cosas cuando pasamos el tiempo reglamentario y ya cuando sólo quedaba aguardar por el final, una corrida de Thuram, su ingreso en el área y Javi Martínez que lo cruza abajo, de modo imprudente y el referí que no duda en sancionar el penal. Iban 90’+1, cuando Bensebaini marcó su segundo gol y el de su equipo, para revertir el marcador y pasar al frente por 2 a 1.

Mönchengladbach estaba liquidado. Se recuperó, mostró vergüenza deportiva y alcanzó el empate. Y cuando todo terminaba, se llevó el premio mayor que le dio la alegría del triunfo y mantener la primera ubicación en la tabla de la fabulosa Bundesliga, por esos duendes que siempre rodean al fútbol y una tarde convirtieron en héroe a un lateral argelino que sueña con triunfar en este bendito deporte.


Hernán O’Donnell