Hoffenheim aprovechó los obsequios de Dortmund, que se fue con las manos vacías

Jugó un muy buen primer tiempo, con el ritmo habitual, la dinámica y velocidad que le da Sancho, el despliegue de Brandt y la movilidad de Mario Götze. Mientras que por derecha la verticalidad de Hakimi y la habilidad de Hazard, que hicieron de esa banda un carril permanente de ataque del Borussia Dortmund ante un Hoffenheim desdibujado, liviano, muy lejos del equipo peligroso que supo ser hace un par de temporadas. Con esa línea vertical, Dortmund ejerció un control permanente en el primer período. Fue más que su rival por peso propio, por la jerarquía de sus futbolistas y por un mejor juego colectivo.

A los 16′ abrió el marcador. Una trepada de Hakimi por derecha, la pelota que recibió en diagonal, y luego de ingresar al área, ejecutó un centro atrás para la llegada de Mario Götze quien convirtió con un tiro al medio. 1 a 0 para el visitante.

Creció el dominio de Dortmund. Por las variantes de su juego, porque no dejó de buscar y porque tuvo varias ocasiones para aumentar la diferencia. Hoffenheim intentaba jugar de igual a igual, ir para adelnate y forzar situaciones de ataque. Pero carecía de profundidad, de juego y de peso. Robert Skov, el lateral danés tuvo la mejor chance con un tiro libre que pegó en el travesaño, pero no tuvo otra oportunidad, mientras que el visitante merodeó de modo permanente el arco de Baumann.

En el segundo tiempo Dortmund salió con dos variantes: Piszczek por Hummels y Larsen por Hazard. En el local, Adamyan reemplazó a Samassekou. Pero lo que podía influir eran las variantes de Dortmund. Dos hombres importantes salían del juego: un defensor experimentado y líder como Hummels y un delantero creativo como Hazard. Habríamos de ver como se acomodaría el equipo a esas modificaciones.

A los 49′ Brandt tuvo una inmejorable ocasión tras una buena jugada con Sancho, pero Baumann lo impidió con una buena atajada. A los 55′ Hakimi se fue por la derecha, llegó al fondo y cuando tenía ¡cuatro! compañeros que entraban por el medio para poder darle a alguno de ellos el centro atrás, prefirió rematar al arco con un tiro fuerte pero defectuoso. Otra chance perdida para el visitante.

Hoffenheim buscaba respuestas y apostaba a encontrarlas desde el banco: Locadia por Geiger a los 65′; así, los dos volantes internos eran reemplazados. Sin embargo, era Dortmund quien mantenía el control del juego, llegaba con facilidad y despilfarraba situaciones. A los 67′ Brandt abrió a la derecha para Sancho y su tiro cruzado no pudo ser conectado por Larsen.

Era un dominio sostenido de los amarillos. Poseían la pelota, controlaban los movimientos y dominaban a voluntad. Sólo faltaba marcar un segundo gol que “cerrara” el partido. Porque a pesar del dominio sostenido, el resultado seguía 0-1 y todos sabemos que un marcador apretado es una invitación irresistible a los duendes que siempre merodean los partidos de fútbol.

La última variante del local fue a los 78′: Kaderabek por Baumgartner. Y apareció acompañado por esas sorpresas que tare el fútbol. La primera pelota que tocó Kaderabek fue un centro profundo para Kramaric , Locadia que no pudo conectar, el rebote en el arquero Bürki y Adamyan convirtió con un fuerte tiro a los 79′. 1 a 1 y los duendes que invocábamos, aparecieron en Hoffenheim.

Dortmund intentó una última jugada táctica: Paco Alcácer por Mario Götze a los 83′, para profundizar el ataque con un hombre de área.

Y la sorpresa mayor cayó a los 86′. Kramaric abrió a la izquierda para Adamyan, este se fue por izquierda, tiró el centro y Kramaric que había picado al área conectó de cabeza para marcar el 2 a 1. El VAR confirmó que estaba bien habilitado Adamyan cuando fue a recibir la pared y en una ráfaga Hoffenheim revirtió el marcador y sin hacer demasiado, pudo dar vuelta un 0-1 con una actuación deslucida a ganar 2 a 1.

Dortmund pagó caro su distracción. Desperdició ocasiones, se descuidó al final y se fue con las manos vacías ante un Hoffenheim que hizo muy poco por la victoria. Sólo le alcanzó con aprovechar los errores de su visita en la noche del viernes.


Hernán O’Donnell