Oleksandr Usyk, en el camino de los grandes

Se ha ganado un lugar en el reconocimiento del gran mundo del boxeo. Para muchos, ya es el mejor Crucero de la historia, una historia corta en definitiva pues es una categoría creada en 1979. Pero ha hecho mucho, la “Cátedra” lo compara con Evander Hollyfield y ahora empieza su camino en la carismática división de los pesados. El gran público aún no dio su veredicto ni está familiarizado con él, pero tiene un palmarés en su carrera amateur muy grande y en el profesionalismo ya dio varios pasos adelante, y tras su victoria frente al estadounidense Chaz Whiterspoon el sábado 12 de octubre en el Wintrust Arena de Chicago, Illinois, la puerta de la categoría pesado se abrió para él y su nombre se empieza a familiarizar en todo el mundo.

Oleksandr Oleksandrovich Usyk nació en Simferopol, Ucrania el 17 de enero de 1987, cuando aún su país era parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Su primera pasión fue el fútbol, deporte que practicó y desarrolló en la escuela deportiva especializada SC Tavriya Simferopol, la academia formativa de fútbol del club.

Un tiempo después el boxeo le ganó a su corazón y comenzó a entrenar en la Universidad estatal de Cultura Física de la ciudad de Lviv, en epañol Leópolis, situada al oeste del país, cerca de la frontera con Polonia.

“Mi padre, ya fallecido, siempre me decía que yo tenía condiciones para el boxeo. Yo no confiaba tanto, pero me dije, ‘bueno, voy a intentarlo’, y gracias a él ahora estoy ante ustedes”, confesó en un documental de Sky Sports llamado “Indiscutible Usyk”.

Pudo haber pasado antes al profesionalismo, pero tenía un objetivo muy claro en mente: ser medallista olímpico. Por eso demoró su paso al campo rentado.

Participó de los Juegos Olímpicos Beijing 2008 y en los siguientes, los Juegos de Londres 2012 obtuvo la medalla de oro. “Cuando me ví parado con la medalla en mi cuerpo, al principio temblaba un poco. Estaba tan feliz y nervioso, que transpiraba. Tenía la medalla, la que tanto había soñado cuando corría, cuando entrenaba, cuando nadaba, ahí, puesta en mi cuello. Había logrado mi oro”, dijo en el documental.

“Yo deseaba pelear contra los profesionales, pero antes quería la medalla olímpica. Una vez conseguido el objetivo, cambié al boxeo rentado”, declaró en aquel tiempo.

Lapin fue su primer entrenador, y con su hijo, Sergei, entabló una relación de gran amistad. “Es como un hermano para mí”, dijo Oleksandr. “hemos pasado muchas cosas juntos”, afirmó Sergei, “nos conocimos a los 13 años y compartimos cosas buenas y malas; la mayoría, buenas…mi padre siempre tuvo buen ojo para determinar a primera vista si estaba ante un mal o buen pugilista y si estaba ante un gran campeón. Se daba cuenta enseguida. Y con Oleksandr percibió que era fuerte y que tenía un gran corazón. Que podría ser un gran campeón”.

Primero fue parte del equipo de boxeo de Crimea; más tarde se unió al equipo nacional de Ucrania. Ha entrenado con sesiones de fútbol, de tenis y otras disciplinas. “Nos gusta romper los estereotipos”, comentó Usyk.

Por entonces, en el año 2009, se casó con Yekaterina y tuvieron tres hijos: Kyrylo,  Mikhailo, y Yelizaveta.

Un año después incursionó en el profesionalismo y empezó una carrera de victorias que llamaron la atención de K2 Promotions de los hermanos Klitschko, que lo sumaron a sus filas para manejarle la carrera.

Tras el debut,  en el que venció al mexicano Felipe Romero, los éxitos se sucedieron. En su cuarto combate se midió con el argentino César David Crenz, a quien derrotó por KO en el 4to, el 31 de mayo de 2014. Y tras 9 combates con todos triunfos consecutivos, en su décima presentación profesional le llegó oportunidad de pelear por el Título Mundial Crucero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Fue en el Ergo Arena de Gdansk, Polonia, ante el local Krzysztof Glowacki.

“El talento es sólo el 1% de lo que soy como boxeador; el otro 99% es el trabajo duro, el sacrificio, el entrenamiento”, describió sus características.

El combate fue duro y extenso, pero el ucraniano consiguió la victoria en las tarjetas por decisión unánime. Además obtenía un récord, pues se convertía en el primer Campeón del Mundo Crucero tras 10 peleas. Hasta entonces, el hombre que había logrado el campeonato mundial con menor cantidad de luchas en la categoría Crucero, era Evander Hollyfield, quien logró el cinturón tras 12 peleas. Se sumaba así a otra estrella que había logrado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012 que se alzaba con un título Mundial tal como lo habían hecho Vasyl Lomachenko y Anthony Joshua.

Lo cierto es que el joven Usyk en pocas peleas llegaba a lo máximo, casi una costumbre en el boxeo de nuestros días. Antes, para llegar al título hacían falta más de 30 combates profesionales; hoy, se consigue la oportunidad con un puñado, tal como le paso a Usyk, o al mismo Lomachenko.

Su consagración llegaría tras vencer a Murat Gassiev, pues unificaría los títulos Crucero en las organizaciones más importantes: AMB, CMB, OMB, y FIB, amén de ganar la final de la World Boxing Super Series categoría Crucero. Pero esto le daría un salto a su carrera promocional, pues además de continuar con K2. Se iba a unir con  Matchroom Boxing, la empresa del poderoso Eddie Hearn para sumar a su esquema de trabajo, con transmisiones exclusivas por DAZN.

“Estoy muy feliz de que K2 Promotions pueda unirse a Matchroom Boxing para crecer y asegurarme las peleas más grandes que hay”, señaló a Sky Sports tras el acuerdo. “Inglaterra es un país especial para mí, aquí salí Campeón de Europa en 2008 y aquí gané la medalla de oro olímpica”, dijo con referencia al origen de su nueva empresa promotora.

“Creo que podré enfrentarme a los mejores y más grandes nombres del boxeo. Una pelea con Tony Bellew sería una posibilidad muy grande, es un buen pugilista y una buena persona, y también tengo la opción de subir a la división de los pesados”, señaló como un adelanto de lo que tenía planeado para su carrera.

Allí fue. A escalar posiciones con una notable victoria ante Tony Bellew en Manchester, sin complejos ni temores, de visitante, y con los riesgos lógicos que eso supone, pero los asumió y lo derrotó con un estremecedor KO en el 8vo asalto.

“He tenido un año durísimo”, señaló ni bien finalizó el combate en referencia a un 2018 con grandes exigencias, “ahora solo pienso en descansar y estar con mi familia. Tal vez suba a la división de los Pesados, eso me permitirá comer más pastas en la cena”, sonrió.

Para Bellew, fue el final: “No se ni cómo me conectó. Usyk es un boxeador brillante,  excepcional. Un medallista de oro, campeón europeo, campeón mundial, ha hecho  todo. Yo di lo mejor, soy un peleador de clase mundial pero él es la de elite”.

Un documental de Sky sports revela detalles íntimos de su vida, su hogar en Kiev, donde encuentra la paz y la calma necesaria para entrenarse y concentrarse en cada combate. Sus caballos, en especial “Champ”, quien responde de modo inmediato a cada uno de sus llamados.

Quienes lo conocen de joven, dicen que no cambió. Que todo lo que logró, campéon europeo, medalla olímpica, campeón del mundo, no lo ha modificado. Es el mismo de antes, solo que un poco más grande, con una familia formada, hijos, esa es la única diferencia del que comenzó a boxear.

Es amante de la literatura; le gusta la poesía y confiesa que ha escrito algunos poemas que tiene guardados. También se lo suele ver con auriculares pegados a sus oídos, lo que denota su pasión por la música. “Me gusta la música con mensaje. Escucho diferente música, pero me gusta el rap, las letras y el mensaje que ellas llevan. También escucho música clásica”, señaló.

En su habitación tiene los cinturones colgados sobre su cama, en una viga de madera que los sostiene a unos metros de altura. “Cada día al despertarme, lo primero que hago es ver mis cinturones”, explicó con una sonrisa. También tiene allí sus trofeos y un ejemplar de “El arte de la guerra” de Sun Tzu, considerado uno de los mejores libros de estrategia de todos los tiempos, que inspiró a figuras históricas como Napoleón Bonaparte, Maquiavelo, Mao Tse Tung y más..

“Voy a boxear hasta que encuentre motivación, mientras tenga fuerzas y ganas. Mientras tenga todo eso, continuaré. El día que pierda las ganas, me dedicaré a otra cosa. Mientras, me gusta mucho pasar el tiempo con mi familia, con mis hijos. Dedicarles el tiempo que a veces no puedo por tener que entrenar o estar concentrado. Y me gustaría que hagan deportes. Fútbol, boxeo o el que quieran, pero que puedan practicar un deporte sería muy buen”.

Ante Whiterspoon dio una muestra acabada de todas sus virtudes; su velocidad, inteligencia, variedad de golpes y su ritmo de pelea, con un manejo de piernas rápido y bien ubicado. Venció a un rival que suplió a Tyrone Spong, quien dio positivo en un análisis antidpoing y cuatro días antes pudo confirmarse su reemplazo. Conmovió a Chicago y el mundo le abrió las puertas a la galería de los pesados, en un momento donde la categoría se empieza a poblar de figuras atractivas. A llí está el dinero; allí va el ucraniano.

Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012, Campeón Europeo, Campeón Mundial categoría Crucero. Hoy, en Ucrania está considerado como el sucesor de los hermanos Klitschko, el boxeador que, igual que Vasyl Lomachenko, llevará aún más gloria a Ucrania. Y eso ayudará al desarrollo del deporte en el país.

Oleksandr Usyk es un boxeador completo, rápido para el peso de su categoría, con la sagacidad de un felino, con maniobras veloces que no permite que lo conecten, que trazó un recorrido admirable y va por la conquista del mundo seductor e irresistible de los Pesos Pesados.


Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)