Milan no detiene su marcha y le da forma a un año de notable recuperación

El gol de Romagnoli a los 16′ de juego le dio tranquilidad. Tenía un partido que era complicado en los papeles y lo fue en el inicio, porque Fiorentina salió a jugarselá, con Ribery por izquierda y las trepadas de Cáceres por derecha. Pero el Milan se mantenía firme en sus convicciones, en la búsqueda del dominio con el buen trato del balón, que salía limpio desde el fondo, con el tranco impecable de Kessie, la conducción de Calhanoglu, la velocidad de Saelemaekers y la calidad de Diaz.

Entonces llegó el gol de Romagnoli, a los 16′, tras un corner desde la derecha, la peinada en el medio y la llegada del zaguero para marcar el 1-0 para el equipo local.

Ahí se afirmó el equipo de Pioli, porque sintió que a pesar del ritmo que podía proponer la visita, el espacio y el tiempo iba a jugar a favor de ellos; entonces, sólo era cuestión de tiempo.

Y llegó con el penal de Kessie, a los 26′ de juego, cuando el Milan pudo ampliar la distancia a 2-0 y ya el control de la primera etapa quedó bajo su tutela.

A pesar del algunas llegadas de la Fiorentina ante Donnarumma, que había pasado algún sofocón al comienzo, el partido se volcó hacia el local, que incluso pudo ampliar el marcador. A los 39′ se fue Hernández por izquierda y cuando llegaba al fondo, dentro del área, Cáceres lo derribó y Milan tuvo otro penal, pero esta vez Dragowski le adivinó el remate a Kessie y desvió su disparo; el partido se mantuvo, entonces, 2-0 para el local.

Bonaventura por Callejón fue el cambio en la Fiorentina para arrancar el segundo tiempo. y lo fue a buscar; a los 54′ Ribery metió un buen contragolpe y cuando quiso “picarle” la pelota a Donnarumma, este sacó un manotazo que Romagnoli completó para despejar el peligro.

El encuentro se hizo entretenido, porque la Fiorentina luchaba por achicar la diferencia, en tanto Milan insistía con espacios y amenazaba con liquidar el partido. Crecía Vlahovic en la visita y se mostraba Rebic en el local.

Con los cambios, el partido entró en esa síntesis que muta entre los destellos y la descomposición. A los 59′ P. Lirola ingresó por Martín Caceres y a los 67′ P. Cutrone reemplazó a Franck Ribery en la Fiorentina; la visita buscaba aire y refresco para arrimarse en el marcador. En Milan, a los 74′ R. Krunic entró en lugar del español Brahím Diaz.

El Dt de Fiorentina, Césare Prandelli se jugó la última carta: iban 76′ cuando determinó que Borja Valero entrara por G. Castrovilli y Kouame lo hiciera por D. Vlahovic. Pero no tuvo profundidad la visita; no encontró los caminos para someter a Donnarumma. Era Amrabat el abanderado del esfuerzo para la recuperación y el empuje del equipo, el trabajo del chileno Pulgar lo ayudaba, pero no habían ideas más profundas.

Milan se sentía cómodo de contragolpe. A los 81′ el danés J.P. Hauge entró por S. Tonali, mientras que a los 90+1′ Dalot entró por Saelemaekers.

Así concluyó otra tarde triunfal del Milan. Un equipo que lleva una serie espectacular, de los mejores del año, afirmado en su estilo y a la búsqueda de la recuperación de aquella vieja gloria perdida.

Hernán O’Donnell