Platense y Argentinos revivieron un clásico moderno, lleno de pasión e intensidad

Ya habían jugado un par de partidos, tras el regreso de Platense a Primera División. Se habían enfrentado en La Paternal, donde ganó el “Calamar”, y también en Vicente López, en un empate con sabor a poco. Pero fue en los meses en que se jugó sin público, con apenas unos pocos allegados en las plateas oficiales. Lo cierto es que este clásico de un lunes muy frío por la noche, se disputó ante una numerosa presencia del público local, que lo vivió con mucha pasión, pues desde una hora antes ya se habían acercado al estadio y resonaban los bombos y los petardos, para darle calidez a una noche de frío impensado de comienzos de Mayo.

Pero el encuentro no alcanzó un nivel de excelencia, más allá de que la entrega fue total. El primer tiempo tuvo más estudio, cuidado y precauciones que jugadas emocionantes. El clima era intenso a partir de lo que generaba la hinchada local, con aliento y entusiasmo. Adentro era un partido de ajedrez. Platense con Jorge De Olivera en el arco; línea de cuatro con Augusto Schott, Ruíz Díaz, Gastón Suso y Juan Infante. En el medio, Hernán Lamberti y Héctor Canteros en el centro. A la derecha, y con proyección al ataque, “Nacho” Schor, al medio Iván Gómez y a su izquierda Franz Gonzales Mejía. De centro atacante, Gonzalo Bergessio.

Gabriel Milito cambió, en parte, su esquema. Al fondo, como siempre, Federico Lanzillotta en la valla, Kevin Mac Allister, Miguel Torrén y Lucas Villalba en la zaga. Por delante, cuatro futbolistas: David Zalazar, Gabriel Florentín, Fausto Vera y Mariano Bíttolo. Dos enganches, Matías Galarza y Gabriel Carabajal; y adelante, Gabriel Ávalos.

El partido se dirimía en la mitad de la cancha, donde los duelos entre los medios de Platense, Lamberti y Canteros, contra los enganches visitantes, Galarza y Carabajal, eran los principales atractivos. Y poco había pasado hasta que llegó la apertura del marcador.

Iban 15′ cuando Kevin Mac Allister realizó un lateral largo desde la derecha, el balón llegó al corazón del área, rechazó Suso y la pelota le quedó Gabriel Florentín, quien sacó un tiro cruzado y puso el 0-1 para Argentinos Juniors.

Fue casi la única llegada en el primer tiempo. El juego se mantuvo en el ajedrez de la mitad de la cancha. Platense intentó ser más ofensivo y a los 36′ produjo una buena maniobra colectiva que cortó Gabriel Carabajal, y a los 43′ llegó con una jugada por izquierda, el centro, el taco de Ignacio Schor atrás para “Tito” Canteros, y el remate de este fue tapado por Florentín.

En la visita, Gabriel Florentín, la figura del primer tiempo, debió dejarle su lugar a Nicolás Reniero, para iniciar el segundo período, por una sobre carga muscular. Omar De Felippe, el DT del “Marrón”, también dispuso al inicio del complemento dos modificaciones en su equipo. Nicolás Bertolo entró en lugar de Iván Gómez, con una seria lesión en el torax, y Nicolás Delgadillo reemplazó a Franz González Mejía.

Y mejoró el partido. Platense armó rápido una buena jugada por izquierda. Bertolo cortó en profundidad para Nicolás Delgadillo, este sacó el centro al área y “Lavandina” Bergessio no alcanzó a conectar, en una gran jugada del local, a los 48′ de juego.

Respondió Argentinos, a los 50′, con un enganche de David Zalazar y el disparo al arco que pasó cerca del poste izquierdo de Jorge De Olivera.

Por una sobrecarga muscular debió salir Mariano Bíttolo, y su lugar lo ocupó Luciano Gómez. Enseguida sumó otra chance la visita; tiro libre desde la izquierda y el cabezazo de Nico Reniero se fue por arriba del travesaño, muy cerca, cuando iban 53′ del partido. Volvió a tener una chance a los 62′, con un centro de Reniero que no pudo alcanzar Ávalos.

Volvió a moverse el banco “Calamar”, y a los 63′ Brian Mansilla reemplazó a Gonzalo Bergessio. A los 64′ llegó el tercer cambio visitante: Sánchez reemplazó a David Zalazar. En ese momento, Argentinos parecía un poco más. Había llegado dos veces con Reniero y a los 71′ un tiro libre de Carabajal se fue apenas alto, muy cerca.

Crédito: Prensa Argentinos Juniors

Pero el fútbol es maravilloso porque siempre esconde algo inesperado, siempre un duende surge y el alcanza una sonrisa. El público “Calamar”, que a esa altura veía el partido con cierta preocupación, de pronto vio que “Tito” Canteros lanzó un centro al corazón del área y Brian Mansilla se arrojó de palomita para meter un cabezazo bombeado que se transformó en el gol del empate, 1-1, a los 76′ de juego.Respondió Argentinos, a los 78′, con un cabezazo de Reniero que atrapó de Olivera en dos tiempos. gaby Milito resolvió agregar un delantero de área más, y a los 79′ Gastón Verón entró en lugar de Gabriel Carabajal. y volvió a llegar el equipo de La Paternal, a los 83′, con un remate de afuera del área de Fausto Vera, que pegó primero en el palo izquierdo de De Olivera, y luego dio en la base del poste derecho, para volver al medio del área. Increíble.

Crédito: Prensa Argentinos Juniors

En el final, arremetió Platense. Con dos modificaciones finales; Morgantini reemplazó a Augusto Schott y Mauro Bogado ingresó en lugar de Canteros, a los 85′ de juego. Con el empuje de la gente, el entusiasmo del empate cuando parecía complicado, a los 88′ tuvo un tiro libre de Bogado que se fue apenas arriba del travesaño. Y sobre el final, otro tiro libre, en este caso ejecutado por Brian Mansilla, pegó en el brazo de Galarzr, pero la jugada siguió, iban 90+3′, se cumplió el cuarto minuto agregado y Yael Falcón pérez dio por terminado el partido. No hubo tiempo ni interrupción del juego para que interviniera el VAR y quedó firme la decisión del juez de campo, y del asistente, que no consideraron que hubo falta. Las protestas locales fueron intensas, lo que motivó la expulsión de Nicolás Delgadillo, con el partido ya finalizado y la bronca que desbordaba a los jugadores del “Calamar”.

El segundo tiempo fue de lo mejor del partido. Con un Argentinos dominante, que tuvo muchas chances para ampliar el marcador, y un Platense que mejoró con los cambios que dispuso su entrenador y halló un duende que lo llevó al empate y lo invitó a soñar con algo más.

Hernán O’Donnell