Girona gritó al principio y al final, en una fiesta de goles de Año Nuevo

Electrizante, cambiante, emotivo. Así fue el triunfo de Girona ante el Atlético de Madrid, en una fiesta de goles que ambos brindaron para darle la bienvenida al 2024. El local madrugó al minuto de juego, y cerró la cuenta cuando los noventa minutos se habían cumplido. En el medio, hubo un partidazo, que tuvo de todo y que le dejó, al cabo, el dulce sabor al equipo catalán de mantenerse en la punta y soñar con una temporada inolvidable.

El equipo de Mikel Sánchez formó con Paulo Gazzaniga; Yan Couto, Eric García, daley Blind y Miguel Gutiérrez; Iván Martín y Aleix García; Savio, Pablo Torre y Valery Fernández; Artem Dovbyk.

El conjunto de Diego Pablo Simeone comenzó con Jan Oblak; Marcos Llorente, José María Giménez, Axel Witsel y Mario Hermoso; Rodrigo Riquelme, Rodrigo de paul, Koke y Samuel Lino; Antoine Griezmann y Álvaro Morata.

Iba 1′ de juego cuando Valery Fernández tomó un balón por izquierda, aprovechó el descuido de Llorente, y sacó un remate combado, que dejó sin chances a Oblak y puso el 1-0 para Girona.

El partido tomó temperatura desde el inicio. Respondió el Aleti con un disparo de Lino que tapó Gazzaniga, a los 5′ de juego. Y a los 14′ alcanzó la igualdad, tras un balón largo que bajó Antoine Griezmann, recibió Álvaro Morata, y con un tiro cruzado venció al arquero local, para poner el partido 1-1.

Girona se basaba en el juego asociado; Aleti, en el pressing de sus volantes y en el achique permanente de espacios.

Cuando iban 26′ Koke perdió un balón en la salida, por la presión fuerte de Iván Martin, quien ganó la pelota y remató, pero Jan Oblak desvió el tiro. El balón le quedó a Savio, quien definió con precisión, y puso el 2-1 a favor de Girona.

El ritmo se volvió frenético, con ataques punzantes de ambos lados. A los 32′ se cayó Blind en una salida, el balón le quedó a Griezmann, y su remate fue controlado por Gazzaniga, previo a un roce en la mano de Eric García, que bien pudo haber sido sancionado con penal.

El local tenía más ritmo en ese lapso, y sorpendía con las proyecciones de Yan Couto, no solo por la banda derecha, sino también en posiciones más heterodoxas. Así fue que a los 37′ se filtró como número “9”, y sacó un tremendo disparo que Oblak mandó al corner, por arriba del travesaño.

De ese tiro de esquina, Aleix García sacó un centro, Dovbyk golpeó de taco hacia la derecha, y por atrás de todos surgió Daley Blind para poner el 3-1 a favor de Girona, cuando iban 38′.

La visita aplicó una táctica que le iba a dar resultados: la sociedad entre Rodrigo De Paul y Álvaro Morata. El español picaba, en diagonal o recto, y le marcaba el momento exacto para el pase que muy bien ejectuaba el argentino. Así nacieron varias jugadas de alto peligro.

A los 43′ De Paul puso el balón en profundidad, Morata tomó el envío, dejó a un hombre en el camino, para definir y poner el descuento. El partido ahora estaba 3-2 para el local.

A los 45′ volvió a habilitarlo De Paul, esta vez de cabeza, pero el VAR advirtió la posición adelantada y el empate no pudo ser validado.

Pero no se rendía la visita, y a los 45+3′ llegó con claridad. primero Griezmann le bajó el balón a Hermoso, este sacó un fuerte tiro que rebotó Gazzaniga; De Paul tomó el rebote, que dio en un defensor, y Morata elevó demasiado el tiro final.

El “Cholo” Simeone decidió hacer una variante en el Aleti para comenzar el segundo tiempo. Nahuel Molina entró por Samuel Lino. Marcos Llorente pasó a la banda izquierda del medio campo y el equipo de Madrid tuvo un comienzo fuerte y dominante del complemento.

A los 46′ Morata cabeceó un buen centro de Llorente, y atrapó Gazzaniga; a los 47′ Griezmann exigió al arquero argentino. A los 49′ otra vez Paulo Gazzaniga desvió un tiro del francés Griezmann y del corner sacó un fuerte tiro de Llorente.

Pero la fórmula era la sociedad con De Paul, y a los 53′ una jugada del argentino, con proyección larga y un pase exquisito, fue tomado por Álvaro Morata para meterse en diagonal y definir ante la salida del arquero, que no pudo controlar un leve desvío en García, y el Atlético de Madrid logró empatar 3 a 3.

El partido era una fiesta que parecía no tener fin. Girona buscó respuestas con su primera variante, a los 58′. Jhon Solís reemplazó a Valery Fernández. Logró levantar un poco, y a los 61′ Artem Dovbyk enganchó en el área, y sacó un potente tiro que tapó Oblak.

Entonces, el DT local hizo dos cambios más. A los 65′ Arnau Martínez entró por Pablo Torre, y Christian Stuani ingresó por Artem Dovbyk, que excepto esa jugada señalada, no había tenido demasiada participación.

Pero ya era otro equipo el Girona, y a los 72′ Yan Couto se metió por derecha, para sacar un gran remate que desvió Jan Oblak. El segundo cambio del Aleti fue a los 76′; Angelito Correa reemplazó a Rodrigo Riquelme.

Aún así, era el momento del local, y a los 77′ Aleix García tiró al arco y desvió Oblak.

De a poco, el fuego se empezó a consumir. Simeone fue por el tercer cambio en su segunda ventana habilitada: Memphis Depay entró por Rodrigo de Paul, cuando iban 84′.

Mikel Sánchez hizo la cuarta variante de Girona, a los 87′, con el cambio de Portu por Savio, y el “Cholo” metió las últimas dos modificaciones permitidas, en su tercera ventana. César Azpilicueta reemplazó a Álvaro Morata, y Saúl ingresó por Antoine Griezmann, cuando iban 88′ de juego.

Parecía que el combustible había terminado, pero al local le quedaba algo más en el motor.

Y a los 90′ Iván Martín peleó una pelota en el callejón del inside izquierdo, dentro del área grande, y cuando nadie lo esperaba, sacó un globo que se metió en el ángulo superior izquierdo de Oblak. Fue la explosión total. Girona quedaba 4-3 adelante, cuando ya se entraba en el horario de cierre.

Y no hubo tiempo para más. En una fiesta de bienvenida de año, Girona gritó al principio y al final, para vencer al Atlético de Madrid, y no perder pisada en el camino del campeonato.

Hernán O’Donnell