El boxeo está de moda

Hasta hace unos meses, el boxeo en la Argentina se encontraba sumergido en la pasión de sus fieles seguidores, los protagonistas (leasé boxeadores, entrenadores, referís, jueces, dirigentes, promotores, periodistas) allegados y entendidos. No muchos más. Ellos conformaban el “mundillo”, no demasiado grande, de esta actividad. Lejos habían quedado los tiempos en que el boxeo era claramente el segundo deporte del país. Los tiempos de Luis Angel Firpo, Justo Suárez, Pascual Pérez, Nicolino Locche, Carlos Monzón, Víctor Galíndez.

Durante décadas, el siglo XX se vio lleno de luces, gloria y frustraciones de la mano de los nobles boxeadores. Que paralizaban el país en cada una de sus presentaciones. Que podían perder, como Firpo ante Dempsey, o ganar como Monzón, que ha medida que aumentaba sus defensas crecía el público que lo acompañaba…Era tapa de la revista GENTE, salía con la mujer más admirada, despertaba euforia en el público…

Podría decirse que en los dorados ’80 (para el boxeo mundial) la inercia llevó a mantener el boxeo en alto: además, surgieron grandes campeones como Sergio Víctor Palma, “Latigo” Coggi, Gustavo Ballas, Santos Benigno Laciar, Uby Sacco, entre otros. Y comenzó a apagarse la luz, con el “Roña” Castro como último gran ídolo. Tal vez, la “Hiena” Barrios tuvo su momento de gloria

El célebre Luna Park
El célebre Luna Park

Llegó el cierre del Luna, y el baón de la actividad. Allí estábamos, aún cuando la reapertura podía tener la presentación de quien luego sería un gran campeón, Omar Narváez.

Ese día fue mucha gente. Y también al combate entre Marcelo Domínguez y “la Mole” Moli. Pero, el boxeo, a nivel popularidad, ya no era el del siglo pasado. No era el mismo. Hasta se vieron cuestiones más propias de estos tiempos: creció el boxeo femenino y fue Marcela Acuña (junto a Omar Narváez) quien convocaba más gente al Luna Park.

Pero el boxeo ya no estaba en boca de todos.

Hasta que llegó Sergio Gabriel Martínez. Una verdadera “Maravilla”. Con sus triunfos ante Kelli Pavlik y Paul Williams sacudió al boxeo nacional. Y creció su figura. Y se enredó con el show mediático, hasta convertirse en una figura popular, conocida, como las de antaño. Y fue tapa de las revistas del corazón. Y arrastró a miles de argentinos hasta Las Vegas, para ver una exhibición notable ante Julio César Chávez Jr. Y convocó a 40.000 personas en el estadio de Vélez, para ganarle de modo ajustado al inglés Martin Murray.

El boxeo volvía a estar en boca de todos. Como antes. Ya no era “propiedad exclusiva del mundillo”. Y conmovió a todos. Fue un sacudón; las conferencias de prensa pasaron de no más de 20 periodistas como máximo a más de 500…Y, como en la vida misma, a no todos les pareció igual.

VLUU L200 / Samsung L200Hoy es tiempo de gozar. De disfrutar. De Martínez; y de Lucas Mathysse; y de Omar Narváez, del “Chino” Marcos Maidana, de Brian Castaño y de los que vendrán…

Bienvenidos todos aquellos que se sumaron a partir del fenómeno Martínez. Esta noble actividad tiene lugar para todos. Hay muchas figuras para seguir, además de Maravilla, y el mundo presenta estrellas como Mayweather Jr, “Canelo” Alvarez, Nonito Donaire, el propio Shane Mosley, Cotto, Danny García, y muchos más.

Es un momento especial de un deporte que atrapó a muchos que lo ignoraban o miraban de reojo. Bienvenidos al tren.

 

Hernán O’Donnell