Bayern Münich brindó una exhibición y es un firme candidato en la Champions League

Fue una cátedra de fútbol. Una aplanadora, sostenida en la idea de juego de su entrenador, Julian Nagelsmann, un creativo y revolucionario del fútbol, que hace de sus equipos escuadras temibles, agresivas, contundentes. Este novel entrenador, que ya tiene un currículum destacado, que la frustración de dejar el fútbol joven no bloqueó sus proyectos ni ilusiones, sino que le dio forma a una nueva carrera, la de director técnico. Y comenzó en Hoffenheim, luego tuvo una gran etapa en RB Leipzig y de ese gran equipo que formó llegó la convocatoria para la institución más poderosa de Alemania. Bayern Münich tiene un poderío propio y una tradición histórica, pero con este entrenador, le ha agregado un carácter más eficaz y rudo. El técnico ideal para la idiosincracia del club. Y ante Dínamo de Kiev, por la segunda fecha del Grupo “E”, el equipo alemán fue una tromba que aplastó de principio a fin a su adversario.

Con su clásico esquema de línea de cuatro, Süle, Upamecano, Hernández y el canadiense Davies, respaldados por el doble pivot, Kimmich y Goretzka, tres media puntas, Thomas Müller, Sané y Gnabry, y el polaco Lewandowski en ataque, siempre con Manuel Neuer en la valla, Bayern Münich fue demasiado para el equipo ucraniano.

A los 11′ abrió el marcador a través de un penal que convirtió Robert Lewandowski, por una mano de Sydorchuk. El partido se puso 1-0 y casi que quedó sentenciado. porque fue ostensible el dominio local. Atropellaba con Davies, presionaba con los dos volantes centrales, desbordaba con Gnabry…Dínamo era un conjunto de voluntades, con Sydorchuk en el medio, con la misión de apagar incendios, como un bombero atorado de dificultades.

A los 26′ amplió Lewandowski con un remate fuerte, en una entrada franca y libre por derecha. Y Sané tuvo un remate en el palo, a los 35′, que bien pudo terminar en festejo.

Dínamo presentó dos variantes para arrancar el complemento; 45′ T. Kedziora ingresó por O. Tymchyk y V. Shepelev reemplazó a M. Shaparenko.

Pero poco pudo hacer. A los 68′ Gnabry marcó el tercero, con un soberbio remate que se metió en el ángulo superior izquierdo del arquero Bushchan. 3-0 para el local. Y dos variantes que ampliaron las virtudes del equipo de Nagelsmann. J. Musiala entró en lugar de Gnabry y Benjamin Pavard ingresó por A. Davies, aunque el francés fue al lateral derecho y Süle ocupó el lateral izquierdo por el canadiense. En la visita, a los 69′, V. Supriaha entró por D. Garmash y O. Karavayev lo hizo en lugar de V. Tsygankov.

Pero quedaba más para ver en la fiesta de Alemania. A los 73′ Sané sacó un soberbio disparo desde la izquierda, lo que parecía que podía ser un centro fue un disparo con efecto y bien dirigido al arco, que se metió por el segundo palo y señaló el 4-0 para Bayern Münich.

Cuando iban 77′, llegaron los últimos tres cambios del local; E. Choupo-Moting entró por Robert Lewandowski, B. Sarr lo hizo por Leroy Sane y el austríaco M. Sabitzer reemplazó a L. Goretzka.

El dominio local era total, pero hubo tiempo para ver una jugada hermosa, que de una aparente complicación se terminó con un golazo. Pavard se vio apurado y jugó con Neuer; este abrió a la derecha para la subida de Sarr. Se fue por derecha y combinó con Pavard, quien sacó un centro medido y de cabeza Choupo-Moting puso el 5-0 para Bayern Münich.

Fue el final de una noche brillante, de fútbol total y de consolidación de una certeza: el Bayern Münich de Julian Nagelsmann es un gran candidato en esta Champions League.

Hernán O’Donnell