Un mar de esperanzas e ilusiones

20140131_114920No había comenzado bien Charly Berlocq. El partido empezó con el dominio del italiano Andreas Seppi, que se colocó de modo muy rápido 4 a 0. Hubo una reacción del argentino, pero no fue suficiente, y el visitante se llevó el parcial por 4-6. Entonces, surgió la rabia, el temperamento de Charly. Poco más de 20 minutos y 6-0 para equilibrar los sets. Luego el dominio del tercero. Con esa rara mezcla de “drops” y tiros cruzados y potentes. Un 4 a 1 rápido que alentaba la esperanza…el tercer set marchaba para Charly por 5 a 2 y crecía el aliento para el argentino.

El “Patinódromo Municipal” se llenaba de cantos e ilusión. Los bombos acompañaban el ritmo fuerte que proponía Berlocq.

Y siguió el show. Berlocq dominó 6-2 en el tercer set y se llevó el partido en la cuarta manga por 6-1.

Seppi no puso excusas: “jugué mal, Charly lo hizo muy bien. No influyó la gente, ni el clima ni el viento. Soy un jugador de cancha rápida y el partido se me hizo lento, las bolas venían muy lentas y complicadas.”.

Para Berlocq, la alegría era total: “Gracias a mi familia que me apoya tanto. Mis papás, mis hermanos y sobre todo mi esposa. Me acuerdo de todos los que me acompañaron cuando era muy difícil jugar al tenis”, dijo muy emocionado al borde del court.

“Disfruto mucho llegar a un estadio muy lleno,con el apoyo de los argentinos. Valoro mucho estar acá y que hayan confiado en mi. Y valoro mucho lo del público. La gente alienta y apoya mucho”

Después fue el momento de Mónaco. Y toda la preocupación que generaba y generó Fognini. Un partido complicado, por cierto.

Pero la historia ya había escrito su primer capítulo, y la ciudad feliz empezaba a ser un mar de ilusiones y esperanzas.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires)