RB Leipzig recuperó la memoria, demolió a Borussia Dortmund, y todo se encamina al Bayern Münich, en la atractiva Bundesliga

La Bundesliga es una competición apasionante, bien organizada, atractiva y con muchos detalles que la convierten en una de las mejores del mundo. Tiene una cierta lógica y una perspectiva previsible, en tanto el Bayern Münich es el equipo más preponderante, el dominante, a través de un conjunto de notables futbolistas, una preparación física excepcional, una actitud mental superadora y un entrenador de excelencia como Julian Nagelsmann, quien propone cada partido con una actitud ofensiva demoledora. Con seis fechas por delante, parece muy difícil que se le pueda escapar el título, pero mientras se disputa el campeonato y por debajo hay varios equipos con propuestas interesantes y con la ilusión de llegar lo más arriba posible, aún cuando el campeonato parezca una utopía, pero terminar en lo más alto posible y asegurar la clasificación a una de las Copas de la próxima temporada, con la Champions League como objetivo fundamental y en segundo término la Europa League, o el consuelo de la Liga de Conferencia. En esa lucha hay varios equipos, entre los que se destacan, por ejemplo, Borussia Dortmund y RB Leipzig. Y una tarde de sábado, se encontraron.

Dos esquemas parecidos, con tres zagueros en el fondo. Emre Can, Hummels y Manuel Akanji en el Borussia Dortmund, en tanto en la visita, Simakan, Wili Orban y Gvardiol. Cuatro medios para el local, Thorgan Hazard, Axel Witzel, Bellingham y Rafael Guerreiro, mientras que en Leipzig se acomodaron Mukiele, Laimer, Kampl y Angeliño, con Dani Olmo por delante de ellos. Tres hombres de ataque en Dortmund, Marius Wolf, Haaland y Marco Reus, en tanto en la visita Nkunku y André Silva eran los referentes de ataque.

Dominó durante el inicio el Dortmund, con manejo del balón y dominio territorial. Leipzig, retrasado, lo esperó. Y a los 20′ le metió una primera puñalada, con una escapada Nkunku por derecha, el pase al vacío para la entrada de Laimer como interior derecho, y la definición del volante frente a la salida de Gregor Kobel, arquero de Dortmund, para definir por encima y poner el partido 0-1 a favor de RB Leipzig.

Sintió el golpe el local. No se pudo acomodar, ya no se acercó al arco de Gulacsi, y el Leipzig olió sangre para ir por más. A los 26′ tuvo un buen contragolpe que demoró en la definición, y enseguida aumentó el marcador.

Iban 29′ cuando Laimer volvió a recibir por la derecha, enganchó hacia el medio y sacó un remate fuerte que se desvió en Can para descolocar a Kobel y poner el encuentro 0-2 para el RB Leipzig.

Fue otro mazazo para el equipo local. Lo sintió como un castigo por no haber convertido cuando tuvo el dominio inicial del juego. Se perdió allí. Y la visita mostró aplomo para manejar los tiempos de esa primera etapa.

Pudo aumentar la visita, a los 43′, con un tiro de esquina bien ejecutado, que pasó por toda el área plagada de futbolistas y Nkunku remató, al final, pero controló el arquero local.

Más allá de la inteligencia del inglés Bellingham, quien trató de controlar los hilos del conjunto dueño de casa y a los 45+1′ del primer período colocó un buen pase para la entrada de Reus que Gulacsi cortó con una intervención inteligente.

Y el primer tiempo se cerró con la preocupación local y la tranquilidad del equipo de Domenico Tedesco.

En el complemento las cosas fueron similares. El mismo planteo en cuanto a distribución de jugadores, la misma propuesta. Sin variantes y con el apoyo a los jugadores que habían iniciado el juego.

Dortmund intentó pararse unos metros más adelante, para forzar el juego hacia la valla del húngaro Péter Gulácsi, arquero del equipo visitante. Pero Leipzig achicó espacios y buscó jugar en el campo rival, entonces el juego se dirimió en el centro del campo. Y cuando perdía la pelota, ocupaba rápido los espacios para estar detrás de la línea del balón, eso que tan bien explicaba el “Flaco” Menotti en los años ’70, y estar listos y de frente a la jugada cuando volvían a tener el esférico.

No pudo romper la telaraña el local, y el equipo de la bebida energizante se acomodó bien a lasa circunstancias. Y metió un golpe más. Iban 57′ cuando Olmo encabezó un contragolpe con Laimer, este, dentro del área local metió un pase de taquito y hacia atrás para la llegada de Nkunku, quien sacó un disparo abierto y puso el 0-3 a favor de RB Leipzig.

Entonces, el partido fue previsible. Porque el local apostó a algunas modificaciones para revertir la situación, mientras la visita se adapataba a todas las circunstancias.

Iban 60′ cuando M. Dahoud ingresó por A. Witsel, y D. Malen reemplazó a M. Wolf, en el local. Cambió el dibujo táctico el Dortmund, Dahoud se acercó a Malen y Reus para abastecer a Haaland, mientras que la visita soltó a Dani Olmo para que flotara por todo el ancho del ataque. A los 67′ Tedesco reacomodó a su equipo: L. Klostermann entró por N. Mukiele; el ingresado se retrasó un poco más en la ubicación, para formar una línea de cuatro defensiva, mientras que el otro cambio fue de Emil Forsberg por K. Kampl; el volante ingresado, de características más ofensivas, se paró un poco más adelante y a la derecha de por quien había entrado. El Leipzig por momentos tenía una línea de cinco, con Angeliño retasado por izquierda, tres medios, con Forsberg, Laimer y Olmo, y dos delanteros, Silva y Nkunku.

El local se jugó por dos cambios más, a los 73′ de juego: Giovanni Reyna entró en lugar de T. Hazard, y Julina Brandt ingresó por Marco Reus. Las ventanas de los cambios no se detendrían, y a los 77′ fue otra vez el momento del equipo visitante. D. Szoboszlai entró por André Silva, y M. Halstenberg ocupó el lugar de M. Simakan.

Todo parecía terminado, pero aún así hubo espacio y tiempo para más emociones. A los 83′, tras un tiro de esquina a favor, Dortmund pudo achicar la distancia con un centro de Guerreiro y el cabezazo de Malen que puso el esperanzador 1-3. Pero no tuvo tiempo, el local, siquiera de ilusionarse, pues a los 85′ Dani Olmo recibió un pase de frente al arco, pero fuera del área, y sacó un bombazo que se transformó en el 1-4 a favor de RB Leipzig.

Después, llegaron las modificaciones finales. A los 88′ Novoa reemplazó a Dani Olmo, una de las figuras de la tarde.

El visitante tomó la pelota en los minutos finales y terminó el partido con un dominio absoluto, claro y elogiable. Manejó el balón y el tiempo final con Forsberg, Angeliño, Laimer, Nkunku…

Fue una tarde soñada para RB Leipzig, que otra vez mostró vestigios de aquella aplanadora que supo construir Julian Nagelsmann, y ahora va por la recuperación de su memoria.

Hernán O’Donnell