El triunfo de Bayern Munich fue el mejor homenaje a Franz Beckenbauer

Fue un viernes de emoción, recuerdos y fútbol, como un estado infinito de la vida. El Bayern Munich volvió a jugar en casa en la reanudación de la Bundesliga, solo unos días después del adios al gran Kaiser, el caudillo, el hombre que fue Campeón del Mundo como jugador y como entrenador de la Selección de Alemania, amén de los títulos ganados con el Bayern, su club, tanto en ligas locales, como en competiciones europeas. La noche se tiñó de un sentido homenaje a uno hijo de la casa, uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos.

Bayern Munich jugó con su habitual ímpetu, y doblegó a Hoffenheim, un rival complicado, duro, que tuvo sus oportunidades, pero que estuvo lejos en el juego, y al final también quedó a una considerable distancia en el resultado.

El equipo local formó con Manuel Neuer; Konrad Laimer, Dayot Upamecano, Matthijs de Ligt y Alphonso Davies; Joshua Kimmich y Raphael Guerreiro; Leroy Sané, Thomas Muller y Jamal Musiala; Harry Kane.

La visita comenzó con Oliver Baumann; Ozan Kabak, Florian Grillitsch, y Stanley Nsoki; Pavel Kaderabek, Grischa Promel, Anton Stach, Marius Bulter y Andrej Kramaric; Maximilian Bier y Wout Weghorst.

No hubo llegadas peligrosas hasta que Musiala abrió el marcador. Iban 17′ de juego, cuando Bayern tuvo un tiro de esquina desde la derecha, jugaron por esa banda para Jamal Musiala, quien se fue al fondo y sacó un disparo que sorprendió al arquero y puso el 1-0 para Bayern Munich.

Se sostuvo el control del local a través del juego asociado y la creatividad de sus hombres de ataque, donde Musiala se destacó.

A los 36′ contó con otra llegada clara. Una jugada que comenzó por la derecha, a fuerza de buenos toques derivó hacia la izquierda, por allí entró libre Raphael Guerreiro, quien sacó un tiro que pudo desviar Baumann al corner.

El partido creció mucho en el segundo tiempo. Se animó más la visita, y a los 51′ llegó con un remate de Kramaric, que salió alto. Respondió el local, a los 57′, con un tiro de Musiala que dio en el poste izquierdo de Baumann. Luego fue Kramaric el que no pudo quebrar a Neuer, en un mano a mano que ganó el arquero, cuando iban 63′ de juego. Devolviò el ataque Hoffenheim, y a los 64′ Beier estrelló un remate en el travesaño.

En ese ida y vuelta, el local dio el segundo golpe. Iban 69′, Musiala se fue por izquierda, combinó en pared con Leroy Sané, y marcó su segundo gol y también de su equipo, para poner el 2-0 a favor de Bayern Munich.

A partir de allí se hizo más profundo el dominio del equipo de Thomas Tuchel. El entrenador decidió hacer dos cambios a los 71′. Mathys Tel entró por Leroy Sané, y Kingsley Coman reemplazó a Thomas Muller.

Tuvo el local un disparo de Kane que se fue alto, y todo iba a ser más difícil para Hoffenheim a partir de los 73′, cuando se fue expulsado Grischa Promel.

Aprovechó Tuchel, y a los 77′ hizo el tercer y cuarto cambio de su equipo. Aleksandar Pavlovic ingresó por Konrad Laimer, mientras que Leon Goretzka reemplazó a Raphael Guerreiro.

El Técnico visitante, Pellegrino Matarazzo, hizo tres variantes a los 78′. Umut Tohumcu entró por Andrej Kramaric; Robert Skov ingresó por Marius Bulter, e Ihlas Bebou reemplazó a Wout Weghorst.

Pero el partido ya no cambiaría su curso. Se mantuvo el perfil dominante del local, mientras que el Hoffenheim realizó su cuarta modificación, cuando Finn Becker entró por Maximilian Beier, a los 83′.

Un centro de Kimmich, que pasó al lateral derecho, fue bien cabeceado por Harry Kane, pero el balón salió apenas afuera, a los 84′.

A los 86′ Eric Choupo-Moting reemplazó a Jamal Musiala. Parecía la última ovación de la noche, pero había lugar para más.

Fue a los 89′, cuando Goreztka habilitó a Harry Kane, y este, de zurda, calvó un remate que se transformó en el 3-0 para Bayern Munich.

Tuvo una chance más, a los 90+2′, con un tiro de Kimmich que salió apenas alto.

Fue el cierre de una noche muy especial para Bayern Munich. Porque todos los ojos, los corazones y las almas se rpartieron entre el campo de juego, y el cielo donde ahora descansa uno de sus máximos ídolos.

Hernán O’Donnell