El seleccionado argentino de los últimos 50 años

Con tiempo para analizar, reflexionar, quedarse en casa y recordar momentos del deporte mientras se espera un futuro lleno de actividad, entre los varios juegos propuestos en las redes sociales recordamos cuando las publicaciones en papel hacían “seleccionados” de todos los tiempos. Se apelaba a la historia, al conocimiento, a la imaginación. También a los recuerdos. y a la actualidad. Era común encontrarse con el “Seleccionado argentino de fútbol de todos los tiempos”. Y allí veíamos a las figuras del ayer, a los héroes de los que nos hablaban nuestros mayores.

Después nos tocó el tiempo de ver al seleccionado. primero, por televisión. La Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA- Alemania 1974; después, el Mundial en días de junio y julio de aquel ’74. Y poco más tarde, la Copa Mundial de la FIFA-Argentina 1978, ya en la cancha. en los Estadios de River Plate y Vélez Sársfield, para ver a las grandes luminarias. A partir de ese momento, con el antecedente de las eliminatorias y el Mundial de Alemania, el amor y el seguimiento al seleccionado nacional se hizo fuerte y duradero. Y tantos cracks pasaron en esto 50 años, que nos vemos tentados a armar un equipo de 11 titulares y 8 suplentes, claro está. Es sólo la opinión de alguien que ve al equipo argentino desde 1973. Con sus gustos, sus impresiones y sus emociones. Puede estar de acuerdo, o no. No deja de ser una opinión, entre tantas. Casi un juego. Lo invito a compartirlo.

En el arco, con el número 1, Ubaldo Matildo Fillol. Jugó tres Mundiales (Alemania 1974, Argentina 1978 y España 1982). Fue Campeón en el del ’78. partició en las eliminatorias de 1973 y 1985, previo a la Copa de México 1986. Bien pudo ser el arquero en la Copa Mundial de la FIFA-México 1986 e incluso en Italia 1990. Su nivel lo ameritaba. Arquero de grandes reflejos, excelente ubicación, personalidad y seguridad. Inspiraba una confianza ilimitada. Indiscutido.

En el lateral derecho, con el número 4, pensamos en Enrique Wolff. Jugador de Racing, River y Real Madrid, entre otros. De gran manejo, inteligencia, fue el capitán del seleccionado en el Mundial Alemania 1974. En sus inicios se desempeñaba como volante creativo, luego lo ubicaron de volante y más tarde de marcador de punta. De ahí su excelente dominio del balón.

Con el Número 2, Oscar Alfredo Ruggeri. Debutó en la primera de Boca a los 18 años. Y no salió más. Fue campeón con Boca, River y San Lorenzo. jugó en el Real Madrid, entre otros, donde también fue campeón. Ganó la Copa Libertadores de Améroca y la Intercontinental con River Plate. Jugó más de 10 años en el seleccionado, con el que salió Campeón del Mundo en México 1986 y fue el capitán de los equipos que ganaron la Copa América en Chile 1991 y Ecuador 1993.

Daniel Alberto Passarella es el número 6 indiscutido. Un caudillo inclaudicable. Capitán del seleccionado que levantó por primera vez la Copa del Mundo en Argentina 1978. Temperamental, fuerte, ganador. De excelente cabezazo y potente remate. Sólido en la marca, agresivo en el ataque. Un defensor con alma de delantero. Se lo recuerda por sus arranques ofensivos y la manera en que empujaba a todo el equipo desde el fondo de la defensa. Un jugador extraordinario.

De lateral izquierdo, Alberto César Tarantini. Con el número 3. Alto, flaco y rápido. Muy fuerte en la marca. Muy resistente en lo físico, capaz de jugar a mil por hora los 90′ del partido. Contagiaba ganas e irradiaba un permanente espíritu ganador.

Como valnte derecho, número “8”, Osvaldo César Ardiles. Dinámico, hábil, inteligente. Surgió en Instituto de Córdoba, jugó en Huracán y tras ser campeón del mundo con Argentina en 1978, fue vendido al Tottenham Hotspur inglés donde hizo una carrera brillante y aún hoy es uno de los grandes referentes del equipo londinense.

De volante central, Sergio Daniel Batista. Quite, manejo, panorama. Presencia. Fue campeón con Argentinos Juniors en el metropolitano de 1984, del Nacional 1985, de la Copa Libertadores de ese año y en diciembre jugó la final Intercontinental frente a Juventus. Fue Campeón del Mundo con la selección argentina en México 1986.

Jorge Luis Burruchaga va como volante por izquierda, aunque podría jugar en cualquier posición puesto que fue lateral derecho en sus inicios, en un seleccionado juvenil, 1981, lo pusieron de defensor central y luego se desempeñó en varios lugares de la mitad de la cancha. Fue campeón con Independiente del Metropolitano 1983, de la Libertadores 1984, de la Intercontinental de ese año y fue el autor del gol del triunfo ante Alemania en la final de la Copa Mundial de la FIFA-México 1986. Un jugador de gran trayectoria, que jugó en todos los encuentros de es Mundial y los siete del siguiente, el de Italia 1990.

Como enlace, organizador, número “10”…el Nene. Diego Armando Maradona. No hace falta explicar por qué.

En ataque, Lionel Messi. Tampoco hace falta explicar por qué.

Mario Alberto Kempes a su lado. Pura potencia, “El Matador” fue la gran figura del campeón mundial de 1978, con 6 goles y una actuación inolvidable. Delantero de gran figura, se destacaba por su fuerza arrolladora y su habilidad; su gran cabezazo y su fuerte remate.

En el banco ponemos a Nery Alberto Pumpido como arquero suplente; fue multicampeón con River Plate, ganó el torneo local, la Libertadores y la Copa Intercontinental en ese 1986 que lo vió brillar en el arco de la selección campeona del mundo. Enzo Héctor Trossero como zaguero de recambio. Multicampeón con Independiente, ganó los Nacionales de 1977, 1978, el Metro 1983, la Copa Libertadores e Intercontinental 1984…Estuvo muy cerca de ir a México 1986, de hecho jugó gran parte de la eliminatoria. El otro zaguero que ponemos en el banco es Jorge Mario Olguín. Surgió en San Lorenzo, fue Campeón Nacional en 1974 y Menotti lo ubicó como lateral derecho en el seleccionado que ganó el Mundial ’78, en el que jugó todos los partidos.

Un volante de marca y recuperación: Américo Rubén Gallego. Una rueda de auxilio para todos, el típico “5” que quita marca y corre para el conjunto. Fue el titular en el equipo que ganó el Mundial en casa. Un volante que ofrece salida, equilibrio y llegada: Fernando Carlos Redondo. Integró el plantel que participó de la Copa Mundial de la FIFA-USA 1994. Un equipo que prometía llegar muy lejos, hasta que la suspensión a Diego Maradona desmoronó una ilusión que se sostenía en una realidad palpable y visible.

Dos delanteros para completar el banco: Claudio Paul Caniggia, sub campeón en Italia 1990, integrante del equipo del ’94 y del Mundial Corea-Japón 2002, para darle aire y velocidad al ataque.

Gabriel Omar Batistuta, el otro delantero en la banca. De gran dupla con Caniggia, ambos fueron campeones de la Copa América Chile 1991, en una delantera inolvidable, “Bati” también fue figura en el equipo que ganó la Copa América Ecuador 1993.

Esta es nuestra elección, pero no es la selección. En definitiva, es la opinión de un amante del equipo argentino que siguió por todo el mundo a la camiseta, y cuando no fue posible acompañar, firme junto a la televisión, para que no escape detalle. Y nos queda este equipo, del que es posible que usted coincida en muchos o pocos nombres, pero que formaron parte de una historia inigualable y de la que quedan muchos capítulos por contar.


Hernán O’Donnell