El año se inicia con un Boca-River, una oferta irresistible

Debe ser histórico. Un Boca-River oficial a jugarse el segundo día del año, tal como va a suceder el 2 de Enero de 2021. No hay registros en la memoria de un Superclásico oficial tan temprano en el calendario. Y con el agregado que ambos comparten la punta de la Zona Campeonato “A” de la Copa “Diego Armando Maradona” por lo cual es una instancia casi decisiva para determinar el finalista del grupo.

Es curioso porque se enfrentan con la cabeza también puesta en las semifinales de la Copa Libertadores de América. Ambos van a jugar esa fase, pero tienen muy presente la posibilidad de medirse en la gran final en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro.

Sin embargo, el entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, convocó a la concentración del 1º de Enero al mediodía en el Hotel Hilton, a 23 futbolistas que de modo habitual juegan en el primer equipo. No hay chicos ni sorpresas. Se entrenaron en el campus que el club tiene en la zona de Ezeiza y luego regresaron al hotel para pasar allí la primera noche del año.

Los convocados por el DT son: Arqueros, Franco Armani y Enrique Bologna. Defensores: Gonzalo Montiel, Javier Pinola, Robert Rojas, Paulo Díaz, Augusto Aguirre y Elías López. Mediocampistas: Enzo Pérez, Leonardo Ponzio, Bruno Zuculini, Nicolás De La Cruz, Santiago Sosa, Ignacio Fernández, Jorge Carrascal y Cristian Ferreira. Atacantes: Rafael Santos Borré, Matías Suárez, Julián Alvarez, Federico Girotti, Lucas Beltrán y Benjamín Rollheiser.

En Boca, Miguel Angel Russo decidió concentrar a 25 futbolistas: Esteban Andrada, Agustín Rossi, Javier García, Frank Fabra, Emmanuel Mas, Carlos Izquierdoz, Gastón Ávila, Lisandro López, Carlos Zambrano, Julio Buffarini, Leonardo Jara, Jorman Campuzano, Nicolás Capaldo, Cristian Medina, Alan Varela, Sebastián Villa, Agustín Obando, Edwin Cardona, Gonzalo Maroni, Eduardo Salvio, Carlos Tevez, Mauro Zárate, Franco Soldano, Ramón Ábila y Exequiel Zeballos.

La historia de Boca y River es inmensa, profunda, centenaria. Una rivalidad que será eterna, como su grandeza. Con capítulos y anécdotas de todos los colores y calibres.

Una historia marcada por alegrías y tristezas, por un país que late al compás de cada enfrentamiento y un rebote que se trasladas al resto del mundo. Aún en tiempos de pandemia, Boca y River siempre que se miden generan una fuerza, una expectativa y una ilusión que pcos espectáculos en el mundo lo pueden equiparar.

Ahora no más, bien prontito, apenas nace el año, tenemos una nueva exhibición de tamaño enfrentamiento.

Hernán O’Donnell