La nueva UEFA Champions League llegó a la mitad del fixture inicial, y la lucha por clasificarse a la ronda siguiente , ya sea a los Octavos de Final o a la fase preliminar, entró en su parte decisiva. Cada punto es agua en el desierto, porque los equipos saben que las chances son variadas: al cabo, se clasifican los 24 mejores de 36 equipos, y solo los 12 últimos quedan eliminados. Pero para eso, no hay que perder puntos, para que la posibilidad de clasificación, hasta la última fecha, exista. Y en esa lucha están París Saint Germain y Atlético de Madrid.
Y fue mucho más el equipo local, dominó el partido de principio a fin, pero no logró marcar la diferencia, y al final una genialidad de Ángel Correa lo privó del mínimo empate que merecía, para darle el sabor dulce del triunfo inesperado al Atlético de Madrid
El equipo francés formó con Gianluigi Donnarumma; Achraf Hakimi, Marquinhos, William Pacho Tenorio y Nuno Mendes; Warren Zaïre-Emery, Vitinha, João Neves; Ousmane Dembélé, Marco Asensio y Bradley Barcola.
El equipo español comenzó con Jan Oblak; Nahuel Molina, Axel Witsel, Clément Lenglet, Javi Galán; Giuliano Simeone, Rodrigo De Paul, Pablo Barrios, Conor Gallagher; Julián Álvarez y Antoine Griezmann.
La presión y el dominio de PSG comenzó desde el nacimiento del partido. Al minuto Hakimi sacó un tiro cruzado que rozó el palo derecho de Oblak; a los 4′ desbordó Hakimi por derecha, lanzó el pase atrás, y apareció Ousmane Dembelé para meter un tiro que apenas salió alto. Cuando iban 12′ un rápido contragolpe local, conducido por Dembelé, se cerró con un tiro al medio de Barcolá.
De tanto presionar, a los 13′ Dembelé le robó un balón a Clément Langlet en la puerta del área visitante, cedió a Warren Zaire-Emery, quien definió con categoría para poner el 1-0 a favor de París Saint Germain.
Enseguida respondió la visita; iban 17′ y Giuliano Simeone disparó al arco, rebotó Donnarumma, la pelota le quedó a Nahuel Molina, quien convirtió el empate para Atlético de Madrid. El partido quedaba 1-1.
Sintió el golpe el conjunto local, pero en el cuarto de hora final del primer período, retomó el control del juego.
Y en el segundo tiempo volvió a tomar las riendas del partido. A los 53′ remató Hakimi, devolvió Oblak, y del rebote Dembelé disparó afuera. A los 57′ tiró Barcolá, devolvió Oblak y Hakimi remató alto.
Diego Simeone entendió que había que ajustar las marcas, y a los 58′ hizo tres variantes en el equipo de la capital española. Koke entró por Rodrigo De Paul, Rodrigo Riquelme ocupó el lugar de Giuliano Simeone, y Reinildo ingresó por Javi Galán.
Pero el dominio del local era sostenido. Permanente. A los 63′ remató Barcolá, y Oblak desvió con una mano. El rebote lo tomó Neves, y atajó el arquero del “Aleti”.
A los 66′, Simeone puso al talismán: Angelito Correa, una figura de relevancia mundial, a veces no valorada como corresponde, pero que siempre hace goles determinantes e importantes. Entró por Julián Álvarez.
En el local, Luis Enrique hizo dos cambios a los 67′ King-In Lee reemplazó a Joao Neves, mientras que Fabián Ruiz ingresó en lugar de Marco Asensio.
Cuando iban 72′ efectuó la tercera variante: Randal Kolo Muani ingresó por Warren Zaire-Emery. Y sumó más chances el PSG. A los 72′, un buen cabezazo de Marquinhos fue controlado por Oblak. A los 76′ Hakimi no vio a tres compañeros libres, pateó de un ángulo cerrado y lo tapó el arquero visitante.
El quinto cambio visitante llegó a los 77′. Samuel Lino entró por Conor Gallagher. En el local, a los 89′ Desire Doue ingresó por Ousmane Dembelé.
Y todo lo que había hecho el París Saint Germain se derrumbó en el último segundo, cuando Ángel Correa recibió en el borde del área, controló con facilidad, enganchó y definió cruzado, con categoría y frialdad, para marcar el gol que puso el 1-2 a favor de Atlético de Madrid, cuando iban 90+2′ de juego.
No hubo tiempo ni para reanudar. París Saint Germain se ahogó en sus penas y en la injusticia que es parte integral de este deporte mágico. Atlético de Madrid celebró muy fuerte esto que a veces el fútbol te premia, y está bien porque es parte del juego: planteó una defensa sólida, concentrada y resistente, esperó su chance, se jugó un pleno y acertó.
Hernán O’Donnell