El infierno está encantador, para las visitas

La tarde del domingo en Manchester planteaba en la antesala un partido de mucho interés y con dos equipos plagados de individualidades capaces de entretener a los espectadores televisivos. De haberse guiado por los estilos de sus entrenadores, se hubiese creído que el Tottenham se replegaría y sacaría provecho de todo lo que su rival le brindase. Sin embargo, no necesito de ello y encontró en el primer tiempo un rival perdido y con muchas mas dudas que certezas.

Al minuto de juego Martial cayó en el área tras un contacto con Davinson Sanchez y el juez pitó penal para el local. El mismo fue convertido por Bruno Fernandes, experto en la materia quien colocó el balón lejos del alcance de Hugo Lloris. Para el equipo de Solskjaer, era primordial anotar primero y evitar un repliegue defensivo y en bloques de los dirigidos por Mourinho. Para el lamento del técnico noruego, a los 4′ un lateral de la visita se combinó con la complicidad de Maguire y Shaw, sirviendo en bandeja el gol de la igualdad propiciado por Ndombelé. Duró poco la alegría y el “Teatro de los Sueños” evidenciaría una de sus funciones mas espeluznantes y aterradoras.

Se lo observaba golpeado y perdido en su propio césped al Manchester United, y Tottenham aguardaba agazapado el momento para tornar la balanza a su favor. A los 7′, Harry Kane jugó rápido tras recibir una infracción y colocó un balón entre lineas para que el sur-coreano Heung- Min Son defina suave al palo lejano del español De Gea. Lejos estuvo de relajarse el equipo de la capital y mantuvo su producción ofensiva con pases de Kane para los extremos y laterales que en cada ataque proponían una nueva amenaza para el anfitrión.

El último gol; por la misma vía que el primero del encuentro.

La defensa del local parecía a un soplido del “knock-out”y el colapso lo causó un manotazo de Martial a Lamela, en un cruce de golpes que le costó la expulsión al delantero francés. Unos minutos más tarde y a la media hora del partido, un nuevo error en la salida desde abajo del dueño de casa habilitó al gol de Harry Kane, quien tuvo un gran partido pero necesitaba su gol para ratificarlo. Los londinenses tenían claro que era el momento de bajar el martillo y sellar el triunfo definitivamente, así llegó el segundo de Son y el cuarto del equipo de Mourinho, para quienes lo catalogan de jugar feo y no entretener. Tras el centro de Aurier, Son definió ,no de la manera mas ortodoxa pero efectivamente para vencer a un indefenso y desmotivado arquero rival.

El primer tiempo llegó a su final y con un resultado inamovible, por el resultado en sí y por lo que ambos equipos exhibieron. Spurs dió una gran muestra de fútbol y brillo con la participación de Harry Kane, Son y Aurier con sus llegadas y asistencias.

El segundo tiempo, como se esperaba, tuvo un ritmo mas pausado y en el que Tottenham tomó los hilos y no dejó nada al azar. Encontró el quinto de la tarde gracias a una gran triangulación al borde del área y con la definición de Aurier ante la salida, meramente de compromiso y sin apuro, del arquero español. Tampoco se privó de anotar por duplicado, el delantero de la selección de los “Tres Leones” quien anotó un penal a los 79′ para sellar una goleada histórica.

Con el resultado inamovible, el local se rehusó a presionar y aceptó su destino.

El resultado, apabullante y desconcertante para un equipo que viene con altibajos hace años, fue un baño de realidad y reveló mas problemas de los que Solskjaer conocía. En Old Trafford se respiran aires de cambio y es entendible que con ellos vengan malas rachas. Pero el mal rendimiento de muchos jugadores no puede esconderse bajo el catalogo de “rachas”. Jugadores como Pogba y Maguire muestran el devenir de la institución,que desembolsó la mayor suma de dinero en la historia por un defensor que aún no rinde regularmente. O la inversión en el medio campista francés que lejos esta de aquel sensacional jugador en la “Vecchia Signora”.

El 6-1 será en ambos equipos un partido difícil de olvidar, el recuerdo que traerá sera muy distinto. La visita se llevó un resultado entusiasmante y alentador para la continuidad de la Premier League. Mientras que en Manchester dejará un golpe muy fuerte, no solo para sus ambiciones en esta temporada sino también en la psiquis de este equipo y refleja años de malas gestiones, incapaces de rellenar el vacío que dejo Ferguson. No se podrá caer mas bajo, ahora solo se puede subir para los “Red Devils” y quedará poner su mejor cara para recibir a Edinson Cavani, y dar una buena impresión incluso en sus peores momentos.

Federico O’Donnell

Lazio e Inter, un empate con emociones que conformó a los dos

Partidazo en el Olímpico de Roma. Dos equipos de esquemas similares, de ambiciones ofensivas, de objetivos altos y de búsqueda permanente del arco contrario. Línea de tres zagueros para Lazio e Inter, cinco volantes distribuídos de distinta forma y dos hombres de punta. A rodar la pelota y a jugar en el amanecer de una tarde de sol en la capital italiana.

El comienzo fue equilibrado, con la postura muy clara y precisa de ambos: cuidar la pelota, darle un traslado prolijo y tratar de llegar por las bandas. Podían utilizar el pelotazo largo, pero sólo lo hacían de modo esporádico.

En ese contexto, Lazio asomaba un poco mejor; por lo menos más profundo para los ataques. Así tuvo un par de llegadas por la derecha a partir de las trepadas de Lazzari, pero los centros no pudieron ser bien conectados por Joaquín Correa, Tuvo un percance con la lesión de Setafn Radu a los 15′, quien debió ser reemplazado por Bastos.

Inter se empezó a acomodar mejor sobre los últimos quince minutos del primer tiempo. A los 28′ Lautaro Martínez metió una tremenda media vuelta que se fue muy cerca del palo izquierdo de Thomas Strakosha. Y a los 29′ abrió el marcador, tras una corajeada de Perisic, quien peleó una pelota en el área local, el rebote le quedó a Lautaro Martínez, y de zurda, el argentino convirtió para poner el marcador en 0-1.

Allí se agrandó Inter. Empezó a tener el balón, a darle circulación con la base de Gagliardini y Arturo Vidal, las proyecciones laterales de Hakimi y Perisic, la conducción de Barella y la potencia letal de Martínez y Lukaku. Le costó a Lazio ese momento del partido. Como que el gol lo dejó desorientado. El empuje de Leiva no era suficiente y encima sufrió una nueva lesión, con la obligación de “gastar” otra variante y una segunda “ventana” de cambios. A los 34′ Fares debió ingresar por el lesionado Marusic. Y para colmo de males, apenas ingresado, Fares vio la tarjeta amarilla por una falta sobre Hakimi.

El final del primer período lo dejó mejor parado al visitante para lo que se vendría, pero en el fútbol siempre hay que ser prudente, cauto y saber esperar el desarrollo del juego para ver si las presunciones se confirman o no.

Lazio tuvo una tercera variante por lesión para el comienzo del segundo tiempo, aunque no se “gastó” una ventana de cambios: Marco Parolo debió entrar por Bastos, que sólo jugó media hora del primer tiempo y no pudo salir para el segundo. Sin embargo, el local se las ingenió para remontar el partido y ponerle el pecho a los infortunios sucedidos.

Inter tuvo una chance con una media vuelta de Lautaro que se fue muy cerca a los 51′ pero Lazio iba a dominar el comienzo del complemento.

Llegó al empate a los 54′, cuando Acerbi lanzó un centro profundo desde la izquierda y Milinkovic cabeceó con precisión desde un ángulo cerrado para sellar el 1 a 1.

Ahí comenzó el momento del conjunto romano; Luis Alberto sacó un tiro fuerte a los 61′ que Handanovic pudo desviar al corner con esfuerzo. El mismo Luis Alberto volvió a disparar a puerta, a los 63′, y Bastoni rechazó. Todo era del local. Conte decidió dos cambios en la visita, para refrescar su juego: a los 66′ S. Sensi entró por R. Gagliardini y A. Young reemplazó a Ivan Perisic.

Hasta que a los 70′ Immobile sufrió una falta de Vidal y cuando el chileno se acercó a pedirle disculpas, el delantero italiano reaccionó con un manotazo y el árbitro, de modo exagerado, lo expulsó.

Ahí perdió peso el equipo local. Por las dudas, Conte decidió que Brozovic ingresara por Arturo Vidal a los 72′. Y empezaron a surgir los cambios, con todo lo que eso trae. Cortes, demoras, el juego que se diluye… iban 78′ cuando Alexis Sanchez entró por Lautaro Martinez, en tanto D. DAmbrosio reemplazó a M. Skriniar en el Inter de Milán. En Lazio, a los 79′ el argentino Gonzalo Escalante entró por Lucas Leiva y J.A. Akpro lo hizo en lugar de Luis Alberto.

Lo tuvo Joaquín Correa en una maniobra individual por izquierda, pero su remate al arco fue fallido. Y a los 85′ se fue expulsado Sensi en la visita, con lo cual ambos quedaron con 10 futbolistas y ya la conformidad les ganó a los dos.

Empate, al cabo, en un partido lleno de emociones, ritmo y buen juego, que solo el final diluyó entre cambios, expulsiones y la satisfacción de ambos de haber podido sumar un punto importante.

Hernán O’Donnell