RB Leipzig ganó y mantiene su sueño de Bundesliga

La Bundesliga es fantástica. Tiene todo lo que uno le puede pedir a una competición de fútbol. Escenarios espectaculares, equipos de alta calidad, partidos vibrantes, futbolistas talentosos y estrategas inteligentes. Cada partido encierra una incógnita, aún cuando hay equipos dominantes como Bayern Münich, Borussia Dortmund, y, desde hace un para de temporadas, RB Leipzig.

Sí, al equipo de Julian Nagelsmann hay que ponerlo en ese lote. El de los conjuntos que ejercen una supremacía sobre el rival. El que controla las acciones y el juego. Cada partido Leipzig crece un poco más y casi siempre ejerce una superioridad manifiesta sobre el adversario. Esta vez fue ante Unión Berlín, que sabía el partido que jugaba y propuso una defensa cerrada, un esquema sólido y la actitud siempre alerta para salir de contragolpe cuando la situación lo ameritaba.

Tres centrales en la visita; un volante replegado bien cerquita de ellos, y una línea de cuatro volantes retrasados. Así tenía el ancho y el centro del campo copados por piernas visitantes y se las arreglaba para controlar los avances locales.

Leipzig jugó como siempre. Al ataque, con ganas, con las proyecciones peramentes de Mukiele y Angeliño, el trabajo en el medio campo de Sabitzer y Kampl, los ataques de Nkunku y Dani Olmo, en tanto Sorloth intentaba posicionarse como pivot.

Unión Berlín aprovechó un error de Upamecano a los 7′ y tuvo su primera llegada, aunque Awoniyi no pudo resolver. Y a partir de ahí, el local se hizo dueño del balón y manejó el partido.

Siempre con Sabitzer como salida. Para abrir a izquierda o derecha. Con Angeliño o Mukiele, pero faltaba la jugada que hiciera daño a Unión Berlín. Porque el equipo visitante tenía mucha gente en su zona de retaguardia y el equipo de Nagelsmann no encontraba soluciones en ataque.

A los 30′ probó Dani Olmo con un disparo desde lejos que Luthe controló con seguridad. Y a los 36′ tuvo la situación más clara del partido cuando Nkunku quedó solo tras una excelente jugada colectiva y su remate se fue muy arriba, en el momento en que el estadio se llenaba de olor a gol.

La visita cerró el primer tiempo con una buena llegada, la segunda, en la que Teuchert intentó filtrarse entre los zagueros, pero Upamecano cerró con mucha categoría.

El segundo tiempo tuvo el mismo argumento. Un local que iba, que empujaba al visitante, mientras este trataba de aguardar con paciencia su oportunidad. El error de Leipzig fue repetirse en centros. Como no hallaba los caminos, el equipo se tentó con la posibilidad de llegar por medio de pases desde las bandas a la búsqueda de un cabezazo salvador.

Nagelsmann tomó nota y a los 59′ hizo una variante ofensiva: el sueco Forsberg, de características de enlace o media punta, reemplazó a Kampl, volante medio. Urs Fischer, el suizo que dirige a Unión Berlín, resolvió reemplazar a los dos delanteros: L. Dajaku ingresó por T. Awoniyi y M. Bulter reemplazó a C. Teuchert.

Mejoró RB Leipzig. Empezó a tener más profundidad, a ser más peligroso. A los 64′ Sabitzer cortó un balón para la entrada de Nkunku y el arquero Luthe tapó con su mano izquierda tras una salida rápida.

Recién a los 66′ tuvo su primera llegada del segundo tiempo la visita, tras un centro de la derecha que Bülter no logró conectar.

Pero era mucho más Leipzig y lo demostraba. Respondió Sabitzer a los 67′ con un buen tiro desde afuera que se fue sobre la base del palo derecho de Luthe. Y a los 69′ llegó el gol de Forsberg. Recibió de Sabitzer, el defensor le ganó en el rebote, la pelota le quedó a Olmo y este habilitó a Forsberg para que el sueco girara y marcara el 1 a 0 con un remate cruzado.

Los técnicos metieron mano a sus recursos, y cada uno hizo una modificación. Primero en Unión Berlín, a los 75′ C. Gentner entró en lugar de F. Hubner. Luego, en el equipo local: a los 76′ Adams ingresó por Mukiele.

Fischer no se iba a quedar tranquilo, y a los 80′ hizo dos variantes más: puso a N. Giesselmann en lugar de C. Lenz y dispuso que K. Endo ingresara en reemplazo de S. Griesbeck.

Pero el partido era controlado por los de Nagelsmann, que iban a sumar más posibilidades. A los 81′ Nkunku dejó solo a Sorloth con un pase en profundidad, y este, cuando entró al área intentó con un tiro que se fue muy desviado, cuando entraba solo por el medio Forsberg y lo aconsejable era cederle el pase.

Después hubo dos modificaciones más en Leipzig. Iban 85′ cuando Poulsen ingresó por Dani Olmo y A. Haidara reemplazó a C. Nkunku. Un minuto más tarde llegaba otra oportunidad para el local; corner desde la izquierda de su ataque y el cabezazo de Halstenberg fue detenido por Luthe, en otra ocasión de peligro. Y a los 88′ Poulsen intentó de media cuelta con un buen remate, que se fue muy cerca.

Sin embargo, el fútbol guarda muchas sorpresas y Unión Berlín, que casi no había tenido chances en el complemento, en la agonía del partido tuvo una situación muy clara que pudo ser el empate. Ya se jugaban 90+1′ del partido, y Bülter sacó un remate desde lejos, pero muy fuerte y preciso, que Gulacsi desvió con esfuerzo. Era una sorpresa en una noche que parecía definida.

Con ese pequeño susto final, RB Leipzig obtuvo un triunfo justo y necesario. Porque fue merecido a lo largo de todo el partido, porque tuvo el control del balón a lo largo del encuentro y porque la victoria era imprescindible para seguir de cerca en ese sueño no tan imposible que es conquistar la Bundesliga.

Hernán O’Donnell