El sueño de Inter Miami no logra despertar

La franquicia de Miami quiere vivir…como la princesa de la película, se siente atraído por el fantástico mundo del fútbol al que ingresó este año y sueña con insertarse, ser competitivo, meterse, ganar. Un equipo nuevo para una ciudad gigante, hispanoamericana por excelencia y con el “soccer” a flor de piel. Pero le cuesta. El conjunto está lleno de intenciones, tiene trabajo y sacrificio. Pero aún no ha conseguido sumar. Ha caído en sus primeros dos partidos de la temporada regular, y ahora sumó su tercera derrota en el MLS is Back Tournament. Esta vez, su verdugo fue el New York City, un equipo con más desarrollo y experiencia.

El primer tiempo fue entretenido; de poco vuelo futbolístico, pero con intenciones sanas. New York City se paró un poco mejor, tuvo el balón y controló las acciones, pero Miami no se quedó replegado ni atemorizado. Con sus herramientas, fue a buscar el partido. Y si bien se mostraba mejor el conjunto de New York, se las arregló para tener un par de situaciones de gol: un cabezazo de Agudelo que el arquero Johnson desvió al corner y otro frentazo de Morgan que también fue rechazado por el arquero del City.

El equipo de Diego Alonso se mostraba combativo, un poco excedido en la vehemencia, con el recurso del choque al hombre libre en los tiros de esquina que le costó, en el primer tiempo, la amonestación del argentino Figal, y en el complemento, como ya veremos, un poco más caro.

El equipo del norte lucía más sereno, más aplomado. Con la conducción de Tajori y Mitrita y la presencia ofensiva de Valentín Castellanos, insinuaba que podía dar algo más. Y en el complemento lo confirmó.

Miami intentó pararse un poco más adelante. Pero chocaba con el orden en el mediocampo del City, entonces su juego se reiteraba en la posesión, en la distribución del balón con pases laterales y carecía de profundidad. No encontraba los pasillos para flanquear la defensa del equipo azul.

En tanto New York sabía explotar los momentos y los espacios. Por eso de un buen pelotazo de Mitrita nació el gol a los 63′ de juego. Partió el pase largo del rumano al pique de Tajouri, este la controló muy bien, entró libre al área, y cuando le salió Robles lo venció con un tiro cruzado para poner el 0-1 en el marcador.

Miami sintió el impacto y New York se acomodó en el campo. Y llegaron los cambios, que muchas veces le quitan dinámica al partido, le restan inercia como a veces pasa en los amistosos, y en otras oportunidades sirven de refresco o un futbolista se mete bien y cambia el curso del juego. O influye en él. Hablamos de estos tiempos cuando 5 cambios permitidos por equipo determinan 10 futbolistas nuevos en un lapso corto que, a veces, desnaturalizan el libreto, no logran meterse y menos imponerse, entonces el juego disminuye. Se frena.

Sin embargo, el primer cambio de New York fue útil, porque Keaton Parks, que entró a los 67′ por Medina, tuvo una buena adaptación, una rápida interpretación del partido y se metió rapído en la conducción del City.

En Miami entraron B. Sweat por M. Ambrose, L. Nguyen por W. Trapp y el argentino J. Carranza lo hizo por su compatriota M. Pellegrini, todos a los 68′. Más tarde, Alonso haría dos variantes más; a los 79′ entraron J. Chapman por V. Ulloa y A. Powell por D. Nealis; en tanto en la visita salieron los dos hombres que habían marcado diferencia: Maximiliano Moralez entró por A. Mitrita y G. Mackay-Steven lo hizo por I. Tajouri.

Pero nada pudo modificar el rumbo del juego. Miami tenía voluntad, pero le faltaba ese plus de juego para penetrar el entretejido que le proponía el equipo de Ronny Deila. Era una telaraña cerrada, y no encontraba soluciones.

Para colmo, al igual que en el primer tiempo, volvió a apelar a la violencia en los tiros de esquina cuando Agudelo fue a chocar aun rival en el área y sumó una justificada segunda amarilla y la consecuente roja. El equipo abusaba de las infracciones, en una mezcla de impotencia y frustración por la falta de respuestas y soluciones futbolísticas.

New York se mete en la discusión por el título. Miami sumó otra caída. Ha perdido muchos encuentros y aún no conoce el sabor de la victoria, pero lo que no debe perder es la cabeza ni la serenidad para afrontar estos tiempos que asoman complicados en su inicio en la gran aventura del fútbol profesional.


Hernán O’Donnell