La Fórmula 1 empezó con emociones, frustraciones y polémicas

La temporada 2020 de la Fórmula 1 debió esperar para su comienzo, debido a la pandemia que irrumpió justo antes del inicio previsto para marzo. Tan sólo hace dos semanas comenzó la acción, con el atractivo Gran Premio de Austria. El acotado calendario que quedó disponible tras meses de inactividad, presenta carreras durante cada fin de semana, a diferencia de un año normal donde habría uno de pausa entre cada Gran Premio.

Por eso la intensidad es más fuerte, la chispa está latente ya que la actividad es semana tras semana. Apenas pasaron dos jornadas y ya se registraron una variedad enorme de emociones, alegrías, frustraciones y polémicas. Las primeras dos citas que tuvieron lugar en Austria estuvieron marcadas por algunos sucesos claros que se repitieron en ambos fines de semana: el dominio de Mercedes, el decepcionante inicio de Ferrari, el ascendente andar de McLaren y los impecables, pero acompañados por escándalos, desempeños de Racing Point.

El insuperable poder de la escudería alemana con la firmeza y jerarquía de sus pilotos Lewis Hamilton y Valtteri Bottas la consolida en el primer lugar en el campeonato de constructores con 80 puntos, producto de la victoria del finlandés en la primera carrera del año, donde Hamilton quedó detrás de él pero por una penalización fue 4º, y sumado al fabuloso 1-2 del equipo conseguido el domingo siguiente, cuando el británico ganó cómodamente la carrera desde la largada. Y la competencia por el primer lugar en la tabla de pilotos por ahora tiene más paridad entre los dos hombres de esta escudería, con el momentáneo liderato de Bottas con 43 puntos y Hamilton como su inmediato perseguidor con 37 unidades.

Ferrari se encuentra lejos de sus rivales y de los resultados a los que apunta. En el primer reto en el Red Bull Ring, Charles Leclerc salvó a la escudería italiana de un pobre papel al finalizar segundo (tras la mencionada sanción a Hamilton) mientras que Sebastian Vettel solamente logró 1 punto por culminar décimo. La inconformidad de los seguidores y la dudosa imagen tras esta carrera empeoraron aún más en el Gran Premio de Estiria. Apenas en la primera vuelta, un intento de Leclerc por avanzar en un hueco, terminó en un choque con Vettel y ambos debieron abandonar. El monegasco luego se responsabilizó por el episodio y pidió disculpas por el resultado que tuvo el intento por avanzar de lugar. El resultado del domingo fue totalmente opuesto al de Mercedes que logró las primeras dos posiciones. Así el equipo de Italia quedó distanciado de la escudería con la cual compitió, aunque sin poder vencerla, en los últimos años. Todavía es temprano y el campeonato tendrá más oportunidades, pero Ferrari tropezó en la salida y se le achica el margen de error si quiere finalizar en lo alto de la tabla y no perder pisada ante un oponente que carece de imperfecciones.

Por otro lado están las presentaciones de McLaren: su rendimiento cambió con respecto al de los años anteriores y se marchó alegre tras los compromisos de Austria. Lando Norris fue la sensación en la apertura de la temporada al terminar tercero y lograr su primer podio, mientras que en el último domingo hizo un impresionante cierre de carrera al avanzar tres lugares en las últimas dos vueltas para terminar quinto. Carlos Sainz, por su parte, fue 5º y 9º, en cada fin de semana. La histórica escudería británica acumula 39 puntos y está segunda en la tabla de constructores.

Racing Point también tuvo un arranque prometedor pero está observado con sospecha por otras escuderías y se enfrenta a las numerosas dudas y cuestionamientos sobre su monoplaza RP20. En las pruebas antes del comienzo de temporada ya había levantado suspicacia por el parecido con el coche ganador de Mercedes del año anterior. La polémica por tal similitud se reavivó luego de que en el Gran Premio de Estiria se viera un impresionante ritmo de Sergio “Checo” Pérez. El mexicano avanzó desde la décimo séptima posición hasta el quinto lugar, desde donde persiguió a fondo a Alexander Albon, hasta que sobre el final tuvieron un roce que dañó el ala frontal de Checo y así fue pasado por Norris pero resistió para finalizar sexto. Su colega Lance Stroll terminó por detrás suyo, y el equipo canadiense está cuarto en el campeonato de constructores detrás de Red Bull y delante de Ferrari. Pero la escudería continúa a la defensiva ante las sospechas rivales.

Luego del último Gran Premio fue que Renault elevó una protesta para que se investigue la legalidad del monoplaza RP20, reclamo que fue admitido por los oficiales y así se confiscaron los elementos cuestionados, los conductos de freno delantero y trasero, de los coches de Pérez y Stroll, como también Mercedes debió presentar los de su W10 utilizado el año pasado, para la comparación. Luego de los resultados de la investigación del departamento técnico de la FIA se dará a conocer si habrá o no sanción para Racing Point.

El jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner, también apuntó: “Creo que todos estarían preocupados por lo de Racing Point”. Desde la escudería canadiense, por su parte, declararon estar “extremadamente decepcionados por ver sus resultados en el Gran Premio de Estiria cuestionados por lo que parece ser una mal concebida y pobremente informada protesta”. Aseguraron haber colaborado completamente con la FIA en la pretemporada acerca de cada pregunta sobre el diseño de su RP20, y mostraron optimismo con que la protesta sea desestimada luego de la investigación.

El clima de la Fórmula 1 es de una alta tensión para la tan temprana etapa del campeonato, en la cual la batalla no sólo se da en la pista pero también en las oficinas. Bajo este ambiente es que llegará el próximo fin de semana el Gran Premio de Hungría, con Mercedes y la búsqueda de despegarse del resto, con un Red Bull que quiere acercarse, con la expectativa de McLaren por continuar con una sonrisa, con el gigante dormido como Ferrari que quiere dejar atrás un inicio débil y con las polémicas que atacan a Racing Point, que quiere dar pelea.

Martín O’Donnell

Real Madrid, a las puertas del cielo

Le falta nada para consagrarse campeón de La Liga temporada 2019/2020. Apenas una victoria más de los dos partidos que le faltan, aunque también puede verse beneficiado con un nuevo resbalón de Barcelona, su perseguidor casi utópico porque está a cuatro unidades y quedan seis en juego. En fútbol nada está dicho hasta que las matemáticas lo confirmen, pero parece muy difícil que al Real Madrid se le escape este certamen. está a las puertas del cielo. A la espera de un partido más para abrazar la gloria. Este Real Madrid que levantó críticas por los penales recibidos en los últimos juegos, por alguna falta de brillo en su funcionamiento, pero que está estructurado de una manera que se hace muy difícil para cualquier rival poder doblegarlo.

Es un equipo sólido, fuerte, y contundente. Basado en su tradicional espíritu ganador y una enorme cantidad de futbolistas que aportan su grano de arena para hacer la diferencia.

Ante Granada dio otra muestra inequívoca de su poderío. Con un rápido gol de Mendy a los 10′ sacó una ventaja que, como siempre, le permitió manejar el partido con serenidad y autoridad.

Un equipo que se respalda en la seguridad de Courtois, arquero de equipo grande, que puede jugar con la defensa lejos y no se amilana, que brinda una cuota de seguridad tranquilizadora y que aparece siempre que el juego lo requiere. Las pocas que llegan, las ataja.

La defensa titular es muy fuerte. Carvajal es un lateral de oficio, experiencia y temperamento. Clausura su banda y sube con decisión. Raphael Varane y Sergio Ramos son muy conocidos. Dos campeones del mundo con su seleccionado. Poco para agregar a lo que todos saben. Garantía de seguridad.

Ferland Mendy se ganó el puesto de lateral izquierdo por la lesión de Marcelo, pero también cumplió a fuerza de buenas actuaciones. Su proyección por la banda izquierda es una de las armas más peligrosas del equipo. Sube con criterio y profundidad. No va a ver que pasa. Es decidido y tiene un enorme espíritu de ataque. Su gol a Granada fue la última prueba de su potencial ofensivo.

En el medio juegan de memoria Modric, Casemiro y Kroos. Se entienden con la mirada, los movimientos son mecanizados, se cubren y se apoyan en todo momento. Luka Modric suele ir hasta la línea de los zagueros para buscar la pelota e iniciar las jugadas. Sus laderos saben donde ponerse siempre. Y cuando no está alguno de ellos, Federico Valverde lo reemplaza sin ningún problema. Como también lo hacen Lucas Vazquez, Isco o a quien le toque entrar.

En ataque hay un figura que sobresale: Karim Benzema. Es el única titular indiscutido. Porque por los extremos pueden jugar Rodrygo, Asensio, el propio Isco, Hazard (o tirado atrás de volante), Bale o Vinicus Junior. Pueden jugar cualquiera de ellos que, en general, el equipo no se resiente. Casi que no importa tanto quienes ocupen las orillas. Lo importante es que Benzemá esté por el medio, para ser referencia, pero también para moverse, para abrir espacios, llevar marcas, generar pasillos de ingreso, tocar rápido, convertir…un delantero utilísimo que se convirtió en una figura imprescindible en este Real Madrid.

Y la serenidad de Zinedine Zidane desde el banco de suplentes. Una figura de un peso descomunal por su enorme trayectoria como jugador de la “Casa Blanca” y del seleccionado de Francia, Campeón y figura de todos los torneos que se puedan soñar. Su impronta, su estampa y su calma, se traducen en un equipo sobrio, contundente y ganador.

Dio cuenta de Granada y está a un paso del título. Otro más. Con algunas controversias arbitrales, sí, pero con muchos valores propios, mucha jerarquía y unos cuantos atributos que lo llevan a ser el mejor de La Liga y estar a un pasito, nada más, de abrazar la corona una vez más.


Hernán O’Donnell