San José Earthquakes se suelta con una catarata de goles

Un primer tiempo electrizante, con dos equipos bien predispuestos, aunque con una preponderancia del conjunto de Matías Jesús Alemyda, en el dominio y en la verticalidad de su juego. Ya hablaremos de él, de Almeyda, de la pureza máxima que se puede encontrar en el fútbol y en la vida, del muchacho que llegó muy joven de una pequeña ciudad de la Provincia de Buenos Aires a la gran capital, la ciudad impactante e imponente. Como llegó con toda su transparencia y su bondad, y la adaptación a la “selva”…

Hoy es tiempo de hablar de fútbol y del partido en sí. De ese primer tiempo que San José tuvo igualado con Real Salt Lake, en cuarenta y cinco minutos a todo ritmo.

El equipo de Almeyda había producido una muy buena primera fase, terminó primero en su grupo y mostró destellos de buen fútbol, amén de una característica muy marcada: la de hacer marcas establecidas, cada jugador tiene su adversario para jugar o marcar siempre mano a mano. En ese contexto, Cristian Espinoza se mostraba como el más ofensivo, el más intimidante para el rival. Salt Lake proponía mucho esfuerzo físico y cubrir todos los espacios posibles para que su adversario no llegue a su valla.

A los 20′ llegó la apertura del marcador. Una jugada vertical, con pases diagonales y profundos, la entrada de Espinoza por derecha y el gol para poner el 1-0 para San José.

Una alegría que iba a durar un suspiro, porque enseguida el equipo de Salt Lake llegaría a la igualdad.

Tras la salida de la mitad de la cancha, el pelotazo para Martínez, el salto del zaguero 37 Kaya de San José que falla cuando quiere rechazar la pelota y el delantero Douglas Martínez que se va solo para definir de emboquillada cuando salía el arquero. A los 21′ Real Salt Lake igualaba el marcador. 1 a 1.

El primer tiempo culminó con el mismo ritmo e intensidad que había empezado. Y aguardábamos más por el complemento.

A los 47′ una jugada prolija de San José, llena de toques y triangulaciones, de derecha a izquierda y luego de izquierda a derecha, culminó en el pase al vacío al lateral derecho Thompson y la falta del defensor Jones derivó en un claro penal.

Luego de las clásicas protestas, el sueco Eriksson se encargó de marcar, de zurda, el 2 a 1 a los 48′ de juego. San José volvía a adueñarse del partido.

Real Salt Lake sintió el golpe y fue por el empate. Soltó un poco los laterales, se adelantó en el campo y trató de empujar a los Earthquakes contra su campo.

Entre Ruiz, Baird, Herrera y Martínez, empezaron a generar fútbol y llegadas, pero San José se mostraba muy activo y atento a todos los controles. De los pies del arquero Vega nacían las jugadas desde la base. Y amenazaba en cada contragolpe. Así tuvo una chance más en los pies de Espinoza, con un remate cruzado que se fue cerca del palo derecho a los 57′ del partido.

La respuesta de Salt lake fue un remate de Kreilach que Vega sacó muy bien al corner, a los 58′ de juego.

Y a los 60′ San José metió un golpe duro. Valeri Qazaishvili, “Vako”, peleó una pelota entres cuartos, la ganó, habilitó a Andres Ríos, este se fue por el costado izquierdo y lanzó el centro que el propio “Vako”, que había iniciado la jugada, transformó en gol. 3 a 1 y a cobrar.

El conjunto de Almeyda alcanzó la tranquilidad necesaria y empezó a manejar los tiempos. Es cierto que Real Salt Lake no se rindió y empujó hacia el arco de Vega, pero el balón era controlado por San José y con muy buenos toques llegó hasta otra oportunidad a los 68′, luego de una subida correcta del lateral izquierdo Lima, de muy buena labor.

Tras la pausa de hidratación, Salt Lake encontró el descuento; el balón que salió del fondo llevado por Jones, pasó por el medio y el pase recto a Kreilach quien entró al área y definió. 3 a 2 a los 74′ y el partido que se abría una vez más.

La emoción se mantenía por la incertidumbre del resultado. San José había jugado mejor, pero se encontraba apretado en el marcador. Y Salt Lake, que parecía la cenicienta, aprovechaba a fondo sus oportunidades y se metía en la expectativa del encuentro. Con la movilidad de Ruiz, Real era un equipo peligroso. El propio Ruiz sacó un remate fuerte que se fue apenas alto a los 81′, en una situación clara para Salt Lake.

La expulsión de Silva a los 84′ fue una estocada para Real. Y aprovechó San José, que enseguida estiró la ventaja con el gol de Wondolowski a los 85′ para dejar las cosas 4 a 2.

Al final, cuando el partido entró en una zona claiente y abundaron algunos golpes y puntapiés, el equipo de Almeyda encontró una diferencia más, tras la mano de Beckerman, y Eriksson que marcó el 5 a 2 con su remate a los 90+5′ del juego.

Con buen fútbol, mucha intensidad y un gran espíritu de sacrificio, San José Earthquakes se llevó la victoria y un montón de goles para soñar.


Hernán O’Donnell