Bottas fue amo y señor del comienzo del año de la Fórmula 1

Una largada prolija, con Bottas y una acelaración precisa y justa y un movimiento de Verstappen exacto para asegurarse el lugar ante el avance inquietante de Lando Norris. También se metió pronto el Red Bull de Alexander Albon en la discusión de adelante. Asi fue el comienzo de la temporada 2020 de la Fórmula 1 internacional en el Red Bull Ring de Austria. Un inicio que se esperaba con mucha ansiedad para los amantes de los “fierros” esa comunidad que todos los domingos amanece temprano para ver competiciones deportivas de cualquier categoría en el mundo, pero que cuando se trata de la “Máxima”, la audiencia se multiplica por millones.

La remontada de Hamilton fue la principal atracción de los primeros giros. Lo que le costaba a Norris mantenerse y de pronto, en la vuelta 11 las dificultades que aparecieron en el auto de Verstappen que lo obligaron a abandonar. Un problema en la caja de cambios y el intento en vano de encender el motor. Afuera uno de los principales protagonistas del Gran Premio.

En el giro 17 el que falló fue el Renault de Daniel Ricciardo y el australiano también se vio obligado a abandonar.

Muy pronto se ordenaron Bottas, Hamilton y Abdon en las primeras tres posiciones. Y las siguientes fueron disputadas en una dura batalla por muchas vueltas. En el giro 33 Sergio Pérez, de gran labor inicial, dio caza a Norris y lo superó en el cuarto lugar, en tanto atrás de ellos aceleraba la Ferrari de Charles Leclerc. Todos bien apretaditos. En tanto, los Mercedes se alejaban de Albon. A esa altura la diferencia era de más de 3,5 segundos. Y Hamilton sumaba un nuevo récord de vuelta para acercarse un poco más a Valteri.

Después de sacarle una gran ventaja al tercero, los Mercedes aminoraron un poco. La orden del equipo fue cuidar los autos, algunos problemas en los sensores y evitar el pianito en las curvas. De todos modos, mantuvieron la diferencia con Albon.

En la vuelta 51 abandonó Russell, quien quedaba afuera junto a Vesrtappen, Ricciardo, Stroll y Magnusen. Y el final que se avecinaba con todos los interrogantes que planteaban los cambios de neumáticos para la definición. Cuando Albon paró a cambiar gomas, Pérez aprovechó para ocupar la tercera ubicación, pero las gomas blandas y la alta velocidad de Alexander propuso una dura batalla por el tercer puesto.

El final llegó con emociones. La espectacular arremetida de Leclerc, quien pasó a Norris, y después fue por el mexicano, a quien superó en el giro 65. En tanto, cuando Albon quiso pasar a Hamilton, el inglés lo tocó y tras la revisión quedó penalizado con 5″. Eso le abría la puerta a un Leclerc que ya había llegado al tercer lugar y a la espera de poder alcanzar el segundo puesto si el tiempo le alcanzaba para superar a Lewis tras su penalización.

Para colmo, Albon se tocó con Pérez en la vuelta 70 y se quedó afuera de la carrera. Mala suerte para Alexander, quien estuvo cerca de llegar al segundo lugar y terminó afuera en la anteúltima vuelta.

Pero nada de esto preocupó a Valtteri Bottas. Entre los errores de Hamilton que le valieron una sanción, la diferencia que le sacó a sus perseguidores, la pelea que desgastó a ellos, y su sólida performance, le permitió llegar tranquilo al final y celebrar la victoria. Leclerc se apoderó del segundo lugar tras una excelente carrera, Lando Norris llegó al podio en una actuación que recordará por mucho tiempo; ambos por la sanción a Hamilton que finalizó cuarto.

Bottas fue un justo vencedor. Soportó la presión de su compañero, no tuvo fisuras y se llevó el primer Gran Premio de este atípico año de la Fórmula 1 internacional.


Hernán O’Donnell

Juventus domina la Serie “A” de Italia casi sin obstáculos

A los 2’ de juego Paulo Dybala tomó el balón en el área, se filtró entre dos rivales, enganchó hacia adentro cuando el último marcador quería cerrarle el camino y sacó un remate fuerte, seco, arriba, que puso 1-0 a la Juventus en el amanecer del partido. En ese momento ya se podía prever la diferencia de jerarquía entre uno y otro equipo. Y no es que Torino haya jugado mal, para nada. Al contrario, realizó un esfuerzo enorme y por momentos dejó una imagen de paridad en el encuentro. Pero siempre resaltaban un poco más los valores la “Juve”. Y en cuanto tuvo las oportunidades, lo hizo valer.
Por eso, desde el arranque, se hizo amo y señor del derby de Turín.

Apenas se empezaban a acomodar en el juego y la “Vecchia Signora” marcaba diferencias. En esa jugada del gol del argentino Dybala hubo una acciòn previa de Juan Cuadrado quein realizó la maniobra anterior y empezó a dejar un surco en la banda derecha. por ese sector progresó de modo permanente el local en el primer tiempo. Tuvo el dominio y el manejo de las acciones. Muy activos los internos, Bentancur y Rabiot, con la dinámica inteligente de Dybala y la peligrosidad de Cristiano Ronaldo cada vez que toma el balón, el local mostraba mejor imagen.

Después de los quince minutos iniciales, Torino empezó a empujar. Con orgullo y amor propio. Con la iniciativa de lukic, Berenguer y la movilidad en ataque de Belotti, la visita emparejó las acciones. Peleaba con amor propio el clásico. Lucía comprometido con su honor y con lo que estaba en juego.

Hasta que Cuadrado marcó a los 28’ tras la habilitación de Cristiano Ronaldo para dejar el partido 2-0. Ahí volvió a sentir el golpe, porque a su noble tarea, a su esperanza de construir de a poco un partido parejo, cada destello de jerarquía de la Juventus le derrumbaba la ilusión como a un castillo de arena en la playa.

El primer tiempo se cerró con el penal por la mano de De Ligt y la conversión a lo 45+4’ de Belotti para dejar el partido 2-1. Era un incentivo para la visita, que se había ilusionado en un tramo del primer período y cuando mejor jugaba llegó el segundo golpe; entonces, irse al descanso tras haber achicado la ventaja.

En el complemento, Torino intentò arrancar con un esquema más ofensivo. La confianza de haber achicado el marcador lo llevó a salir un poco más, y de a poco tuvo algunas situaciones. Un tanto que no fue convalidado por off side previo, muy fino, de Belotti, un remate preciso y fuerte de Verdi que tapó con eficiencia Buffón a los 53′, y la actitud de apretar, de intentar jugar en el campo del local.

Juventus iba a apelar a sus cartas en el banco para desnivelar, para volver a tomar las riendas del partido. Primero con el ingreso de Matuidí por Pjanic a los 48′. Después, a los 54′, ingresó Douglas Costa por Bernardeschi, y enseguida se transformó en una pesadilla para la defensa visitante. A los 55′ se escapó a toda velocidad por derecha y sacó un remate cruzado con pierna izquierda que se fue muy cerca del palo derecho de Sirigu.

Y a los 60′ llegó el golpe de gracia con el estupendo tiro libre de Cristiano Ronaldo que colgó en el ángulo superior derecho del arquero visitante y dejó el partido en un 3 a 1 que ya parecía irremontable.

Sarri optó por un tercer cambio en la tercera ventana: iban 79′ cuando Gonzalo Higuain reemplazó a su compatriota Paulo Dybala. Tres cambios en tres ventanas, lo dejaron sin la chance de hacer las cinco variantes permitidas. Pero al equipo le vino bien, porque aceitó su juego, los que entraron se adaptaron rápido y aceleró el control del partiod y la definición.

A los 83′ un zurdazo de Rabiot se fue muy cerca; a los 86′ llegó el cuarto gol: centro desde la izquierda de Douglas Costa que buscaba la entrada de Higuaín y el defensor Djidji que quiso despejar pero no hizo más que meter el balón en su propio arco. 4 a 1 y partido liquidado, al margen de una última llegada de Torino a los 89′ cuando el remate de Berenguer fue rechazado muy bien por Buffón.

Juventus gana, golea y se aleja. Marcha hacia un nuevo “Scudetto” casi sin obstáculos.


Hernán O’Donnell