Villarreal metió en problemas al Aleti y el empate le quedó bien al partido

Villarreal jugó mejor el primer tiempo. Hizo una lectura más realista del partido, lo que podía proponer el local, las cualidades que le iba a mostrar, sus armas principales, y le opuso una resistencia inteligente, un orden efectivo y una forma de atacarlo que lo complicó. En ese sentido, Unai Emery le ganó la batalla táctica a Diego Pablo Simeone. Porque su equipo fue más en el primer tiempo.

Atlético de Madrid tuvo una llegada con un remate de Luis Suárez a los 9′ que se fue muy abierto. Después, se ahogó en el embudo que le propuso la visita. Villarreal se apoyó en el trabajo de Iborra en el medio, la salida prolija y punzante de sus dos laterales Mario Gaspar y el ecuatoriano Estupiñán, la coordinación de Trigueros y Dani Parejo y el trabajo de Paco Alcácer. Con esos valores tuvo mejor presencia en el campo y la situación más clara de la etapa con un remate fuerte y bien dirigido de Gaspar a los 19′ que Oblak sacó al corner con un vuelo y manotazo magnificos.

Le costó al local acomodarse a la propuesta del “Submarino amarillo”. Solo el orden de Thomas, su principal figura, se destacó en ese tiempo. Aislados Suárez y Joao Félix, poco participativo Angelito Correa, el local casi no contó con posibilidades y se fue al descanso lleno de dudas e interrogantes.

En el segundo tiempo Villarreal sostuvo ese ímpetu. Mantuvo el mismo orden y así logró otra oportunidad a los 63′ con un remate de Trigueros que pasó muy cerca. Y a partir de los veinte minutos del segundo tiempo el Aleti comenzó a acomodarse un poco más a los problemas que le planteaba el juego. Diego Simeone determinó tres variantes a los 69′; Diego Costa entró por Luis Suarez, Ferreira Carrasco reemplazó a Koke y M. Llorente ingresó en lugar de Angelito Correa; el Aleti comenzó a tener más llegadas, con las trepadas de Trippier y renan Lodi, pelotazos cruzados al área en los que Asenjo siempre respondió bien.

Unai Emery hizo una variante en ataque: iban 71′ cuando S. Chukwueze entró por Paco Alcacer. Y El Cholo decidió que Héctor Herrera entrara por Joao Félix a los 75′.

La mejor chance del local llegó a los 80′, tras un centro peligroso, la entrada de Diego Costa y la salvada providencial de Raúl Albiol para sacar al corner el tiro inminente. Y Villerreal lo pudo ganar a los 89′ cuando Estupiñan cambió a la derecha y el tiro de Gerard Moreno se fue muy cerquita del palo derecho de Oblak.

Un empate justo, aunque la visita fue un poco más. Para ambos, por distintos motivos, quedó el sinsabor de haberse perdido una oportunidad de sumar de a tres.

Hernán O’Donnell

En la cuna del arte, una joya de Verre le dio el triunfo a Sampdoria

Un partido, a priori, con la cabeza puesta en objetivos menores a la lucha por el Scudetto. El local, con una ausencia significativa, la de su principal figura el francés Frank Ribery, y con un comienzo irregular, pero con la clasificación a las copas de Europa en el horizonte. Para la Sampdoria, tras una temporada difícil y con el precipicio del descenso que le mordió los talones, este año tiene como objetivo superar esa performance e intentar buscar puntos para alejarse de la zona peligrosa y, por que no, pensar en llegar a la UEFA Europa League.

Todo el fútbol del viernes que siempre anticipa el fin de semana y el gusto y placer de ver a la Serie A, a través de cualquier plataforma y en cualquier lugar del mundo.

La foto muestra la idea de Fiorentina desde el primer segundo de juego: salir con todo a buscar el arco contrario. Y así comenzó el partido, con un largo pelotazo a la búsqueda de Vlahovic…los dos equipos presentaron una idea táctica similar; superpoblación del medio campo y un referente en ataque como punta de lanza. Vlahovic en el local, Quagliarella en la Sampdoria.

Fue la Fiorentina más incisivo y dominante en el inicio. Vlahovic metió una media vuelta formidable a los 12′ que el arquero Audero sacó al corner con un notable vuelo. A los 18′ Biraghi ejecutó un tiro libre peligroso qu se fue muy cerca. Esos veinte iniciales fueron del local.

Después empezó a llegar la visita. Si bien la iniciativa paraceía siempre de la Fiorentina, el equipo de Génova comenzó a acercarse hasta el arco de Dragowski.

A los 20′ Gastón ramírez sacó un remate fuerte que el portero local desvió al corner. Luego, cuando iban 25′ Candreva pateó desde lejos y Dragowski contuvo con seguridad. Más tarde, a los 35′ se produjo la más clara de la visita. Centro desde la derecha, rechazo de Ceccherini contra su valla y el balón que dio en el travesaño; el rebote le quedó a Thorsby y su disparo se desvió en un pierna para quedarle el balón al arquero. después llegó un centro desde la derecha, a los 37′, que Quagliarella cabeceó fuerte y Dragowski contuvo.

Tanto fue el empuje visitante, que a los 40′ Ceccherini tomó en el área a Quagliarella y el árbitro no dudó en sancionar penal, que el propio Quagliarella se encargó de convertir a los 42′ para que Sampdoria se pusiera 0-1 y se fuera al descanso con ese resultado.

El local fue más adelante al comenzar el segundo tiempo. Con más entusiasmo que ideas, se las arregló para dominar desde el inicio; incluso fue más profundo cuando Cutrone, a los 57′, ingresó en lugar de C. Kouame, de partido discreto. Más tarde, la visita hizo tres modificaciones: a los 68′ V. Verre entró por M. Damsgaard, M. Leris ingresó en lugar de Candreva y K. Askildsen reemplazó al uruguayo Gastón Ramirez.

Fiorentina empujó y tuvo una chance con un remate de Chiesa, hasta que a los 71′ llegó a la igualdad. Una jugada que fue de izquierda a derecha, el remate de Bonaventura le llegó a Vlahovic quien paró la pelota y sacó un tiro fuerte para marcar el 1 a 1.

Entonces pareció que el partido podía ser para el local. Porque había hecho el esfuerzo para llegar a la igualdad y le quedaba un resto para ir por algo más.

Pero el fútbol tiene tantos imprevistos que lo hacen apasionante e inesperado. porque de un pelotazo largo del arquero Audero, tras un ataque local, el balón le llegó a Valerio Verre quien había burlado en su pique a la defensa local y ante la salida de Dragowski definió con un toque sutil y de calidad por encima de su cabeza para marcar el 1-2 a los 83′ de juego.

El fútbol tiene esas cosas, y sin haber sido más, la Sampdoria se llevaba los tres puntos. Porque supo definir en sus momentos favorables, cuando el viento le sopló a favor en el final de cada tiempo. Porque tuvo astucia para encontrar el premio en esas oportunidades. Y porque también la fortuna jugó a su favor cuando el palo derecho devolvió el remate de Chiesa a los 90+4′ del partido, que hubieran significado el justo empate. Pero el fútbol no sabe de merecimientos, y Sampdoria supo llevarse tres puntos importantísimos de la ciudad del arte con una obra maravillosa de Valerio Verre.

Hernán O’Donnell

Delfín logró un amplio triunfo y Defensa deberá definir en la última fecha

El tempranero gol de Corozo fue un verdadero balde de agua fría para Defensa y Justicia; porque hasta ese momento el equipo que conduce Hernán Jorge Crespo lucía mejor, más metido en el partido, más dominante y con una clara actitud ofensiva. Pero llegó el saque largo del arquero local Banguera, el balón que atravesó la noche, la caída de Juan Rodríguez en la lucha con Janner Corozo, y el delantero que se fue sólo al área mientras aguantaba el cierre de Breitenbruch, y sacó un remate fuerte y preciso para vencer el vuelo de Unsaín y marcar el 1 a 0 a los 11′ de juego.

Entonces Defensa y Justicia se adelantó aún más en el campo. Puso a Unsaín a jugar como líbero, a tratar de meter al local en su territorio, pero esta era una táctica de doble filo porque mientras más empujaba, más espacios se abrían en su campo para la explotación de los veloces delanteros de Delfín.

El equipo argentino mantuvo el control a través del buen manejo de la pelota, las triangulaciones y la aparición por sorpresa de los receptores en los espacios vacíos. Así generó varias chances, aunque la más clara fue un tiro de esquina desde la derecha que pasó por toda el área y casi se mete, a los 41′, mientras que Delfín tuvo una oportunidad muy nítida a los 45+1′ cuando José Adolfo “El trencito” Valencia gambeteó a dos jugadores en mitad de cancha y se fue solo y rápido hasta el arco visitante, pero su remate fue desviado por Unsaín, en una gran tapada. Así concluyó un primer tiempo más que interesante.

En el segundo tiempo el local se adaptó al resultado a favor y planteó un partido de contragolpe. Villava entró por Corozo, en tanto en Defensa Crespo decidió tres modificaciones: N. Tripicchio ingresó en lugar de Juan Rodriguez, E. Coacci entró por E.M. Duarte que lució con una molestia casi desde el inicio y M. Merentiel reemplazó a N. Acevedo.

El conjunto de Florencio Varela siguió con la misma idea; atacar, empujar hacia el arco de Banguera, con un arquero bien adelantado y con la intención de abrir el juego bien a lo ancho. Llegó hasta el área, pero le faltó la puntada final. Y Delfín empezó a lastimar de contragolpe. A los 60′ un remate de Villava con mucho peligro fue desviado por Unsaín. Luego, a los 67′ Leguizamón reemplazó a Ciro Rius. Y poco más tarde llegó el golpe de gracia para el equipo argentino.

Tiro libre del “Trencito” Valencia a los 71′, bien ejecutado, por abajo para burlar el salto de la barrera y dos o tres piques cómplices que complicaron a Unsaín para que el balón entre junto al palo derecho del arquero. 2 a 0 y un golpe que desmoronó a la visita.

Para colmo, a los 74′ una contragolpe encabezado por Valencia derivó en un pase a Garcés quien remató y marcó el 3-0.

El partido se desdibujó; Garcés tuvo una chance más con un remate que tapó el arquero visitante a los 76, pero ya Defensa sentía injusto el resultado y aparecieron algunos nervios, en tanto Delfín trató de congelar el juego. Entonces surgieron los viejos roces de la Libertadores, alguna pierna fuerte, exageraciones, demoras, discusiones y la expulsión de Breitenbruch a los 90′ por una infracción fuerte.

El triunfo de Delfín fue, tal vez, exagerado en el marcador, pero inobjetable en las maneras de conseguirlo. Defensa perdió una linda chance, aunque nada está definido, aún conserva el segundo lugar en la tabla y todo se resolverá en la última jornada.

Hernán O’Donnell

Barcelona se puso de pie

El estilo no se pierde. Por más que hayan cambios, modificaciones, renovaciones del plantel y nuevo cuerpo técnico. pero Barcelona no pierde su esencia, su estilo, su forma. Podrá modificar la táctica y tener retoques en las maneras. Pero el estilo ofensivo, audaz, dominante, se mantiene con el paso del tiempo. Ahora con Ronald Koeman al frente del equipo. Con un dibujo inicial muy cercano al 4-2-4, tan añejo en el tiempo porque se lo considera previo al 4-3-3, pero tan moderno para esta epóca.

Una línea de cuatro defensores: Sergi Roberto, Piqué, Lenglet y Jordi Alba. Adelante, el doble pivot: Sergio Busquets y el neerlandés de Jong. Y cuatro hombres de ataque con posibilidad de otar en sus ubicaciones. Griezmann, Phlippe Cotinho, Messi (Un poquito más adelantado) y Ansu Fati.

En pocos minuto hizo valer su sistema en Vigo y Celta sufrió su dominio; así, a los 10′ llegó el gol de Fati que abrió el score, y el partido quedó 0-1 para la visita.

Celta se soltó un poco más después del gol; trató de neutralizar a los hombres de Barcelona con persecuciones individuales y largó rápido el contragolpe. Así tuvo un par de llegadas, pero era siempre el equipo visitante el que tenía el control del juego.

Sobre el cierre, Barcelona tuvo una herida. En una corrida Lenglet le alzó el brazo a Gabriel veiga quien se frenó por el golpe, que fue más de contacto que de fuerza, el asistente sancionó la falta y el juez lo expulsó en una determinación que pareció exagerada, como también nos había parecido la primera amonestación. Lo cierto es que el francés salió del campo a los 41′ y Barcelona jugó unos minutos con Busquets como Primer central Piqué corrido de segundo zaguero. A los 45′ el uruguayo Ronald Araujo entró por Griezmann para reordenar la línea de cuatro y sacrificar un hombre de ataque.

En el complemento Celta tuvo una segunda variante; M. Baeza, de buen partido final, entró por J. Aidoo; para la visita ya era otro cantar, porque debía acomodarse a un partido con un hombre menos, en medio de un temporal de lluvia y mucho viento.

Lo resolvió rápido Messi con una jugada fantástica a los 50′, doble pared con Philippe Coutinho y cuando Leo quiso tirar al medio del área chica, el balón se desvió en Lucas Olaza y Barcelona quedó adelante por 0-2.

Para Celta, la noche ya lucía más que complicada. Apostó a dos variantes más, para intentar torcer el rumbo: a los 59′ Nolito ingresó por G. Veiga y S. Mina entró en lugar de Mor; pero seguía Barcelona mejor plantado, incluso con un remate de Coutinho que pegó en el palo derecho y el rebote que tomó Messi para convertir lo encontró en posición adelantada.

A los 72′ Baez tuvo una situación, la primera, para el local, con un remate que se desvió en una pierna y golpeó el travesaño de Neto. Koeman decidió renovar el aire y produjo dos modificaciones; Pedri ingresó por Philippe Coutinho y Trincao por Ansu Fati a los 72′.

Mejoró en esos minutos el local, en tanto Barcelona se abroqueló con dos líneas de cuatro y Messi suelto más adelante para organizar los contragolpes. A los 82′ Nolito tuvo una chance que tapó Neto, y ahí se acabaron las oportunidades del local.

El final fue otra vez de Barcelona; una jugada espectacular de Leo Messi le dio el selló a la victoria del equipo catalán. Lionel se fue por la izquierda, dejó a un hombre en el camino, pasó a otro con un hermoso túnel, luego se abrió y su remate fue tapado por el arquero local Iván Villar, pero el balón le quedó servido a Sergi Roberto quien no dudó y con un fuerte volea cerró el marcador 0-3 a los 90+4′ del encuentro.

Barcelona se llevó una victoria justa y merecida. Tras unos días de renovación, rumores, pequeños escandaletes y una reorganización en el equipo, el conjunto de Ronald Koeman se puso de pie, arrancó el campeonato y avisó que está otra vez en marcha.

Hernán O’Donnell

Racing volvió a ganar de visitante y perfila su candidatura

Racing tiene un estilo definido que mantiene, expresa y respeta en cualquier cancha, en cualquier partido y por cualquier torneo que juegue. Es algo valioso del equipo de Sebastián Beccacece, es una característica muy definida y así lo ha demostrado en estos paridos de Copa CONMEBOL Libertadores. Ante Nacional, en el Gran Parque Central de Montevideo, salió con esa postura. Ofensiva, audaz, ambiciosa. Fue a buscar el partido, con el despliegue de Melgarejo y Miranda, la velocidad de Héctor Fértoli y la dinámica de Montoya, pero sobre todo con la enorme potencia de Nicolás Reniero, su principal figura en el primer tiempo.

Y fue el ex delantero de San Lorenzo quien marcó el gol inicial cuando supo apurar la salida de la defensa local, robó el balón y a los 16′ marcó con un tremendo derechazo el 0-1 para la Academia.

Nacional salió un poco más tras el cimbronazo, pero le costó ser profundo; tuvo una ocasión en una salida rápida de Santiago Rodríguez, pero entre el achique de Gabriel Arias y el pie de Soto, impidieron su intento.

Y a los 41′ volvió reniero a generar una chance clara para Racing, pero el arquero Rochet tapó su remate.

Beccacece dispuso dos variantes para el comienzo del segundo tiempo: Augusto Solari entró por Walter Montoya y T. Banega por Marcelo Diaz; un refresco necesario para un equipo que había hecho un gran desgaste en la primera parte.

Nacional adelantó líneas, aunque no había hecho demasiado en el segundo tiempo y se encontró con el empate transitorio. Un balón que Soto iba a despejar, pero le quedó atrás y sin querer rebotó en su cabeza para vencer su propia valla y dejar el encuentro 1 a 1 a los 53′ de juego.

Ahí Munúa metió tres cambios: iban 54′ cuando Claudio Yacob entró por E. Martinez, Gonzalo Bergessio ingresó por T. Vecino y A. Trezza reemplazó a R. Amaral. En Racing entró Benjamín Garré por Melgarejo a los 66′ y a los Gonzalo castro lo hizo por Ocampo en el conjunto local.

Tras esas ventanas que diluyeron el juego, Racing emergió para erigirse en el dominador, otra vez, del partido. A los 71′ Augusto Solari sacó un remate fuerte y preciso que se fue apenas arriba del travesaño. A los 75′ Rochet salió apresurado del arco y golpeó a Sigali, en un penal que ejecutó Fértoli para que la Academia se pusiera al frente por 1-2.

Racing se hacía patrón y a pesar de que el partido levantó temperatura entendió como jugarlo con inteligencia; a los 80′ Beccacece decidió que el lateral chileno Eugenio Mena entrara por el delantero Héctor Fértoli, mientras que Nacional se jugó un cartucho más: a los 83′ el delantero experimentado Sebastián “Papelito” Fernández entró en lugar del volante Felipe Carballo.

Pero nada cambió. Racing ya se había hecho dueño del juego, sumó otra victoria en calidad de visitante y perfila su candidatura para pelear por el premio mayor.

Hernán O’Donnell