Barcelona se puso de pie

El estilo no se pierde. Por más que hayan cambios, modificaciones, renovaciones del plantel y nuevo cuerpo técnico. pero Barcelona no pierde su esencia, su estilo, su forma. Podrá modificar la táctica y tener retoques en las maneras. Pero el estilo ofensivo, audaz, dominante, se mantiene con el paso del tiempo. Ahora con Ronald Koeman al frente del equipo. Con un dibujo inicial muy cercano al 4-2-4, tan añejo en el tiempo porque se lo considera previo al 4-3-3, pero tan moderno para esta epóca.

Una línea de cuatro defensores: Sergi Roberto, Piqué, Lenglet y Jordi Alba. Adelante, el doble pivot: Sergio Busquets y el neerlandés de Jong. Y cuatro hombres de ataque con posibilidad de otar en sus ubicaciones. Griezmann, Phlippe Cotinho, Messi (Un poquito más adelantado) y Ansu Fati.

En pocos minuto hizo valer su sistema en Vigo y Celta sufrió su dominio; así, a los 10′ llegó el gol de Fati que abrió el score, y el partido quedó 0-1 para la visita.

Celta se soltó un poco más después del gol; trató de neutralizar a los hombres de Barcelona con persecuciones individuales y largó rápido el contragolpe. Así tuvo un par de llegadas, pero era siempre el equipo visitante el que tenía el control del juego.

Sobre el cierre, Barcelona tuvo una herida. En una corrida Lenglet le alzó el brazo a Gabriel veiga quien se frenó por el golpe, que fue más de contacto que de fuerza, el asistente sancionó la falta y el juez lo expulsó en una determinación que pareció exagerada, como también nos había parecido la primera amonestación. Lo cierto es que el francés salió del campo a los 41′ y Barcelona jugó unos minutos con Busquets como Primer central Piqué corrido de segundo zaguero. A los 45′ el uruguayo Ronald Araujo entró por Griezmann para reordenar la línea de cuatro y sacrificar un hombre de ataque.

En el complemento Celta tuvo una segunda variante; M. Baeza, de buen partido final, entró por J. Aidoo; para la visita ya era otro cantar, porque debía acomodarse a un partido con un hombre menos, en medio de un temporal de lluvia y mucho viento.

Lo resolvió rápido Messi con una jugada fantástica a los 50′, doble pared con Philippe Coutinho y cuando Leo quiso tirar al medio del área chica, el balón se desvió en Lucas Olaza y Barcelona quedó adelante por 0-2.

Para Celta, la noche ya lucía más que complicada. Apostó a dos variantes más, para intentar torcer el rumbo: a los 59′ Nolito ingresó por G. Veiga y S. Mina entró en lugar de Mor; pero seguía Barcelona mejor plantado, incluso con un remate de Coutinho que pegó en el palo derecho y el rebote que tomó Messi para convertir lo encontró en posición adelantada.

A los 72′ Baez tuvo una situación, la primera, para el local, con un remate que se desvió en una pierna y golpeó el travesaño de Neto. Koeman decidió renovar el aire y produjo dos modificaciones; Pedri ingresó por Philippe Coutinho y Trincao por Ansu Fati a los 72′.

Mejoró en esos minutos el local, en tanto Barcelona se abroqueló con dos líneas de cuatro y Messi suelto más adelante para organizar los contragolpes. A los 82′ Nolito tuvo una chance que tapó Neto, y ahí se acabaron las oportunidades del local.

El final fue otra vez de Barcelona; una jugada espectacular de Leo Messi le dio el selló a la victoria del equipo catalán. Lionel se fue por la izquierda, dejó a un hombre en el camino, pasó a otro con un hermoso túnel, luego se abrió y su remate fue tapado por el arquero local Iván Villar, pero el balón le quedó servido a Sergi Roberto quien no dudó y con un fuerte volea cerró el marcador 0-3 a los 90+4′ del encuentro.

Barcelona se llevó una victoria justa y merecida. Tras unos días de renovación, rumores, pequeños escandaletes y una reorganización en el equipo, el conjunto de Ronald Koeman se puso de pie, arrancó el campeonato y avisó que está otra vez en marcha.

Hernán O’Donnell

Racing volvió a ganar de visitante y perfila su candidatura

Racing tiene un estilo definido que mantiene, expresa y respeta en cualquier cancha, en cualquier partido y por cualquier torneo que juegue. Es algo valioso del equipo de Sebastián Beccacece, es una característica muy definida y así lo ha demostrado en estos paridos de Copa CONMEBOL Libertadores. Ante Nacional, en el Gran Parque Central de Montevideo, salió con esa postura. Ofensiva, audaz, ambiciosa. Fue a buscar el partido, con el despliegue de Melgarejo y Miranda, la velocidad de Héctor Fértoli y la dinámica de Montoya, pero sobre todo con la enorme potencia de Nicolás Reniero, su principal figura en el primer tiempo.

Y fue el ex delantero de San Lorenzo quien marcó el gol inicial cuando supo apurar la salida de la defensa local, robó el balón y a los 16′ marcó con un tremendo derechazo el 0-1 para la Academia.

Nacional salió un poco más tras el cimbronazo, pero le costó ser profundo; tuvo una ocasión en una salida rápida de Santiago Rodríguez, pero entre el achique de Gabriel Arias y el pie de Soto, impidieron su intento.

Y a los 41′ volvió reniero a generar una chance clara para Racing, pero el arquero Rochet tapó su remate.

Beccacece dispuso dos variantes para el comienzo del segundo tiempo: Augusto Solari entró por Walter Montoya y T. Banega por Marcelo Diaz; un refresco necesario para un equipo que había hecho un gran desgaste en la primera parte.

Nacional adelantó líneas, aunque no había hecho demasiado en el segundo tiempo y se encontró con el empate transitorio. Un balón que Soto iba a despejar, pero le quedó atrás y sin querer rebotó en su cabeza para vencer su propia valla y dejar el encuentro 1 a 1 a los 53′ de juego.

Ahí Munúa metió tres cambios: iban 54′ cuando Claudio Yacob entró por E. Martinez, Gonzalo Bergessio ingresó por T. Vecino y A. Trezza reemplazó a R. Amaral. En Racing entró Benjamín Garré por Melgarejo a los 66′ y a los Gonzalo castro lo hizo por Ocampo en el conjunto local.

Tras esas ventanas que diluyeron el juego, Racing emergió para erigirse en el dominador, otra vez, del partido. A los 71′ Augusto Solari sacó un remate fuerte y preciso que se fue apenas arriba del travesaño. A los 75′ Rochet salió apresurado del arco y golpeó a Sigali, en un penal que ejecutó Fértoli para que la Academia se pusiera al frente por 1-2.

Racing se hacía patrón y a pesar de que el partido levantó temperatura entendió como jugarlo con inteligencia; a los 80′ Beccacece decidió que el lateral chileno Eugenio Mena entrara por el delantero Héctor Fértoli, mientras que Nacional se jugó un cartucho más: a los 83′ el delantero experimentado Sebastián “Papelito” Fernández entró en lugar del volante Felipe Carballo.

Pero nada cambió. Racing ya se había hecho dueño del juego, sumó otra victoria en calidad de visitante y perfila su candidatura para pelear por el premio mayor.

Hernán O’Donnell

San Lorenzo y Gimnasia volvieron a escena con un agradable empate

Con la presencia de Diego Maradona en el Estadio “Pedro Bidegain”, se disputó el primer partido amistoso entre San Lorenzo y Gimnasia y Esgrima La Plata, con dos tiempos de treinta minutos cada uno.

En un horario poco habitual, a partir de las 10 de la mañana, el encuentro se puso en marcha. 

Un primer tiempo parejo entre el equipo de Mariano Soso, quien hacía su presentación en el Ciclón, y el conjunto de Diego Maradona. Ambos equipos fueron a buscar el arco contrario; San Lorenzo tuvo chances claras que se complicaron en la puntada final. Así, tuvo una oportunidad frustrada por una doble tapada de “Fatura” Broun ante una entrada de Di Santo, y Gimnasia intentó con tiros largos de Ayala, bien controlados por Monetti, quien se lució ágil y rápido para evitar esas pelotas que iban al arco azulgrana. 

En ese primer tiempo se destacó el debutante Federico Gattoni en el equipo local; resuelto y decidido, no pareció su primer partido en Primera División. 

En el segundo tiempo San Lorenzo dominó los primeros quince minutos, aunque no pudo abrir el marcador. Tuvo una chance clara con una llegada por izquierda de Pittón, el centro atrás y el remate de Juan Ramírez que fue tapado por el arquero visitante, Broun.

Enseguida, tuvo otra situación con un excelente tiro libre de Matías Palcios, al ángulo superior izquierdo de Broun, pero el arquero de Gimnasia la desvió con un vuelo notable.

Sobre los 17’ del segundo tiempo, Agustín Hausch entró por Julián Palacios y Mariano Peralta Bauer reemplazó a Juan Ramírez.

A los 23’ hubo un tiro de esquina y el remate de Bruno Pittón se fue apenas arriba del travesaño. Tras esa maniobra, Gimnasia salió rápido pero el cruce de Gattoni evitó complicaciones en la defensa local.

Y a los 28’ Gimnasia tuvo otra posibilidad: tiro libre de Ayala, rebote en el área y Coronel remató al arco, pero Donatti pudo despejar.

El final los encontró conformes a los dos. Un 0-0 que refleja un partido parejo, con el lógico ritmo lento luego de la pausa de los entrenamientos que sufrió el deporte a causa del Coronavirus. Para empezar, un empate agradable.

Carolina O’Donnell

Peñarol volvió a vivir una vieja noche triunfal de Copa Libertadores

Para Peñarol no había alternativa. Sólo cabía la victoria en su choque frente a Colo Colo, porque otro resultado lo dejaba eliminado. El empate lo obligaba a esperar un combo de resultados casi imposible de imaginar; una derrota, lo condenaba al exilio. El pentacampeón de América, uno de los equipos símbolo de esta vieja y querida Copa se jugaba la última carta frente a Colo Colo; y el equipo chileno también necesitaba sumar, por lo tanto, aguardábamos por un partido entretenido.

El local salió con decisión y a los 3′ tuvo su primera oportunidad cuando Pellistri conecó de cabeza un centro que venía desde la izquierda y el arquero visitante tapó con lo justo. Era el primer aviso de Peñarol.

Enseguida llegò un tiro de esquina de Pellistri que casi se mete en forma olímpica, en tanto el arquero Pinto reaccionó a tiempo y desvió sobre la “ratonera”. Y siguió Peñarol con su dominio: a los 17′ Terans recibió un pase fallido de la defensa de Colo Colo y sacó un remate que se desvió al corner. A los 21′ fue otra vez Terans el que tirò al segundo palo y el balón se fue muy cerca. hasta que a los 22′ abrió el marcador; tiro de esquina desde la derecha de Terans, cabezazo atrás del volante visitante Suazo y Kagelmacher apareció por atrás de todos para marcar el 1 a 0.

Peñarol se tranquilizó y se ordenó en el campo, con la marca fuerte de Gargano en el medio y la habilidad de Pellistri para conducir cada ataque, mientras que Colo Colo soltó amarras, fue un poco más adelante y le dio circulación al balón, siempre bajo la suela de Valencia, en tanto Suazo, Paredes, Costa y Bolados acompañaban. Su mejor chance fue a los 41′ con un tiro libre de Valencia que dio en el palo derecho del golero local, y el primer tiempo se cerró con esa última emoción.

En el segundo tiempo Peñarol salió con la misma determinación. Y muy pronto aumentó la diferencia, con una jugada colectiva que terminó con un tremendo remate de Torres que entró por el ángulo superior izquierdo de Pinto, y a los 56’ Peñarol quedó adelante por 2-0.

Peñarol se sintió cómodo y seguro. Se afirmó en el control del juego y dominó a un equipo rival que siempre se mostró tímido, sometido, falto de rebeldía. le costó mucho recuperarse a Colo Colo, el marcador adverso no lo despertó y los cambios ensayados por el DT tampoco le trajeron solución. Primero entró O. Opazo por C. Carmona a los 62′; màs tarde,a los 72′ Matías Fernandez ingresó en lugar de G. Costa.

En Peñarol entraron a los 70′ A.A. Wallace por W. Gargano; a los 74′ Urretavizcaya por F. Torres, lesionado y màs tarde, a los 80′ el “Cebolla” Rodriguez ingresó en lugar de Facundo Pellistri, la figura de la cancha.

Peñarol siempre fue más y a los 82′ Urretavizcaya sacó un excelente remate que se metió en el ángulo superior izquierdo de Pinto y selló el 3 a 0 para el local.

Ya nada había que hacer para el conjunto chileno, que se desdibujó por completo y no tuvo más situaciones que un remate de Fuentes a los 90+2′ que Dawson desvió de manera correcta, tras una serie de rebotes previos en el área local. Tal como había sido el final del primer tiempo con el tiro libre en el poste, las dos únicas llegadas claras del equipo visitante fueron sobre el cierre de cada una de las etapas.

Peñarol fue más, a partir de un trabajo sólido en la defensa donde se destacó Formiliano, también Kagelmacher, sostenido por el empuje de Gargano mientras aguantó, y las figuras de sus cuatro hombres de ataque: Pellistri, Terans, Torres y Alvarez Martínez. Entre todos dieron un paso adelante en la clasificación, armaron un triunfo indiscutible y volvieron a editar una de aquellas noches de copas que parecían olvidadas.

Hernán O’D

Aston Villa fue contundente y eficaz para vencer a Fulham

La Premier League presenta espectáculos de alta calidad, más allá de los partidos y los protagonistas. Porque son encuentros de alto nivel, más allá de la jerarquía de los equipos. Son tan atractivos un choque Liverpool-City como este partido entre Fulham y Aston Villa; todos son muy ricos en el juego y tienen un ritmo y dinámica que los hacen especiales.

El local pretendió salir con un esquema ofensivo, a la búsqueda de Mitrovic, pero en la primera pelota que perdió en la mitad de la cancha, Aston Villa armó una jugada rápida con un pase en profundidad para Jack Grealish quien definió con soltura y calidad sobre la salida de Areola para marcar el 0-1 a los 3′ de juego.

Apenas había empezado y el visitante se ponía en ventaja; además, ya le mostraba las credenciales al Fulham. Era un equipo dispuesto a facturar cada ocasión que se le presentara.

Con la conducción de Grealish, la movilidad de McGinn, la compañia de Hourihane, y la propuesta de Watkins y Trezegute, el Aston Villa empezó a hacerse dueño del control del juego. Y muy pronto estiró la ventaja. Desborde de Grealish, centro al medio, toque suave de McGinn para la entrada de Hourihane quien convirtió con un buen disparo el 0-2 a los 14′ del partido.

Fulham estaba golpeado y recién a los 18′ encontró una chance con una receta repetida: la búsqueda de la cabeza de Mitrovic. Esta vez llegó el centro desde la izquierda de Joe Bryan y el cabezazo del serbio se fue apenas desviado, en la chance más clara del local. Después tuvo otra oportunidad cuando Grealish sacó un cambio de frente que se quedó corto y el balón le cayó a Caleiro, pero su tiro se fue alto, arriba del travesaño.

A los 38′ Fulham debió hacer un cambio obligado, por la lesión de Tete. Entró Kamara, quien enseguida se acomodó al partido. Pero fue siempre Aston Villa el mejor en el primer tiempo, que lo cerró con dos llegadas de Watkins. En una, su remate se fue alto. En la siguiente, cabeceó desviado un centro que venía desde la derecha.

El segundo tiempo empezó como el primero: con un gol de Aston Villa. A los 48′ un centro desde la izquierda y la aparición de Mings para marcar de atropellada el 0-3. Otro duro cachetazo para el local.

Fulham pudo tener otra oportunidad para descontar a los 57’, tras un disparo desde la derecha que Martinez logró rechazar y en el rebote Reid la empujó a la red, pero el VAR desestimó la jugada por infracción previa de Mitrovic.
Allí se empezó a descomponer el local. Perdió la fe y la confianza para intentar remontar el resultado, en tanto Aston Villa se afirmó hasta convertirse en el dueño del partido.

Incluso pudo aumentar el marcador a los 86’ cuando un tiro libre de Grealish desde la izquierda fue conectado por Mings y su cabezazo alto fue desviado por Areola al córner.
Era el símbolo del final. Un equipo, el visitante, que siempre fue más, golpeó en el inicio de cada tiempo y se llevó un triunfo importante y merecido.


Hernán O’Donnell

En el estreno de Koeman, Barcelona brilló y opacó los murmullos

En el debut oficial de Ronald Koeman al frente del equipo, el blaugrana venció 4-0 al Villareal. Ansu Fati, el gran protagonista de la noche, fue el autor de los primeros dos tantos, Lionel Messi gritó el tercero y Pau Torres, en contra, completó el marcador.

Twitter: @FCBarcelona

Barcelona comenzó su camino en La Liga 2020-21 con una victoria necesaria, que fue producto de una gran función y que atenúa los conflictos que rodean al club desde la eliminación de la Champions League pasada.

Sin tantas modificaciones en el once inicial, pero que igualmente generaron repercusion, el conjunto culé realizó una primera mitad sin inconvenientes y se marchó al vestuario con los tres puntos casi en el bolsillo. Koeman no cambió tanto los nombres titulares, pero sí la disposición en el terreno de juego. Con Neto en el arco por la lesión de Ter Stegen, la línea de cuatro defensores fue idéntica a la de las últimas temporadas: Sergi Roberto, Gerard Pique, Clément Lenglet y Jordi Alba.

En el centro del campo hubo nuevas decisiones: la alineacion desplegada era un 4-2-3-1, con matices, delante de la defensa mencionada, Sergi Busquets y Frenkie de Jong compartían el eje, mientras que por los costados, más adelantados, participaron Antoine Griezmann, por derecha, y Ansu Fati, por izquierda. Philippe Coutinho recibió la confianza del neerlandés en su regreso tras haber sido cedido a Bayern Munich, y al igual que Messi, participó con libertad en la cancha, con un rol de conducción. No hubo un centrodelantero definido en el equipo.

Los factores externos que rodeaban a Barcelona previo al partido pudieron ser opacados por un inicio sólido en el campeonato local. En la semana se había anunciado la salida de Luis Suárez, que generó polémica, y el debut goleador del uruguayo en Atlético de Madrid dio lugar a más críticas por su salida. Tambien se marcharon Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Nelson Semedo, mientras que la conflictiva situación de Messi, que no se muestra a gusto, todavía hacía ruido.

Una vez que la pelota rodó, aquellos conflictos quedaron a un lado. La nueva formación posibilitó otra dinámica del equipo, el funcionamiento fue bueno, a la vez que se encontraron ante un rival desdibujado, que ofreció poca resistencia. A los 15 minutos, Antoine Griezmann tiró el centro atrás, raso, para Ansu Fati, que puso en ventaja al local con un fuerte remate al poste derecho de Sergio Asenjo, que nada tuvo por hacer ante semejante disparo.

Twitter: @FCBarcelona

El joven de 17 años volvió a gritar minutos después, a los 19′, tras una gran conducción de Coutinho, que lo habilitó cerca del área. Con tranquilidad, Barcelona dominaba el partido y el marcador. Más tarde, el brillante joven que ya debutó en la Selección Española se deshacía de su marca hasta que le cometieron penal. Leo Messi lo cambió por gol y el resultado era abultado.

Sobre el final de la primera etapa, el capitán realizó una gran maniobra, de las que pueden esperarse de él, y lanzó un gran centro para Sergio Busquets, en el cual intervino Pau Torres, pero convirtió en propia puerta.

Para el segundo tiempo, con el panorama ya a favor del local, Unai Emery realizó dos cambios para la visita. Salieron Paco Alcacer y Francois Coquelin, e ingresaron Vicente Iborra y Manu Trigueros. El desenlace del partido no cambiaría. Ambos entrenadores utilizaron las cinco modificaciones a disposición. A los 70′, se retiró la estrella de la noche, Ansu Fati, junto a Coutinho, de gran presentación, e ingresaron Pedri, debutante, y Ousmane Dembélé, que fue afectado por lesiones en su estadía en el club.

Koeman también dio lugar a Trincao y Pjanic, flamantes incorporaciones, en reemplazo de Griezmann y Busquets. Emery sacó a Chukwueze y metió a Kubo. Pocas emociones continuaron en el encuentro. A los 84′, Ramiro Funes Mori ingresó por Raúl Albiol, y Carlos Bacca en lugar de Gerard Moreno.

La ultima emoción fue por parte del blaugrana también, que no pudo anotar el quinto ni por medio de Trincao, ni luego por Messi, debido a una gran respuesta de Asenjo.

Barcelona resolvió en la primera etapa un encuentro que no presentó dificultades. Koeman acertó en las decisiones que tomó para su debut oficial. Ansu Fati respondió con goles y desequilibrio a la confianza del entrenador, mientras que Coutinho también mostró una versión positiva en su regreso. Fue una noche en la que los Culés fueron precisos, eficaces, y desplegaron un buen funcionamiento en conjunto. La goleada sirve para empezar con el pie derecho La Liga, para creer en los cambios que hubo en el equipo y para poder ilusionarse con que el proyecto que comienza traerá mejores resultados.

Martin O’Donnell

Milan no detiene la marcha triunfal que lo devuelve a los primeros planos

La gran incógnita era ver como se acomodaba el Milan a tantas ausencias de su equipo titular. Sobre todo a la de su máxima esterlla, Zlatan Ibrahimovic, un jugador al que no parece afectarle el paso del tiempo; al contrario. Como los buenos vinos, cuanto más añejo, más sabio, más capaz, más determinante.

Pero no sólo debía adaptarse a la falta del sueco; también a la ya prolongada de su zaguero y referente, Romagnoli, a Bennacer en la mitad de la cancha, e incluso a Castillejo. Varios cambios de un equipo que tiene una marcada marcha ascendente desde hace varios meses, que se ha recuperado de un año pasado de comienzo irregular y que busca ser el conjunto respetado y temido que siempre fue en Europa.

Y lo hizo con suficiencia. Supo manejar el primer tiempo con un total control del desarrollo, a partir de una línea de cuatro adelantada, con Calabria por derecha y Hernández por izquierda en un avance constante, sumado a la firmeza de Kjaer y Gabbia, en tanto el juego nacía en el medio campo con Kessie y el talento de Calhanoglu, que se convirtió en el conductor permanente de cada acción de ataque del Milan. Rebic, quien suele jugar por el extremo izquierdo, ocupó el lugar central de Ibrahimovic. Y Milan se las arregló para generar varias situaciones en la primera etapa hasta desnivelar en el cierre de ese período.

A los 15′ Calhanoglu entró por derecha y sacó un buen tiro que atrapó Cordaz; a los 19′ Calhanoglu ejecutó un corner preciso y el cabezazo de Kjaer pegó en el travesaño. Luego, a los 36′ una hermosa jugada colectiva del visitante derivó en un gran pase de Calhanoglu a Rebic, pero el arquero local salió rápido y abortó el peligro. A los 42′, un cabezazo de Gabbia, tras un tiro libre de Calhanoglu, se fue afuera, cuando Kjaer llegaba mejor.

Y a los 44′ llegó el penal por infracción de Marrone a Rebic, y tras la revisión del VAR, a los 45+2′, Kessie lo convirtió para cerrar el primer tiempo con un 0-1 para la visita.

Crotone salió con un cambio en el segundo tiempo: E. Henrique en lugar de N. Zanellato; y Milan enseguida amplió la ventaja. Brahim Díaz consiguió a los 50′ ampliar el resultado a 0-2 para el visitante y a partir de allí el partido empezó a perder nivel y jerarquía.

Un poco porque Milan bajó el pie del acelerador; otro poco creció el local; y también en la salida de Rebic, lesionado tras un cruce involuntario de Lisandro Magallán, que le provocó una salida del hombro y su reemplazo por el joven Colombo a los 56′.

En tanto las ventanas de los cambios frenaron el ritmo del partido. A los 62′ S. Castillejo reemplazó a A. Saelemaekers y I. Bennacer ingresó por S. Tonali; Milan ya movía con tres variantes parte de su estructura y se empezaba a conformar con la ventaja en tanto Crotone también sumaba dos cambios más: a los 71′ A. Reca entró por P. Pereira y M. Vulic ingresó en lugar de D. Dragus; el equipo local empezó a crecer en función de la dinámica de Junior Mesías.

A los 78′ el brasileño sacó un buen remate de tiro libre que Donnarumma pudo rechazar; era la mejor llegada de Crotone. Luego, a los 80′. un buen centro que Kjaer desvió al corner de cabeza. A los 82′ se cerraron los cambios con la última ventana. Una variante en el local, A. Rispoli en lugar de S. Molina, y dos reemplazos finales en el Milan: 82′ R. Leão entró por H. Calhanoglu y R. Krunic ingresó en reemplazo de B. Diaz.

Milan había desacelerado y Crotone  empujó un poco más. Recién a los 86′ la visita tuvo una última llegada con un remate de Leao, el rebote y Krunic elevó el tiro final.

Era lo último y suficiente. Milan supo reemplazar a sus estrellas, ganar un partido complicado y resolverlo en menos de una hora de juego, para seguir en esta racha triunfal que lo devuelve a los primeros planos.

Hernán O’Donnell

Era la noche de Ribery, pero Alexis Sánchez, al final, iluminó al Inter

Un partidazo, de principio a fin. Con todo lo que propone la Serie “A”, un Calcio renovado que cada vez capta mayor cantidad de gente y adherentes alrededor del mundo. Fútbol en su máximo esplendor, y el gusto de ver a un Inter-Fiorentina pleno de goles, llegadas y suspenso.

El equipo visitante arrancó con un gol a poco de comenzar. Kouamé captó un pelotazo largo de Biraghi, combinó con Bonaventura y marcó el 0-1 cuando sólo se jugaban 3′ del encuentro.

Era un arranque fuerte de una Fiorentina que al compás del francés Franck Ribery metía contraataques como estiletazos y así tuvo otra chance a los 16′ cuando otra contra manejada por el ex Bayern Münich derivó en un pase largo a Kouamé y Handanovic, el arquero local, le ahogó el grito.

Inter trató de empujar a su rival hacia su área, pero fue más por tozudez que por ideas. Young y Perisic por los costados, Lautaro Martínez y Lukaku por el centro del ataque, Eriksen detrás, al final del primer tiempo llegó a la igualdad, con el gol de Lautaro Martínez a los 45+1′ del primer período.

A poco de empezar el complemento, llegó una lluvia de goles. Primero fue Lautaro Martínez quien guapeó un balón dentro del área visitante, ganó en el cuerpo a cuerpo a Milenkovic, y remató al arco, pero el balón se desvió en Ceccherini y a los 51′ el local quedó 2 a 1 arriba.

Entonces empezó el show de Ribery. Primero para armar una jugada por izquierda, esperar la llegada de Castrovilli y dejarle el balón servido para su entrada para que pudiera definir y marcar el 2-2 a los 57′ de juego.

A los 63′ largó un pelotazo distante para el pique de Chiesa, quien entró por derecha y marcó el 2-3 para la Fiorentina en un partido que estaba encendido y el fuego lo ponía el extremo francés.

Inter pareció golpeado y Conte apeló a todo lo que tenía en el banco. Primero, a los 63′ S. Sensi entró por C. Eriksen y el lateral A. Hakimi, llegado de Borussia Dortmund, por A. Young; después, a los 74′ R. Nainggolan ingresó por N. Barella y el chileno Arturo Vidal por M. Brozovic. Y por si ya no quedaran más cartas en la manga, unos minutos después entró el hombre que encontraría la luz para revertir la noche que se presentaba oscura para el equipo de Milano. Alexis Sánchez entró por Ivan Perisic a los 77′, para ubicarse detrás de los delanteros, Martínez y Lukaku, y armar la recuperación.

Pero hubo antes un par de escenas de Ribery. A los 80′ entró al área en una buena jugada individual y dejó solo a Vlahovic, quien había ingresado por Kouamé, pero su remate fue desviado. Ribery dejó su lugar a los 83′, reemplazado por Cutrone y allí entró en escena el chileno Sánchez.

A los 86′ puso un pase bombeado y preciso para Hakimi, un excelente lateral, que de primera habilitó a Lukaku para que el belga pueda definir con comodidad en su entrada libre y solitaria para igualar 3 a 3.

Todavía hervía el campo por el gol agónico del empate, cuando Sensi jugó rápido un tiro de esquina, le cedió corto el balón a Sánchez y Alexis sacó un centro exacto para la cabeza de D’Ambrosio, quien marcó el 4 a 3 a los 88′ de juego.

En la agonía, Inter encontró una victoria increíble, porque parecía muy difícil de revertir el resultado, en tanto Fiorentina había hallado los caminos del gol a partir del trabajo brillante de Ribery. Pero Alexis Sánchez se iluminó, encontró su posición en el campo, y señaló el sendero exacto para que Inter revirtiera el marcador y se abrazara a la victoria.

Hernán O’Donnell

Newell’s y Unión, un agradable empate en el fútbol tan añorado

Acostumbrados como estamos a ver el fútbol de Europa, con una acentuación mayor en estos meses por la ausencia total del fútbol argentino, la primera impresión del amistoso que trajo el fútbol argentino con el encuentro entre Newell’s y Unión, fue la forma más lenta de jugar y la falta de ritmo. Lógica y esperable estas dos características; sabíamos que no íbamos a ver un partido de competencia, de esos que crecen en intensidad cuando los puntos están en juego. La menor velocidad es ya característica en nuestro fútbol, en tanto la falta de ritmo puede ser consecuencia de la larga cuarentena que tuvieron los planteles locales. Sí hubo buenas intenciones, respeto por el balón y el principio de las ideas de sus entrenadores.

Unión lució mejor en el inicio del primer tiempo que duró treinta y cinco minutos. El equipo visitante se plantó arriba, con la intención de apretar a Newell’s y muy pronto sacó una ventaja; iban 2′ cuando llegó el centro de la derecha, el remate de Marquez a la izquierda y la aparición de Cañete para marcar ante la estirada desesperada de Alan Aguerre y poner a Unión arriba 0-1.

Newell’s salió después de los diez minutos, con la conducción de Maximiliano Rodríguez. Primero con un remate fuerte de Nadalin a los 10′; después, con una buena habilitación de Maxi para Alexis Rodríguez, y su disparo dio en el poste, a los 12′ de juego. El local empezaba a llegar, aunque se veía mejor a Unión. Con una idea más profunda del juego, con tres hombres arriba que apretaban la salida de la defensa local. Así, cuando Fontanini y Gentiletti intentaban el primer pase, ya estaban listos Cabrera, Márquez y Troyansky listos para presionar. Mejor impresión dejó la visita en ese compacto primer período.

En el inicio del segundo, a los 5′ Unión tuvo otra chance con un pase filtrado y la aparición de Cabrera y su disparo dió en el palo izquierdo de Aguerre.

Newell’s sintió el golpe y salió un poco más arriba. Propuso más juego, más ataque. Y llegó al empate a los 55′ (20′ del segundo tiempo) tras un penal que cometió Vera sobre Castro. Ignacio Scocco se hizo cargo y marcó el 1 a 1 con un remate fuerte y bien colocado a la derecha del arquero visitante Moyano quien se tiró bien, pero su estirada no fue suficiente para llegar a un balón muy bien ejecutado.

El partido continuó con el mismo ritmo; dos equipos de pretemporada con su primer amistoso en las espaldas era muy difícil que pudieran acelerar; y menos con el correr de los minutos, donde comenzaron a aparecer los primeros síntomas de cansancio.

El segundo tiempo fue más compacto aún, pues los entrenadores Frank Kudelka del local y Juan Manuel Azconzábal de Unión, acordaron jugar treinta minutos en el complemento. Y el final lo encontró un poco más adelantado a Newell’s, con la intención de torcer el empate. No hubiera sido justo, pues Unión fue mejor en el comienzo e incluso dejó una impresión más acabada de su intención y estilo de juego.

Para empezar, un empate agradable, en el fútbol argentino que tanto se lo extraña.

Hernán O’Donnell

Bayern Münich mantuvo la máquina encendida y sumó otra copa a sus vitrinas

Una final con gente, una fiesta del fútbol que de a poco quiere volver a lo que fue. La vieja normalidad, dos equipos que ganaron las respectivas Copas de Europa y van por esta Supercopa en un ambiente alegre, festivo, optimista y deseoso de ver fútbol. Bayern Münich y Sevilla, los campeones de la UEFA Champions League y la UEFA Europa League, se enfrentaron en Budapest en un marco añorado.

En la previa, muchos podían suponer una ventaja o un favoritismo claro para Bayern Münich. Porque llegaba con todos los antecedentes de su estirpe ganadora de la Chapions pero dicen que Sevilla nunca se rinde y se lo hizo saber desde el inicio del partido. Le fue a pelear cada pelota como si fuera la última, respaldad en una firme línea de cuatro, con Jesús Navas como salida permanente, Koundé y Diego Carlos en la zaga central y Escudero en la otra banda. Fernando adelante de ellos, como rueda de auxilio constante. Más arriba Suso, bien Jordán en los primeros quince minutos para darle dinámica al medio, el regersado Ivan Rakitic y Ocampos. Y de Jong para pelear arriba como punta de lanza. Así llegó la falta a Rakitic y el penal que convirtió Lucas Ocampos para marcar el 0-1 para Sevilla a los 12′ de juego.

Con el marcador en contra, el equipo alemán se soltó aún más. Se adelantó bien en el campo y apretó al Sevilla contra su área. Con las proyecciones permanentes de Pavard, el trabajo de Kimmich y Goretzka en mitad de cancha, la movilidad de Gnabry por los dos laterales, Bayern empezó a hacerse dueño del partido.

A los 21′ tuvo su primera llegada clara; centro, Lewandowski que la mete en el área y el remate de Müller por el medio fue desviado por Koundé al corner con lo justo. A los 25′ Thomas Müller hizo una buena maniobra individual, la abrió a la derecha y Pavard sacó un remate que se fue apenas alto y desviado. A los 29′ lo tuvo Lewandowski en una corrida por derecha y cuando entró al área se la quiso picar a Bono, que controló muy bien. Era más el equipo alemán y entonces fue lógico que llegara a la igualdad.

Serge Gnabry habilitó a Müller por derecha, este sacó el centro al área, la bajó Lewandowski hacia atrás para el ingreso de Goreztka quien definió con categoría, a los 33′, para sellar el justo 1 a 1 con el que finalizó el primer tiempo.

En el complemento se mantuvo la tendencia; el dominio de Bayern, a partir de una dinámica colectiva fuerte, sostenida en los movimientos de Sané y Gnabry, la inteligencia de Muller y el trabajo táctico de Goretzka, en tanto Lewandowski pivoteaba en forma permanente. Sevilla lo supo controlar, en tanto el juego empezó a tener los lógicos cambios a partir de las variantes de los entrenadores.

Primero Julen Lopetegui decidió que su equipo tuviera dos variantes: a los 56′ Y. En-Nesyri entró por Luuk de Jong y O. Torres ingresó pro Ivan Rakitic; a los 70′ Tolisso por Sané en el equipo alemán y a los 71′ Gudelj por Suso en el conjunto andaluz.

Bayern tuvo un par de ocasiones: a los 75′ un desborde de Gnabru que no conectó Lewandoeski y a los 77′ Müller metió un tiro fuerte y bajo que atrapó Bono. Pero la mejor fue para Sevilla en un contragolpe que manejo Jesús Navas, lo dejó solo a En-Nesyri y su tiro lo sacó Neuer al corner cuando iban ya 86′ de juego.

Entonces, hubo que ir al alargue. Sevilla comenzó con otra variante: Franco Vázquez por Jordán. Hans-Dieter Flick decidió dos cambios a los 98′: el candiense Alphonse Davies por L. Goretzka y Javi Martinez por Lucas Hernandez. El partido se había hecho un poco más lento, con menos vértigo, pero no por eso con menor volumen de fútbol.

Y Bayern encontró el segundo gol tras un desencuentro en la defensa sevillana. Porque de una pelota que Bono iba a controlar, Diego Carlos no lo escuchó ni lo vio, y despejó al corner. Tras el tiro de esquina, una serie de rebotes y el cabezazo de Javi Martínez que marcó el 2 a 1 a los 103′ de juego.

Sevilla salió a jugarse el resto en los quince minutos finales del alargue. Bayern se ordenó en su campo e intentó congelar el juego. Y metió varios contragolpes para definir, pero careció de precisión y chocó contra un Bono muy seguro.

Sevilla dejó jirones de vergüenza deportiva para ir por el empate. Jugó con el corazón, como lo marca su historia. Pero chocó contra la máquina alemana, que sigue encendida, mantiene la marcha a todo vapor y sumó otro título para su vitrinas.

Hernán O’Donnell